Beaujolais Nouveau: festejando la vida a la francesa

En algún lugar de la colonia Condesa cuya velada quiero siempre recordar, como cada tercer jueves de noviembre desde 1952, el espíritu francés en México celebró el primer vino de 2016, el Beaujolais Nouveau, un tinto cuyo toque ligero y frutal avivó la convivencia, la alegría y la camaradería de este festejo mundial.

¿Qué tal estuvo la noche francesa?

Con boina roja y mascada del mismo color, los testigos de esa noche cálida —y no por el clima—, franceses y mexicanos, tuvimos una más que agradable degustación nocturna organizada por la agencia francófona de viajes Mexique Découverte.

Los encargados de compartir los sabores y aromas galos, en perfecto español pero con el orgullo francés a flor de piel, fueron la vinícola Georges Dubœuf, con la estrella de la noche: su Beaujolais Nouveau. Una comercializadora de cervezas artesanales 100% mexicanas:

  • Chelita Linda, empresa que para la ocasión —muy especial— presentó las botellas de La Revoltosa . Su Oatmeal Imperial Stout tiene el cuerpo y la densidad perfecta para festejar con ánimo.
  • Y Chela Libre, con sus peculiares homenajes a los ídolos de la lucha libre mexicana de todos los tiempos.

Beaujolais Nouveau

Platillos tradicionales

Pero las sorpresas no terminaban con estos regocijos líquidos; al mismo tiempo, las presencias en boca aludieron al ambiente parisino: los platillos tradicionales de L’Appart avivaron el interés general cuando ofrecieron su deliciosa ratatouille acompañada con pasta gratinada.

Como el Beaujolais Nouveau nunca escaseaba en nuestras copas, qué mejor acompañamiento que los selectos y exquisitos quesos de Le Petit Gourmand. Sobre todo el Morbier, el Camembert, la Pirámide de Cabra y el Gruyere, entre otros. Y para realzar y equilibrar la experiencia, la pastelería francesa de Ficelle rubricó la degustación de una forma sencillamente elegante.

Beaujolais Nouveau

La música y Beaujolais Nouveau

Al ritmo de una cantante francesa avecindada en nuestro país desde hace seis años, y con un repertorio típico de su tierra natal, los cantos, los abrazos, las anécdotas, las risas y las amistades forjadas desde un rincón del alma que recién se descubría (o se visitaba de nuevo) fluyeron sin prisas, con el Beaujolais Nouveau como un noble y rico catalizador alquímico del espíritu.