Bebidas con mucho espíritu mexicano

Si eres del norte del país seguro has escuchado nombres como sotol, raicilla o bacanora, pero en el centro y en el sur son desconocidos. Aunque sí son los más comunes, el tequila y el mezcal no son los únicos destilados que proceden del maguey; sí es cierto que su alto consumo hace que muchas veces nos olvidemos de estas otras deliciosas bebidas espirituosas.

Ahora que estamos en el mes patrio, es hora de celebrar nuestra diversidad conociendo algo más sobre estos tres tragos con mucha historia y tradición.

Sotol
Su nombre procede de la palabra náhuatl Tzolotollin, cuya traducción significa algo así como “dulce de la cabeza.” Desde el 2002 cuenta con denominación de origen, algo que indica que solo puede ser producido y embotellado en una región delimitada, en este caso Durango, Chihuahua y Coahuila y siguiendo cierta cualidad en procesos e ingredientes. Se elabora a partir del sereque silvestre y al igual que el mezcal, es resultado de la cocción de la piña.
El dato: parece que ya hace más de 800 años los indígenas pobladores del Paquimé la elaboraban. Hoy, se considera bebida municipal de Cuencamé y Mapimí en Durango.

Bebidas mexicanas

Raicilla

Conocida como la hermana mayor del tequila, esta bebida tiene su origen en la parte norte de Jalisco y se elabora con dos tipos de agave: pata de mula o raicillero. Las especies son mucho más pequeñas que los agaves para Tequila, la piña pesa alrededor de 25 kg, pero eso sí, el sabor tras la cocción es muy peculiar porque sin llegar a ser como el del mezcal, tiene un toque ahumado a la par que cítrico. Su grado alcohólico varía entre los 35° y 45° y pueden encontrarse las variedades blanca, joven, reposada y añeja, dependiendo del tiempo en barrica de roble.
El dato: actualmente el Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla trabaja para conseguir la Denominación de Origen porque hoy se produce solamente en municipios del norte de Jalisco como Puerto Vallarta, Chico de la Raicilla, Tomatlán entre otros.

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 Bacanora

Desde el año 2000 posee la certificación de denominación de origen, produciéndose únicamente en Sonora a partir de la cocción de la piña de agave vivípara. Por lo general su graduación alcohólica oscila entre los 35° a los 40°, por lo que mucha gente prefiere tomarlo en cocteles, algo no bien visto en Sonora. Según el Consejo Regulador del Bacanora, hay alrededor de 900 productores asociados y se elaboran cerca de 400 mil litros al año, por eso se han tomado muchas medidas para regular la calidad del producto y conservar la denominación de origen.
El dato: Se tiene registro de que su elaboración data de hace más de 300 años y su sabor fuerte ahumado y a tierra húmeda te recordará al Mezcal oaxaqueño.

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