La Rioja se vive a sorbos, entre viñedos y arquitectura onírica. Cecilia Núñez visitó sugestivas bodegas y cató la tradición milenaria del norte de España. 

De ahora en adelante, y esté donde esté, cada vez que se descorche frente a mí una botella de vino riojano, los aromas que se desprendan de ella me traerán de vuelta a estas tierras. Regresaré aquí, donde la vista se relaja y se emociona frente a colinas tapizadas de viñedos, donde los sentidos se despiertan con el soplido del viento fuerte y seco, donde hasta el viajero más solitario se siente bajo el resguardo de la sierra Cantábrica, sucesión de montañas que protege las cepas del viento del norte y que nos acompañará durante nuestro recorrido.

El campo colmado de vides, los balsámicos del pino, las hierbas silvestres, las notas frutales de la fermentación que inundan los interminables pasillos de las bodegas, el encanto de las barricas en eterno reposo… Todos los recuerdos de mis días por La Rioja volverán cada vez que un vino de este terruño se sirva en una copa. Solo un sorbo bastará para recordar los rostros, las risas, las palabras y la pasión de todas esas familias que se han dedicado por generaciones a mantener vivo el ritual milenario de la sabiduría enológica.   

Brindo con mis compañeros de viaje por la aventura que estamos a punto de comenzar

El territorio vitivinícola de Rioja se extiende a lo largo de unos 100 kilómetros, por las denominadas Rioja Alta, Baja y Alavesa. Recorreremos ésta, una de las más privilegiadas regiones del mundo consagrada al cultivo de la vid, que corre a ambos lados del río Ebro, y se delimita por las sierras de la Demanda y la de Cantabria.

En cada cata, aprenderemos a valorar el favorable entorno atmosférico —ambiente templado todo el año, vientos secos y fríos, lluvias estables, días de Sol en verano…— que resulta de la combinación de los climas mediterráneo y atlántico, gracias a la cercanía del mar Cantábrico.

Y ahí, en medio de las condiciones naturales más convenientes para la elaboración del vino, guardaremos para siempre las postales de los viñedos abrazando entrañables bodegas, algunas diseñadas por arquitectos de fama internacional y otras moldeadas por su carácter histórico. La ruta vitivinícola que andaremos nos internará en verdaderos templos dedicados a Baco, espacios arquitectónicos vanguardistas que contienen una antiquísima raigambre y la historia de familias que han consagrado su vida al terroir.

Viñas de titanio, Marqués de Riscal

La Rioja

Desde 2006, el apacible pueblo de El ciego tiene doble destello: uno con luz propia y otro con el reflejo de las suntuosas ondas de titanio y acero diseñadas por el reconocido arquitecto Frank O. Gehry, premio Pritzker y creador, entre otras obras maestras, del museo Guggenheim en Bilbao. 

Entre la sierra Cantábrica y el río Ebro, entre la región de Álava y La Rioja, entre la historia y la vanguardia… La creación modernista de Gehry para las bodegas de Marqués de Riscal es el gran ejemplo del idilio entre la tradición milenaria del vino y los destellos contemporáneos que se viven en La Rioja. Caminamos por el moderno hotel de habitaciones minimalistas y el spa con tratamientos de esencia de uva. Desde ahí dimos un salto cuántico al pasado, recorriendo la bodega, oculta bajo tierra, que ostenta el reconocimiento de ser la más antigua de Álava (inició actividades en 1858).

Gehry creó, según su definición, “una criatura maravillosa que flota sobre la viña” y con ella decretó que la arquitectura es un ser vivo, tanto como el vino mismo.

Toma nota Marqués de Riscal ofrece visita a la bodega y catas, visita u hospedaje en el hotel, tratamientos de spa, experiencias gourmet y eventos privados. Torrea 1. Elciego, Álava. marquesderiscal.com

De espíritu creador, Rioja Alta

La Rioja

Nos dirigimos hacia la zona conocida como la Estación de Haro, donde en 1890 cinco viticultores vascos y riojanos le dieron vida a la llamada “sociedad vinícola de la Rioja Alta”.

Cientos de años después, las bodegas de Rioja Alta siguen conservando con recelo el espíritu emprendedor de sus fundadores. Su importancia local y la cantidad de familias oriundas de la región que han dedicado su vida a la creación de cada una de las etiquetas de esta bodega, nos hace pensar en el sitio como el corazón de la ciudad de Haro.

Recorremos la bodega sala por sala, mientras en el proceso del vino se nos va revelando el respeto por la historia, la filosofía y el “saber hacer” de esta clásica bodega. En las más de 470 hectáreas de viñedos, de las cuales 360 están plantadas en los mejores pagos de la zona de Rioja Alta, domina la variedad tempranillo. En años recientes, la casa ha apostado por sumar también la variedad de uva graciano, para darle una personalidad más fuerte a sus vinos, y de garnacha, para otorgarle toques sutiles de elegancia.

La nave de experimentación de la bodega llama especialmente nuestra atención durante la visita. Ahí, Julio Sáenz, enólogo del grupo Rioja Alta, innova y evoluciona los vinos; ahí nacen muchas sorpresas que mantienen viva y moderna a esta clásica bodega localizada hacia la región más occidental de La Rioja.

Toma nota Se ofrecen recorridos guiados, cata de tres vinos (incluido el Gran Reserva 904), aperitivos y obsequio de una botella. Avenida Vizcaya 8. Haro, La Rioja. riojalta.com

Cautivar desde la raíz, Vivanco

La Rioja

De un primer vistazo nos queda clara la misión de la familia Vivanco: cautivar para siempre a quien se interne en su universo. Pero lo que primero me atrapa es la sonrisa franca y ese aire inocente y desenfadado de Santiago Vivanco.  Santi y su hermano Rafael son dignos representantes de un árbol genealógico que se sustenta del vino y cuyas raíces, bien plantadas, protegen su pasado e impulsan su futuro.

Vivanco es un sueño de cuatro generaciones

Este comenzó hace 100 años y ahora es una especie de embajada de la cultura del vino. Allí se fusionan la bodega, la fundación —que abraza el museo más importante sobre esta industria— y las experiencias, que van desde catas y cursos hasta rutas por Briones, el sitio donde nos encontramos. La localidad es ideal para pasear, sentir la tranquilidad del entorno y entender el paisaje que cautivó a la familia Vivanco. 

“El vino nos lo había dado todo. Teníamos la obligación de devolvérselo, y lo hicimos a través de este lugar, donde el vino y su cultura están al servicio de todo y de todos”, dice Santi. Mientras caminamos por las salas del Museo Vivanco de la cultura del vino, cuyos 4 mil metros cuadrados se distribuyen en seis salas de exposición que reflejan los aspectos técnicos, sociales y culturales del cultivo y la elaboración vinícola en valiosísimas piezas etnográficas, arqueológicas y artísticas.

Hay obras de arte pop, de artistas como Jan van Scorel, Pablo Picasso, Joan Miró, Juan Gris o dibujos originales de Walt Disney. Incluso, hay una sala dedicada a una colección de más de 3 mil sacacorchos que no deja lugar a duda: abrir una botella de vino tiene su arte. En el exterior, el Jardín de Baco cuenta con una colección de 220 variedades de vides de todo el planeta.

Toma nota En Vivanco (Bodega. Fundación. Experiencias) se ofrecen visitas a la bodega, al museo de la Cultura del vino, cursos de cata, eventos especiales, almuerzos, cursos, programas especializados y privados. Carretera Nacional 232, 26330. Briones; La Rioja. España. vivancoculturadevino.es

Por amor al vino, Bodegas Riojanas

La Rioja

Santiago Frías nos recibe por la tarde en el municipio de Cenicero, donde se localiza Bodegas Riojanas, casa fundada en 1890, para participarnos del encanto que trae consigo mantener viva la tradición vitivinícola, a la que su familia se ha dedicado por más de un siglo.

“Todo comezó a finales de 1800, con la construcción de la bodega, aunque tenemos datos históricos que comprueban que desde 1799 mi familia ya estaba elaborando vino, antes de comercializarlo. Bodegas Riojanas representa todo lo que somos y los mimos, cariño y cuidado en la elaboración del vino”, dice Santiago. 

Recorremos las instalaciones de este edificio original a las que se han sumado con el tiempo las naves de elaboración, de barricas y el botellero. Con un discurso cálido y sencillo, nos explica el proceso de elaboración y crianza de sus vinos, entre los que se encuentran etiquetas tan conocidas en el ámbito mundial como Monte Real, Viña Albina y Puerta Vieja. Toma nota Se realizan visitas guiadas, degustación de vino y se organizan eventos y reuniones especiales. Avenida Doctor Ricardo Ruiz Azcárraga, 26350. Cenicero, La Rioja. bodegasriojanas.com

Ritual con estilo CVNE

La Rioja

El barrio de la Estación, en Rioja Alta, abraza una importante concentración de bodegas centenarias que han sabido representar la calidad de los vinos riojanos en el mundo entero. Mientras caminamos de una bodega a otra, por calles empedradas, casonas antiguas y tierras tapizadas de viñedos, el paisaje me resulta conocido.

Flechas amarillas pintadas en los postes y señalizaciones que hacen referencia a la ruta del milenario Camino a Santiago de Compostela me recuerdan que hace justamente 10 años andaba por estos mismos caminos. Hoy mi peregrinaje me lleva de un almacén a otro hasta llegar a CVNE. Que es una bodega familiar fundada en 1879 que reposa en una sólida tradición que ha sabido evolucionar con estilo hacia la modernidad.

Los 137 años de vida se sienten en el recorrido por la casona central, rodeada de hermosos jardines, las salas de vinificación y el llamado cementerio de botellas, un laberinto surrealista, húmedo y oscuro donde el moho y las telarañas se han apropiado de antiquísimas botellas, unas aún aptas para el consumo después de una larga guarda y otras ofrendadas al paso del tiempo. La visita llega a su clímax en la impresionante nave de barricas diseñada por el legendario Gustave Eiffel —sí, el mismo arquitecto que le dio a París su más conocido emblema.

Toma nota Ofrecen visitas diarias por la denominada aldea del vino, degustaciones, cursos avanzados, iniciaciones a la cata, comidas en la bodega y servicio de ludoteca. Barrio de la Estación sin número. Haro, La Rioja. cvne.com

Arquitectura mítica Ysios

La Rioja

Ni la llovizna helada ni la neblina ni el cielo demasiado gris que nos recibe esta tarde en las faldas de la sierra de Cantabria, logran atenuar la sorpresa que despierta el diseño del arquitecto Santiago Calatrava para Ysios. La fachada de la bodega es imán de suspiros, miradas y todos los clics de las cámaras; pero, sobre todo, logra reinventar el concepto de vanguardia en la viticultura.

El multipremiado arquitecto valenciano utilizó aluminio natural para el acabado exterior que contrasta con la calidez de la madera. Las formas naturales, siempre curvas, remiten a la silueta de las montañas de fondo que forman la sierra de Cantabria, eterna protectora de las vides.

Pero no sólo en su forma se rinde honor a la naturaleza: también en su nombre. Ysios evoca el mito egipcio de Isis, la diosa madre de la fertilidad y la maternidad. Ella, la protectora de la naturaleza que intercedía en el proceso de la transformación de la uva en vino, es la diosa que con la fuerza del amor revivió a su esposo asesinado, Osiris, el rey de Egipto honrado por haber enseñado a su pueblo a cultivar los campos.

Tal vez los canales que delimitan la bodega, además de dotar de agua y recordar al omnipresente río Ebro, también fueron un guiño de Calatrava a la esencia del Nilo. “Mirad, no hay ni un solo punto de apoyo… Todo el peso va a las paredes y las fuerzas se compensan con las ondulaciones del tejado”, dice Roberto Vicente, nuestro anfitrión. Confiemos en Calatrava y sigamos descubriendo la bodega.

Pero no todo es modernidad en Ysios. Ese diseño que desde 2001 hechiza a los más de 20 mil visitantes que llegan cada año a esta bodega, envuelve una historia de más de 80 años. Aquí se elaboran, con técnicas de vendimia, manuales y exhaustivos procesos de calidad, una amplia gama de vinos Reserva y coupages elaborados con uvas 100% tempranillo, que proceden de terruños situados en Laguardia y El Villar.

En esta tierra —donde el suelo seco hace sufrir a la cepa dando como resultado un vino inolvidable—, honrada por bodegas centenarias, la tradición se ha sabido renovar haciendo alarde de su buen gusto.

Toma nota Ysios ofrece visitas para conocer los viñedos, la bodega y los procesos de elaboración y crianza de los reservas y ediciones limitadas y catas. Camino de la Hoya, sin número. Laguardia, Álava. La Rioja, España. ysios.com

Viaje al centro de la cepa, Ramón Bilbao

La Rioja

Esta vez iniciamos por los viñedos datados en el siglo XII y localizados en la región de Villalba, cerca de Haro, la ciudad conocida como la capital del vino. Es una mañana fría en la Rioja Alta. La sierra de la Demanda se ve nevada en los picos más altos, y el viento del noroeste, proveniente de la sierra Cantábrica, se siente hasta en los huesos. Entender y amar al vino desde el campo es una de las consignas del turismo vitivinícola, y en este recorrido la experiencia se adornó con momentos inolvidables.

En el momento en que la neblina le da paso a los tímidos rayos del Sol, descorchamos una edición limitada de Ramón Bilbao. Maridamos cada sorbo con risas, datos históricos y jamón ibérico. Fundada en el año 1924 por Ramón Bilbao, pionero en el arte de la crianza de vinos, la bodega es hoy un gran ejemplo que combina alta calidad en la elaboración y la innovación con la más pura tradición riojana.

“Cuando emprendas un nuevo viaje, mira con otros ojos, busca nuevos horizontes que conquistar y sensaciones que probar: gustos, aromas, matices que hacen la vida diferente”, afirma la frase que da la bienvenida en las modernas instalaciones de la bodega, donde se realiza una novedosa experiencia de realidad virtual por el proceso del vino.

TOMA NOTA. Se realizan diferentes visitas, catas y experiencias. Avenida Santo Domingo 34. Haro, La Rioja. bodegasramonbilbao.es

Mimos meticulosos, Remírez de Ganuza

La Rioja

El viento frío, la mañana soleada, los antiguos caserones del pueblo que rodean a este moderno conjunto de edificios y el carácter perfeccionista que corre por las venas de Cristina Remírez de Gamuza nos dan la bienvenida a ésta, la última parada de nuestro recorrido por La Rioja.

Fundada en 1989 por Fernando, padre de Cristina, la bodega es un verdadero santuario en el que se practica el culto a la uva. Aquí, solo los racimos perfectos se utilizan para el vino de casa y los demás (que nos parecen también perfectos) se venden a granel para otras bodegas. Compuesta por modernas estructuras en instalaciones relucientes, la bodega se integra con armonía a la arquitectura tradicional del pueblo.

Un ejemplo de la fusión entre la antiquísima cultura del vino, la perfección en el proceso, lo artesanal y amoroso del “saber hacer” y las tecnologías más vanguardistas. En mi opinión, esta bodega materializa el encanto de La Rioja: ubicación privilegiada, viñedos cuidados con esmero y cariño… Y más allá de los sabores del vino, está el hechizo de la gente que los hace.

Toma nota. Visitas a bodega y viñedos con previa cita; duración: entre 60 y 90 minutos y cata final. remirezdeganuza.com

Eddy Warman y Cecilia Núñez agradecen al Consejo Regulador DOCa RIOJA por el apoyo recibido para la realización de este reportaje. riojawine.com

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Febrero - Marzo 2024
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Cecilia Núñez

Cecilia Núñez

Es periodista de viajes y gastronomía. Directora Editorial y socia de Food and Travel México, y locutora en Imagen Radio. A lo largo de 19 años de carrera, ha publicado sus crónicas de viaje y gastronomía acerca de más de 50 países en medios nacionales e internacionales. Ha creado, desarrollado y editado el concepto de secciones especializadas en viajes en diversos periódicos mexicanos y programas de radio. Síguela en Instagram como: @cecinunez

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