Cada edición del Salón Internacional Alta Relojería (SIAR) transporta al mundo del lujo, claro está, pero también a Suiza, ese pequeño país cuya mística incluye la ausencia de ejército, la navaja multiusos y, por supuesto, los relojes. Muchos de éstos nacieron inspirados en los viajes de placer, esos trayectos largos y exclusivos que casan perfecto con una maquinaria con funciones extra para quienes salen de su huso horario habitual.

Los mejores relojes:

Tomemos como ejemplo al malletier Louis Vuitton, emblema del viaje de lujo, que en 2016 presentó Voyager, también llamado “GMT” – las siglas en inglés del Meridiano de Greenwich –. Y que ofrece una segunda zona horaria en un formato de 24 horas. Viene con correa de acero o de piel y puede ser un buen complemento para los fieles de la maison, que no viajan sin su bolso con monograma.

De la misma manufactura proviene Escale Time, un guardatiempos con huso horario de 24 horas, resistente al agua. Es una pieza que llama la atención, pero para los viajeros que buscan un perfil más bajo. Existe Overseas Horas Mundo, de Vacheron Constantin, un reloj deportivo, pero elegante, con 37 zonas horarias.

Para los coleccionistas, existen piezas como el Chronometre a Resonance, de François Paul Journe, inventor, relojero y fundador de la marca homónima, que apenas produce 913 piezas por año, todas numeradas. Un reloj clásico, sin modernismos tecnológicos, pero que encierra precisión y exclusividad.

Para los corazones arriesgados, existe la propuesta de MB&F. Su Moon Machine, diseñada en colaboración con el finlandés Stepan Sarpaneva, invita a un trayecto distinto: la Luna. Para concebir este modelo que claramente escapa a los convencionalismos de la alta relojería, Sarpaneva se inspiró en su propio país, donde las largas noches de invierno facilitan la observación de la Luna y las estrellas. salonaltarelojeria.com