Los miradores de México son un atractivo turístico que invitan a apreciar de manera global y panorámica un paisaje único. Nos regalan un recuerdo completo, como una postal de un destino especial. No dejes de visitarlos, guardarlos en la memoria y sorprenderte, aquí te dejamos siete de los miradores más espectaculares de nuestro país.
Torre Latinoamericana, Ciudad de México
Es el punto ideal para contemplar lo mejor de nuestra ciudad capital. Desde el piso 41 y 42 se disfruta la enorme extensión de esta gran urbe en 360 grados, de norte a sur y de este a oeste. Inaugurado en 1956, el edificio se ha mantenido intacto, albergando también el Museo La Ciudad y la Torre de los Siglos, en el cual se expone la evolución histórica y geográfica de la Ciudad de México.
Mirador del Pípila, Guanajuato
La majestuosidad guanajuatense es una obra de arte que empieza a vislumbrarse desde el funicular que lleva al mirador del Pípila. Desde el cual puede apreciarse en su totalidad; lo bello de su arquitectura, de su esplendor colonial y de su aire fresco son parte de la experiencia que ofrece la vista de altura desde este monumento histórico que data de 1939, y que recuerda al héroe de esta ciudad del Bajío.
Cañón del Sumidero, Chiapas
Chiapas es riqueza y belleza natural extraordinaria llena de rincones magníficos como el Cañón del Sumidero.
Desde cinco miradores diferentes, La Ceiba, La Coyota, Roblar, El Tepehuaje y Los Chiapa, puede apreciarse en su totalidad este paisaje de paredes verdes casi verticales. La flora y la fauna que en él habita y el río Grijalva atravesando en la profundidad; 32 kilómetros de longitud conforman este Parque Nacional imperdible.
Hierve el Agua, Oaxaca
Un lugar único que lo tiene todo. Cascadas petrificadas, montañas, miradores, mezcal y tranquilidad. Lo que lo hace especialmente atractivo es el agua, con alto contenido de minerales que brota de varios puntos a temperatura ambiente y que a su salida hace un siseo semejante al del agua hirviendo. Combinando con el Sol y el clima cálido de Oaxaca, es posible sumergirse y admirar un paisaje natural onírico.
Cuatro Palos, Querétaro
El mirador de Cuatro Palos, en el municipio de Pinal de Amoles, ofrece una inigualable vista de la Sierra Gorda y de toda su vegetación. Donde contrastan en un solo paisaje el final del semidesierto queretano y el comienzo de la zona boscosa. También se alcanza a apreciar el Exconvento de Bucareli y en el horizonte, la Peña de Bernal, donde se encuentra el tercer monolito más grande del mundo.
Taxco, Guerrero
A 1151 metros de altitud, este mirador deja contemplar la belleza de un Pueblo Mágico conocido por su arquitectura colonial y sus centros mineros de plata.
El “lugar del juego de pelota” se caracteriza por su inclinación y sus calles empedradas, que vistas desde lo alto del Mirador del Cristo Taxqueño en el cerro de Atache, se logra observar su notable encanto.
Cerro del Borrego, Veracruz
Forma parte del paisaje de Orizaba y además de ser uno de los increíbles miradores de México, es una reserva ecológica de gran importancia. Con una longitud de 1350 metros, cuenta con varios miradores a lo largo del recorrido, ideales para contemplar el valle y sus alrededores.
El cañón de Río Blanco y el Pico de Orizaba son los principales miradores, y vale la pena volar sobre la ciudad a través del teleférico que sale del Parque Pichucalco, el segundo más largo de México.