Originaria de Oaxaca, la chef Josefina López Mendez ha encontrado grandes retos, pero también, enormes satisfacciones al estar al frente del restaurante Chapulín, del hotel Presidente Intercontinental Mexico City. Conoce su historia. Fotos: cortesía Presidente Intercontinental Mexico City. 

Oaxaca le ha dado al mundo grandes regalos. Su gastronomía, su folclor, sus artesanías. Y también, grandes cocineros. La chef Josefina López Mendez, quien trabajó primero en dos grandes restaurantes de la ciudad capital, tomó sus maletas hace siete años para mudarse a la enorme y retadora Ciudad de México, sin imaginarse que hoy sería la chef de uno de los restaurantes más reconocidos de la urbe. 

 

Chef Josefina López Méndez

 

Pero la historia de todos los cocineros reconocidos tiene un origen. El de Josefina sucedió en el nido familiar. “Desde muy pequeña estuve inmersa en la cocina de mi casa. Era el espacio donde interactúabamos. Todos mis hermanos y primos tuvimos contacto con los ingredientes a modo de juego: tostábamos el cacao o hacíamos los buñuelos”.

En el último año de la preparatoria, Josefina estaba interesada en estudiar biología, medicina o nutrición, pero fue hasta esa época que supo que existía una carrera enfocada en la cocina. “Formé parte de la primera generación de licenciados en gastronomía”.

 

Enseñanzas valiosas

 

Todo buen cocinero se forma aprendiendo, y si se puede de grandes maestros, mejor. Y Josefina los tuvo. En el restaurante Casa Oxaca, el chef Alejandro Ruíz, le enseñó el respeto no solo por el producto, sino por toda la cadena que lo lleva hasta la mesa: su paso por la tierra, la tarea del agricultor y su aprovechamiento máximo.

En el restaurante Pitiona conoció de qué se trata la cocina de autor.José Manuel Baños es un genio. Es muy disperso porque es muy creativo. Estudió en otros países técnicas totalmente distintas a las que conocíamos y las implementaba en la cocina oaxaqueña”.

 

Chef Josefina López Méndez

 

 

Cambio de paradigma

 

Tras esos años de aprendizaje, la joven chef llegó a hacerse cargo del restaurante Chapulín, en el interior del hotel Presidente Intercontinental Mexico City, para comenzar esta aventura que la ha hecho evolucionar.

“Durante este tiempo, he tenido que adaptarme a la dinámica de la ciudad. Llegué con la corriente del slow food. Pero aquí se vive a prisa: tengo que estar pensando por adelantado”.

 

Nuevos sabores

 

El restaurante Chapulín cambia su carta dos veces al año; va respetando la estacionalidad y la temporada. Ha evolucionado por los comensales que lo visitan desde que abrió, aunque hay platos intocables como los tacos de lechón y los chapulines con quesillo, guacamole y tortillas recién hechas.

Josefina nos platicó que están estrenando nuevos platillos: el ceviche de atún con aguacate, el robalo al pastor con un adobo negro hecho con huitlacoche, y un panacota que simula una piña colada en varias texturas.

 

Chapulín

 

Por último, nos compartió que por el momento está enfocada en estabilizar Chapulín después de la pandemia. Y en lo personal, tiene el proyecto de lanzar su línea de textiles, otra de sus pasiones, y que ha sabido reflejar en sus filipinas con bordados de diferentes regiones. Síguela en sus redes sociales. 

Anímate a preparar esta receta de salmón jarocho de la chef Josefina López Mendez. 

Uno de los platillos consentidos de la gastronomía mexicana es la famosa tlayuda oaxaqueña, esa preparación a base de tortilla secada en comal, que le otorga una textura crujiente y que contiene exquisitos ingredientes. Para aprender a prepararla, fuimos guiados por la mano del chef Pepe Salinas, del restaurante Balcón del Zócalo, quien nos compartió una suculenta reinterpretación de este platillo tradicional, que preparó con carpaccio de res y una mayonesa con hormiga chicatana. Aquí te dejamos la receta completa. Fotos: Aurora Yee y Cortesía. 

 

 

Tlayuda oaxaqueña de carpaccio de res, alioli de parmesano y chicatana

 

Porciones: 5.

Ingredientes:

  • 500 g de filete de res
  • 10 g de sal fina
  • 3 g de pimienta negra

Para el alioli de parmesano y chicatana

  • 5 g de chapulines
  • 15 g de hormigas chicatanas
  • 40 g de huevo
  • 50 g de aceite de ajo
  • 40 g de queso parmesano
  • Sal, al gusto
  • Pimienta negra, al gusto

Para la guarnición

  • 5 ml de jugo de limón
  • 20 g de espinacas
  • 0.5 g de ácido ascórbico
  • 110 g de pulpa de aguacate
  • Sal, al gusto
  • 3 g de arúgula baby

Para el alioli blanco

  • 25 ml de agua de chile de habanero
  • 20 ml de aceite vegetal
  • Sal, al gusto
  • 0.5 g de goma Xantana
  • 1 g de lecitina de soya

Para los jitomates deshidratados

  • 175 g de jitomate guaje
  • 125 ml de aceite de oliva
  • 5 g de sal
  • Azúcar, al gusto
  • 3 g de hierbas de olor
  • 10 ml de aceite de jengibre

Para el aceite de chiles machacados

  • 60 ml de aceite de oliva
  • 20 g de chile serrano
  • 5 g de ajo
  • 3 g de sal fina
  • 10 ml de jugo de limón

Para los rábanos encurtidos

  • 10 g de rábano sandía
  • 10 g e rábano blanco
  • 10 g de rábano rojo
  • 40 ml de vinagre blanco
  • 60 ml de agua
  • 5 g de azúcar
  • 5 g de sal fina
  • 3 g de pimienta entera
  • Laurel, al gusto
  • Tomillo, al gusto

Para la tlayuda

  • 200 g de masa de maíz
  • 5 ml de aceite vegetal

 

 

Tlayuda oaxaqueña

 

Procedimiento:

 

  1. Limpiar el filete de res y cortar en dados medianos. Hacer una caña y congelar. Rebanar delgado y porcionar en 100 gramos. Sazonar al momento con sal y pimienta.
  2. Para el alioli de parmesano y chicatana, tostar la hormiga chicatana y el chapulín a 110 °C en el horno, por tres tandas de 10 minutos cada uno. Mezclar y triturar para formar un Emulsionar la yema del huevo con las claras y el aceite de ajo, agregar jugo de limón y el queso parmesano en licuadora. Terminar con el aceite vegetal y sazonar.
  3. Para la guarnición, hacer un puré de aguacate. Licuar el limón con la espinaca, la sal y el ácido ascó Agregar la pulpa de aguacate e integrar todo. Rectificar la sazón y reservar.
  4. Para los jitomates deshidratados, escalfar los jitomates. Retirar la piel y las semillas para luego obtener rodajas. Sazonar con aceite de oliva, sal y azúcar. Deshidratar por 48 horas a 60 °C y luego cortar en cubos chicos. Reservar.
  5. Para el alioli blanco, meter los ingredientes a la licuadora y emulsionar con aceite. Sazonar y reservar.
  6. Para el aceite de chiles machacados, pasar los chiles y los ajos por la plancha hasta dorar bien. Machacar en el molcajete e incorporar el aceite de oliva. Sazonar y terminar con jugo de limón. Reposar por un día para que el aceite tome sabor.
  7. Para la tlayuda de maíz, integrar el aceite vegetal y amasar. Estirar con polipapel y el rodillo en forma circular. Cocinar en plancha o comal. Secar en el horno a 110 °
  8. Para los rábanos encurtidos, rebanarlos muy delgados en una mandolina. Hervir agua con vinagre, sal, azúcar y los aromá Agregar los rábanos y sacar del fuego. Dejar enfriar a temperatura ambiente.
  9. Para el montaje, sazonar el carpaccio de filete de res y voltear sobre la tlayuda. Poner encima bombones de puré de aguacate, alioli blanco, tomate deshidratado, rábanos encurtidos, arúgula fresca, rábanos y aceite de chiles.
  10. Terminar con alioli de hormiga chicatana y hormigas tostadas.

 

Consejos del experto

 

Tlayuda oaxaqueña

 

El chef Pepe Salinas nos mostró que para esta receta de tlayuda oaxaqueña con carpaccio de res, se debe de obtener el corte de carpaccio de un filete de res entero, el cual hay que pedir limpio en la carnicería. Hay que cortar un buen trozo, pero envolverlo con papel film a modo de una caña y comprimirlo. Se amarra con un nudo de ambos lados y después se congela.

Esto ayudará a rebanarla con facilidad, pero hay que sacarla media hora antes del congelador y utilizar un cuchillo firme que no se doble. Cortar en láminas y cuando ya se tenga el plato completo, aplanar esas láminas con más papel film.

Sobre el alioli o la mayonesa, el chef añade chapulines y hormigas chicatanas; ambos insectos se tuestan y muelen previamente. Él recomienda no utilizar aceite de oliva para el alioli, sino uno neutro, para que no le reste sabor a las hormigas. ¡Tendrás todo para que tu tlayuda oaxaqueña quede deliciosa!

 

Representante nacional

 

Chef Pepe Salinas

 

Pepe Salinas es egresado de la Superior de Gastronomía, también estudió en el Instituto Culinario Suiza las técnicas de la cocina europea, que luego reforzó con una especialidad en Artes Culinarias Europeas en la Superior de Gastronomía.

Hoy es el chef ejecutivo del hotel Zócalo Central y está al frente de la cocina del Balcón del Zócalo, de gastronomía mexicana contemporánea; también es director de Alimentos y Bebidas Corporativo de Central Hoteles. En abril pasado, abrió el restaurante Zea Bistro y Zea es Arraigo en conjunto con el chef Christian Gil. balcondelzocalo.com, IG: @pepesalinas

 

También toma nota de esta receta de carpaccio de callo. 

La gastronomía de Oaxaca se trasladó a Ciudad de México, a través de un exquisito recorrido gastronómico que disfrutarás en el Festival Sabores de Oaxaca, ofrecido por el Hotel Marquis Reforma. Fotos: Cortesía y Ana Belen Ortiz.

Se trata de una trabajo en conjunto entre Hotel Marquis Ciudad de México y Hotel Casa Bonita de Oaxaca, los cuales, a través de los chefs Javier Salazar y Perla Aquino, respectivamente, unieron sus talentos para crear un exquisito menú degustación de 8 tiempos, que te llevará a viajar hasta este hermoso estado de la República Mexicana, a través del paladar.

 

Recorrido gastronómico

 

Sabores de Oaxaca

 

Comienza este recorrido de sabores oaxaqueños con un suculento sope de hoja santa con gusano de maguey, que te transporta de inmediato a Oaxaca, ya que gran parte de su cultura gastronómica tiene bases de la comida prehispánica, en este caso la entomofagia –comer insectos-.

Continúa con una mini tlayuda con asiento y chapulines, que resulta imprescindible en un menú de comida oaxaqueña. Seguida de una reconfortante sopa de guías –guías de calabaza-, muy tradicional del sur de Oaxaca, acompañada de una doblada con quesillo y tasajo. Cierra las entradas con una exquisita empanadita de mole amarillo con quesillo, estarás listo para los platillos principales.

 

Moles entrañables   

 

Sabores de Oaxaca

 

¿Qué sería de la gastronomía oaxaqueña sin sus moles? Sencillamente no sería lo mismo, por eso en este festival gastronómico los Sabores de Oaxaca, no podrían faltar. Disfruta de moles de chichilo con pollo y verde con cerdo, que son un auténtico agasajo al paladar, más si los maridas con un buen mezcal –ahora hablamos del extraordinario maridaje-.

Sigue con un suculento mole negro con guajolote y tortillas hechas a mano, no hay nada más delicioso que hacerse un taquito con este mole, quedarás completamente cautivado de la gastronomía oaxaqueña.

 

Postres tradicionales

 

Sabores de Oaxaca

 

Termina este recorrido gastronómico con un mini buñuelo con crema de chocolate oaxaqueño y una nieve de leche quemada con tuna, acompañada de dulces regionales. Sin duda, un digno final de un auténtico banquete de los Sabores de Oaxaca.

¿Oaxaca sin mezcal? ¡Claro que no! Por eso, el maridaje de este menú degustación está acompañado de Mezcal Cómplice, ofreciendo 4 variedades de su mezcal: Orígenes, Aventura (espadín joven), Tobalá y Añejo. Recuerda tomarlo como dicen los expertos, a “besitos”.

Viaja por los Sabores de Oaxaca en desayunos y comidas, hasta el 7 de noviembre en el restaurante A la parrilla, del Hotel Marquis Reforma, de Ciudad de México. Dónde. Av. Paseo de la Reforma 465, Cuauhtémoc. Costo: $699 por persona. Horarios: desayunos a partir de las 7:00 am, y comidas a partir de las 14:00 hrs a 22:00 hrs. marquisreforma.com

También te antojamos la receta de la cazuela del chef con Javier Salazar. 

Si los Estados de la República Mexicana se dividieran por los platillos típicos que los caracterizan, tendríamos una repartición del territorio muy distinta. De esta premisa partieron Luis Javier Cué, dueño del restaurante El Mural de los Poblanos, y Alejandro Ruiz Olmedo, director y chef del grupo Casa Oaxaca, para crear la “Nación Mixteca”, unión gastronómica entre Puebla y Oaxaca, que busca enaltecer los sabores tradicionales del mole de caderas en el primer Festival de Huaxmole 2021. Texto: Cynthia Benítez / Fotos: @potellez.oficial / Adobe Stock. 

 

Ruta del Festival de Huaxmole

 

Del 22 de octubre al 7 de noviembre, seis restaurantes poblanos dan la bienvenida a seis restaurantes oaxaqueños para cocinar sus recetas de Huaxmole y así conseguir que los comensales puedan degustar en un solo lugar el sabor mixteca de México. Cada restaurante poblano adoptó las recetas y sabores que distinguen al mole de caderas oaxaqueño.

 

Nación Mixteca

 

Estos son los lugares que comprenden esta ruta del Huaxmole:

  • El Mural de los Poblanos, a cargo del chef Martín Hernández, recibe a Casa Oaxaca, del chef Alex Ruiz.
  • Intro, a cargo del chef Ángel Vázquez, recibe a Origen, del chef Rodolfo Castellanos.
  • La Noria, a cargo del chef Fernando Barrales, recibe a Tierra del Sol, de la chef y cocinera tradicional, Olga Cabrera.
  • Moyuelo, a cargo del chef Fernando Martínez, recibe a Restaurante sin Nombre, del chef Israel Loyola.
  • Maizal, a cargo del chef Daniel Nates, recibe a Pitiona, del chef Manuel Baños.
  • El Burladero, a cargo del chef Elfega Martínez, recibe a Las Quince Letras, de la chef y cocinera tradicional Celia Florián.

 

Oaxaca en Puebla

 

Festival de Huaxmole

 

Para el arranque del Festival de Huaxmole 2021 asistimos a la comida de inauguración que se realizó el pasado 21 de octubre, en la Casona de los Sapos Hotel Boutique alojada en la ciudad de Puebla, en donde la tradición y los aromas a guaje y flor de cempasúchil invadieron las mesas. El chef Daniel Nates dio las palabras de apertura, agradeció a los asistentes por participar y otorgó un minuto de aplausos como reconocimiento para el chef Armando Cajero, quien recientemente falleció.

El menú consintió en tres tiempos. Para comenzar, probamos unas chapulas que abrieron el apetito y dieron paso a la razón por la cual todos estábamos reunidos: el Huaxmole de caderas. Entre los comensales empezaron a circular 12 platillos de mole de caderas, hechos por los 12 restaurantes que conforman la “Nación Mixteca”. Fue una cuestión de azar, o de destino, el que nos tocara el Huaxmole de Maizal, restaurante del chef Daniel Nates, que se caracteriza por su consistencia caldosa y sabor picante que resalta el sabor del guaje, lo maridamos con mezcal Ojo de Tigre. Finalizamos la comida con una nieve de tejocote, que refrescó a los invitados.

 

Interpretación del Huaxmole por Daniel Nates

 

Festival de Huaxmole

 

Con 28 años, el chef Daniel Nates participa en el Festival de Huaxmole 2021 con su interpretación del mole de caderas. En entrevista para Food and Travel nos platicó que el lugar en donde aprendió a hacerlo no fue en la zona mixteca, sino en las faldas del volcán Popocatépetl en el municipio San Jerónimo Tecuanipan, con la familia Macuitl.

“Uno de los recuerdos más bonitos que tengo con el Huaxmole es estarlo comiendo cuando aprendí a hacerlo a las faldas del volcán Popocatépetl. Gustavo Macuitl trabajó conmigo y de su abuela aprendí la receta del mole de caderas”, dijo Nates.

Al preguntar sobre lo que caracterizaba el platillo de Maizal nos mencionó que no le gusta meterse con la tradición e intenta respetar los ingredientes típicos del plato.El Huaxmole que hacemos en Maizal es una interpretación de lo que más me gusta del platillo, así como lo hago con el chile en nogada. Está elaborado con chile loco, obviamente la tradición del juego de caderas del chivo, vaina de guaje cuidadosamente seleccionada y cilantro criollo”, finalizó.

En los menús de los restaurantes poblanos participantes podrás encontrar sus Huaxmoles y también los de origen oaxaqueño, ambos platillos del mole de caderas tienen una promoción, prueba los dos por $520. Más información sobre el evento en @nacion_mixteca

 

Conoce más sobre el Mole de caderas: tradición que conquista paladares. 

En el corazón de Oaxaca se levanta una joya arquitectónica, se trata del Ex-Convento de Santa Catalina de Siena donde hoy en día se encuentra el Hotel Quinta Real Oaxaca. Desde esta belleza, su chef ejecutiva, Ana Ivette Sánchez nos enseñó en nuestro live Dime qué tienes en tu refri y te diré qué cocines, a preparar auténticas tlayudas oaxaqueñas, una preparación originaria de los Valles Centrales y una de las más representativas del estado. Por lo general se acompaña de salsa de molcajete y se marida con mezcal. Texto: Blanca Campollo  / Fotos: Cortesía y Adobe Stock. 

 

 

Tlayudas

Porciones: 4.

 

Ingredientes

  • 120 g de tasajo
  • 120 g  de chorizo
  • 120 g de cecina enchilada
  • 2 cdas. de aceite neutro
  • 100 g de chapulines pequeños
  • 20 g de cebolla, picada finamente
  • 1 diente de ajo, pelado y picado finamente
  • ½ limón, el jugo
  • 100 g de asiento de puerco
  • 4 tlayudas
  • 400 g de frijoles negros, refritos
  • 500 g de quesillo, deshebrado
  • ½ lechuga romana o col blanca
  • 2 aguacates, en rebanadas
  • 3 jitomates, en rebanadas

Chapulines

 

 

Procedimiento

 

  1. Asar el tasajo, el chorizo y la cecina enchilada a fuego medio, agregar una cucharada de aceite de ser necesario. Reservar.
  2. Colocar los chapulines en una sartén caliente con una cucharada de aceite. Agregar la cebolla, el ajo y un poco de limón al final. Es importante no dejar de mover los chapulines, debido a que se queman fácilmente por el tamaño.
  3. Añadir el asiento de puerco a la tlayuda, parecerá que se va a quebrar, pero es importante que abarque toda la tortilla para darle sabor.
  4. Agregar los frijoles refritos, de preferencia cocinados con hoja de aguacate quemada. También se debe cubrir con ellos toda la superficie de la tortilla. Las tlayudas se disfrutan mejor cuando están doraditas. Por ello, se recomienda una capa delgada de frijoles.
  5. Poner la tlayuda en el comal a fuego medio-bajo. Al comenzar la cocción, colocar el quesillo deshebrado para formar una ligera capa.
  6. Retirar del comal y agregar la lechuga en chiffonade, la proteína de elección, rebanadas de jitomate y el aguacate. Servir inmediatamente.

 

Tips de la experta

 

Chef Ana

 

La chef nos compartió que la tlayuda debe cocinarse en un comal de barro y luego deshidratarse hasta adquirir la consistencia perfecta. También, a la hora del montaje es importante que tanto la capa del asiento de puerco como la de frijol, deberán de ser delgadas y cubrir toda la tlayuda para mantenerla crocante. En caso de no tener tasajo se puede sustituir con bistec, aunque la chef recomienda utilizar tasajo de Metlapil. Recuerda que se puede servir doblada o abierta.

 

 

Tlayudas

 

Un poco más sobre el hotel

 

El Hotel Quinta Real Oaxaca es una edificación de 445 años. Fue fundado como convento dominico, y en el siglo XVI se convirtió en Palacio Nacional y en cárcel de la ciudad. Después de ser abandonado, fue restaurado y en 1976 se convierte en hotel, desde el 2012 forma parte de la prestigiosa cadena hotelera Quinta Real.

Aquí se pueden llevar a cabo eventos sociales en algunos de los espacios más emblemáticos como en Los Lavaderos o en el salón La Capilla. Al igual que deleitarse de su excelente gastronomía, además de aprender sobre la bebida insignia del estado, el mezcal; cuentan con una cava con 101 etiquetas.

Asiste a esta comida en el restaurante Ancestral, en Oaxaca, para ser testigo de cómo ese platillo ancestral va muy bien con un cava español. Te contamos los detalles. Fotos: Cortesía.

 

Maridaje espectacular

 

Cuando se piensa en la cocina oaxaqueña se antoja acompañarla con un mezcal. ¿Pero se te había ocurrido hacerlo con vino espumoso? A Viña Tulps, sí, por esa razón, esta distribuidora de vinos con sede en la ciudad de Oaxaca creó una serie de experiencias de maridaje en conjunto con restaurantes reconocidos en el estado.

La primera sucederá en Ancestral, del chef Miguel Mijangos, quien el próximo 3 de junio servirá su delicioso mole negro con pollo. Acompañado con arroz blanco con plátanos fritos y frijoles de olla, el plato se maridará con Parxet Cuvee 21 Ecológico, de la bodega Parxet y perteneciente a Raventós Codorníu.

Este espumoso es elaborado con uvas pansa blanca, macabeo y parellada procedentes de agricultura ecológica. Con una crianza de 9 a 15 meses, su burbuja es muy fina y persistente; en nariz es amplio, afrutado e intenso, y en boca explota el equilibrio aromático y gustativo característico de las variedades y la crianza.

 

 

 

Un plato ancestral

 

El mole negro de Ancestral es preparado por ellos mismos, nos compartió en entrevista el chef Miguel Mijangos. Se basa en 27 ingredientes que hornean, tateman, muelen y fríen. “Parte de la receta la aprendí cuando trabajé con el chef José Manuel Bolaños en Pitiona, además de inspirarme en el de mi abuela. También tomé un curso de moles oaxaqueños con cocineras tradicionales hasta que obtuve el que yo quería”, nos contó.

 

 

Mónica Barroso, directora de relaciones públicas de Viña Tulps, nos platica que las burbujas del cava ayudan a limpiar la grasa del mole en el paladar. Y para el chef Mijangos, el maridaje realza muchos los sabores del mole y causa una sensación de querer seguirlo probando.

Después de este platillo, el chef Mijangos compartirá un panqué de elote con crema de queso crema, limón y miel. Será maridado con otro vino espumoso, Signat Brut, compuesto en un 75% por xarel-lo y 25% de macabeo y elaborado por Bodegas Signat.

 

Atreverse a experimentar

 

De acuerdo con la directora de relaciones públicas de Viña Tulps, el propósito de estas experiencias es democratizar el vino, es decir, invitar a las personas a que no solo consuman los vinos espumosos en ocasiones especiales, sino que se animen a probar platillos que jamás se imaginarían que pudieran maridar con vino.

 

 

“Buscamos que le pierdan el miedo al vino, que se atrevan a probarlo con lo que tienen en su casa todos los días, que experimenten con distintos sabores”, señaló Mónica.

Esta será la primera de varias experiencias en la ciudad de Oaxaca y próximamente lo realizarán en otras partes de la República Mexicana.

 

Otras actividades

 

Para quienes aún no se sienten tranquilos de acudir presencialmente, esta experiencia se realizará de manera virtual el 3 de junio a las 15:00. Se enviará el mole del chef Mijangos envasado al alto vacío y el vino a maridar. Adquiere esta experiencia en la página vinoatumesa.com a un precio $500, la cual incluye plato de mole negro y postre, cada uno con su maridaje, y la envían a cualquier parte de la República Mexicana. 

 

Y si quieres enterarte de las próximas comidas, visita las cuentas de Instagram: @vinoatumesa y @vinatulpsoax.

La reconocida gastronomía oaxaqueña tiene un digno representante de sus emblemáticos ingredientes e inolvidables sabores en el restaurante El Refectorio, de Quinta Real Oaxaca, que en sus tres áreas ofrece un entorno inigualable, maridado con mezcal. Te invitamos a hacer un recorrido por sus extraordinarios sabores en estos 18 momentos deliciosos capturados en imágenes. Fotos: Charly Ramos.  

 

 

 

 

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También lee Quinta Real, fusión de magia e historia. 

Duerme en el corazón de la ciudad de Oaxaca entre muros antiguos, en Quinta Real Oaxaca, que ha adaptado un ex convento del siglo XVI a un confortable sitio para hospedarte, donde la modernidad convive en armonía con el pasado y la identidad oaxaqueña. Fotos: Charly Ramos.

Oaxaca es una ciudad con cierto misticismo. Se percibe en las calles adoquinadas de su centro, en los muros de cantera verde de las grandes catedrales; en la presencia de sus habitantes originales, ataviados con coloridas vestimentas, mostrando la belleza de su arte en diversos objetos. Se huele al entrar al mercado, en el aire impregnado a chile, a chapulines, a chocolate y a tasajo recién cocinado.

 

Quinta Real Oaxaca

 

Adentrarte en esta mágica localidad merece hospedarse en una construcción que evoca lo más profundo de su esencia. El ex convento de Santa Catalina de Siena es una majestuosa construcción del siglo XVI, que al haber sido nombrada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, está protegida por el INAH, conservando sus características originales y su belleza arquitectónica.

Para dormir en su interior, envuelto en una atmósfera única que le atañen sus viejos muros –y a los que a veces escuchas susurrar historias–, el hotel Quinta Real Oaxaca se ha encargado de convertir lo que eran las alcobas de monjas devotas, en habitaciones con todas las comodidades y amenidades para ofrecer estancias de ensueño.

Con altos techos y vigas de madera, las 91 habitaciones de este hotel de la cadena Camino Real Hotels, presumen de ser todas diferentes, ya sea en su distribución, tamaño o decoración, pero todas confortables e inmersas en el ambiente tranquilo y apacible que se respira en toda la propiedad.

 

Quinta Real Oaxaca

 

 

Patios para andar

 

Dividido en cinco patios o jardines, Quinta Real Oaxaca te permite desconectarte del bullicio del corazón de la ciudad–el famoso Templo de Santo Domingo y su jardín botánico se encuentran a solo dos cuadras–. Los pasillos que conectan cada patio, te van sumergiendo en una calma que quizá te hagan sentir como las religiosas dominicas que alguna vez caminaron silenciosamente por esos pasajes.

Algunas paredes conservan frescos originales, lo que les atañe un atractivo especial, y todas las noches, dos monjes recorren los dos pisos del convento encendiendo las veladoras para alumbrar las agradables caminatas nocturnas.

El Jardín de los Lavaderos es uno de los rincones más icónicos del ex convento. Una fuente octagonal con un domo en cantera corona el bello jardín y resguarda un conjunto de lavaderos de piedra con detalles de hierro forjado, donde las devotas lavaban sus vestimentas; incluso, ésta formó parte de un acueducto de la ciudad.

Por su belleza, este patio es perfecto para realizar eventos sociales como bautizos, primeras comuniones, bodas civiles o cocteles.

 

Quinta Real Oaxaca

 

 

Historia y folclor

 

Otro de los espacios únicos de Quinta Real Oaxaca es La Capilla. Su nombre lo dice todo: era la capilla del convento, por lo que la majestuosidad de los templos católicos coloniales se expresa al máximo, con su acústica imponente y su techo abovedado.

Éste es el salón de eventos del hotel, donde se realizan bodas espectaculares, uno de los sitios por excelencia para casarse en Oaxaca. Tiene una capacidad hasta para 300 personas.

En este espacio, que alguna vez funcionó como el cine de la ciudad, también se ofrece el espectáculo de La Guelaguetza, una explosión de música, folclor y color representados en bailes tradicionales de las distintas regiones de Oaxaca, con una banda tocando en vivo.

Sucede todos los viernes (en ocasiones se mueve a los jueves) desde hace más de 30 años, y se ofrece un menú de cuatro tiempos, de cocina oaxaqueña, acompañado de bebidas tradicionales como tejate, chocolate y mezcal.

 

Quinta Real Oaxaca

 

 

Banquete oaxaqueño

 

Una de los sellos icónicos de Oaxaca es su gastronomía, y Quinta Real Oaxaca ofrece un menú que la representa perfecto, en su restaurante El Refectorio. Ya sea que elijas el salón interior, ataviado con grandes cuadros del siglo XVII y una pared con 365 cántaros de barro hallados en la construcción original, o la terraza en el patio Los Naranjos, disfrutarás de platos tradicionales de la cocina oaxaqueña y algunos otros de cocina internacional.

A la entrada del restaurante, está el bar Bugambilias, ubicada en el patio del mismo nombre. Allí se encuentra uno de los tesoros modernos de esta antigua construcción: una cava de 101 mezcales, provenientes de 25 casas mezcaleras y elaborados con diferentes tipos de agave. Debe ser considerado el sueño de todo amante de ese elíxir oaxaqueño.

 

Quinta Real Oaxaca

 

Y a un costado de la hermosa piscina, ubicada en otro patio junto a la capilla –y en donde también hay habitaciones que actualmente se están remodelando–, se encuentra el bar Novicias, un antiguo salón lleno de libreros, quinqués y cuadros que invita a tardes de coctelería clásica o con mezcal.

En este bar también se pueden realizar montajes para reuniones de negocios, o simplemente es ideal para disfrutar la tarde después de haberte zambullido y asoleado en la alberca, rodeado de historia.

Quinta Real Oaxaca siempre será la opción para vivir es hermosa ciudad de una forma diferente, pero sin salirse de su mágica esencia. Habitaciones: desde $3,500. Dónde. Calle 5 de Mayo No. 300, Colonia Centro, Oaxaca. caminoreal.com

Siempre jovial, franco y propositivo, el chef Alejandro Ruiz recibe 2021 con dos aniversarios a cuestas: el de su propio nacimiento, pues ya cuenta con 50 años de edad, y el del restaurante que lo catapultó, Casa Oaxaca, que en diciembre de 2020 cumplió 17 años de abrir sus puertas. Fotos: José Galicia Mayoral / Cortesía.

Sobre la perspectiva que se adquiere con los años –ya sea que los cumpla uno o los proyectos a los que se les dedica la vida– charlamos con este exitoso chef y empresario que, a decir de muchos, es uno de los responsables de que el mundo hoy tenga a Oaxaca como referente de magia, autenticidad y exquisitez.

 

Una fecha para compartir

¿Cómo celebraron el 17 aniversario de Casa Oaxaca?

 

Tengo una filosofía que me impide dejar de vivir, por eso lo conmemoramos invitando a tres amigos entusiastas: Roberto Solís, Orlando Trejo y Franco Maddalozzo. Con ellos cocinamos una cena de seis tiempos que dedicamos a nuestros amigos, proveedores, colaboradores, aliados y familia. Desde luego, en el festejo guardamos todos los protocolos de higiene y distancia porque no queríamos montar un show, sino disfrutar con nuestra gente cercana.

 

 

Restaurante Casa Oaxaca

Emplatado con origen

¿Solo ofrecieron una cena?

 

Para ser sincero, la cena fue un pretexto para presentar una vajilla que tuvimos el honor de que nos la diseñara el maestro Adán Paredes. Veníamos de muchos años atrás planeando tener una vajilla en Casa Oaxaca que, a la par de la comida, también comunicara algo. De modo que lo que hizo Adán fue investigar y encontró unos dibujos con vasijas y utensilios de los mixtecos y zapotecos, culturas que son las raíces de Oaxaca y de mi familia.

Recuerdo que de niño, en Zimatlán, salía mucho tepalcate cuando arábamos con la yunta, así que ahora sabemos que toda esa pedacería de barro fue trabajada por mixtecos y zapotecos. Eso es lo que queremos honrar: es una vajilla diseñada desde donde somos y que comunica a la gente lo que somos.

 

 

Chile de agua de Casa Oaxaca

 

 

Hacia dónde va Casa Oaxaca

Casa Oaxaca está cerca de cumplir la “mayoría de edad”. ¿Lo consideras un concepto ya maduro?

 

Esa es la pregunta que me he hecho en los últimos meses: ¿Qué más sigue?, ¿hacemos recetas nuevas con sabores asiáticos, franceses, españoles y chinos… o nos regresamos a la comunidad?, ¿hablamos con las señoras de rancho o nos paramos en la tierra y tratamos de entenderla, de dialogar con ella? Acabo de cumplir 50 años y decidí tomar proyectos que me hagan feliz, que me permitan disfrutar y viajar con mi familia. Eso me lo ofrece mi tierra, mi origen.

Esta moda de hacer alquimia en la cocina ya pasó, tal vez no en Oaxaca pero sí en el mundo. Ya no es tiempo de ir a Europa a exponerse y comer, sino de volver más hacia mis raíces, hacia mi cultura, a técnicas sencillas llenas de sabor y cariño, llenas del ingrediente pero también de los utensilios, que es de donde vengo. Dicen que uno vuelve a donde se enterró el ombligo, y nosotros como familia estamos regresando a nuestra comunidad, a Zimatlán.

Por ahí van los 18 años de Casa Oaxaca: van hacia lo que sí somos y no hacia lo que pretendemos ser, por eso también estamos dándole vida a Portozuelo, un concepto hermano en el campo de ocho hectáreas con un huerto orgánico y área para cocinar y comer al aire libre, precisamente en La Raya-Zimatlán, que es de donde venimos. Estamos abriendo fines de semana para preparar carnitas, guisos, salsa y bases de mole en leña, con sazón auténtico.

 

 

Chef Alex Ruiz en el campo

 

 

Los pies en la tierra

Portozuelo será perfecto para la nueva normalidad, ¿no es así?

 

Va a sonar muy extraño, pero la pandemia vino a ayudarle al concepto de Portozuelo. Después de tres meses de encierro, yo lo que quería era salir al sol, que me pegase el aire, y curiosamente muchos amigos me empezaron a llamar pidiendo ir a caminar a donde estamos montando Portozuelo, a despejarse. Eso nos llevó a concluir que tenía que ser el primer lugar que abriríamos al levantarse el confinamiento, aunque tiene ocho años de planeación.

El concepto de Portozuelo va girar en torno a tres ideas. Vamos a tener 10 teepes de piedra, barro, adobe y madera locales, y la idea es que te hospedes ahí para formar parte de tres actividades. Habrá talleres de agricultura biointensiva, para aprender preparar tu composta y tu tierra y producir alimentos en casa. También tendremos clases de cocina tradicional impartidas por señoras de la comunidades cercanas, así como sesiones de medicina alternativa.

En mi pueblo no se hacen artesanías como en otros sitios de Oaxaca: allí la gente se junta para comer y hay un amplio conocimiento de medicina natural, de curar con hierbas, con inciensos, limpias relajación. A Portozuelo podrás venir para curar no solo el cuerpo sino el alma.

 

Portozuelo

 

 

La circunstancia que afecta al mundo

¿Y qué lecciones te ha traído la pandemia?

 

Me enseñó a valorar la salud y agradecer lo que te da la vida. También a evaluar hacia dónde va el negocio: estábamos entrándole mucho al ego, al snobismo. Me dio Covid y estuve encerrado tres semanas, una de las cuales fue muy dura, y eso me sirvió muchísimo para reorganizar prioridades.

La pandemia nos hizo más humildes y nos hizo entender que no dependemos de nuestro talento o paladar, sino de nuestro cliente: desde el que toma una taza de café hasta el que hace una reservación de varias mesas. Y no olvidarnos de lo más importante: estamos para servir, no para exhibirnos. Servir desde una manera genuina, espontánea, con cariño. La razón de ser de este negocio es servir con genuina calidez, como chef y como empresario.

 

 

Che Alejandro Ruiz cocinando en Casa Oaxaca

 

 

Las verdadera competencia de Alejandro Ruiz

El chef Rodolfo Castellanos opina que en Oaxaca es difícil tener un restaurante durante la pandemia porque en los hogares se cocina delicioso y no es necesario salir, ¿qué opinas?

 

Totalmente de acuerdo, es un tema que hemos platicado él y yo a la mano de un mezcal. Siempre nos dicen que Rodolfo y yo somos competencia y no es cierto, ¡la competencia real son las amas de casa! 

El hogar se hace en la cocina, y para mí y para ti los mejores frijoles y guisados son los de nuestra mamá o abuelita. Si vienes a Oaxaca, y un amigo te invita a cenar a su casa, ¿a dónde irías? ¿a mi restaurante o a comer con la mamá oaxaqueña de tu amigo, que quiere atenderte? ¡Pues con tu amigo! Como fuiste invitado a su casa, su mamá cocinará lo que ha preparado miles de veces en un acto de cariño hacia su hijo y amigo. Contra eso no hay cómo competir, y me encanta.

Lo que ofrecemos en los restaurantes es atención, la idea es que aquí te vamos a lavar los platos, a llevar por una experiencia distinta. El reto es acercarnos a ese sazón de nuestras abuelas.

 

Pulpo a las brasas de Casa Oaxaca

 

 

Estar o no estar, el dilema

Casa Oaxaca sonaba fuerte para entrar de nuevo en Latin America’s 50 Best Restaurants. ¿Crees que estas listas siguen siendo vigentes en un momento tan complicado para la restauración?

 

Te voy a hablar con el corazón: no me emociona estar en las listas, me emociona ver más a mi equipo disfrutar lo que hace; que el restaurante esté lleno; ver la interacción de mis muchachos al atender una familia. Ver esa vida genuina, espontánea, real.

Estar en esas listas sí te sirve mucho, te hace lucir y te da a conocer con gente que sigue esas tendencias, pero para mí el éxito de mi marca no es estar en listas, sino cubrir las necesidades primarias y de sustento y calidad de vida para todos lo que lo hacemos posible.

Prefiero no estar en la lista pero seguir abierto. Hay restaurantes que están pero solo tienen cinco mesas ocupadas, y otros que aparecen pero cierran al poco tiempo. Me mido más en cómo aporto y ayudo a mi comunidad.

 

 

Chef Alejandro Ruiz

 

Por último, quisiera dar ánimos a todos nuestros colegas y proveedores, a todos los inmersos en este oficio. Hay que mantener el ánimo: vamos a resurgir con mayor conciencia de quienes somos y respeto a la vida y a nuestro oficio. Espero de corazón que estemos viviendo la última parte de la pandemia.

No hay que dejar de vivir y disfrutar la vida. Y cuando sea posible, vengan a Oaxaca, viajen a Yucatán, a la Ciudad de México o a Tijuana a consumir local. Unidos vamos a salir adelante. De la mitad de este año para adelante estaremos del otro lado.

 

¿Verdad que ya se antoja viajar a Oaxaca? Si es tu caso, también te puede interesar: 10 secretos del restaurante Las quince letras de Celia Florián.