Bocados dulces de la Selva Negra

La versatilidad de México siempre es impactante, su lado germano lo descubrimos a bordo del Audi Q2 2018 cuando iniciamos una pequeña aventura urbana. La idea principal era buscar lugares donde se hiciera honor a la pastelería alemana, donde el exquisito chocolate y las deliciosas frutas de temporada son ingredientes principales para varias de sus preparaciones. Aquí están nuestros lugares favoritos.

Hogar del pan

Landhaus

En palabras del propio Néstor Schmidt, chef panadero y pastelero, Landhaus es una pastelería alemana que da tributo a los sabores de su tierra. Por eso en la parte de abajo de su logo se puede leer: …ein Stück Heimat! Que quiere decir: ¡Un pedazo de casa! Tienen algunas hogazas de pan clásico elaboradas con su propia masa madre, además de pasteles que se alejan un poco de la línea germana como de piñón o rompope. Sin embargo, su punto fuerte sigue siendo los pasteles tradicionales, Néstor explica que Viena no la ven como una ciudad de otro país, sino como un lugar de excelentes postres y panadería; lo cual dejan en claro al explicar que el Sachertorte es austriaco, pero lo toman como propio. Recomienda pedirlo y dejarlo a temperatura ambiente para que todo su sabor se potencialice, así el chocolate toma su lugar y la mermelada de chabacano le da ese toque sutil detrás. El Schwarzwälder Kirschtorte, mejor conocido como pastel Selva Negra solo se elabora si consiguen las cerezas negras correctas, pues asegura Néstor que el sabor no es perfecto. La recomendación es pedir una rebanada para comer ahí, pedir un café estilo europeo –con grano de primera calidad veracruzano– y disfrutar la tarde. Otro fuerte son sus pays, sobre todo el Apfelkuchen, que es el de manzana; aunque si es temporada, debes pedir una rebanada del de mango. Rebanada desde $40. Giotto 30, Mixcoac. 2976 0128. Facebook: Landhaus la panadería alemana.

La austriaca

L’autrichienne by Sacher Cake Shop

Ese era el apodo de María Antonieta, quien fuera reina de Francia, aunque se lo decían con obvias malas intenciones. Sin embargo, el chef Gerardo Gutiérrez y su equipo lo han retomado el nombre para hacerle honor a la pastelería austriaca. El detalle es que aquellos países europeos comparten tanto, que incluso las recetas se marcan como propias y extrañas al mismo tiempo. En sus 10 sucursales encontrarás pasteles de fondant para toda clase de eventos: bodas, cumpleaños, XV años y fiestas infantiles. Aunque también hay pasteles para llevar a casa llenos de gran sabor. Uno de los pasteles favoritos es el selva negra, con sus cerezas negras, crema esponjada y un pan elaborado con chocolate obscuro para que no sea demasiado dulce, el cual se baña con kirsch, un licor de cerezas tradicional. La combinación no es empalagosa, además de que el no sabe a puro alcohol como otras preparaciones envinadas, lo cual se agradece. Otro de sus fuertes es el strudel de manzana, el cual solo elaboran en época navideña, justo como hacen los germanos, aunque también aclaran que la receta original es austriaca. Gerardo dice que el secreto está en el crumble, el cual absorbe la humedad de las manzanas permitiendo que la masa adquiera su toque crujiente. Strudel: $310, Selva negra: $340. sacher.com.mx

Herencia de pasión

Hostería de la Selva Negra

Probablemente si hubieras llegado a este restaurante de Polanco cuando abrió, en 1975, le hubieras augurado poca vida. Claro que el chef Herbert Bostelmann y su esposa Alma Jurado estaban seguros de que iba a funcionar, pues lo que ofrecían era confort alemán. Con más de 40 años de vida, es un clásico de la zona, pero también de la Ciudad de México. Sin embargo, Herbert solo hacía comida salada, así que fue hasta 2012, cuando la chef Brenda Venero, su nieta, tomó control del restaurante que empezó a servir postres y pasteles de herencia germana. Dentro de las delicias que podrás disfrutar se encuentra la tarta de almendras, la cual la sirven con helado de vainilla; aunque tampoco podría faltar el pastel Selva Negra, pues básicamente está en el nombre del lugar; otra recomendación son las linzer torte, donde se usan frutas maduras de la estación. En esta ocasión tocó de zarzamora, aunque si vas seguro encontrarás de frambuesa u otros frutos de gran dulzor. En las paredes de este lugar también hay parte de su historia. De hecho, en una de las paredes cuelga la foto de Herbert Bostelman antes de subirse al barco que lo traería a América, que como le contaba a su nieta Brenda: “El último de la fila y el de menos dinero”, cuya pasión por la cocina consolidó a su restaurante como uno de los pocos lugares de cocina germana. Rebanadas desde $65, aunque también puedes comprar el pastel completo para llevar. Juan Racine 108, Polanco. hosteriadelaselvanegra.com