Bien dice el compositor puertorriqueño Rafael Hernández: “Qué chula es Puebla, qué linda…”. Y no cabe duda que lo es, desde su nacimiento hasta el sabor voluptuoso de sus platillos, pasando por sus actividades familiares y cada uno de sus rincones naturales. ¡Sigue leyendo y te cuento sobre esta escapada a Puebla que hicimos con niños a bordo! Fotos: Elsa Navarrete y Adobe Stock

 

(Re)visitar Puebla en un viaje familiar

 

Cuenta la leyenda que esta urbe nació luego de un sueño en el que los mismísimos ángeles trazaban las plazas y los límites de lo que sería Puebla de los Ángeles, hoy Puebla de Zaragoza. Tras el delirio clerical del obispo de Tlaxcala, la ciudad ha protagonizado diversos capítulos de la historia de México.

Hoy en día, son estas anécdotas las que brotan desde los muros de templos y viviendas palaciegas, inspiración suficiente para emprender un viaje familiar hacia el corazón del estado, custodiado por el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Ahí donde se respira un aire impregnado de aromas dulces provenientes de las delicias conventuales, notas a barro húmedo de la talavera y frescas bocanadas de modernidad.

 

Parada 1: Centro Histórico y El Mural de los Poblanos

 

Re visitar Puebla en familia

 

En busca de esta famosa riqueza cultural (y un poco de diversión), nos dirigimos a la capital de Puebla. Enmarcado en un cielo azul despejado, el día comenzó en el Centro Histórico, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La ruta de este viaje familiar inició con una visita a la catedral de Puebla que, con sus torres de 72 metros de altura (de las más altas del país), parece una joya que deslumbra, no solo por su monumentalidad, sino también por los tesoros que guarda en su interior: trabajos en madera, cantera y mármol, así como lienzos y esculturas de más de tres siglos de antigüedad.

La caminata por el Centro Histórico, según la curiosidad y el ánimo de los niños, puede incluir la impresionante Biblioteca Palafoxiana, considerada la primera del continente americano; el Palacio del Ayuntamiento y la Casa de los Muñecos, una construcción del siglo XVIII decorada con figuras de hombres hechas con mosaicos de talavera.

 

Biblioteca Palafoxiana

 

Después del paseo, donde inevitablemente nos tropezamos con el pasado y el asombro en cada esquina, el apetito por paladear la cocina poblana afloró. La lista de obligados nos hizo llegar a El Mural de los Poblanos. Este restaurante tradicional no tiene zona de juegos ni ludoteca aunque no fueron necesarios, la comida fue suficiente para entretenerlos pero sí cuenta con un bello mural de más de 10 metros de largo con el que puedes explicarles cómo se creó la ciudad y los personajes que contribuyeron a esto.

 

El Mural de los Poblanos

 

La degustación empezó con muestras pequeñitas pero enormemente deliciosas: una trilogía de chalupas y otra de cemitas. No podíamos dejar de comerlas: fueron la mejor carta de presentación que esta gastronomía pudo habernos ofrecido, incluso para los niños que recordaron a unos sopecitos y a unas tortitas, respectivamente.

Seguimos con un suculento fideo seco y, por último, el mole –el señor de la mesa– hizo su aparición. La receta empleada aquí fue creada por las monjas dominicas del Ex Convento de Santa Rosa, que ahora abre sus puertas como Museo de Arte Popular Poblano exhibiendo textiles, objetos de barro y la cocina forrada de talavera en donde fue preparado por primera vez el mole poblano.

El paseo familiar por la ciudad de Puebla puede terminar descubriendo tiendas de antigüedades en la Plazuela de los Sapos, hallando extraños tesoros a buenos precios. El domingo se pone aún mejor, ya que se establece un mercado especializado en más “artículos del ayer”.

 

Parada 2: Immersive Disney Animation

 

Disney Immersive en Puebla

 

Para darle un toque divertido a este viaje familiar a Puebla, y aprovechando que ampliaron su temporada hasta el 2 de junio, visitamos Immersive Disney Animation. Se trata de una bóveda de animación que se levantó en Puebla en el marco de los 100 años de Disney.

Durante una hora, nos sumergimos en 118,800 fotogramas de video y 101,376,000 píxeles para disfrutar de las historias y la música con las que crecimos y con las que ahora están creciendo nuestros hijos. Cantamos a todo pulmón con Elsa, Moana, Aladdín y Ariel; jugamos con burbujas mientras estábamos debajo del mar y, al salir, aprendimos algunos trucos para dibujar a Mickey, Minnie y Donald.

 

 

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¿Lo mejor? Los niños pueden caminar, jugar y bailar en un amplio espacio flanqueado de pantallas. Esta experiencia cuenta con funciones diarias y dos tipos de boletos: General y Fantasía, una suerte de VIP que incluye vaso coleccionable, pulsera mágica y entrada preferente con horario flexible. Tip: revisa su cuenta de Instagram, ya que publican varias promociones. Entradas: desde $380 pesos. disneyimmersive.com/puebla

 

Parada 3: Cholula

 

Si se visita la ciudad de Puebla en familia, se tiene que hacer una parada en Cholula. A menos de 10 kilómetros del centro de la capital poblana se encuentra el Valle de Cholula, congratulado como Pueblo Mágico. Aquí se conjuga el pasado colonial con raíces indígenas para dar paso a zonas arqueológicas, mil y un iglesias y conventos.

 

Re visitar Puebla en Familia

 

Este pueblo tiene mucho encanto, buena vibra y más de 2,500 años de antigüedad. Y como testimonio de esto, en su corazón se erige la Gran Pirámide, con el basamento piramidal más grande del mundo con 450 metros por lado. Lo que la hace aún más notable es que en su cima se estableció el Santuario de los Remedios, cuya imagen se puede disfrutar (en días despejados) completa como postal con el Popocatépetl de fondo.

Entres sus 37 iglesias Cholula es conocida por sus iglesias, calles empedradas, edificios coloniales y plazas, también se percibe un ambiente relajado al ser sede de dos universidades. De ahí que se han levantado varias terrazas, jardines y restaurantes.

 

Cervecería Cholula

 

Dentro de estos conceptos se encuentra Cervecería Cholula, lugar que ya teníamos en nuestra bucket-list. Es una fábrica de cerveza artesanal que te recibe con el lema de «Buena Cerveza, Buena Vida”, y que ahora cuenta con su restaurante a un lado. Ahí también se alza un amplio jardín y un área de niños, además es pet friendly y, si te interesa, te pueden dar un tour por la cervecería.

Mientras papá y mamá probaron la golden ale llamada Vagundo, los niños se refrescaron con el agua fresca del día: piña, guayaba y menta. Como es de costumbre, pedimos comida al centro y así llegó a la mesa (nuevamente) un plato de chalupitas; chicharrón de calamar con papitas de Cambray fritas y verdolagas; un ceviche de cecina y, de postres, paletas heladas.

 

Platillo en Cervecería Cholula

 

No hay duda que se pasa una tarde muy agradable en este idílico jardín en el cual también puedes armar la retita de petanca; en esta ocasión, las chicas ganaron.

De regreso a casa, con los sabores de Puebla impregnados en el paladar y los momentos familiares grabados en la memoria, pensé que esta ciudad es, ante todo y sobre todo, una divina mezcla donde coexisten armoniosamente urbanismo moderno, arquitectura colonial, rica gastronomía y espacios para divertirse en familia. Con más de cuatro siglos de vida y más de 100 iglesias, esta ciudad fue sin duda la consentida del clero y, ahora, de los viajeros que la han visitado y comido.

¿Listos para (re)visitar Puebla con este viaje familiar?

 

En estas vacaciones de Semana Santa, también pueden escaparse a Valle de Bravo para practicar glamping y conocer un auténtico (y muy cool) restaurante kid friendly.

El chef Ángel Vázquez tiene en el restaurante Augurio, en Puebla, un espacio en donde los sabores de su infancia y las recetas familiares son joyas que se sirven en el menú. Tras siete años de historia, algunos platillos se han hecho imperdibles, tanto como lo es visitar este restaurante en la capital poblana. Sigue leyendo y descubre todo acerca de ello. Fotos: Cortesía.

 

La historia del Restaurante Augurio en Puebla

 

Bajo la idea de que la mejor cocina poblana se comía siempre en casa, pero que era necesario llevarla a una experiencia en un establecimiento, hace siete años el chef Ángel Vázquez creó el restaurante Augurio en la ciudad de Puebla. «Casi no había restaurantes de cocina poblana, había uno que otro bueno y los demás eran como para el turista. Nunca veías a un poblano comer comida poblana en un restaurante. Pero desde hace como 10 años o más, la gente dejo de tener tiempo de cocinar un buen pipián, unas tortitas de arroz o estas cosas que llevan mucho tiempo, la gente dejó de cocinar«, recuerda.

 

restaurante augurio puebla

 

De esta forma, el restaurante Augurio, en Puebla, nace para mostrar la riqueza culinaria con la que creció el chef, misma que considera que es producto del mestizaje y de las diferentes interpretaciones familiares, así como de las recetas de los conventos. «Es una cocina muy familiar, por eso es que no encuentras un mole igual; tienen una base e ingredientes parecidos, pero va cambiando todo», nos cuenta el chef, quien también tomó de base para crear Augurio las recetas heredadas de tías de su bisabuela, que eran cocineras del Convento de Santa Mónica, y también los sabores de su infancia. Así, el chef Ángel Vázquez afirma: «lo que más me gusta de ser poblano es mi gastronomía».

 

El orgullo de ser poblano

 

El chef Ángel Vázquez no solo es heredero de recetas conventuales y de amor por su estado, sino que también un buen paladar que se le inculcó desde chico. «Yo me acuerdo que en mi casa siempre comíamos delicioso, así surge la idea de Augurio. Un día nos ofrecieron un espacio en el centro de la ciudad, cuando apenas comenzaba a tener su auge, y por eso hicimos una cocina familiar sin pretensiones, en donde los platos son bien hechos y con buenas salsas, que yo considero que son la base de la cocina poblana«, afirma.

Una cosa que pocos saben es que, en realidad, el corazón del restaurante Augurio en Puebla viene de hace casi 40 años de una antigua cenaduría que tenía el padre del chef Ángel Vázquez. Su papá, ingeniero químico, tenía un local en la casa y nunca lo rentó, hasta que en 1983 decidió poner una antojería, que únicamente abría de 7 a 10 de la noche.

 

restaurante augurio puebla chef

 

De esta forma, en Augurio se muestran algunos de los éxitos de ese lugar, que cerró sus puertas hasta 1999, como las chalupas, las tostadas de pata de res y las chanclas. Estas últimas son algo parecido a un pambazo, que se rellena de aguacate, cebolla y se sumerge en una salsa que tiene carne chorizo, longaniza y carne de cerdo con adobo de chile guajillo. «Este platillo siempre ha estado y se ha dejado de hacer en muchos lados porque era de calle, de esquina», cuenta el chef.

Otro de los platillos icónicos de Augurio es el mole poblano, una receta familiar que lleva únicamente 14 ingredientes. «Tiene la peculiaridad de no llevar chocolate ni pan molido, solo chiles, especias y semillas, unas cosas se fríen y otras se tateman, pero lo molemos en molino de piedra en seco. No lleva nada que le da volumen, por lo que yo digo que es un mole puro, y es en polvo. Se hidrata con caldo de pollo o agua y queda increíble», nos dijo el chef, quien cuenta que este mole es un éxito.

«Incluso mucha gente dice que hago trampa, porque lo que le ponga a ese mole ya es un ganador», relata el chef. Este producto se realiza en gran volumen cada semana, con cerca de 100 kilos, y lo tienen a la venta tanto en el restaurante como en línea, a través de Amazon.

 

Imperdible en Puebla

 

Tras una experiencia previa como restaurantero, al abrir Intro hace 20 años, Ángel Vázquez afirma que crear el restaurante Augurio en Puebla le ayudó a consolidar su carrera. «Me ayudó a encontrarme con lo que crecí. Cuando abrimos hace 20 años, quería hacer todo menos comida mexicana y poblana. De pronto empezamos a servir mucha comida poblana y me pidieron que hiciera un festival, y básicamente me avente el menú que tenemos ahora en Augurio. Entonces vi que a todos les encantaba y eso me sirvió como punto de referencia para hacerlo diferente«.

 

restaurante augurio en puebla espacios

 

Es así como el chef asegura que el mayor aprendizaje que ha tenido es entender verdaderamente la cocina poblana, y con ello descubrir que hay muchos platillos, mezclas de ingredientes y recetas familiares que le encantan. «Es reencontrarme con todos estos sabores que tenía olvidados», finaliza el chef.

No dudes en visitar el restaurante Augurio cuando estés en la ciudad de Puebla. Desde el centro de la ciudad, te consentirán con creaciones que tienen el auténtico sabor poblano desde un inmueble acogedor. Cheque promedio: $700. Dónde: 9 oriente no. 16, Centro Histórico, Puebla. augurio.mx

 

 

También lee: Restaurantes imperdibles para recorrer los sabores de Puebla.

Hace siete años, bajo un concepto de restauración tanto arquitectónica como culinaria, abrió Restauro, un restaurante de antojitos poblanos que rinde tributo a la historia, gastronomía y cultura de la ciudad de Puebla. ¡Te contamos cómo este espacio, liderado por el chef Carlos Allende, está celebrando su séptimo aniversario! Pista: hay tacos. Fotos: Cortesía

 

Restauro y sus siete tacos insignia

 

Chef Carlos Allende

 

Este comedor urbano, instalado en una casona del siglo XVII del Barrio de los Sapos, cumple siete años de restaurar la cocina de zaguán, de los mercados, de la calle, y para festejar, nos cuenta el chef Allende, “lo hacen con uno de los platillos más mexicano, los tacos”. Así que hicieron una selección de aquellos tacos que, además, de contar la historia de Restauro, han conquistado a sus comensales.

 

Taco árabe

 

Tacos en Restauro

 

 

Considerado uno de los platillos más emblemáticos de la cocina poblana, estos tacos fueron reinterpretados por el chef Carlos Allende y su equipo. A los clásicos de lomo de cerdo, cebolla y salsa de chipotle le dieron un toque único y secreto, pues conservan su sabor ahumado, sin pasar por el tradicional trompo. En Restauro, estos tacos se sirven en tortilla de harina.

 

Taco de pato

 

Tacos de pato en Restauro

 

Es uno de los tacos más famosos de Restauro. Ese éxito, asegura el chef, se debe a que el pato está salteado en poro y va acompañado de betabel frito, cilantro, salsa de mango y cacahuate con un toque de chile de árbol.

 

Taco al pastor

 

Tacos al pastor en Restauro

 

Este tradicional plato sufre una profunda transformación en Restauro, donde la esencia de los tacos al pastor se respeta, pero se cambia el cerdo por un atún y los trozos de piña por una salsa a base de esta fruta con un poco de habanero.

 

Taco Restauro

 

Tacos Restauro

 

Es uno de los tacos clásicos del restaurante, y por sus ingredientes, combinación de sabores y texturas, es uno de los platillos que, nos dice el chef Allende, más sorprende a sus comensales. Este taco de flor de calabaza rellena de requesón está aromatizado con un poquito de epazote, va capeado y se sirve con salsa verde. 

 

Taco Atlixco

 

Taco Atlixco

 

Una delicia que honra a la cecina de la ciudad de Atlixco. Para acompañarlo, los complementos perfectos para estos tacos, nos confiesa el chef, son el guacamole, nopales y trozos de chicharrón.

 

Taco de chistorra

 

Taco de chistorra

 

Se sriven con una costra de queso gouda, con un poco de guacamole, salsa de chile morita y cebolla caramelizada con toques de soya. Estos tacos también son de los más populares de Restauro y están entre los favoritos del chef de Restauro.

 

Taco de pulpo

 

Taco de pulpo

 

Hecho a base de una salsa cremosa de chipotle, pulpo picado y fundido con queso gouda, se acompaña con cebolla caramelizada y aderezo de aguacate.

Estas son solo siete razones para que la próxima vez que visites la capital poblana te escapes a Restauro a probar sus tacos de aniversario, con los cuales el chef honra la cocina tradicional poblana con imprimiendo su original sello. CH: Orden de tacos, desde $120 pesos. IG: restaurosapos 

También te antojamos hacer una escapada de bienestar a Puebla. Mira aquí en dónde.

Lo que nació como el sueño de un  joven cocinero por dotarle de sofisticación a la escena culinaria de su ciudad natal, Puebla, hoy es toda una referencia en el ámbito gastronómico de México entero. Intro, comandado por el chef Ángel Vázquez, ha llegado a su 20 aniversario como un imperdible para quienes buscan comer deliciosa, convertido en punto de encuentro de cocineros de todo el mundo, y, sobre todo, consolidado como un semillero de talentos. Para festejar este legado, Ángel Vázquez unió fuerzas con otras cinco figuras de los fogones para ofrecer una cena que marca el inicio de una nueva era para Intro. Entérate. Fotos: Arturo Torres Landa

 

Un aniversario significativo

 

Chefs en la cena de aniversario de Intro

 

Cumplir 20 años no es un logro menor, mucho menos si se considera que Intro, restaurante creado por el chef Ángel Vázquez, vino a revolucionar el panorama gastronómico de Puebla, ciudad muy fiel a sus hábitos culinarios. Así, era necesario festejar este aniversario con un evento que condensara aquello que hoy define a Intro: una carta vanguardista, una selección de vinos exquisita; los lazos y alianzas que el chef Ángel Vázquez ha forjado en todo el mundo y la vocación del restaurante como incubadora de cocineros que ya son promesas cumplidas de la gastronomía poblana y mexicana.

Para ello, amigos e invitados fueron convocados el pasado 2 de diciembre a disfrutar de una cena maridaje de seis tiempos a cinco manos. Los cocineros a cargo del banquete fueron el propio Ángel Vázquez, Jorge Vallejo, Gustavo Macuitl, Sebastián Jiménez y Johnny Spero, cada uno de los cuales plasmó en sus platos lo que Intro representa para ellos.

 

Arranca la cena en Intro

 

Con Apperol Spritz y cava en mano, la experiencia comenzó en la terraza del restaurante, en donde pudimos probar una triada de aperitivos mexicanos elaborada por el también poblano Gustavo Macuitl: un tamal de plátano con mole de olor y ajonjolí, un taco de lengua, cebolla caramelizada y cilantro recio, así como una tostada de ayocotes, queso fresco y quelites.

Posteriormente, ya en las mesas de Intro, Ángel Vázquez dio la bienvenida a los invitados y agradeció a los chefs que lo acompañaban por unirse en esta celebración de aniversario. Mención y ovación especial mereció Gina de la Morasommelière del restaurante y cómplice indisoluble de Vázquez en esta aventura de dos décadas.

 

Evocar el mar en Puebla

 

El disfrute de la cena maridaje comenzó con evocaciones a las lejanas Islas Faroe, archipiélago situado entre Escandinavia e Islandia donde el joven y habilidoso chef Sebastián Jiménez, también poblano y surgido de las cocinas de Intro, comanda Ræst.

En este restaurante, Jiménez ha conseguido ensamblar una propuesta emocionante en la que combina ingredientes y técnicas locales para producir especialidades mexicanas. El sello del lugar es el empleo de fermentos, de ahí que el plato que presentó haya sido una trucha con camote fermentado y un alga llamada sea truffle.

 

Camote fermentado con sea truffle

 

Maridado con Banyan, vino gewurztraminer de The Hobo Wine Company, la intención del platillo era despertar en los paladares mexicanos el interés por los fermentados e invitarlos a probar los sabores umami, salados y marinos que caracterizan a los productos de las heladas pero bellas Islas Faroe.

Posteriormente, el segundo tiempo corrió a cargo de Johnny Spero, chef estadounidense que tiene su sede en Reverie, restaurante de Washington D.C. Para celebrar el aniversario de Intro, Spero puso en la mesa una tostada de callo, crema gribiche gamtae, alga que se obtiene de la aguas de Corea del Sur y que añadió un potente y rico sabor umami al suave callo de hacha. ¿El maridaje? Weingut Jurtschitsch, vino de Austria cuya tanicidad redondeó los acordes salinos del plato.

 

Tostada de callo de hacha y gampae

 

 

Ángel Vázquez y Jorge Vallejo entran a escena

 

Para preparar el tercer tiempo de la cena por el 20 aniversario de Intro, el encargado fue Ángel Vázquez, quien en su foie curado en especias, servido con manchamanteles y envuelto en hoja de parra tatemada, encapsuló la historia de Puebla y de su restaurante por igual. Y es que en el foie quedó representado el carácter internacional de su carta, mientras que el manchamanteles hizo recordar a la cocina tradicional poblana.

Por su parte, la hoja de parra no solo simbolizó la influencia libanesa en la ciudad de la talavera, sino que también dejó de manifiesto la cuidadosa técnica empleada en Intro: perfectamente tatemada, envolvió la carne al tiempo que brindó texturas crocantes y delicados jugos.

 

Foie con manchamanteles

 

Para el platillo de su esposo, Gina de la Mora vertió en las copas un espectacular viognier de la bodega Yves Cuilleron, del Ródano.

Casi inmediatamente, Jorge Vallejo y su platillo homenaje a Intro y su aniversario hicieron arribo. El chef de Quintonil, situado en la posición 11 de Latin America’s 50 Best Restaurants, ofreció un delicioso tartar tibio de langosta con chileatole de hoja de higuera, delicado y elegante platillo en el que cada elemento, por sutil que fuera su sabor, cumplía su misión de satisfacer. Lo acompañamos con un jugoso riesling Carl Loewn, de Mosel, Alemania.

 

Platillo en la cena de aniversario de Intro

 

 

De México para el mundo y de regreso

 

Los últimos dos platos del festín corrieron a cargo de Johnny Spero y de Jorge Vallejo. Como quinto tiempo, el estadounidense sirvió cangrejo carolina, gold rice, yema de huevo y lechuga de mar, ingredientes que, servidos a manera de potaje en un bowl, llenaban por completo la boca. Y en cuanto al sexto plato, se trató de un tamal de lechón con salsa criolla y crema de elote tierno, en el cual se sintió la impronta mexicana del reconocido chef de Quintonil.

 

Platillo de Jorge Vallejo

 

Los vinos elegidos por Gina de la Mora para cada platillo fueron un Clos Cibonne, para el primero, y una botella de colección de la etiquera Pícaro del Águila, de Ribera del Duero, en España.

El cierre dulce de la cena por el 20 aniversario de Intro hizo que Gustavo Macuitl volviera a tomar control de la cocina. Allí, el poblano produjo un espectacular chayote cocinado en tequexquite, acompañado de miel, helado de aceite de oliva y crumble de cebada. Sorprendidos por poder saborear un producto que generalmente se sirve salado, tuvimos que pedir una doble porción al chef de Molino Macuitl.

 

Postre de Gustavo Macuitl en la cena de aniversario de Intro

 

Con las sillas levantadas y la cocina cerrada, llegó el momento de disfrutar de un after en el que la música de dj y las flautas de birria y los tacos de barbacoa de cabeza y suadero del chef Luigi Tlachi  «obligaron» a todos dejar Intro ya entrada la madrugada. ¿El brindis final? Fue en honor al equipo de Intro, deseando que este restaurante siga siendo sinónimo de vanguardia y sabor tanto en Puebla como en todo México.

Aunque todo el año es buen momento para viajar a Puebla y disfrutar de su gastronomía, existen temporadas en las que hacerlo es mucho más recomendable. Una de ellas es la del mole de caderas, platillo tradicional cuya preparación y disfrute rozan la categoría de ritual. Si aún no lo has probado, sigue leyendo y aprende sobre esta delicia que se ofrece por tiempo limitado. Fotos: Cortesía

 

¿Qué es el mole de caderas?

 

¡Ya llegó el otoño a nuestro país! Con él también lo hicieron los sabores y aromas que distinguen a esta época del año, en especial si te encuentras en Puebla. Y es que en este privilegiado estado de México, octubre y noviembre saben a mole de caderas, un exquisito platillo tradicional que solo se puede degustar durante esta temporada. Pero, ¿qué es lo que lo hace tan especial?

 

Mole de caderas de Puebla

 

Primeramente, debes saber que el mole de caderas es un guiso originario de la Mixteca, zona cultural y geográfica compartida entre Oaxaca y Puebla. Esta exquisitez se hace a base de chiles, en particular de distintas variedades de guajillo, serrano y costeño. Además, lleva como ingredientes vegetales hoja de aguacate, tomate verde, jitomate, ejotes y un toque de cilantro, dando como resultado un rico caldo espeso.

Sin embargo, el protagonista indiscutible del mole de caderas es el chivo, en especial los huesos de la cadera y espinazo de este animal, los cuales se sumergen y disfrutan en el caldo mencionado.

De hecho, el chivo es el principal motivo por el que el mole de caderas es un platillo de temporada, ya que es sacrificado en la época otoñal de matanza de este animal, el cual es criado a lo largo de los meses previos: es justo esa espera, la que también le da singularidad al guiso. Así, durante los días de sacrificio, no solo se aprovecha el 100% de su carne y huesos (tanto para el mole de cadera como para otros platillos), sino que también se realizan festividades con bailes y música que unen a las comunidades. Por cierto, una de las más próxima e importantes es el festival que se realizará el 20 de octubre en Tehuacán, Puebla.

 

¿Cuál es su origen y dónde lo puedo comer?

 

Mole de caderas en Puebla

 

Si bien el aprovechamiento del chivo para consumo humano fue introducido por frailes dominicos en la Mixteca, también es producto de las distintas técnicas indígenas para transformar chiles y semillas en salsas y moles. Y aunque no cuenta con una «fecha de nacimiento» clara, como la gran mayoría de las creaciones culinarias, sí se sabe que cobró relevancia durante los siglos XIX y XX.

De acuerdo con los cronistas, era costumbre de los hacendados de la época quedarse con la mayor parte de la carne de los chivos sacrificados, dejando a sus trabajadores solo los huesos, con los que elaboraban el mole de caderas. Lo cierto es que la sencillez de este ingrediente es lo que le dota de autenticidad y sabor al mole de caderas, una delicia que, a pesar de sus orígenes humildes, hoy se puede disfrutar en todo tipo de restaurantes en Puebla, sin importar su categoría. ¡Solo recuerda que está disponible únicamente en octubre y noviembre!

¿Qué esperas para viajar a Puebla para degustarlo y comprobar por qué la temporada de mole de caderas es tan especial?

Si quieres saber más sobre este platillo, entra ya a la página oficial de visitpuebla.mx, donde además encontrarás más inspiración para saborear este destino a lo largo de todo el año.

Por cierto, si te consideras glotón y viajero de hueso colorado, entra ya a votar en los Food and Travel Reader Awards. ¡Tu voto premiará a lo mejor de la gastronomía y el turismo en México!

Dicen que Puebla se viaja y se disfruta en familia, así que esta vez te traemos un itinerario (de dos días) con actividades para todas las edades, para que saque el máximo provecho de tu próxima visita a este estado. Desde lugares y actividades para comer muy rico, pasando por talleres para conocer a detalle las artesanías y Talavera Poblana,  hasta un museo.

Y es que se trata de un epicentro cultural, gastronómico y artístico donde abundan actividades divertidas y comida deliciosa, te decimos qué hacer y dónde comer en Puebla en tu próxima visita. Fotos: Gabriel Núñez

 

Puebla actividades y gastronomía

Día 1 (Puebla de Zaragoza)

 

Taller y museo de Talavera

 

Taller de talavera

 

Comienza tu visita a Puebla conociendo una de las artesanías que representan a este estado a nivel mundial: la Talavera Poblana. Incluso la Unesco declaró Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad a los procesos artesanales para su elaboración.

Puedes conocer el proceso de elaboración de la Talavera Poblana a través de recorridos guiados en talleres como Talavera Armando: donde serás testigo de la mezcla del barro, el modelado, el pintado y quemado de piezas. Cierra la experiencia en el Museo de la Talavera Poblana Armando (justo a un lado del taller), donde se exhiben piezas que te remontarán tanto al origen de esta técnica, como a sus distintas fases. Dónde: Calle 6 Norte No, 408, Centro Histórico de Puebla. talaverarmando.com.mx

 

Encuentro de cocineras tradicionales

 

Qué hacer y dónde comer en Puebla

 

Y ya con hambre, no puedes dejar de asistir a uno de los encuentros de cocineras tradicionales organizados por la Secretaría de Turismo de Puebla. Así, entre fogones y cazuelas de barro, podrás saborear los platillos típicos de distintos municipios del estado.

Prueba los tlayoyos de Tlatlauquitepec y dale oportunidad a los insectos de Tehuacán, a las enchiladas de hueso de mamey de Xicotepec, y guarda estómago para los deliciosos moles de Zacapoaxtla. A través de estos encuentros podrás platicar con las cocineras tradicionales, conocer sus historias, los procesos para preparar cada platillo y las costumbres de sus localidades.

 

Cocineras tradicionales

 

Nosotros tuvimos la oportunidad de vivir de primera mano uno de estos encuentros de cocineras tradicionales poblanas, que forman parte de una iniciativa para promover la gastronomía típica del estado y las regiones que lo conforman, donde participaron nueve cocineras, todas con deliciosos platillos.

  • Celia Barrios, de Xicotepec: Pixtli, comida prehispánica hecha con hueso de mamey.
  • María Margarita Villegas, de Tlatlauquitepec: Mole con guajolote, mole con pollo de rancho, panza de res, frijoles y tlayoyos.
  • Gudelia Victoria Albino, de Tehuacán: Insectos comestibles (entomofagia), y mole de caderas.
  • Griselda Castillo, de Zacapoaxtla: Arroz y mole con gallina de rancho.
  • Lázara Pérez, de Huauchinango: Mole serrano, chilpotlsonckle de camarones, pollo en chiltepín, carpas, charalitos, canasckles de chícharos, totomoxskle y tamalitos de alverjón.
  • Teresa Jaimes, de Tlatlauquitepec: Tlayoyos de alverjón, requesón y chicharrón con distintos tipos de salsas.
  • María Teresa Ichante, de Puebla: Mole poblano, arroz rojo, tamales de anis, tamales de tlalitos de chicharrón y frijoles.
  • Victoria Contreras, de Cuetzalan: Arroz, mole de Cuetzalan y Xocoyoli.
  • Reinalda Altamirano García, de la Magdalena en Tochimilco (nombrada Tesoro Vivo): Mole de la Magdalena y caldo de gallina.

 

La realización de estos eventos se llevan a cabo gracias a la labor de la Secretaría de Turismo del Estado de Puebla, através del proyecto de Puebla: Patrimonio de Saberes y Sabores con Cocineras Tradicionales, provenientes de diferentes municipios y Universidades. Quédate atento de próximos eventos de los que se estará informando en su página web visitpuebla.mx

 

 

Parián y Barrio de los Artistas

 

Qué hacer y dónde comer en Puebla

 

Para bajar la comida te recomendamos recorrer el mercado de artesanías más famoso de la Ciudad de Puebla: El Parián. Aquí encontrarás desde tazas y llaveros, Talavera Poblana y hasta playeras, ideales para llevar como souvenirs.

A escasos metros, si continúas caminado, llegarás al Barrio de los Artistas, un espacio artístico en la ciudad donde los artistas trabajan y exponen sus obras a turistas y locales. Incluso los fines de semana puedes formar parte de una clase de pintura. Dónde: Blvd. Héroes del 5 de Mayo, Centro Histórico de Puebla.

 

 

Cena en El Patio de San Luis

 

Qué hacer y dónde comer en Puebla

 

Para la noche, disfruta de una auténtica cena poblana con sabor (muy) casero en el restaurante El Patio de San Luis. Unas ricas cemitas, además de pipián verde o rojo acompañado de arroz, y claro, chalupas. Este es uno de nuestros lugares favoritos para cenar, pues hay opciones para todos los gustos y los precios son bastante accesibles.

Eso sin mencionar que está ubicado dentro de una colorida casona en el corazón del Centro Histórico de Puebla y que posee más de 25 años de tradición. Dónde: Av. 10 Oriente No. 2, Centro Histórico de Puebla. elpatiodesanluis.com.mx 

 

Día 2 (Tepeaca)

 

Para el día dos, después de un buen y sustancioso desayuno al puro estilo poblano, estás listo para emprender un viaje carretero desde la capital poblana hacia el municipio de Tepeaca (aproximadamente a 40 minutos).

 

Taller de artesanías

 

Artesanías

 

Ya en Tepeaca, dirígete a la localidad de Santiago Acatlán, conocida como la “Cuna de Artesanos”. Se trata además de la sede de la Ruta de las Artesanías, compuesta de 700 talleres como el del Maestro José Aarón Pérez, donde se fabrican piezas de yeso, fibra de vidrio y resina, siendo los nacimientos navideños las piezas más populares.

Incluso puedes realizar recorridos por las instalaciones del taller, para después conocer el proceso de elaboración de las piezas y finalmente pintar tu propia artesanía. Tanto galerías de exhibición de artesanías, como talleres de estas piezas, están disponibles para visitar diariamente en Santiago Acatlán. Conoce más detalles en visitpuebla.mx

 

Ruta del Marisco de San Hipólito

 

Qué hacer y dónde comer en Puebla

 

Para cerrar el día dos del itinerario, recorre la Ruta del Marisco de San Hipólito Xochiltenango, en el mismo municipio de Tepeaca. Y es que San Hipólito se ha convertido en un lugar por excelencia de mariscos frescos, ofreciendo platillos como: cocteles de camarón y pulpo, piñas rellenas de mariscos, manitas de cangrejo, pulpo a la parrilla, hasta camarones empanizados y rellenos de habanero.

Son 15 restaurantes los que conforman la Ruta del Marisco. Entre los imperdibles están: Los Arrecifes, restaurante moderno y con muy buen ambiente donde puedes encontrar platillos como el salmón gratinado con chimichurri y el pulpo a la plancha, y San Rafael, restaurante con 32 años de tradición en el que sirven platillos como las manitas de cangrejo y la piña rellena de mariscos.

Conoce otras rutas para realizar durante tu visita a Puebla, como la Ruta del Mezcal y la Ruta del Chile en Nogada, en visitpuebla.mx

¿Te quedarás más días en Puebla? Entonces después de terminar este itinerario, comienza con estos 11 lugares de Puebla que debes visitar.

Chalupitas, moles, cemitas, memelas, ¡cómo no amar la cocina poblana! Si se trata además de un delicioso mestizaje de elementos indígenas, españoles y asiáticos. En nuestra última visita a Puebla descubrimos un restaurante en el que puedes disfrutar lo mejor de la cocina poblana de antojo, en un ambiente casual, y acompañado de cervezas y mezcales locales. Aquí cinco motivos para visitar el restaurante Comal en Puebla. Fotos: Andy Cabrera y Cortesía. 

Y es que Comal es el proyecto hermano de El Mural de los Poblanos, el icónico restaurante en Puebla. Platicamos con el empresario restaurantero Luis Javier Cué para que nos contara más sobre este concepto de comida poblana casual.

 

Restaurante Comal

 

“Este proyecto surge a raíz de El Mural de los Poblanos, se llegó a una conclusión de que El Mural es un lugar que no se va a replicar… entonces una forma de crecer fue a través de Comal, un lugar en el que quisimos llegar a un mercado mucho más casual que resalta la cocina poblana de antojo, de calle. Cemitas, tacos, moles y chanclas, cocinas de los portones que existen en el centro de Puebla”.

Y sí, Comal es el lugar que necesitas visitar en la capital poblana para probar lo mejor de la cocina casera de este estado. Ahora sí, toma nota de estos motivos que te harán querer conocer (cuanto antes) este restaurante en Puebla.

 

Comal: Decoración inspirada en el arte popular

 

Primero hablemos de lo colorido que es este restaurante… atrapa la vista en cada detalle de su decoración inspirada en arte popular. Comal se conforma de distintos salones, cada uno con una temática distinta, en los que puedes observar cuadros con imágenes de luchadores, pasando por piezas de barro con forma de ángeles y dichos populares rotulados en las paredes. Y eso sí, la cereza del pastel es su playlist de (muy) buena música mexicana que te hará bailar al ritmo de la cumbia.

 

Restaurante

 

 

Comida poblana con sazón casero

 

En cuanto al menú, está elaborado con el concepto “cocina de antojo”, lo que quiere decir que está pensado en satisfacer los gustos de todos los comensales que visiten este lugar (ya sea con mucha hambre o solo un antojito) con lo mejor de la cultura gastronómica poblana.

En su carta encontrarás platillos típicos y otros basados en la reinterpretación de la cocina poblana. Desde las clásicas cemitas como la de pata de res o milanesa, hasta opciones singulares como las cemitas de chalupas, cemita de huevo estrellado con rajas poblanas y queso de puerco, hasta cemitas mini (cemitas de canasta).

Y si eres de buen comer, prepárate para saborear una gran variedad de chapulas, chanclas, memelitas, mole poblano, pipián, abobo, manchamanteles, quesadillas, tacos árabes y hasta pozole, platillos que también forman parte del extenso menú.

 

Comida mexicana

 

 

Vista a la Catedral de Puebla

 

Otro de los grandes highlights de este lugar, sin duda, es su exclusiva vista a la Catedral de Puebla. Desde los balcones de Comal, donde además están colocadas mesas y sillas, puedes disfrutar de tus platillos poblanos favoritos mientras contemplas una postal de la Catedral, uno de los monumentos distintivos de la denominada “Ciudad de los Ángeles”.

La Catedral de Puebla comenzó a construirse entre los años 1536 y 1539 por iniciativa de fray Julián Garcés, obispo de Tlaxcala. Su fachada principal está hecha en cantera gris procedente del cerro de Guadalupe, este y más detalles podrás analizar desde la segunda planta de Comal, donde además tendrás vista a las pintorescas calles del centro.

 

Puebla

Mezcales y cervezas locales

 

Otro de los motivos para visitar Comal es su gran oferta de mezcales y cervezas locales, que son el mejor acompañamiento para sus antojitos típicos. Entre los mezcales poblanos encontrarás el Candiga espadín, Montelobos ensamble y Los Fuertes papalometl.

Mientras que en cuanto a cervezas artesanales podrás disfrutar de la Cholula IPA, Lager o Stout. ¿Lo mejor? En Comal los mezcales, destilados y digestivos están al dos por uno.

 

Postres para saciar el antojo

 

Restaurante Comal

 

Y no podíamos dejar de mencionar que otro de los motivos para visitar el restaurante Comal en Puebla, son sus postres con sabor a nostalgia, ¡el broche de oro para los antojitos poblanos!

Prepárate para la difícil decisión que será elegir entre el pay de limón de galletas de animalitos, los platanos fritos, el panqué de elote con helado de chocolate o el flan horneado. ¿Estamos de acuerdo que motivos sobran para ir a conocer Comal? Dónde: Calle 16 de Septiembre 311, Centro Histórico de Puebla. Cheque promedio: $280 MXN por persona. IG: @comalcocinalocal

Además del restaurante Comal, en tu próxima visita a Puebla no puedes dejar de visitar El Sitio, una nueva mezcalería que necesitas conocer en la capital poblana.

Un nuevo lugar donde se le rindiera culto a una de las bebidas ancestrales más representativas de México, como lo es el mezcal, solo podía estar comandado por uno de los chefs más comprometidos con la cultura gastronómica de nuestro país: el chef Alex Ruiz, quien, a tan solo cuatro meses de haber abierto el restaurante Agualumbre, en Puebla, ahora inauguró una nueva sección en ese mismo lugar: La Mezcalería, en donde esta espirituosa es honrada en cada coctel y cada platillo. Te contamos los detalles. Fotos: Cortesía.

Con una hermosa y amplia barra de poco más de 80 etiquetas de mezcales de diferentes regiones de México, será lo primero que verás al entrar a La Mezcalería, en donde se deslizan cocteles creativos y deliciosos que te harán caer rendido ante ellos y hacerle honor a los refranes que se dicen sobre esta bebida… “para todo mal, mezcal, para todo bien, también…”.

 

Oda a esta bebida ancestral en La Mezcalería

 

La Mezcalería

 

Si lo que quieres es aprender a beber correctamente el mezcal, honrándolo y aprendiendo sobre su proceso de elaboración e importancia como bebida ancestral en México, tienes que ir a La Mezcalería. Y es que aquí disfrutarás de catas guiadas por maestros mezcaleros, como lo hicimos nosotros durante la apertura del lugar, por Eduardo Ángeles, creador del mezcal La locura, quien elabora esta bebida en Santa Catarina Minas, Oaxaca.

El maestro Eduardo nos contó sobre el origen de la palabra mezcal, que quiere decir “maguey cocido en tierra”, y nos dio a probar tres tipos de agave cocido: espadín, tobalá y nuestro favorito, tobasiche, para diferenciar su sabor, su cantidad de azúcar y sus notas. Resultan una auténtica delicia, ya que es como disfrutar de un dulce de calabaza, en el caso del espadín. En cuanto a los otros dos tipos de agave, son un poco más duros y con menos cantidad de azúcares, pero con notas deliciosas a ahumado.

 

La Mezcalería

 

Es así como en La Mezcalería no solo tomarás mezcal, sino que lo conocerás desde sus raíces, lugares de producción,  hasta que termina en tu boca, «no de a jalón», como nos advierte el maestro Lalo, sino que a pequeños besitos, para que tu paladar se acostumbre a él.

 

Llevar Oaxaca a Puebla

 

Para el chef Alex Ruiz, llevar toda la riqueza culinaria de Oaxaca a Puebla es una gran responsabilidad que espera cumplir lo mejor posible, ya que se tiene que mostrar solo lo mejor de toda una cultura ancestral, para que el comensal local e internacional conozca lo que en verdad es México.

“Traer Agualumbre y La Mezcalería a Puebla es una gran responsabilidad porque hay que hacerlo muy bien. Tienes que llevar un Oaxaca o un Puebla de primer nivel. Aquí llega gente de todo el mundo y tenemos que darles una propuesta gastronómica mexicana de mucha calidad. El mezcal y una mezcalería por supuesto que la tienen, y qué mejor que con el maestro Lalo para traer lo mejor de Oaxaca, y eventualmente, lo mejor de México”.

 

La Mezcalería - Chefs

 

De esta forma, la gastronomía y el mezcal unen y multiplican, por ello, el chef Alex Ruiz considera que a Puebla no le hacía falta un lugar como La Mezcalería, pues las cosas se hacen muy bien en la también llamada Ciudad de los Ángeles, pero, sin duda, es una muy buena oportunidad de que todos juntos como mexicanos potencialicen aún más la cultura gastronómica de México.

“Antes que cocineros o antes que poblanos u oaxaqueños somos mexicanos, y todos tenemos que empujar por el país. La gastronomía es una gran oportunidad para decirle al mundo que también en México se hacen las cosas bien, bonitas, con el corazón, y que no todo es narco y corrupción».

La gastronomía nos da la oportunidad de darle a conocer al mundo esto, y los chefs como Liz Galicia o Marco Mellado, que nos acompañaron, están en ese mismo mood. No es competencia, somos amigos, y compartimos cosas, penas, experiencias, éxitos, porque tenemos una misma línea de entender y vivir la vida. Entonces, no hay competencia, tampoco vienes a descubrir el hilo negro, no venimos a competir, venimos a sumar”, nos dice sincero, como lo caracteriza, el chef Alex Ruiz.

 

¿Qué podrás probar en La Mezcalería?

 

La Mezcalería

 

A La Mezcalería se viene a pasar un buen rato y a beber mezcal, pero también diferentes destilados y fermentados mexicanos. Ya sea en coctel o solo, como mejor te guste, será toda una experiencia que podrás acompañar con la oferta gastronómica del chef Gerardo Corona, quien, inspirado en las cantinas tradicionales, propone platillos deliciosos con técnica, que te fascinarán.

Prueba desde una tostada de salpicón de tasajo, tacos de canasta de pato con frijoles, taco de chile de agua con chapulines, tamal de hoja santa y frijol, conejo al horno con mantequilla y orégano y puré de camote morado. O deliciosos postres como el zapote negro con maracuyá y mandarina.

 

La Mezcalería

 

Espera más noticias sobre La Mezcalería, que te sorprenderá que próximamente llegará a Ciudad de México y como plan a largo plazo a Estados Unidos. Porque, como bien dice el chef Alex Ruiz, “el mezcal baila con todos, pero no se casa con nadie”. Dónde: City Angelópolis, Puebla. CH: $450 pesos por persona. IG: agualumbre.cocinaydestilados

 

También te antojamos: Salón Mezcalli, los sabores de Puebla al plato. 

Que un restaurante base su propuesta en la tradición no quiere decir que sea anticuado, y el mejor ejemplo de ello es Augurio. Ubicado en la ciudad de Puebla, el restaurante del chef Ángel Vázquez ofrece un equilibrio exquisito entre herencia culinaria (siempre rica y profusa en Puebla) y una idea de modernidad cálida y cercanaFotos: Cortesía y Charly Ramos.

 

Orgullo local, visión global

 

Augurio, Puebla

 

El centro histórico de la ciudad de Puebla resguarda muchos tesoros, y no nos referimos exclusivamente a aquellos construidos con cantera. Ubicado en la calle 9 Oriente, en el corazón de la capital, se localiza uno de esos sitios que bien podrían considerarse ya patrimonio poblano: el restaurante Augurio.

Dirigido por el chef Ángel Vázquez, Augurio ha retomado muchas de las recetas y especialidades poblanas más tradicionales para presentarlas renovadas y con giros internacionales. Desde luego, parte de esta propuesta vanguardista es producto de la trayectoria del chef, quien ha colaborado en algunas de las cocinas más respetadas de Europa, Estados Unidos y Asia. Además, la experiencia que ha adquirido dirigiendo eventos y banquetes en los cinco continentes también se percibe en su concepto, poblano pero universal al mismo tiempo.

 

Chef Ángel Vázquez

 

 

¿Qué incluye la carta de Augurio?

 

Abierto para desde el desayuno, de la carta de Augurio no se pueden eludir los huevos árabes, que se cocinan en cazuela con una mezcla de especias llamada zaatar. Acompañados con jocoque, pan pita y chile verde, se trata de la demostración más fehaciente de la herencia del Medio Oriente que Puebla también posee.

Por la tarde, vale la pena probar por lo menos un par de sus entrantes, muy típicos y por ello de degustación obligatoria. Así, las Memelas Augurio, hechas con masa azul, frijoles con hoja de aguacate, chamorro frito, salsa roja, salsa verde y queso Cotija. Otra sugerencia son los molotitos (pregunta por los de tinga) o la Chancla poblana, una delicia decadente que se rellena con aguacate y cebolla y se baña con un adobo de chile guajillo, chorizo y longaniza.

Sin importar qué entrante se pida, hay que dejar sí o sí espacio suficiente en el alma para probar algún integrante de su sección Los Grandes Moles de Puebla; todos son deliciosos, pero si se busca paladear ese balance entre tendencias del que hablamos anteriormente, hay que probar el mole de chipotle quemado, servido con medallón de res y papas a la mantequilla. Y si deseas salir de lo habitual, la opción son las Enchiladas Agustinas, que por dentro llevan relleno de chile en nogada y por fuera un baño de mole poblano: exquisitas.

 

Restaurante Augurio

 

Ya con el paladar incitado, merece la pena ojear la carta de vinos, curada por la sommèliere Gina de la Mora. Poseedora de una acreditación nivel 2 del Wine & Spirit Education Trust, esta reconocida intérprete de vinos es la encargada de robustecer la selección de Augurio, especializada en etiquetas españolas y mexicanas. De esta manera, en cada visita se puede esperar un perfecto equilibrio entre los sabores de la cocina de Ángel con las notas de la propuesta enológica de Gina, convirtiendo a Augurio en el mejor sitio para maridar y deleitarse en Puebla, Sin duda. CH: $950 MXN. Dónde: 9 Oriente 16, Centro Histórico, Puebla. augurio.mx

 

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