La comida siempre ha tenido un significado diferente en las diversas culturas del mundo, pero existen ciertos ingredientes que honran los finales y auguran buena fortuna para los comienzos. Por eso aquí te dejamos algunos de los alimentos más significativos para la cena de Año Nuevo, para que despidas el 2019 y la década, con los mejores amuletos culinarios. Fotos: Especiales. 

Uvas

La tradición de consumir 12 uvas durante las campanadas de fin de año, tiene su origen en el pueblo español, en donde dejaron una de las primeras referencias escritas en 1895, mencionando que tomaron la costumbre de los franceses. Existen otras versiones en las que se asegura que fue en 1909 cuando los vinicultores españoles tuvieron excelente cosecha y regalaron uvas para alentar el consumo y buena suerte. Sin importar el comienzo de estas creencias, comer doce uvas augura prosperidad para los siguientes 12 meses.

Arenques

Consumir pescados es una costumbre de los países como Noruega, Suecia, Dinamarca, Polonia y Alemania. Es en éste último donde principalmente se come el arenque, animal cuyas redondas y plateadas escamas recuerdan a las monedas. Su consumo asegura un año colmado de buena fortuna.

Donas

Debido a la forma de anillo de este pan, suele ser considerado un símbolo del cierre de un ciclo y de la eternidad del momento. Principalmente en los Países Bajos, Holanda y Dinamarca, donde además puede consumirse con azúcar para atraer las dulzuras y alejar las amarguras.

Granadas

En Turquía estas frutas son un símbolo nacional de fertilidad y abundancia. Tradicionalmente a las granadas se les incluye en la celebración de Año Nuevo de una forma bastante peculiar: aplastándolas y dependiendo del número de trozos en los que se rompan más buena suerte se tendrá para el año siguiente.

Lentejas

Comer una cucharada o plato sopero de estas leguminosas es una tradición en el mundo que asegura riqueza, fortuna y prosperidad. Existen diversas versiones sobre el origen de esta costumbre, sin embargo una de las más aceptadas cuenta que fueron los romanos quienes comenzaron a regalar lentejas a pocos minutos del fin de año para dar buena suerte al portador.

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