Juan Pablo Montes, a bordo de la nueva KIA Sorento, surcó los parajes exuberantes de la ciudad de Cuernavaca y el Pueblo Mágico de Tepoztlán para encontrar la verdadera esencia que hace a Morelos un destino apasionante y un obligado para un escape sibarita. Fotos: Carla Danieli.
Desde los tlahuicas, una de las siete tribus nahuatlacas que que fundaron la ciudad, pasando por los mexicas hasta los españoles —en especial Hernán Cortés, quien construyó ahí su palacio—, todos han caído rendidos ante el exquisito clima, los bellos paisajes y la franca gastronomía del estado de Morelos. Por eso decidí aventurarme por la carretera para disfrutar una vez más de la atracción que genera este escape.
Las curvas parecen suaves
Dentro de la nueva Kia Sorento quien conoce la carretera México-Cuernavaca, sabe que no son tan fáciles de manejar. Esta sensación de suavidad se debe al sistema de control de curvas de la camioneta, que corrige el rumbo si percibe que ésta se está desplazando fuera de la ruta y claro, al estupendo sistema de tracción de las cuatro llantas.
Pueblo Mágico de Tepoztlán
Así, en calma, arribo a la que será la primera parada en el Pueblo Mágico de Tepoztlán; un lugar favorito entre las personas por su apacibilidad. De entre todos sus atractivos, destaca la famosa pirámide que yace sobre el cerro del Tepozteco, la cual, a diferencia de otras construcciones prehispánicas, se mantuvo en pie tras la llegada de los españoles.
Por sus calles empedradas, colmadas de restaurantes, tiendas de artesanías y centros de meditación, avanza silenciosa la Sorento, gracias a la rigidez de su estructura. Así llego a las puertas de la Posada del Tepozteco, cuya vista del valle es una de las más bellas, por encontrarse en un mirador natural. La antigua casona de piedra donde está construida, se funde con el paisaje al estar cubierta de árboles; casi oculta, se encuentra una alberca climatizada que me invita a la relajación.
Luego de un chapuzón, el deseo de tomar el volante de la Sorento y probar las delicias que promete la Ciudad de la Eterna Primavera. Nombrada así por el alemán Alexander von Humboldt, me impulsan a volver a la carretera.
El viaje se convierte en un placer, incluso cuando caen las primeras gotas de lluvia y el camino se oscurece, pues los faros de niebla y el sistema de advertencia de punto ciego de la Sorento favorecen el disfrute sin preocupaciones. Al llegar a Cuernavaca, entre la ligera manta de agua admiro el Palacio de Cortés, la obra arquitectónica civil más antigua de México, la cual terminó de construirse en 1535. Justo enfrente, en lo que alguna vez fue la farmacia Cruz Blanca, hoy se encuentra uno de los restaurantes más famosos de la ciudad: Casa Hidalgo.
El chef César Salgado
Sorprende esta noche con un menú especial, que versiona un poco la carta habitual. Comienza con una arrachera vikinga, marinada en soya y jengibre, pasada muy rápida por el fuego antes de servirse, que resulta un inicio fresco. Pienso que pocas preparaciones me asombrarían más. Pero en ese momento llega a la mesa la pechuga rellena de queso de cabra con hongos shiitake y portobello sobre una salsa de naranja y cerveza que prueba lo contrario. Ya casi voy de salida cuando una de las comensales va en busca del ocupado chef para felicitarlo por el festín tan extraordinario.
Después de una noche donde es obvio que no sólo yo disfruté, César decide salir con su equipo y todos los presentes nos unimos al aplauso y al agradecimiento por una noche única.
De regreso a la Posada del Tepozteco, parece mentira haber tomado la carretera, pues la Sorento me traslada de un lugar a otro en lo que siento como un instante. Ya en la mañana, me despiertan los aromas de la cocina, gracias a que mi habitación está cerca del restaurante El Sibarita, dentro del mismo hotel. El Sol entra discreto entre la niebla matutina e incita el apetito.
Con ingredientes locales, el chef Manuel Martínez prepara delicias para el bufet del fin de semana donde los tamales de rajas con setas, ideales para vegetarianos, son un deleite. En la mesa junto a mí se sienta el dueño del hotel, Alejandro Camarena, y me sugiere probar el huarache de cecina. —¿De Yecapixtla? —preguntó inocentemente. —No, de Tepoztlán— y mientras señala la sierra que nos rodea, me platica que ésa era la ruta de los comerciantes, por lo que en toda la región se sala carne con maestría, solo que la de Yecapixtla ha recibido más fama.
Remanso de serenidad
Me dirijo hacia el Hostal de la Luz, un hotel boutique que tiene la filosofía de ofrecer actividades para renovar el espíritu. A la entrada da la bienvenida una estatua de Shiva, también conocido como el dios destructor, pues su labor es terminar con el ego de los creyentes. Dentro de las actividades, me enamora enseguida la caminata por el laberinto de Chartres, una replica exacta del que descansa en la Catedral de Chartres, Francia.
El recorrido se realiza en total silencio, solo con los pensamientos propios y música para acompañar ese camino hacia el interior de uno mismo. Cada paso dentro del laberinto ayuda a desmadejar las ideas y dar claridad a quien ingresa descalzo en el trazado. Al finalizar, una meditación guiada ayuda a encontrar paz interior. Agradezco a Shiva y al cálido personal para regresar a la carretera una vez más. La serenidad del momento y los paisajes donde los diferentes matices de verdes brillan, son el acompañamiento perfecto para manejar la SUV de Kia. Escojo el modo de manejo Sport para gozar de más poder en el motor y la transmisión, a la vez que da rigidez al volante para mayor seguridad.
Luego de 75 kilómetros llego a otro paraíso: Jardines de México, el jardín floral más grande del mundo. Compuesto por 51 hectáreas y nueve tipos de escenarios diferentes, es también el único en el mundo abierto todo el año. Aquí es intenso el calor típico de Morelos, que oscila en los 30ºC, lo que explica por qué las flores son tan coloridas. Elegir por donde comenzar es una tarea difícil.
Inicio por el de estilo japonés, donde un riachuelo desciende hasta un estanque lleno de lotos y peces de llamativa silueta, que fascinan con sus movimientos pausados. El más cercano a éste es el de estilo italiano que impresiona por su geometría y en el que casi puedes apostar que el número de pétalos de las flores es perfecto. Encuentro irresistible caminar por el llamado Laberinto de los Sentidos, diseñado por el artista plástico Íker Larrauri, donde la intención no es perderse, sino encontrar arte a cada paso.
A medida que avanzo, van apareciendo diversas instalaciones como las lenguas de fuego que alcanzan hasta siete metros de altura, de donde emergen diversas criaturas: la mujer de gran tamaño balanceándose con gracia sobre una pelota, y la de tres timos, un grupo de niños que evitan que se les escape un globo.
El restaurante dentro del complejo es admirable. Su estructura diseñada con bambú y maderas recicladas, lo hacen fresco sin necesidad de aire acondicionado, al igual que los platillos del chef Vogar Mogollan, adornados con flores según la temporada. Los carpaccios de salmón, carne y atún con lajas de piña ayudan a refrescarse mientras se deshacen en la boca. Para el plato fuerte, el pulpo a las brasas o el atún sellado son elaborados con maestría.
Un clásico y una revelación
De regreso a Cuernavaca todavía nos acompaña la luz del Sol y el abrasante calor, por lo que el aire acondicionado dirigido de la Sorento resulta un respiro fresco. Para alojarme, opto por Las Mañanitas, hotel fundado en 1955 por Robert Krause. La enorme casa tiene un jardín vasto donde diferentes aves exóticas maravillan la vista, de las cuales, las grullas coronadas cuelligrís son las más emblemáticas, por ser parte del logo.
A toda velocidad
KIA La marca surcoreana empezó en 1944 como Kyungsung Precision Industry, una empresa que se dedicaba a elaborar partes de bicicleta a mano, para luego fabricarlas completas 10 años después. Más tarde, en 1962, comenzaron a manufacturar vehículos de tres ruedas, y continuaron a través de los años con camiones y finalmente, automóviles.
Ahora es una de las marcas más destacadas a nivel mundial, cuyo compromiso más importante está con el consumidor y el medio ambiente. Prueba de ello es la calificación máxima de cinco estrellas, en tema de seguridad general, que KIA Sorento recibió de la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) por su diseño y equipamiento. La marca automotriz llegó al país a principios de este año bajo el nombre KIA Motors México, y desde julio comenzó la distribución de sus modelos.
KIA Sorento es una SUV robusta de diseño moderno y elegante con capacidades todo terreno. Es muy cómoda y su manejo es suave en recorridos de carretera. También es sofisticada, así que es ideal para las calles de la ciudad. Cuenta con tecnología avanzada que se centra en la experiencia del conductor; además, tiene un mejorado sistema de ahorro de combustible y una mínima emisión de ruido y vibraciones. kia.com
Entrar en el spa Orlane es como encontrarse en otro lugar. La algarabía de Las Mañanitas queda atrás y el único sonido que percibo es mi respiración. Serenidad relajante es uno de los tratamientos favoritos y entiendo por qué, al disfrutar la técnica de masaje profundo y la aromaterapia con las que siento cómo cada músculo de mi cuerpo deja la rigidez para encontrar alivio.
En ese estado, me dejo seducir por los placeres banales de mi siguiente parada: House Café+Lounge. Aunque es parte del hotel Las Casas B+B, la separación de uno y el otro es evidente, incluso la entrada es por la puerta lateral. El lugar tiene un marcado estilo californiano, donde el ambiente desenfadado es ideal para disfrutar desde un simple coctel hasta una cena.
La juventud del chef Isaac Soto, de solo 24 años, contrasta con la experiencia de los otros chefs del destino. Su cocina es más arriesgada y la ajusta cada ocho meses. Isaac la describe como un pequeño laboratorio donde todos aportan. Al ver desfilar los platos, es difícil escoger un favorito, aunque el pork belly en salsa de tomatillo y el helado de aguacate con miel de chile mulato encabezan la lista.
Otro de los restaurantes destacados de la ciudad es Casa Rivera. Aunque el apellido recuerda a Diego Rivera, en realidad solía ser la casa de descanso de Mario Moreno Cantinflas. El cómico y el pintor eran muy amigos, tanto que el muralista diseñó la alberca con diminutos azulejos representando a Chicomecóatl, diosa del maíz. La cocina da un giro a lo mexicano, con ingredientes tan obvios que resulta extraño que no se hayan unido antes, como el queso flameado en mezcal que cautiva de inmediato.
Un final ideal
En mi último día en Morelos encuentro el momento perfecto para conocer a los productores de aguacate. Después de caminar entre los árboles chaparritos con este fruto, llego con Marciano Flores y Miguel González, quienes desde hace más de 10 años lo cultivan. Me explican que empezaron con aguacate Hass de Michoacán.
Ahora manejan variedades Méndez y Jiménez, derivadas de la Hass, pero con mejor sabor y textura. Miguel me muestra unos injertos que él ha empezado a hacer, mientras Marciano me comenta: “Pronto tendremos una variedad para llamar nuestra, que estaremos orgullosos de mostrarles a todos”.
Esta pasión de los agricultores morelenses por ofrecer la mejor calidad ya es apreciada por diversos chefs. Entre ellos, Fabio Peiti de Verdesalvia, quien ha trabajado en Italia, Suiza, Egipto y México, donde parece ha encontrado su lugar, pero sin olvidar sus tradiciones. Sus platillos muestran sin tapujos una trayectoria en algunos de los mejores hoteles del mundo y el reconocimiento de los productos mexicanos como en su aguacate relleno de tartar de mariscos con salsa de mezcal.
Tranquilo de que me encamino protegido a la ciudad a bordo de la Sorento de KIA, solo tengo dos deseos: regresar en busca de nuevas propuestas en Morelos y volver a manejar esta SUV que me parece esencial para cualquier viaje en carretera.
Juan Pablo Montes y Carla Danieli viajaron a Morelos con apoyo de KIA y la Secretaría de Turismo de Cuernavaca.
INFORMACIÓN DE VIAJE
Cómo llegar
Para llegar a Tepoztlán o Cuernavaca desde la Ciudad de México dirígete a la Carretera Federal 95. En el caso de Tepoztlán hay que tomar la desviación hacia Yautepec.
Recursos
La Secretaría de Turismo de Morelos (morelostravel.com) y el Ayuntamiento de Cuernavaca (cuernavaca.gob.mx) tienen opciones de alojamiento, gastronomía y actividades para realizar en los destinos.
Dónde quedarse
Posada del Tepozteco Ubicado en una antigua casona en el mejor mirador de Tepoztlán, este hotel ofrece 22 cómodas habitaciones con todas las facilidades. Habitación estándar desde $145 USD. posadadeltepozteco.com.mx
Hostal de la Luz Este hotel holístico fue diseñado para reencontrarse a uno mismo a través de terapias y experiencias místicas que revitalizan el cuerpo y el espíritu. Suite estándar desde $224 USD. hostaldelaluzresort.com
Las Mañanitas Esta hacienda colonial localizada en el centro de Cuernavaca forma parte de Relais & Châteaux, una asociación de los mejores hoteles, chefs y restaurantes del mundo. Suite desde $370 USD. lasmananitas.com.mx
Anticavilla Una experiencia boutique de lujo, donde cada habitación tiene un concepto basado en diferentes pintores italianos modernos como Depero y Paladino. Deluxe suite $140 USD. anticavillahotel.com
Dónde comer
Casa Hidalgo Uno de los restaurantes más emblemáticos de la capital de Morelos. La carta se distingue por sus sabores mexicanos con toques internacionales, pero sobre todo, por su cocina morelense. casahidalgo.com
Jardines de México El jardín de flores más grande del mundo tiene un restaurante que refleja la apreciación por la naturaleza, en su estructura de bambú y sus recetas vestidas de flores. jardinesdemexico.com
House Café + Lounge Parte del hotel Las Casas B+B, este restaurante tiene un ambiente relajado californiano que se nota en una gastronomía fresca y desenfadada ideal para el clima caluroso de Cuernavaca. lascasasbb.com
Casa Rivera La que fuera casa de fin de semana de Mario Moreno Cantinflas, ahora es un restaurante donde las tradiciones mexicanas reciben un pequeño giro para provocar el antojo de quien lo visita. casarivera.mx