Una vibrante atmósfera culinaria envuelve Ari en Bangkok, el barrio residencial de la capital tailandesa que ahora es el sitio de moda y que bulle con buena cocina, comida callejera, auténtico café y emprendedores, dice Annica Wainwright.

dónde quieren ir, pregunta con entusiasmo nuestro guía. “¿A Wat Arun, al Gran Palacio, o qué tal una visita al Gran Buda? Lek hace lo posible por enseñarnos una ciudad de la que está orgulloso. A Bangkok no le faltan atracciones, pero hoy, como el día anterior, respondo sin pensarlo dos veces: “A Soi Ari, por favor”. Nuestro conductor se ríe. No entiende por qué un extranjero querría pasar tiempo en un barrio desconocido al norte de la ciudad. No me atrevo a confesarle que planeo regresar al día siguiente, e incluso el día después.

Esta vez no vine a la capital tailandesa con la intención de visitar sus templos ni de disfrutar su vida nocturna. Vine a comer, y si algo sobra en Ari es la comida, una zona que se está convirtiendo en el centro culinario de Bangkok. La atracción principal, Soi Ari, está rodeada de cafés, bares y restaurantes, pero empezamos por probar la comida callejera que puso en el mapa a este barrio.

Bangkok, Thailand

La primera parada es por café. La escena hipster de aquí no es diferente que en el resto del mundo y la bebida negra es fundamental. Iniciamos el día probando gaafee yen, el café helado tradicional hecho con leche condensada. Lo encontramos en los puestos de las escaleras que conducen a BTS Ari, la estación local de Skytrain. El café se sirve con hielo y popotes en una bolsita de plástico con asas, para que puedas colgarlo en las muñecas. Así se toma porque la bebida se mantiene fría mientras tienes las manos libres. Resulta práctico y astuto a la vez.

Para el desayuno empezamos con piña cortada en espiral, a la venta en un carrito de fruta. Enseguida, Lek nos señala uno de los postres favoritos del país entero: khanom bueang, crepas de harina de arroz enrolladas como taquitos, rellenas con una crema de coco y tiritas de coco dorado y ahumado. Las crepas son crujientes y tan ricas como las que se suelen encontrar en Tailandia. Mientras doblamos la esquina hacia Phahonyothin Soi 7, la calle mejor conocida como Soi Ari, nuestra atención se dirige hacia los puestos de comida salada. Probamos las croquetas de pescado de una señora que se ha especializado en este platillo sin cambiar la receta por 10 años. Del tamaño de un bocado, son ligeras, esponjaditas y doradas. Se sirven recién salidas de la freidora y su consistencia es similar a una dona.

Unos puestos más adelante conocemos a Noi, procedente de Isan al noreste de Tailandia, quien aprendió de su madre sobre los asados y ensaladas picantes de la región. Tenemos suerte de encontrarnos temprano con ella para platicar, antes de iniciar su jornada. Desde las 10:30 de la mañana ya está tomando órdenes de su popular som tam (ensalada de papaya) y no descansa hasta la noche. Todo el día machaca papaya verde rallada con cacahuates, frijoles aliñados con un aderezo dulce, picante e intenso (hecho con tamarindo, salsa de pescado, ajo y chile), mientras se escucha el familiar sonido pok, pok, pok de su gran mortero, que atrae a los transeúntes que pasan por su puesto.

Bangkok, Thailand

El vendedor ambulante de sepia suena una campana para llamar la atención. Adonde quiera que vaya, atrae a todo tipo de público, desde oficinistas que se levantan de sus sillas y a hipsters de sus banquillos en los bares; incluso a niños que piden cambio a sus padres para comprarle. Puede que este snack sea un gusto adquirido, pero los habitantes locales lo adoran.

Una vez que se hace la orden, el cliente espera con paciencia mientras el vendedor ejecuta su ritual.

Calienta la sepia seca al carbón, luego la aplasta para cortar tiras largas que asa y le da un último toque con salsa picante y dulce. Es un espectáculo y lo más rico que probamos ese día.

De regreso a Soi Ari, a unos pasos de la pasarela elevada que atraviesa Phahonyothin Road, la avenida principal, vemos a dos niñas sonrientes que preparan fideos, aparentemente sin darse cuenta de los tuk tuks (taxis motocicleta) y autos que las rodean. Son la hermana y la hija de Nan, que hace poco se hizo cargo del famoso puesto de su padre, Seng Kua Kai. Da la impresión de que conocen muy bien esta esquina.

Bangkok, Thailand

Durante los últimos 30 años, cada viernes la familia Seng ha sofreído pollo con salsa de ostión y gruesas tiras de fideos de harina de arroz en este sitio. Su fama ha transcendido, y con sus fans, que ahora viajan de todas partes de Bangkok para comer el plato por un dólar, no sorprende que otros miembros de la familia tengan que ayudar en el negocio. No pasará mucho tiempo antes de que se vea una larga fila de comensales por la banqueta.

“Solemos vender todo antes de la cena”, dice Nan. No me faltan pruebas para creerle. El sabor dulce, casi caramelizado de estos fideos fritos es muy diferente al que jamás había probado. Los Seng han tenido tiempo para perfeccionar su receta, pero lo que ahora hace que Ari sea una zona atractiva es que, escondida entre todos los negocios antiguos, hay toda una nueva gama de comercios, cafés y restaurantes, todos con la intención de mantener viva la buena reputación culinaria de la zona.

En Ari Soi 1, nos encontramos a Kul, dueño de Witty Ville, una tiendita de regalos japoneses y bizcochos ingleses que recién abrió ese día. Su historia no es diferente a la de la nueva ola de comerciantes culinarios de Ari. Tras haber trabajado en publicidad por 10 años, Kul quiso darle un giro a su vida y se inscribió a Le Cordon Bleu en Londres, para combinar turismo con clases de cocina. En una visita al Museo Victoria and Albert, se topó con los bizcochos, y así surgió la idea de su negocio. De regreso a Bangkok, experimentó con ingredientes, y optó por harina francesa y sabores asiáticos. Probamos sus bizcochos de té verde, que en verdad son deliciosos.

Bangkok, Thailand

El pionero en la escena culinaria de Ari es el restaurante Pladib, que hasta ahora ha servido sushi japotailandés y pizzas a la leña durante más de 10 años. El propietario, Prew, creció en esta zona y está orgulloso de su proyecto. “Solía ser difícil comer por aquí, así que quise crear un restaurante a donde me gustaría ir. Ahora hay muchas otras opciones”. Prew dice que la competencia local lo tiene alerta, por lo que Pladib debe estar a la vanguardia. Con esta finalidad, hace dos años, su equipo creó, en la parte de atrás del restaurante, una granja para cultivar fruta, hierbas y vegetales y llevarlos directo a la cocina.

Los huevos de una gallina criada en casa han sido la inspiración de varios platillos para el brunch. Además, a medida que crece el huerto, Prew intercambia sus cultivos por comida en sus puestos callejeros favoritos. Si esta idea parece como regresar en el tiempo, quizá es porque así es. Los jóvenes con estudios de Bangkok se mudan a Ari para llevar una vida tranquila. Los lugares favoritos como Fatbird y Porcupine Café, adornados con candelabros de cuerno, focos con filamento y suculentas en frascos no podían ser más hipsters. Aunque a diferencia de los lugares a la moda como los de la zona Thonng Lor, en la parte oriental de Bagkok, los nuevos proyectos tienden a ser restauraciones más que edificios nuevos, con restricciones para conservar una zona arbolada y construcciones poco elevadas.

“Se siente como Williamsburg a principio de los 90”, dice el residente local Chuta, que hace poco regresó a Bangkok tras vivir 13 años en Nueva York y que ahora es copropietario de la sucursal de Bangkok de Tokyobike. “La ciudad de Nueva York dejó de divertirme; en cambio, Ari me emociona”.

Bangkok, Thailand

Al darle un vistazo a su café, que era una tienda de bicicletas, veo que está tan a la moda que me pregunto si Chuta en verdad dejó Nueva York. A mi izquierda, una chica india con aire artístico se las ve negras para escoger una botella de agua Klean Kanteen; a mi derecha, una joven con lentes de Sol en jeans a la altura de la cintura hace café hot drip a un cliente.

Afuera en el pasto están alineadas unas Tokyobikes, y Chuta me dice que su equipo organiza tours locales en bicicleta. Ellos también son seguidores de la comida callejera. El mismo Chuta es tan fanático del puesto de albóndigas cerca de BTS Ari, que los contrató como servicio de catering para la fiesta inaugural de Tokyobike. También le gusta el nuevo puesto de hot dogs Zin Kid, a un costado de Fatbird. “El mejor de Bangkok sin lugar a dudas. Me atrevo a afirmarlo con los ojos cerrados”, asegura. Transcurridos unos minutos, me ofrece una salchicha alemana con cebollas fritas, y al probarla no puedo negar que tenga razón.

Desde que llegamos a esta zona, los consejos que nos dan los residentes locales no podían ser más útiles.

Preguntamos a varias personas por su restaurante favorito, y el más recomendado es uno escondido en el extremo de una callecita. Baan Pueng Chom quizá es difícil de hallar, pero en verdad vale la pena buscarlo. En mi opinión, no he encontrado mejor restaurante de comida tradicional tailandesa durante los más de 10 viajes culinarios que he hecho a Bangkok.

Bangkok, Thailand

Mee, un chico de 15 años, nos explica un álbum de fotos que resulta ser el menú; nos cuenta que los platillos están inspirados en su abuela. Pueng Chom alguna vez fue una cocinera de la realeza y le heredó tanto sus habilidades culinarias como su preciada colección de recetas a su hija, la mamá de Mee, que ahora dirige el restaurante. El favorito de la familia es un platillo al que han bautizado como Mee, que consiste en un filete con salsa picante y es delicioso. Así como también la ensalada de fideos celofán con langostinos y “tres vegetales olorosos” (pues en verdad apestan, pero el olor es proporcional al rico sabor), el cerdo frito y fermentado, y la ensalada de papaya con caballa.

Hacia el final de nuestra cena, la chica india que conocimos en Tokyobike se acerca a nuestra mesa con un plato de fideos. “Son tan ricos que es inevitable compartirlos”, insiste, y desde luego tiene razón, pero también nos hace ver dónde termina la comparación de Ari con Nueva York, pues es inimaginable pensar que un residente neoyorquino te ofrezca una rebanada de pizza.

Los habitantes locales de Ari son una comunidad hospitalaria y nadie lo es más que el chef tailandés Steve Kutagapun del restaurante Steve Café & Cuisine, cuya ambición es que la próxima generación se entusiasme por la comida tradicional. “Muchos jóvenes no van a restaurantes tailandeses. En su lugar consumen comida europea al grado de que se olvidan de los sabores de la buena comida tailandesa”, explica. No hay métodos simplificados en la cocina de Steve. La mezcla de salsas previamente elaboradas está prohibida, y los cocineros tienen a su disposición dos cajas de limones frescos al día. La comida no es pretenciosa: “Quiero que sepa igual a que la que mi mamá preparaba”, pero el sabor intenso en verdad resalta, en particular en las ensaladas y los curries.

Bangkok, Thailand

Algo que Ari no tiene (aún) es un hotel. Lo más cercano a encontrar un alojamiento en el barrio es un anuncio de nuevas habitaciones “próximamente” en el restaurante francés Tanyamama, donde sirven uno de los mejores huevos benedict en la ciudad. Si las habitaciones van a tener los mismos interiores modernos de buen gusto del comedor, entonces no cabe duda de que serán fabulosas. Debo admitir que estando tan cerca de las principales atracciones de la ciudad, me siento un poco intranquila por no visitar ninguna. Sin embargo, no tardo en recobrarme de ese sentimiento de culpa, pues lo que he experimentado aquí es muy especial: el inicio de una nueva cara de Bangkok. Mientras nuestra camioneta se estaciona para recogernos en el último día, Lek ni siquiera trata de persuadirnos de visitar los templos. “Sí, sí, ya sé adónde vamos: a Soi Ari”.

Información de viaje

Ari es un barrio al norte de Bangkok, capital de Tailandia. La moneda es el baht y el huso horario GMT+7. El clima es tropical, por lo que sus temperaturas oscilan entre los 24 y los 33°C, con una humedad alta. El tiempo de viaje mínimo desde la Ciudad de México es de 23 horas.

Cómo llegar

Japan Airlines (jal.com) ofrece viajes desde la Ciudad de México a Bangkok, vía Los Ángeles y Tokio. Aeroméxico (aeromexico.com), en colaboración con Emirates (emirates.com/mx) vuela de la Ciudad de México a Bangkok con conexión en Nueva York y Dubái.

Recursos

Autoridad de Turismo de Tailandia Si quieres viajar a Bangkok, asegúrate de consultar el sitio oficial para el turista, que incluye información útil sobre la historia del país, su cultura, geografía, comida y bebidas. tourismthailand.org

Más información

Pok Pok por Andy Ricker ($27 USD en amazon.com.mx). Escrito por un restaurantero estadounidense y autoridad de la cocina tai, esta amplia colección de recetas te brinda una deliciosa probadita de los sabores de estas bellas tierras asiáticas.

Thailand: The Cookbook por Jean-Pierre Gabriel ($40 USD en amazon.com.mx). De grosor enciclopédico, este tomo reúne 500 recetas del inagotable repertorio de la cocina tai. Recrea snacks, sopas, ensaladas, curries, platillos sofritos y mucho más con estas preparaciones que, aunque adaptadas a la cocina occidental, conservan su autenticidad.

Responsabilidad verde

Si te interesa compensar las emisiones de carbono cuando viajes a Bangkok, haz una donación en climatecare.org para apoyar proyectos medioambientales en el mundo entero.

Bangkok, Thailand

Dónde comer

Los precios son por persona, basados en una serie de platillos para compartir, e incluye un par de cervezas o una copa de vino (según se indique en cada caso).

Baan Pueng Chom Restaurante con jardín dirigido por una familia, ideal para probar la mejor comida tai tradicional disponible en Bangkok. Asegúrate de pedir una mesa por la ventana y ordena una variedad de platillos para compartir. Precios de $30 USD. 38/1 Soi 7, Phahonyothin Soi 7.

Fatbird Esta vieja shophouse ahora es un restaurante con muebles retro, cocteles en tarros de mermelada y buen personal. La comida es promedio, pero la atmósfera de este centro hipster es grandiosa. Precios de $22 USD. Cerca de la esquina con Phahonyothin Soi 7 y Soi 3, 00 66 2 619 6609.

Pladib Puede que la fusión japonesa-tai-italiana no suene atractiva, pero en verdad es deliciosa, en especial cuando tomas martinis de lychi en el jardín de Pladib. Para empezar, ordena pescado crudo con especias, y como platillo fuerte pide una deliciosa pasta o una pizza a la leña al centro. Son ideales para compartir. Precios de $37 USD. 1/1 Soi Ari Samphan 7 Phraram 6, 00 66 2 279 8185.

Mezzaluna Es el único restaurante de la lista que no es de Ari, pero la buena comida en la planta 65 de State Tower, de 68 pisos, hace que valga la pena desplazarte desde cualquier parte de la ciudad. El chef japonés Ryuki Kawasaki, cuya cocina ofrece una clara influencia francesa, sin duda alguna aspira a ganar estrellas Michelin (se dice que se podría publicar una Guía Michelin de Bangkok) y sus menús complejos se acompañan con vistas espectaculares de la ciudad. Precios de $148 USD. lebua.com/mezzaluna

Bangkok, Thailand

Shambala Su especialidad es la ensalada Isan. El menú no está disponible en inglés, así que saca ventaja de la cocina exterior para señalar lo que se te antoje a la vista. Precios de $15 USD. 71/1 Phahonyothin Soi 7.

Steve Café & Cuisine Este sitio es dirigido por un chef que tiene un programa en televisión, en el que enseña a las nuevas generaciones la buena comida tai. Las recetas son familiares; para elaborarlas utiliza ingredientes frescos que sabe aprovechar muy bien. Precios de $22 USD. stevecafeandcuisine.com

Summer Street Es el mejor carrito de comida de Bangkok. Sirven marisco a la parrilla y los comensales se sientan en banquitos de metal. Precios de $22 USD. Ari Soi 2.

Tanyamama El diseño moderno se encuentra con la cocina francesa de la vieja escuela en este bistró, ubicado en la calle más bonita de Ari. Visítalo para el brunch: los huevos benedictinos son excelentes. También hay buen vino en oferta. Precios de $29 USD. 10/30 Ari Samphan 1 Alley, Samsen Nai, Phaya Thai, 00 66 2 001 6848.

Dónde quedarse

Lebua en State Tower Mejor conocido por su bar al aire libre en lo alto del edificio y su restaurante Sirocco, que apareció en ¿Qué pasó ayer? Parte II, este hotel all-suite también ofrece hermosas vistas desde sus habitaciones y un restaurante de exquisita cocina, Mezzaluna. La Estación BTS Saphan Taksin está cerca y el hotel también cuenta con un gimnasio grande, spa y piscina exterior. Habitaciones dobles desde $180 USD. lebua.com

Novotel Bangkok en Siam Square Puede que Novotel no sea el hotel con la fachada más atractiva de la ciudad, pero su ubicación es ideal, a un minuto a pie de BTS Siam, y sus habitaciones son de muy buen tamaño, además de tener una piscina exterior grande. Habitaciones dobles desde $130 USD. novotel.com

Pathumwan Princess Hotel Grandioso lugar para hospedarte si buscas perder calorías extra. Este hotel lujoso y contemporáneo no solo tiene un gimnasio y una pisicina exterior, sino además canchas de tenis y squash en la terraza, y una pista para correr. Está ubicado en la misma calle que el centro comercial MBK, lo cual es muy conveniente. Habitaciones dobles desde $126 USD. pprincess.com

Bangkok, Thailand

Siam @ Siam Design Hotel El contraste de paredes de concreto con la colorida tapicería tiene un efecto llamativo. Este bonito hotel céntrico tiene buena relación calidad precio. MBK también está cerca. Habitaciones dobles desde $89 USD. 865 Rama 1 Road, 00 66 2 217 3000, siamatsiam.com

Siam Kempinski La vista desde las elegantes habitaciones es nada menos que un arbolado jardín con una piscina angular, así que no resulta difícil olvidar que Siam Kempinski no es un resort isleño, sino más bien un oasis para los fieles citadinos. Habitaciones dobles desde $237 USD. kempinski.com

VIE Hotel Hotel moderno de cinco estrellas con una pisicina en la terraza, situado a un par de metros de BTS Ratchathewi, desde donde se llega con facilidad a Ari por Skytrain (a cuatro paradas). Las habitaciones tienen ventanales con vistas al paisaje urbano. Habitaciones dobles desde $126 USD. viehotelbangkok.com

Annica Wainwright y Mark Parren viajaron con apoyo de la Autoridad de Turismo de Tailandia y Lebua en State Tower.

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