Si de comer pescado de la mejor calidad se trata, los japoneses son expertos. Pero eso solo se consigue con un proceso integral, que contempla el cuidado de la materia prima antes y durante su preparación. Así, tienen en el método ikejime una forma de sacrificio que les brinda la carne perfecta, pero que también disminuye el sufrimiento del animal. Conoce todo sobre esta técnica que dignifica la muerte de los peces y a la vez nos regala un mejor sabor. Fotos: Pixabay.

 

¿Qué es el ikejime?

 

Se trata de una técnica japonesa para sacrificio de los pescados, en la que se busca darles una muerte súbita para evitarles estrés. En métodos tradicionales, los pescados mueren asfixiados al ser retirados del agua, debido a que tienen branquias y no pueden obtener oxígeno del aire. Este proceso no solo trae consigo una agonía, sino que también les provoca una acumulación de ácido láctico que repercute en la calidad de la carne.

 

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Cuando se adopta este procedimiento, se logra que los niveles de ácido láctico sean bajos y que el pescado conserve sus características organolépticas de frescura por un mayor tiempo. Esto tiene un impacto positivo en el producto, que es perceptible cuando se compara contra otros métodos, sobre todo con el paso de los días. También se le atribuyen otros beneficios, como el desarrollo del sabor umami cuando la carne es añejada.

 

Puntos clave

 

Durante este proceso se distinguen cuatro pasos que son cruciales para lograr un proceso exitoso del ikejime o ikijime. El primero consiste en sacar al pez del agua y realizar una punción en su cabeza para causar una muerte cerebral y desconectarlo de cualquier sensación de estrés. Luego debe provocarse un desangrado rápido, que permite que la descomposición sea más lenta. Para ello se hacen cortes, que pueden ser en las agallas y en la arteria de la cola.

 

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El punto fulminante que interrumpe cualquier comunicación entre el sistema nervioso y el muscular es la desconexión medular. Se usa una vara metálica que se introduce a lo largo de toda la espina medular. Así es como se inactivan todas las terminales nerviosas. Otro paso importante es que al término de este minucioso procedimiento, se debe sumergir el pescado en agua con hielo. De esta forma, los músculos se enfrían y la carne estará lista para darle un tratamiento o conservación.

 

¿Exclusivo de Japón?

 

La técnica del ikejime cada vez es más conocida entre quienes practican pesca deportiva y en pequeños pescadores que se especializan en brindar una mayor calidad del producto. En México, este método es usado a gran escala por Bluefiná, empresa que se enfoca en la captura, crianza y comercialización de atún aleta azul. Santiago Matus, director comercial de esta empresa, asegura que sin esta técnica no podrían tener la calidad de sashimi con la que trabajan. «Brinda un grado de pureza en el producto y es algo que hemos aprendido tras trabajar 20 años con japoneses«, nos dijo en entrevista.

 

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Santiago Matus también nos compartió que el proceso debe ser rápido y con personal capacitado: «No debe durar más de 45 segundos, porque de lo contrario el producto pierde calidad con el acido láctico sobre la carne. Así se reduce el sufrimiento del animal y eso se refleja en la calidad», afirma. Esto confirma que, tanto desde el punto de vista ético como el de calidad del producto, el ikejime es el método de sacrificio más adecuado para los pescados. ¿Sabías de la existencia de esta técnica? Cuéntanos en nuestras redes sociales.

 

 

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Ensenada se ha caracterizado por su producto marítimo, la calidad se puede observar en sus peces, crustáceos, moluscos y demás habitantes de las aguas oceánicas. Krug, a su vez,  se ha caracterizado por marcar tendencia en el mundo de los vinos espumosos, y qué mejor manera de mezclar ambos mundos que con una experiencia de pesca. ¡Aquí te contamos la extraordinaria experiencia! Fotos: Charly Ramos. 

 

Puerto Nuevo

 

champaña Krug

 

La forma más sencilla de llegar a Ensenada es a través del aeropuerto de Tijuana. Esta ciudad fronteriza se encuentra en constante proceso de renovación y es uno de los principales puntos de entrada al país vecino. Aquí abordamos una camioneta y comenzamos el viaje en carretera hacia nuestro destino final.

En el camino realizamos nuestra primera parada en uno de los puntos más emblemáticos: Puerto Nuevo. Conocido como “La capital de la langosta”, se ha convertido en un must para los amantes del exquisito crustáceo. Éste lugar se ubica a unos 40 kilómetros de distancia de Tijuana, sobre la carretera escénica, y su vista al mar es privilegiada.

El platillo tradicional en la mayoría de los restaurantes es la langosta al estilo Puerto Nuevo, cocinada en una fritura profunda y servida con frijoles, arroz, mantequilla clarificada y tortillas de harina hechas a mano. Como acompañamiento degustamos Krug Grande Cuvée, el maridaje perfecto para un platillo exquisito.

 

Bar Bura Champaña Krug

 

champaña Krug

 

Proseguimos nuestro viaje en carretera maravillándonos con la vista increíble del majestuoso Océano Pacífico, pero no estábamos listos para lo que vendría. Llegamos a Bar Bura, dentro del alojamiento Cuatro Cuatros, para observar una magnífica puesta del Sol.

El establecimiento se encuentra sobre un acantilado que te permite observar el movimiento del astro y los cambios en las tonalidades del manto celeste. Un auténtico espectáculo de la naturaleza que acompañamos con quesos y champaña Krug.

 

Cuatro Cuatros

 

champaña Krug

 

Después de un ajetreado día llegamos a las tiendas de campaña en donde dormiríamos todo el viaje. Cuatro Cuatros es un alojamiento para los amantes del glamping, ideado para convivir con la naturaleza pero manteniendo los lujos y la comodidad. Todas las tiendas están acondicionadas con calefacción y chimenea para sobrevivir a las frías noches o aire acondicionado para el cálido verano.

Las instalaciones son muy amplias y cuentan con una cómoda regadera con piso de madera. El alojamiento cuenta con un bar ubicado en el esqueleto de lo que fue un barco pesquero y un restaurante en donde podrás conocer más de la gastronomía característica del Valle. Tip: Puedes pedir cualquier alimento a tu habitación sin pagar un costo extra por el servicio.

 

Pesca del día

 

 

Para el segundo día nos aventuramos en el mar con un objetivo claro: pescar. La pesca moderna puede realizarse de diferentes formas y en esta ocasión el método fue el troleo. Consiste en lanzar los anzuelos y mantener el barco en movimiento constante, atrayendo a los peces.

Mientras el capitán guiaba el buque nosotros disfrutábamos del Sol mientras tomábamos más Krug, afirmando que todo el día es buena hora para tomar champaña. Cada vez que una de las líneas se movía se detenía el barco y tras una intensa lucha obteníamos el preciado premio: bonitas.

 

Manzanilla

 

 

champaña Krug

 

El día continuó y llegamos con los pescados como ofrenda al restaurante Manzanilla de los chefs Benito Molina y Solange Muris. Ellos nos recibieron como en casa y nos demostraron la manera correcta de trabajar un pescado. Iniciamos una aventura culinaria de cinco tiempos.

El primero: sorpresa marina hecha con erizo, ceviche de almeja chocolata con algas marinas, emulsión de ostión y sashimi de almejas generosas, maridado con una copa de Krug Grand Cuvée edición 166. Continuamos con unas deliciosas láminas de abulón y langosta montada sobre pipián de algas marinas, como acompañante pudimos probar una copa de Krug Rosé Vigésimo primera edición. Ésta champaña es única al incorporar vino tinto en su proceso de fermentación consiguiendo adquirir características excepcionales.

 

 

A la mitad de la comida apareció uno de los platillos más interesantes de la carta de Manzanilla, el taco del día. Ésta creación varía según el producto local disponible. Tuvimos la oportunidad de probar un taco de pescado rockot con chicharrón y salsa fresca de tomate. Los sabores y texturas del taco generaban sensaciones únicas en los comensales y no había mejor acompañante que una segunda copa de Krug Rosé.

El último plato fuerte fue un arroz cremoso con mariscos, maridado con un malbec Terraza de los Andes 2003. Cerramos con un delicioso postre maridado con Hennessy XO. Sin lugar a dudas Manzanilla es un templo gastronómico y una visita obligada al pasar por Ensenada. Su menú maridaje te cautivará. rmanzanilla.com

 

champaña Krug

 

La Guerrense

 

Nuestra última parada antes de emprender el viaje de regreso a la Ciudad de México fue en La Guerrerense. El negocio familiar opera desde 1960 y fue visitado por diferentes personalidades internacionales, incluyendo a Anthony Bourdain. Las tostadas de Sabina la han hecho cobrar fama en todo el mundo llegando a lugares tan lejanos como Singapur. Cuentan con una sucursal en el mercado Parián Condesa, de la Ciudad de México, que recibe producto de Ensenada cuatro veces a la semana. laguerrerense.com