En los últimos años, el llamado Puerh Mandarina Xinhui se ha convertido en todo un fenómeno del mundo del té. Pero, ¿qué es exactamente este tipo de té?, ¿por qué es tan popular en China?, y principalmente ¿cómo se elabora…? Es momento de apuntar a una de las más singulares expresiones de la Camellia Sinensis, el llamado Xiao Qing Gan. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

El Puerh mandarina Xinhui se produce con pequeños cítricos verdes del pueblo de Xinhui, en la provincia de Guangdong (Cantón), en el sur de China. Esta población también es conocida como la «capital de las cáscaras de mandarina» y es que, su ubicación geográfica, en el estuario de dos ríos y el mar, ofrece condiciones climáticas ideales para la producción de frutos cítricos.

 

Xiao Qing Gan

 

Originalmente, las cáscaras de mandarina y otros cítricos se manufacturaban con un único propósito: la Medicina Tradicional China. Sin embargo, en las últimas décadas los frutos también comenzaron a incluir en la producción de té como Xiao Qing Gan. Las pequeñas mandarinas verdes se rellenan de Puerh de la Provincia de Yunnan.

El té utilizado para rellenar los frutos, fermentado según dicta la tradición local, ofrece características sensoriales de inigualable calidad, ideales para acentuar el sabor de los dulces cítricos. Una vez dentro de la fruta, el Puerh puede incluso seguir envejeciendo y mejorando su aroma y sabor con el paso del tiempo. En China, esta singular expresión de la Camellia Sinensis (la planta del té) se ha convertido en un regalo popular debido a su sabor placentero y elegante empaque.

 

 

¿Y cómo se produce?

 

Xiao Qing Gan

 

Todo inicia con la cosecha de las pequeñas mandarinas, durante los meses de julio y agosto, el momento en que todavía son inmaduras. En este momento, las mandarinas se sienten duras por fuera, con una fina piel verde; los aceites esenciales de los frutos poseen un sabor fresco y picante, además de gran aromaticidad. Cabe decir que los frutos se recolectan generalmente por la tarde, para preservar sus características antes del procesamiento nocturno.

Una vez seleccionadas y sanitizadas, las mandarinas se despulpan manualmente. La parte superior de los frutos se corta cuidadosamente, procurando preservar su figura natural. Después, se enjuagan nuevamente y se extienden para secar directamente con los rayos del sol. Ya listas, las mandarinas se rellenan con el preciado Puerh.

 

Té y mandarina

 

¡Para infundir…! Típicamente el Puerh Mandarina Xinhui se comercializa envuelto en papel fino, para preservar su forma y aromas. Después de retirar su envoltorio, es recomendable pinchar la cáscara de mandarina con una aguja o cuchillo afilado, a fin de favorecer una infusión lo más homogénea posible. Ya lista, la pieza entera debe colocarse en un gaiwan o tetera, e infundir con agua a punto de ebullición por 4 y medio minutos.

Durante la infusión, el color del té se intensifica gradualmente, pasando del dorado claro hasta el rojo anaranjado… Los más experimentados maestros de té aseguran que el buen Puerh Mandarina Xinhui puede re infundirse hasta 12 veces. escueladete.mx

Venerada en la gastronomía japonesa, esta fruta cítrica se ha ganado un estatus de culto entre los restaurantes y las cocinas caseras del mundo al aportar un sabor interesante tanto a platos sencillos como a postres. Clarissa Hyman y Andrea Cabrera develan sus secretos.  Fotos: Adobe Stock. 

Su tamaño puede variar entre el de una mandarina y el de una naranja pequeña, mientras que su cáscara es gruesa y rugosa. El yuzu es miembro del género Citrus, es decir, esta fruta cítrica es algo así como la hermana pequeña de origen asiático de las naranjas y las toronjas. Este ingrediente que cuelga de los árboles como un faro iluminado es ácido y ampliamente utilizado en la cocina japonesa.

El nombre de este árbol proviene del chino yòuzi. Se trata de uno de los más resistentes al frío de la familia de los cítricos. Crece de forma silvestre al interior de China, el Tíbet y Corea, pero está más asociado con Japón, donde se introdujo hace más de mil años. Actualmente este país lidera el camino de este fruto en términos de cultivo, especialmente a medida que aumenta su popularidad en Occidente.

El yuzu crece en arbustos erguidos o pequeños árboles espinosos con hojas muy perfumadas, y se utiliza durante todo el año, desde el fruto verde e inmaduro del otoño, hasta que se aproxima el invierno, cuando está maduro y se torna de color amarillo brillante. El yuzu tiene un aroma fresco e intenso, se percibe dulce como si mezclaras toronja y mandarina, mientras que su sabor es fuerte y astringente.

Es más aromático que la naranja, pero demasiado amargo para comerlo crudo; de ahí que en Japón se emplee principalmente como saborizante para aprovechar sus notas intensas. Debido a que sus semillas son mucho más grandes que las de las limas y los limones, es más difícil extraer su pulpa de color pálido.

 

Árbol de yuzu

 

 

Acidez que da sabor

 

En Japón se usa al igual que los limones, aunque su sabor es muy diferente. Si bien la fruta fresca puede ser difícil de encontrar, la ralladura es la parte más aromática y rica en aceites esenciales. Se puede obtener con un pelador o un cuchillo, para después secarla o confitarla. El yuzu también se utiliza en una amplia gama de dulces, pasteles y mermeladas, así como saborizante para snacks, como una versión de Doritos, y para refrescos, como la Yuzu Fanta.

Su popularidad entre los chefs occidentales quizá comenzó con el clásico y adictivo bacalao negro marinado con salsa yuzu y miso de Nobu, quienes también son creadores de la natilla de yuzu para tartas, y cuentan con dos sucursales en Ciudad de México: Polanco y Arcos Bosques.

Fuera de México, Yotam Ottolenghi, cocinero israelí, prepara una deliciosa ensalada de betabel confitado, lentejas y yuzu, mientras que Anna Hansen, chef al frente de The Modern Pantry en Londres, prefiere preparaciones más elaboradas como el salmón de Alaska ahumado en té con una salsa holandesa con yuzu y huevos pochados.

Aunque en el país el yuzu es difícil de encontrar, es más probable que exista en tiendas gourmet, orientales y algunas veces en el Mercado de San Juan. O bien, puedes visitar ciertos restaurantes como Mar del Zur en Monterrey, del chef Eduardo Palazuelos, donde disfrutarás de esta fruta en originales preparaciones como el tiradito de hamachi acompañado de salsa yuzu con soya y chapulines.

A medida que se extiende su fama, ahora el yuzu también se agrega como una fragancia para helados, postres, pasteles y más bocados dulces. Al comprarlo embotellado, busca jugo 100% natural, sin aditivos ni azúcar añadida, para obtener mejores beneficios.

 

Postres yuzu

 

 

Beneficios

 

El yuzu contiene vitaminas A y C, y es bajo en calorías. Contiene compuestos vegetales como carotenoides, flavonoides y limonoides, los cuales actúan como antioxidantes naturales. En la actualidad también se utiliza para crear cosméticos por sus diferentes beneficios a nivel cutáneo.

 

Dato curioso

 

Durante la noche del solsticio de invierno, los japoneses acostumbran a tomar un yuzu-yu, o baño de yuzu, para protegerse de los resfriados, cuidar la piel, calentar el cuerpo y relajar la mente. Se trata de un baño caliente en el que flotan varias frutas enteras envueltas en una gasa. Para hacerlo, sumérgete en la bañera, respira el aire perfumado y frota tu piel con la fruta ablandada. Después de esto, te prometemos relajación absoluta.

 

Ideas para prepararlo de forma práctica

 

Agrega un pequeño trozo de ralladura en el último momento a un tazón de sopa o sobre vegetales cocidos, pescado y guisos calientes. También funciona muy bien en un ramen de fideos udon o soba. Mézclalo con miso para hacer un condimento intrigante y úsalo como aderezo para ensaladas verdes o tazones de edamames. Incluso puedes hacer un hermoso contenedor con la cáscara de yuzu quitando toda la pulpa, manteniendo la piel intacta y rellenándola con miso para después hornearlo. Finalmente, no olvides que el ajonjolí tostado en un aderezo de yuzu agrega textura y una sutil nota cítrica a fideos y ensaladas.

El yuzu va bien con… Adobos y salsas, su sabor es ideal para aromatizar vegetales y tofu; también funciona con carne de cerdo. Es sublime en aderezo para aliñar los pescados crudos. La cáscara de este fruto se puede incorporar en sopas y platos cocinados a fuego bajo. En la barra, pruébalo con ginebra en lugar de limón, así como en mojito.

 

Yuzu

 

Otros cítricos japoneses populares

 

Sudachi (Citrus sudachi) Cítrico pequeño y redondo, muy aromático y con un sabor ácido que recuerda a la lima.

Kabosu (Citrus sphaerocarpa) Un cítrico muy típico de la prefectura de Oita en la isla de Kyushu. Su pulpa es amarilla y jugosa, y su sabor fuerte y refrescante.

Hassaku (Citrus hassaku) Originaria de las prefecturas de Ehime, Hiroshima y Wakayama.

Iyokan (Citrus iyo) Fue descubierta en Yamaguchi en la era Meiji. Su piel es gruesa, pero se puede pelar con las manos, y es ligeramente ácida.

Natsumikan (Citrus natsudaidai) También se le conoce como naranja japonesa de verano. Produce mucho jugo, pero tiene poco dulzor y es bastante ácida.

Hinojos, cítricos, estragón y granada

 

 

Porciones: 4.

 

Ingredientes

 

  • 1 bulbo de hinojo, en láminas finas
  • 60 g de lechuga maple (se puede sustituir con cualquier tipo de lechuga), en trozos
  • 80 ml de jugo de limón
  • 20 ml de vinagre de vino blanco
  • 1 naranja, sin piel y en gajos
  • 1 toronja, sin piel y en gajos
  • 1 granada, los granos
  • 1 manojo de estragón fresco, las hojas

 

Procedimiento

 

  1. En un recipiente, colocar el hinojo y la lechuga. Aderezar con jugo de limón, vinagre de vino blanco y sal. Mezclar todo con las manos.
  2. Para servir, acomodar algunos gajos de naranja y toronja en cada plato, colocar encima la lechuga y el hinojo. Terminar con los gajos de naranja y toronja restantes, los granos de granada y el estragón. 

 

Maridaje Food and Travel

 

Vino blanco con aromas a manzana, membrillo, limón y toronja; en boca tiene una suave acidez y cuerpo ligero.

Sugerencia: Dopff au Moulin Riesling.

 

La versatilidad e infinitas combinaciones de sabor de los cítricos logran fragantes y sorprendentes platillos, dice Mariana Vega. A medida que se acerca el invierno, los árboles perennes del género Citrus florecen, y en ellos abundan frutos jugosos y ligeramente ácidos, más que en cualquier otra época del año. De cáscara dura y pulpa carnosa separada en carpelos, mejor conocidos como gajos, los cítricos forman parte de todas las culturas de una u otra forma. Recetas y estilismo de alimentos: Linda Tubby / Fotos y producción: Angela Dukes. Maridaje: Miguel Ángel Cooley.

 

Los cítricos

 

Dada la facilidad de estos frutos para reproducirse de manera híbrida, existen más de 145 tipos conocidos, los cuales han surgido a partir de solo unas cuantas especies primitivas que se fueron mezclando entre sí. Por lo tanto, aunque el uso de cítricos como la naranja, la toronja, el limón o la mandarina se ha extendido y popularizado en nuestras costumbres culinarias, puede resultar un poco difícil imaginar su origen remoto y el largo camino que debieron recorrer antes de formar parte de las preparaciones cotidianas. 

Se cree que estos frutos, muy parecidos a como los conocemos actualmente, aparecieron por primera vez en el sudeste asiático hace unos tres mil años, aunque sus ancestros más antiguos pudieron vivir hace 8 millones de años.

Algunas teorías señalan que las denominadas manzanas doradas que se mencionan en antiguos poemas griegos hacen referencia a las naranjas. Sin embargo, la primera clasificación botánica de los cítricos fue hecha hasta el siglo IV a.C. por el filósofo Teofrasto, quien recopiló información sobre éstas y otras plantas a partir de los viajes que realizó Alejandro Magno en sus campañas militares a Grecia y Asia.

 

La historia

 

En el siglo II d.C., Plinio el Viejo ya describía en su enciclopedia Naturalis historia algunos usos medicinales de cítricos como la cidra, que pudo ser la primera fruta del género en llegar a Europa. Durante la Edad Media, los cítricos lograron extenderse en Occidente por medio de diversas rutas comerciales, llegando principalmente a países como Italia y España. Para el Renacimiento, frutas como la naranja eran comunes en las mesas de la nobleza, donde aromatizaban y decoraban platillos opulentos. A partir del siglo XVIII, se comenzaron a cultivar los cítricos en plantaciones especializadas y se crearon nuevas variedades híbridas.

 

La producción de los cítricos

 

Actualmente, la producción anual de limón, naranja y toronja en México equivale al 34.89% de las frutas cultivadas a nivel nacional. Según cifras de la SAGARPA, nuestro país se ubica como el principal exportador de limón a nivel internacional, así como el tercer productor mundial de toronja y el quinto de naranja. El cultivo de estos frutos se realiza principalmente en zonas de clima cálido como los estados de Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí.

Su piel gruesa y cerosa, así como su tamaño compacto, han hecho que sean muy fáciles de transportar, al igual que su capacidad de mantenerse en buen estado una vez que se preparan en conservas. Además, en México, también son parte de las tradiciones de fin de año, desde incluir mandarinas en las piñatas hasta cantar “La rama” en Veracruz durante las posadas: “Naranjas y limas, limas y limones, más linda es la virgen que todas las flores”.

 

Los usos culinarios

 

Son muy variados y van desde los dulces típicos mexicanos como el limón cristalizado relleno de coco, hasta complejas preparaciones. Ejemplo de sofisticados platillos a base de cítricos son el icónico Oops! I dropped the lemon tart, un pay de limón servido como si se hubiera caído sobre el plato, creado por Massimo Botura en Osteria Francescana. O el postre de naranja al estilo Bombay, de Gordon Ramsay, el cual elabora con azúcar de menta y cilantro, granada y yogurt sobre rebanadas de naranja. Por su parte, el chef Claude Bosi, galardonado con dos estrellas Michelin, utiliza el pomelo (o toronja) rosado para crear un gel con el que decora su platillo de vieiras recogidas a mano en la isla de Skye, que sirve en su restaurante Hibiscus.

Además de ser excelentes aliados para las recetas dulces y los platillos con carne, de los cítricos puede ser aprovechado desde el jugo para beberse solo o en cocteles clásicos como la margarita y tan refrescantes como el tequila sunrise. Hasta los aceites esenciales que se encuentran en las cáscaras de estos frutos, que también son muy valorados, por lo que con ellas se elaboran aromáticos licores como el triple sec o licor de naranja, el Licor 43 (obtenido de diversos cítricos mediterráneos y especias), o el limoncello, un licor italiano típico a partir de cáscaras de limón amarillo.

 

Licor casero de cítricos

 

Para elaborar un licor casero de cítricos, picar 400 g de frutas al gusto (puede ser de un solo tipo o mezclar de varios), colocar en un frasco con tapa y macerar durante dos semanas en ½  litro de un destilado como ron o vodka. Después, pasar por un colador fino para retirar la fruta y reservar el líquido. Hacer un jarabe con 250 g de azúcar y 1 taza de agua, llevar al fuego y dejar espesar ligeramente. Enfriar y mezclar con el destilado macerado. Finalmente, vaciar en un frasco limpio.

Los cítricos tienen tantas funciones en la cocina, que incluso las semillas pueden ser utilizadas. Tanto éstas como las cáscaras son ricas en pectina, un gelificante natural que se usa regularmente en la elaboración de jaleas y mermeladas. Sin importar el uso que le des a estas maravillosas frutas, durante esta temporada de frío aprovecha su gran variedad y dale un toque especial a tus recetas.