La naturaleza siempre ha funcionado como alacena y botiquín; en Mesoamérica, las culturas prehispánicas ancestrales se refugiaron en ella al ver que les proveía alimento, recursos para curar enfermedades, así como para crear arte; las plantas fueron instrumentos importantes en rituales e incluso algunas se llegaron a considerar sagradas. Además de todo, ciertas hierbas sobresalían por sus propiedades aromáticas que de un momento a otro, se introdujeron en los usos culinarios. Aquí te compartimos cinco plantas aromáticas mexicanas empleadas en la cocina.

 

Chaya

 

plantas aromáticas

 

Esta planta es un legado de la cultura maya, la primera en integrarla a su cocina. Es originaria de la Península de Yucatán y sólo sus hojas son comestibles; nutricional y medicinalmente ofrece muchos beneficios, sin embargo es importante tener cuidado ya que tienen cierto grado de toxicidad por lo que no se pueden consumir frescas, es necesario someterlas a un proceso de cocción en agua por 20 minutos. Se emplean como las espinacas ya que sus sabores son similares; con la chaya se preparan tamales, sopas e incluso aguas frescas y jugos.

 

Hoja de Guayabo

 

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Esta hoja poco conocida se usa principalmente en la repostería para aromatizar pasteles, panqués y galletas, entre otras cosas. Su aroma es fresco, dulce y un poco ácido, también añade un ligero toque de sabor dulce con notas amargas. Es recomendable, al infusionar esta hoja, no hacerlo por más de 3 minutos ya que podría amargar más de lo deseado; con ella se elaboran tés, muy útiles para aliviar los resfriados debido a sus altos niveles de vitamina C.

 

Quelites

 

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Su nombre viene del náhuatl quilitl que significa “hierba comestible”. Los quelites le dan un toque realmente mexicano a cualquier platillo que los incluya, como huevos, guisos con salsas o guacamoles. Su sabor es parecido al de la espinaca pero un poco más complejo. Estas plantitas crecen principalmente alrededor de la milpa, por lo que desde tiempos prehispánicos se agregaron a la alimentación cotidiana como un complemento. Existen alrededor de 244 especies de quelites en todo el país.

 

Pápalo

 

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El pápalo entra en la gran familia de los quelites, es una planta muy aromática y demandada por su fuerte sabor, similar al del cilantro y la arúgula. Traducido del náhuatl al castellano, su nombre quiere decir “mariposa comestible”, seguramente el nombre derivó de la forma de sus hojas, similares a la de una mariposa. Al estrujarse sueltan todo su aroma; se pueden consumir crudas o cocidas, pero es preferible comerlas frescas ya que al cocinarse pueden perder parte de su fragancia y sabor.

 

Epazote

 

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Esta es una de las plantas aromáticas más empleada en los platillos tradicionales de nuestro país; de sabor fuerte, esta planta tiene la capacidad de transformar cualquier comida y elevar un sabor simple a uno mucho más interesante. Su especial aroma se da al cocerse y mezclarse con otros ingredientes, es la hierba ideal para apreciar toda la cultura mexicana en un bocado. Del epazotl sólo se aprovechan sus hojas de forma puntiaguda ya sean verdes o moradas, y normalmente se emplean frescas aunque también es posible usarlas secas.