El festival Nuestros Grandes Tequilas, organizado por La Europea, cerró con broche de oro sus actividades el pasado 31 de mayo. En mancuerna con Food and Travel, Casa Dragones y Altos Tequila, fue el escenario de una cena-maridaje de cuatro tiempos y de una cata para consentir a algunos clientes exclusivos. Fotos: Carla Danieli. 

Nuestra velada en compañía de La Europea comenzó con un coctel de bienvenida hecho con toronja, miel de agave, pimienta rosa, limón eureka y Altos Tequila. Con este delicado pero persistente sabor también nos invitaron a tomar asiento en la gran mesa dispuesta en un espacio privado del restaurante Savannah.

Mientras la decoración del lugar nos transportaba a un safari imaginario, recibimos la primera explicación de lo que degustábamos. Los Altos Tequila está hecho con métodos artesanales; es un destilado joven blanco o suave que respeta la garganta, y una manera de acercársele es a través de cocteles sencillos y cítricos que no arremetan contra la esencia del agave.

Sin duda uno de los momentos estelares fue la cata del tequila joven de Casa Dragones. Esta bebida destilada y exclusiva está diseñada para ser ingerida a temperatura ambiente, sin mezclar y para ser disfrutada junto con los alimentos. Aunque a la vista era transparente y brillante, no pensamos que en realidad es el resultado de una mezcla de blancos y de extra añejo.

Continuamos con la cata. Era el turno de los aromas; la parte baja de la copa nos recordaba la materia prima y algunas notas minerales ligeras; en la parte media resaltaban los aceites esenciales, y en la parte superior se alcanzaba a notar un toque de vainilla otorgado por el añejamiento. El siguiente paso fue el análisis en el paladar; era suave y cítrico, con un largo final en boca, ideal para armonizar con el platillo que recién llegaba: un carpaccio de atún. Así, sin darnos cuenta, comenzó nuestra cena-maridaje.

En el segundo tiempo llegó un risotto con trufa negra y queso parmigiano reggiano, el cual maridó perfectamente con un tequila reposado y de color más dorado, de la Casa Tierra Noble. Dejamos descansar un poco nuestros paladares para platicar sobre los tipos de destilación y sobre el único agave que puede producir tequila, el Tequilana Weber variedad azul.

Para el tercer momento de la cena, se nos consintió con un corazón de filete con salsa ahumada acompañado de puré de habanero, armonizado igualmente con un tequila añejo, pero esta vez de Tequila Cazadores.

Antes del dulce final llegó a nosotros Hornitos Black Barrel, tequila que nos asombró por su sabor y color, los cuales están fuertemente influidos por las barricas donde reposa dos años, pues están completamente tostadas.

Finalmente, en el cuarto tiempo nos sorprendieron con dos tequilas: Don Julio 70, con notas a vainilla y madera. Y el Herradura Ultra, un destilado que sirve también como aperitivo y digestivo, pues sus dulces notas maridan perfectamente con cualquier postre. En nuestro caso, lo armonizamos con una copa de fresas y helado de queso mascarpone con reducción de jarabe balsámico. Fue así como culminó nuestra tranquila y exquisita velada de la mano de La Europea México.