Receta casera de fudge de vainilla

 

Para hacer esta receta de fudge de vainilla por excelencia, Linda Tubby recurrió al método de su abuela: simple y delicioso. ¡Pon manos a la obra!

 

Rendimiento: 25 piezas

 

Ingredientes

 

  • 200 ml de leche entera
  • 450 g de azúcar refinada o azúcar morena (ver nota)
  • 110 g de mantequilla con sal, más extra para engrasar
  • ½lata de 397 g de leche condensada azucarada
  • 2 vainas de vainilla, las semillas
  • 1 pizca de hojuelas de sal de mar (disponible en wildfork.mx)
  • 1 cdta. de extracto de vainilla
  • Molde cuadrado de 16 centímetros

 

Procedimiento:

 

  1. Forrar el molde con una hoja de papel de aluminio de doble espesor, lo suficientemente ancha como para extenderse por los lados unos 5 centímetros. Colocar un cuadrado de papel encerado o papel vegetal sobre el fondo del molde.
  2. Poner la leche, el azúcar y la mantequilla en una cacerola de base pesada con capacidad de 2.5 litros y calentar a fuego muy bajo por 20 minutos. Cuando la mezcla esté suave y apenas comience a burbujear, añadir la leche condensada y las semillas de vainilla. Aumentar ligeramente el fuego y dejar burbujear suavemente durante otros 20 minutos, revolviendo cada pocos minutos y fluctuando el fuego según sea necesario. Poco a poco, se empezarán a formar piezas cristalinas más oscuras, por lo que es importante mezclarlas con las burbujas para que nada se pegue al fondo de la cacerola. Calentar de 8 a 10 minutos más, revolviendo hasta que espese. Retirar del fuego y deja reposar la mezcla durante 5 minutos.
  3. Engrasar un molde para hornear de 12.5 x 12.5 x 4 centímetros de profundidad. Con ayuda de una batidora eléctrica, batir la mezcla anterior de leche en la cacerola durante unos 8 minutos, hasta que esté espesa y esponjosa. Verter en el molde preparado y dejar reposar por 10 minutos; luego cortar en 25 cuadrados. Dejar enfriar y refrigerar para que cuaje durante toda la noche. Retirar del molde y cortar los cuadrados marcados. Guardar en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 semanas.
  4. Para congelar, envolver bien en papel encerado, luego en papel aluminio y guardar en un recipiente con tapa hermética o en una bolsa para congelador (para garantizar que no entre humedad dentro del envoltorio) hasta por 3 meses. Para descongelar, sacar la bolsa o recipiente del congelador y transferir al refrigerador por unas horas.

 

NOTA: Para usar toda la lata de leche condensada, hacer 2 tandas, usando azúcar refinada para una y azúcar morena para la otra, lo que aporta un color un poco más oscuro. Puedes congelar cualquier dulce sobrante; será un gran regalo.

 

Maridaje F&T

 

Té chai, París. Aromas concentrados y especiados; en boca, la mezcla de cardamomo, canela, jengibre, anís, laurel y clavo se hace presente.

Sugerencia de la sommelier Sandra Fernández: Kashmir Tchaï, Kusmi Tea.

 

 

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Bien dicen que “No hay que pedirle peras al olmo”, pero sí podemos pedirles frutas a algunos árboles y luego potencializar su saber en el horno. Te invitamos a conocer más detalles sobre la deliciosa fruta de horno, un manjar de la gastronomía mexiquense. Texto: Fernando Martínez / Fotos: Pixabay. 

 

 

¿Qué es la fruta de horno?

 

La tradicional fruta de horno es conocida como uno de los comestibles más crujientes y deliciosos de la repostería mexicana y son nombradas así porque en la antigüedad se les consideraba como un regalo que sale del horno. Así como las frutas y verduras son un regalo de la tierra y de los árboles.

Este sabroso comestible es conocido en la actualidad como “galletitas de feria” y suelen disfrutarse en la merienda, acompañadas de un café de olla bien calientito.

 

Fruta de horno

 

 

Una tradición mexicana

 

Estas deliciosas galletas, que tienen su origen en la panadería española y francesa, se distinguen por su característico proceso de horneado con leña, pero, aunque esta tradición se mantiene en diversos lugares de México, existen muchas personas que prefieren hacerlo en hornos de gas, lo que ha permitido aumentar la producción para su venta y exportación a diversos países.

Sin embargo, aunque el método para hornear estas deliciosas galletas de feria es distinto, el toque de su sabor está en la mezcla de los ingredientes, como la harina de trigo, maíz tostado, piloncillo y manteca de puerco o según dicte la receta familiar. El toque final se lo dan al espolvorearlas con azúcar o merengue y empaquetadas en pequeñas cajitas de cartón. 

 

Fruta de horno

Foto: Tomada del sitio www.elmonitoredomex.com. 

 

La variedad de formas y sabores de la fruta de horno, es tan amplia, como la cantidad de estados de la República Mexicana que las elabora, desde Aguascalientes, Hidalgo, Estado de México, Zacatecas, hasta Veracruz, por lo que su apariencia puede variar entre formas de estrellas, hojas de árbol, flores, moños, roscas o polvorones.

Sin embargo, actualmente la tradición de realizar este tipo de repostería está en peligro de desaparecer, debido al nulo apoyo que reciben los productores, por parte del gobierno. Como es el caso de los productores de Sultepec, en el Estado de México, en donde se está perdiendo esta tradición.

 

 

¿Te gustaría aprender a preparar esta delicia?

 

El 17 de septiembre de este año la Subsecretaría de Turismo, a través del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), compartió un video en su cuenta de Facebook donde nos invita a conocer, mediante el programa Cultura, Turismo y Deporte en un Clic 3.0, la historia y el proceso de elaboración de esta tradición mexicana.

 

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Están en todos lados: en menús de restaurantes, en puestos callejeros y en muchos hogares mexicanos, siempre disponibles para hacernos felices después de una comida placentera. Incluso hay quieres aseguran que tienen un segundo estómago para ellos. Saborea con nosotros estos postres mexicanos que amamos y que se consumen en diferentes estados de la República. ¿Cuál es tu favorito?

 

 

 

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Las marquesitas son este alargado barquillo dulce que repleto de queso de bola y con una peculiar textura crujiente, funcionan como un apapacho para el corazón. A bordo de pequeños y coloridos carritos con imponentes planchas de metal, es donde ocurre la magia. Sobre la plancha de hierro circular, se vierte la mezcla a base de huevo, leche, harina y mantequilla, una vez doradita se rellena con abundante queso de bola y finalmente se entrega calientita y lista para ir comiendo.

Ante su indiscutible exquisito sabor y gran fama, las marquesitas hoy tapizan innumerables rincones de Yucatán e incluso se han extendido a otros estados como embajadoras oficiales del sureste del país. Conoce más sobre este postre tradicional y descubre quién fue el inventor de este postre y dónde las puedes conseguir incluso en Ciudad de México. 

 

Suculenta historia

 

Esta deliciosa y crujiente invención se la debemos a Don Leopoldo Mena, un hombre dedicado a la venta y preparación de helados en la denominada “Ciudad Blanca”, la capital yucateca. Fue en 1930 cuando Don Polo se dio cuenta que a pesar de tener un negocio exitoso, en invierno no es tan rentable, por lo que en su búsqueda de generar ingreso aún en días fríos, decidió vender solo los barquillos del helado.

 

Marquesitas

 

La aceptación de los clientes fue tan buena que empezó a idear nuevas formas de innovar el barquillo, realizó distintas pruebas hasta que llegó a la de una especie de tacos que decidió rellenar con queso Daysi. Poco después reemplazó ese queso con uno nuevo y recién llegado a Mérida, queso holandés o de bola. La combinación dulce del barquillo con lo saladito del queso se convirtió en un éxito rotundo entre sus clientes.

La creación estaba hecha, pero faltaba bautizarla. El hombre notó que entre sus compradores había dos jovencitas. hijas de un marqués y en honor a ellas decidió nombrar al platillo “Marquesas”. Con el paso del tiempo, de cariño se les comenzaron a llamar “marquesitas” y es así como se les conoce hoy en día.

 

Postre que rompe fronteras

 

Lo que comenzó en el estado de Yucatán, contagió a múltiples entidades del país, viéndose en la necesidad de adaptarse a los paladares de miles de personas. Es por eso que actualmente el queso de bola es un topping más para las Marquesitas, realmente hoy puedes rellenar tu barquillo con una infinidad de ingredientes que van desde mermeladas, hasta crema de avellanas, cajeta, queso crema, entre otros. Aunque las tradicionales se encuentran en Yucatán, las Marquesitas ya se han extendido a Campeche, Quintana Roo y hasta Ciudad de México.

 

Marquesitas

 

Así como lo lees, vivir en la capital del país no es un impedimento para disfrutar de una crujiente Marquesita. Aquí hay múltiples negocios que se dedican a preparar este auténtico antojito yucateco, como es el caso de Las Hijas del Marques (IG: @lashijasdelmarques), que puedes saborear en las colonias: Del Valle, San Simón y Narvarte.

Pero si prefieres, puedes darte una vuelta por el Barrio Alameda en el Centro Histórico y visitar Marquesitas Bike (IG: @marquesitas.bike), donde encontrarás Marquesitas de temporada, las clásicas y una que otra más exótica. Lleva un pedacito de Yucatán hasta la mesa de tu casa.

La chispa detrás de La Postrería, en Guadalajara, no es casualidad: es el resultado de un binomio creativo en el que destaca el ingenio de la chef Fernanda Covarrubias. 

Todos los caminos conducen a hacer lo que realmente nos apasiona, tal y como lo vivió Fernanda Covarrubias cuando, después de estudiar Turismo, encontró en la cocina su verdadero lugar en el mundo, y en La Postrería, su “espacio dulce mágico”. Siempre le gustó comer bien y, aunque su intención inicial era viajar, una parte de ella siempre se sintió atraída por la gastronomía. Durante su carrera se dio cuenta de que le gustaba cocinar, por lo que hizo prácticas en España sin tener muchos conocimientos técnicos, pero rápidamente logró que su dedicación le dejara mucho aprendizaje. 

En ese país conoció a Jesús Escalera, su socio, con quien más tarde formaría un restaurante exclusivo de postres a la carta, para manifestar su sentido artístico y creativo con la comida: “El mundo dulce es bastante amplio, pero en la parte del postre es más fácil expresarte a través de temperaturas, texturas y sabores”. Cuando Jesús y ella abrieron este lugar, tenía 24 años y sentía que no tenía nada que perder, por lo que se aventuró al proyecto, “y nos fue bastante bien, pese a que la idea sonaba atrevida en Guadalajara”. Desde entonces han pasado seis años, infinidad de cursos que imparten a profesionales y muchas temporadas de postres que crean felicidad en los afortunados que los degustan.

 

chef Fernanda Covarrubias

 

 

¿Quién está en tu mesa?

 

Antojos, inspiración de clásicos y de diferentes países. No hay un sistema definido que se siga para el proceso creativo; su filosofía es que no hay reglas. Presenta dos temporadas al año y solo se replantea las recetas para mejorarlas, pero lo que nunca puede faltar es el chocolate y la vainilla. “Sin ellos no habría pastelería”.

Fernanda considera que en un postre lo esencial es el sabor, y aunque los suyos son visualmente muy atractivos, la presentación ocupa el segundo lugar:De la vista nace el amor, pero nunca debe estar por arriba del sabor. La gente tiene que decir: está rico, y además está bonito”.

 

chef Fernanda Covarrubias

 

 

En el menú incorpora ingredientes que están en tendencia y éstos se pueden llegar a repetir porque son bien aceptados. Así pasó con el matcha y ahora con el haba tonka (semilla tropical), que usa infusionada o en ralladura. La única constante es una lección para los comensales de que no todo tiene que ser estrictamente dulce; nunca se abusa del azúcar y, por el contrario, sorprende con un balance de todos los elementos, que juegan con lo salado o lo ácido para generar experiencias.

 

En palabras de

 

Exploración culinaria

En mis viajes siempre voy a los mercados porque me gusta conocer sus sabores, ver qué es lo cotidiano para la gente y sentirme como local.

 

En femenino

La participación de las mujeres en el ámbito culinario ha cambiado. Soy parte de una nueva generación que está haciendo las cosas bien y me da mucho gusto que cada vez hay más referencia de nosotras.

 

chef Fernanda Covarrubias

 

Herencia gourmet

Siempre me ha gustado comer bien y le transmito eso a mis hijas, las llevo a todas partes y les inculco un buen paladar. Comen como cualquier adulto.

 

La llave de la felicidad


Estoy contenta conmigo. Hago las cosas para demostrarme algo a mí, por lo que me siento orgullosa. Es reconfortante que a través de tu trabajo inspires a más personas.

 

Gusto tropical

 

El maracuyá es una baya originaria de América que tiene dos variedades, una púrpura y otra amarilla; en México abunda la segunda. Su cáscara es gruesa y firme, y en su interior posee una pulpa brillante, acidulada y muy aromática, con pequeñas semillas comestibles.

Esta fruta ofrece poco contenido calórico, pero es rica en fibra y en vitaminas A y C. En La Postrería es uno de los ingredientes consentidos y destaca en la vitrina de sus platillos más vendidos: el pay de limón con maracuyá y el Lágrima Negra, que tiene un sorbete de esta fruta, el que la chef Fernanda contrasta con los sabores intensos del chocolate, ajonjolí negro y jengibre. Estos dos postres la han acompañado desde sus inicios y son un delicioso guiño a lo tropical.

 

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