La cuarta edición de la cena Bichos al plato, rindió honor a la entomofagia, el arte de comer insectos. En ella, se presentaron platillos de sabores sorprendentes gracias al uso de chapulines, chinicuiles, hormigas chicatanas, jumiles, entre otros insectos. Además, seis distinguidos chefs ejecutaron un menú de seis tiempos, acompañados de Volcán de mi Tierravinos de L.A. Cetto. y proteína de origen americano. Mira aquí los detalles de Bichos al plato, una gran experiencia culinaria creada por Food and Travel México. Texto: Cynthia Benítez, Elsa Navarrete y Cecilia Núñez / Fotos: Charly Ramos.

 

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¿De paladar aventurero? En la capital de México encontrarás opciones extravagantes para cualquier antojo y presupuesto: desde chapulines y escamoles, hasta alacranes, tarántulas y carnes de caza. ¡Anímate! Te contamos dónde encontrar la mejor comida exótica en CDMX. Fotos: Carlos Garrido y cortesía.

 

Chapulín

 Restaurante Chapulín, en CDMX 

 

Si es tu primera vez experimentando con insectos y comida exótica en CDMX, te recomendamos probar alguno de los platillos que la chef Josefina López Méndez sirve en Chapulín, pues los encontrarás de una forma sutil. Entre los imperdibles están las quesadillas de huitlacoche y las tostadas de escamoles con cremoso de aguacate y flor de calabaza. Dónde: Campos Elíseos 218, Polanco. (Al interior del hotel Presidente InterContinental Mexico City). Cheque promedio: $850 pesos.

 

Azul Restaurantes

 

Escamoles en Restaurantes Azul, de la mejor comida prehispánica en CDMX

 

En los restaurantes Azul Condesa, Azul Histórico y Azul y Oro Polanco, el chef Ricardo Muñoz Zurita enaltece la riqueza culinaria ancestral de nuestro país. Una de las maneras en que lo hace es incluyendo en su menú fijo, y en algunos de sus festivales gastronómicos mensuales, deliciosas opciones con insectos. Prepárate un taco de guacamole con chapulines sobre tortilla ceremonial. Dónde: Isabel la Católica 30, Centro Histórico; Nuevo León 68, Condesa; Emilio Castelar 121, Polanco. Cheque promedio: $1,100 pesos.

 

Mesón del Molinero

 

Comida exótica del Mesón del Molinero en CDMX

 

Para degustar comida exótica en CDMX, nada como la carta de comida prehispánica de Mesón del Molinero. Está conformada por platillos con chinicuiles, jumiles, hormigas chicatana, escamoles y más. Para probarlos todos en una visita, pide el platón prehispánico jumbo. Si tu apetito es mayor, puedes elegir un corte de venado, cocodrilo, jabalí, búfalo, avestruz o incluso caracoles de tierra en adobo. Dónde: Calzada de Guadalupe 50, Ex Hipódromo de Peralvillo. Cheque promedio: $700 – 1,200 pesos.

 

La Cocina de San Juan

 

Comida exótica en el Mercado de San Juan, CDMX

 

Otro sitio imperdible para probar comida exótica en CDMX es la Cocina de San Juan. En este lugar encontrarás gran variedad de insectos, desde los ya tradicionales gusanos de maguey hasta imponentes escorpiones y arañas. Además, si te decides por una hamburguesa, deberás elegir entre carne de león, cocodrilo o venado. Dónde: Ernesto Pugibet 21, Local 3-42, Centro Histórico. (Al interior del mercado de San Juan). Cheque promedio: $500 – 800 pesos.

 

Restaurante Bar Chon

 

Chapulines en el restaurante Chon

 

Por su complejidad y presentación, los platillos de Chon han sido considerados, por muchos, como alta cocina prehispánica. Prueba el cocodrilo en pipián verde y el chamorro de jabalí; si todavía tienes curiosidad (y apetito), te recomendamos las albóndigas de venado en salsa de huitlacoche o las ancas de rana. Dónde: Regina 160, Centro Histórico. Cheque promedio: $600 – 900 pesos.

 

¿Sabías que podías probar esta comida exótica en CDMX? Si despertamos tu curiosidad, quizá quieras saber más sobre los tipos de insectos comestibles y sus aportes nutricionales.

Ricos, nutritivos y parte de tradiciones gastronómicas milenarias, estos insectos comestibles deben encabezar tu lista de platillos a probar durante esta temporada. Aquí te decimos cómo diferenciarlos y dónde los puedes disfrutar. Fotos: Adobe Stock. 

 

 

Hormiga chicatana (Atta mexicana)

 

 

Se trata de la reina de una especie de hormiga voladora de gran tamaño presente en varias partes de México. Pueden presentar un color café rojizo o negro, y su temporada de recolección comienza en mayo y se extiende hasta julio, es decir, la temporada de lluvias. Además de las alas, su principal característica es su abultado vientre.

 

 

¿De dónde proviene?

 

Se le puede hallar en varios estados del centro y sur del país, aunque se consumen con más frecuencia en Oaxaca, Guerrero y Chiapas; en este último estado las llaman hormigas nocú. De acuerdo con el chef Irad Santacruz, también la comen en Costa Rica (ahí la llaman hormiga gigante), y en Colombia, donde recibe el nombre de hormiga culona.

 

 

¿Cómo se prepara?

 

La hormiga chicatana es uno de los insectos comestibles más versátiles. Dependiendo de gustos y paladares, hay quienes afirman que tiene un sabor parecido al cacahuate. Por ello, no es raro que la vendan tatemada como botana o servida en taco.

En Oaxaca suele ser el ingrediente estrella de deliciosos moles, tamales y tlayudas, mientras que en Guerrero se emplean para hacer salsas molcajeteadas.

 

 

¿Dónde la puedo disfrutar?

 

En el restaurante Criollo, en la ciudad de Oaxaca, el chef Luis Arellano tatema las hormigas chicatanas sobre un comal de barro para luego hacer con ellas una rica salsa molcajeteada con chile de árbol y ajo.

 

 

 

 

Gusano de maguey (Acentrocneme hesperiaris)

 

 

Esta pequeña suculencia es en realidad la larva de una mariposa que habita y se desarrolla en las pencas demaguey. Debido a su cuerpo regordete de color crema, se le suele llamar gusano de maguey blanco o mecocuil para distinguirlo de su primo rojo, también conocido como chinicuil.

Y aunque esta última variedad tiene un sabor más intenso, el gusano blanco alcanza precios más elevados pues su recolección es complicada. Al vivir en la base de la penca, es necesario partir el maguey y, por tanto, matar la planta. Su época de recolección comienza en mayo y se puede extender hasta septiembre.

 

 

¿De dónde proviene?

 

Es más común hallarlos en las zonas productoras de pulque del Altiplano Central, particularmente en Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México. También se le puede encontrar en Puebla, las zonas rurales de Ciudad de México y Oaxaca. Es en este estado sureño donde se implantó la costumbre de sumergir un gusano de maguey rojo en las botellas de mezcal.

 

 

¿Cómo se prepara?

 

Luego de recolectarse en hojas de mixiote, se elige a los mejores ejemplares por su carnosidad y tamaño. Hay dos formas tradicionales para prepararlos: fritos en aceite de oliva o mantequilla, o asados sobre un comal. En cualquiera de los dos métodos se espera que el gusano adquiera un color dorado y una textura crujiente. Después, se puede servir en taco acompañado de cebolla y guacamole, triturarse para formar una salsa o pulverizarlo hasta lograr la afamada sal de gusano que suele acompañar todo mezcal.

 

 

¿Dónde lo puedo disfrutar?

 

En Corazón de Maguey, un restaurante de Ciudad de México que –como su nombre declara– rinde tributo a todos los productos que proceden de esta generosa planta, desde el mixiote hasta el mezcal. Este 17 de mayo dieron inicio a su Temporada de Bichos, la cual se extenderá hasta mediados de junio e incluye platos con estos insectos comestibles. corazondemaguey.com

 

Escamoles (Liometopum apiculatum y Liometopum occidentale)

 

Escamoles

 

Platillo de raíces prehispánicas, se compone por la hueva, larvas y pupas de dos especies de hormiga. De forma repetitiva se le ha llamado “el caviar mexicano”, tanto por su procedencia como por su exquisitez y alto valor en el mercado. La principal razón de su precio elevado es su método de extracción: los recolectores deben identificar el hormiguero cerca de magueyes, mezquites o nopaleras; cavar un hoyo profundo y sacar la mayor cantidad de huevos mientras es atacado por las feroces hormigas adultas. Después, debe lavar los escamoles varias veces para retirar la tierra.

 

 

¿De dónde provienen?

 

Es más habitual toparse con platillos con estos insectos comestibles en el centro y occidente de México, específicamente Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México y algunas regiones de Michoacán. Su temporada de recolección transcurre desde marzo hasta principios de mayo, dependiendo de condiciones climáticas.

 

 

¿Cómo se preparan?

 

Al ser un ingrediente tan versátil y presente en varias tradiciones regionales, se le puede hallar de muchas formas. En Tlaxcala lo fríen con mantequilla, cebolla y epazote, mientras que en Valle del Mezquital, en Hidalgo, forman parte de caldos, salsas, tamales y hasta como relleno de guisos con flores. En Oaxaca se ha popularizado flamearlos con un poco de mezcal. La forma más común de comerlos –sin importar su preparación– es en tacos.

¿Dónde los puedo disfrutar?

 

Comedor Jacinta, restaurante bajo la supervisión del chef Édgar Núñez, ha hecho famosa una nueva versión de esta delicia mexicana: los sopes de tuétano con escamoles, nuestra recomendación si quieres probar insectos comestibles a través de una propuesta contemporánea. comedorjacinta.com

 

Escamoles

A través de una iniciativa en una plataforma de crowdfunding, Rodrigo Llanes Castro lanzó la iniciativa Los 300 platos de Moctezuma. Este historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y chef-propietario del restaurante El Jolgorio en la colonia Roma de la Ciudad de México. Él busca a través de este proyecto rescatar un patrimonio que considera perdido: la grandeza y suntuosidad de los utensilios, recetas y comensalidad que existían en Tenochtitlán.

En caso de llegar a la meta, la idea es conformar un grupo de trabajo interdisciplinario, integrado por profesionales principalmente de la Historia, Gastronomía, Antropología y Diseño. Así como trabajar en conjunto con el Centro de Investigaciones en Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Con el fin de crear una vajilla contemporánea sobre Moctezuma que permita replicar las recetas y la comensalidad que disfrutaban los tlatoanis mexicas.

Los 300 platos de Moctezuma

Mundo indígena prehispánico y la gastronomía refinada

Rodrigo explica que el proyecto surgió por su interés en el mundo indígena prehispánico y la gastronomía refinada y compleja con la cual se agasajaba al gobernante. De acuerdo a las fuentes disponibles, el ritual para la comida del gobernante mexica procedía de la siguiente manera:

Se le ofrecía un desfile ritual en el que los miembros de la nobleza le presentaban los platillos, para que el tlatoani los eligiera con una vara. «En realidad, no es que se prepararan 300 guisados diferentes, sino que se preparaban 30 y se mostraban 10 porciones», puntualiza Rodrigo. Una vez seleccionados los platillos que quería el tlatoani, se le servían y los compartía con el consejo de ancianos.

«Queremos ofrecer una experiencia sagrada a partir de departir los alimentos, así como lo hacía el gran tlatoani», explica Rodrigo.

Si quieres conocer más de esta iniciativa y te gustaría colaborar, ingresa a eljolgorio.com.mx