Los tesoros naturales se esconden por doquier, la cantidad de ellos en Latinoamérica es sorprendente, área donde la diversa vegetación abunda. Te invitamos a viajar hacia alguno de estos cinco lugares, primero con la imaginación y después físicamente.
Parque Tayrona, Colombia
La naturaleza es realmente mágica y más en lugares como éste. Imagina una elevada cordillera montañosa unida con la singular belleza de los litorales caribeños de Colombia. Justo eso podrás admirar en el Parque Nacional Natural Tayrona, dónde la Sierra Nevada de Santa Marta se ensalza desde el mar coloreado con un intenso azul. Es una reserva natural, por eso podrás practicar ecoturismo entre sus playas, manglares, arrecifes, matorrales y bosques.
Mina de Naica, México
Caminar entre enormes cristales blanquecinos que van de techo a piso y en todas direcciones, es una experiencia que pareciera fuera de este mundo. Sin embargo, esta maravilla se encuentra a 300 metros de profundidad de Naica, poblado situado al sur de Chihuahua en México. Para visitarla necesitarás contactar a Proyecto Naica, organización que tiene todo el equipo para ingresar a la cueva de forma segura.
Parque Nacional Torres del Paine, Chile
Es evidente porqué este Parque Nacional fue elegido como la octava maravilla del mundo en el 2013. Sus valles, ríos, montañas, lagos y glaciares crean un entorno armónico que asemeja con una pintura al óleo. Se encuentra en territorios sureños de Chile, por eso la mejor época para visitarlo es entre octubre y abril, cuando la temperatura alcanza los 20° C.
Roraima, Venezuela
Si alguna vez viste la película UP de Pixar, probablemente te resulte un lugar conocido: este sitio fue la inspiración de los creadores de la película para las “Cataratas del Paraíso”. Se trata de una meseta que sobresale por más de mil metros sobre el bosque que lo rodea, de la cual caen numerosas cascadas de agua. Su natural belleza ha sido inspiración también para escritores como Arthur Conan Doyle, autor de la novela El Mundo Perdido.
Capurganá, Colombia
El océano marcó en esta costa colombiana un recordatorio de su fuerza y belleza: removiendo por completo la arena de la antes playa “Virgen del Uvito”, para dejar al descubierto un increíble acantilado de coral. Gracias a la transparencia envidiable de sus aguas – especialmente en Playa Caleta- podrás admirar un espectáculo sin igual: el arribo de tortugas marinas de Cana y Carey (ambas en peligro de extinción), que durante abril y junio llegan a desovar.