Además de ofrecer innumerables beneficios para la salud, transforman los platos sencillos en algo especial. Estas deliciosas recetas te revelarán nuevas formas de comerlos, sugiere Mariana Vega.  Recetas tomadas del libro The Goodness of Nuts & Seeds de Natalie Seldon.

Fotos de Faith Mason ($12 USD, amazon.com)

Hace 10,000 años, el ser humano aprendió a que si almacenaba las semillas que le sobraban de los alimentos, podía después sembrarlas en la tierra y obtener productos vegetales.

Fue así que apareció la agricultura, y con ella el sedentarismo, que daría paso al desarrollo de la civilización. Según la historiadora estadounidense Cynthia Strokes Brown, este proceso surgió de manera simultánea en cuatro regiones del mundo: sudoeste de Asia, sudeste de Asia y China, África y América.

Los frutos secos

También conocidos como nueces, se clasifican como semillas, y durante esta época fueron de particular importancia, dado su gran valor nutricional.

Caracterizados por contener menos de 10% de agua, se sugiere integrarlos en la dieta, pues son una fuente de vitaminas B y E, y de minerales como el hierro y el fósforo.

También son ricos en proteína y fibra, aunque su principal nutrimento son los lípidos; entre estos, ácidos grasos poliinsaturados, que ayudan a disminuir el nivel de colesterol.

No necesitan cocción

A diferencia de otras semillas como los granos o las legumbres, los frutos secos no necesitan cocinarse para consumirse.

Sin embargo, es recomendable tostarlos ligeramente antes de utilizar, para obtener notas más acentuadas y profundas. Esto también ayudará a desprender el tegumento: la cascarilla que los recubre y que por su contenido en polifenoles, resulta levemente amarga.

Asimismo ésta se puede retirar sumergiéndolos en agua caliente.

Un sabor sutil e inconfundible: un poco dulce y tostado

Las nueces son originarias de diferentes latitudes del mundo y aportan notas complejas a un sinfín de preparaciones.

La mayoría de las nueces se obtienen de plantas angiospermas, es decir, que producen flores. Entre las más populares, se encuentran las almendras, las avellanas, los pistaches y las nueces en sus distintas variedades: de Castilla, de Brasil, de la India, de Queensland. Llamadas comúnmente macadamias, nativas de Australia.

Culinariamente, los piñones y los cacahuates también se consideran frutos secos, aunque los primeros provienen de plantas gimnospermas, conocidas como coníferas, y estos últimos, de las legumbres.

Cocina europea

Es común hallarlos en recetas de repostería. Tal es el caso del praliné —almendras o avellanas cubiertas de caramelo y molidas—, que se utiliza para saborizar algunos rellenos. A ésta se le puede adicionar chocolate fundido para obtener una mezcla más golosa.

Con almendras tostadas, miel y, en algunos casos, clara de huevo, se elabora el turrón, un dulce típico en forma de pasta que se consume en las provincias del este de España.

En el mismo país, también es popular la gianduja, una combinación de chocolate y pasta de avellana. A partir de éste, junto con bizcocho de aceite de oliva y mousse, el chef Paco Torreblanca, creó el pastel Gianduja Real, que fue servido en la boda del rey de España, Felipe VI.

Austria

La tarta Linzer se confecciona sobre una base de pasta quebrada de avellanas, que se rellena con mermelada de frutos rojos o negros.

Este manjar típico se puede conseguir en la pastelería Landhous en Ciudad de México, donde el chef Néstor Schmidt la prepara de manera tradicional. Asimismo, existen numerosas recetas clásicas francesas con frutos secos como protagonistas.

Por ejemplo, los mendiants. Estos bocados de chocolate representan las cuatro principales órdenes mendicantes, por lo que se incrustan de almendras, pistaches y frutas secas, como pasas e higos. Y por su puesto, los macarons, que no serían posibles sin las almendras en polvo.

Pierre Hermé, el chef de la pastelería homónima, los elabora con insólitos rellenos, como espárragos con aceite de avellana.

En tierras nacionales, los frutos secos son insustituibles para numerosas recetas de platillos tradicionales, como los suculentos chiles en nogada, cuyo relleno incluye, entre muchos otros ingredientes, piñones y almendras, mientras que la nogada se hace a partir de nuez de Castilla, variedad muy popular en Europa.

En este apartado también se encuentran los distintos moles de todo el país, que contienen además especias y otras semillas como el ajonjolí o las pepitas.

Con 140 mil toneladas anuales, México se posiciona como el segundo productor mundial de nuez pecana, solo por debajo de Estados Unidos. Sin embargo, no es el único fruto seco que se cultiva en el país. En estados como Chiapas, Campeche y Yucatán se produce la nuez de la India, mientras que en Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila se da el pistache y en la Sierra Madre Oriental se cosecha el piñón rosa.

Los frutos secos forman parte de la cultura popular mexicana. Para disfrutarlos no hace falta ir en busca de platillos complejos, solo basta con salir a la calle y hallar comerciantes vendiendo garapiñados a partir de nueces y caramelo, recién hechos en sus cazos de cobre. O adentrarse en algún mercado, donde se pueden adquirir dulces tradicionales como glorias —de nuez pecana y leche de cabra—, originarias de Nuevo León, palanquetas o, incluso, figurillas de pasta de almendras, que son tan bonitas como deliciosas.

 

Cranachan de verano con grosellas rojas, blancas y negras

Delicioso cranachan de verano con grosellas rojas, blancas y negras, ideal para disfrutar en esta temporada decembrina.

 

Porciones: 6 porciones

Ingredientes:

  • 55 g de hojuelas de avena
  • 20 g de avellanas picadas toscamente
  • 20 g de pistaches picados toscamente
  • 6 cdas. de miel de abeja
  • 300 ml de crema para batir
  • 100 g de queso crema
  • 2 cdas. de Drambuie o whisky
  • 250 g de grosellas negras sin tallos, secas o frescas
  • 100 g grosellas rojas sin tallos, secas o frescas
  • 50 g de grosellas blancas sin tallos, secas o frescas

 

Procedimiento:

  1. Precalentar el horno a 180°C. Poner la avena, las avellanas, los pistaches y tres cucharadas de miel sobre una hoja de papel encerado y, sin mezclar; colocar en el horno durante dos minutos para fundir la miel. Con una cuchara de madera grande, revolver la mezcla para cubrir uniformemente con la miel y hornear durante siete minutos, hasta que la avena esté dorada. Retirar del horno y remover la mezcla de la hoja de papel con una espátula. Reservar y dejar enfriando y endurecer.
  2. Colocar la mitad de la crema para batir en un recipiente y añadir el queso crema, las dos cucharadas de miel y el Drambuie o el whisky.
  3. En un recipiente aparte, batir el resto de la crema hasta que tenga una consistencia suave; añadir la mezcla de queso crema y dejar enfriando.
  4. Colocar la mitad de las grosellas negras en una cacerola pequeña con la última cucharada de miel; calentar para ablandar las bayas y dejar que enfríe completamente. Colocar una capa de ambas mezclas en un vaso pequeño, seguidas de una capa de cada color de grosellas, y finalizar con una porción de la mezcla de avena y más grosellas. Verter opcionalmente encima un poco de jugo de cocción de la grosella antes de servir.

 

Maridaje Food and Travel:

Whisky escocés con aromas de manzana, frutos secos y ahumados, es cremoso y equilibrado en boca.

Sugerencia: Bruichladdich, Islay Single Malt

Mermelada de grosella negra y geranio rosa

Disfruta esta mermelada untada en pan con mantequilla. Colócala dentro de frascos esterilizados. Basta con llenar los frascos con agua hirviendo y dejarlos reposar durante 15 minutos. Tira el agua y ponlos a secar en un horno a baja temperatura. Vierte la mermelada mientras los frascos aún estén bastante calientes.

 

Porciones: 4 frascos de 250ml

Ingredientes:

  • 500 g de grosellas negras, frescas o deshidratadas
  • 300 ml de agua caliente (en caso de utilizar deshidratadas)
  • 500 g de azúcar, o 350 g de azúcar, en caso de usar frutos deshidratados
  • 1 limón, su jugo
  • Las hojas de 3 geranios rosas (opcional)

 

Procedimiento:

  1. En caso de usar grosellas frescas: colocarlas en una cacerola grande con 250 mililitros de agua fría, calentar a fuego bajo y cocinar durante 20 minutos hasta que estén blandas.
  2. En caso de utilizar grosellas deshidratadas: hidratar en agua caliente por una hora y escurrir un poco (deja alrededor de 200 ml de agua y hierve hasta que se suavicen).
  3. En ambas situaciones, continuar y añadir el azúcar, el jugo de limón y las hojas de geranio, si se utilizan. Continuar la cocción hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Llevar a ebullición rápida, durante unos 15 minutos, o hasta que la mezcla comience a espesarse.
  4. Para comprobar la firmeza, colocar un plato en el refrigerador y verter encima una gota de mezcla. Dejar enfriando durante unos minutos y aplastar ligeramente la mezcla fría con un dedo. Debe arrugarse ligeramente en lugar de regarse por el plato (la mezcla comenzará a espesarse a medida que se enfríe, así que no excedas la ebullición, o se hará muy rígida. Una mermelada debe ser más suave que una jalea). Retirar las hojas de geranio. Dejar reposando durante diez minutos, vaciar en los frascos calientes, tapar y etiquetar.

Milhojas navideño

Deliciosa receta de Milhojas navideño y pon en práctica tus aptitudes culinarias para que sorprendas a tu familia esta temporada.

 

Porciones: 8 porciones

Ingredientes:

Para la pasta hojaldre

  • 1 kg de harina
  • 20 g de sal
  • Agua, la necesaria
  • 75 g de mantequilla
  • 800 g de mantequilla para empastar
  • 1 l de leche
  • 200 g de azúcar
  • 1 vaina de vainilla
  • 80 g de fécula de maíz
  • 12 yemas
  • 20 g de polvo de frambuesa liofilizada

 

Para el montaje

  • Fresas rebanadas, al gusto
  • Azúcar glas, al gusto

 

Procedimiento:

  1. Para la pasta hojaldre: Mezclar harina, sal y mantequilla, y agregar poco a poco el agua hasta obtener una masa suave y elástica. Reposar 1 hora tapada en refrigeración.
  2. Extender la masa en forma de rectángulo y marcarla en tercios. Colocar la mantequilla del empaste en el tercio de la mitad; cubrir con el tercio superior y cerrar con el tercio inferior, en forma de sobre. Sellar bien.
  3. Extender la masa a lo largo y doblar en forma de sobre. Girar un cuarto en el sentido de las manecillas del reloj y dejar reposar 15 minutos en refrigeración. Repetir el proceso 6 veces.
  4. En la última vuelta, dar el grosor y el tamaño. Cortar estrellas chicas, medianas y grandes. Hornear a 180 °C durante 25 minutos, hasta que adquieran un tono dorado.
  5. Para la crema pastelera de frambuesa:_ Cortar por la mitad a lo largo la vaina de vainilla para extraer las semillas. Colocar la leche, la vaina y las semillas en una cacerola, y hervir.
  6. En un recipiente colocar la fécula, la frambuesa, el azúcar y agregar las yemas. Mezclar bien con un batidor.
  7. Verter la leche a punto de ebullición en la mezcla anterior. Con un batidor de globo, mezclar de forma homogénea. Regresar la preparación a la cacerola y calentar a fuego medio sin dejar de batir hasta que la crema suelte el hervor y espese.
  8. Colocar la crema caliente sobre un molde y cubrir con plástico autoadherente, para evitar que se forme una capa seca.
  9. Para el montaje: En un plato colocar la base de hojaldre mayor. Con una manga con duya rizada colocar una capa de crema de frambuesa y encima colocar fresas rebanadas. Repetir la operación con las otras bases de hojaldre hasta llegar a la pieza más pequeña, de tal suerte que se forme un árbol de Navidad.
  10. Decorar con más fruta en las orillas y al final espolvorear con un poco de azúcar glas.
  11. Montar las fresas y decorar con motivos navideños según la foto. Acomodar al gusto en el platón.

Moras con vino especiado y syllabub de champaña

Prepara esta deliciosa receta de Moras con vino espaciado y syllabud de champaña y sorprende a todos tus invitados con este sabor innovado para tu cena de Fin de Año. Comenzarán el 2016 con un exquisito sabor de boca.

 

Porciones: 6-8 porciones

Ingredientes:

  • 250 ml de vino tinto
  • 100 g de azúcar
  • 1/2 raja de canela
  • 1 anís estrella
  • 2 clavos de olor
  • La ralladura de 1/2 naranja
  • 250 g de moras mixtas, congeladas
  • 250 ml de champaña o vino espumoso
  • 2 cdas. de jugo de limón
  • 500 ml de crema para batir

Para las estrellas doradas y la nieve

  • 175 g de azúcar
  • 60 ml de agua fría

 

Procedimiento:

  1. En una cacerola, colocar el vino tinto, el azúcar, las especias y la ralladura de naranja. Dejar hervir a fuego medio, revolviendo para disolver el azúcar. Cocinar a fuego bajo durante unos 20 minutos hasta obtener aproximadamente 125 mililitros de jarabe dulce.
  2. Colocar las moras congeladas en un recipiente y verter encima el jarabe caliente. Dejar enfriar y dividir las moras en seis u ocho copas pequeñas.
  3. Para hacer el syllabub, mezclar la champaña, el jugo de limón y el azúcar en un tazón y revolver para disolver el azúcar.
  4. Batir la crema hasta obtener una consistencia firme y añadir poco a poco la champaña a la mezcla hasta que se formen picos suaves.
  5. Dividir la mezcla en las copas y refrigerar durante una hora.
  6. Para las estrellas doradas y la nieve, cubrir una mesa de trabajo con papel encerado. Colocar el azúcar y el agua en una cacerola pequeña y revolver a fuego medio hasta disolver el azúcar. Hervir durante cinco minutos hasta que el caramelo obtenga un color dorado. Retirar del fuego y dejar reposar durante un minuto dejando que la mezcla se enfríe y espese ligeramente.
  7. Sumergir una cuchara en el caramelo y, trabajando lo más rápido posible, formar estrellas sobre el papel encerado. Dejar que se endurezcan.
  8. Romper algunas estrellas para decorar y aplastar el resto con un rodillo para obtener nieve dorada. Colocar los pedazos de estrella y la nieve sobre las copas de syllabuby servir de inmediato.

Pitahaya floreada con gelatina de lavanda y jugo de frambuesa

 Aprende a preparar esta receta de Pitahaya floreada con gelatina de lavanda y jugo de frambuesa del chef Francisco Ruano. ¡Te sorprenderá!

 

Porciones: 5 porciones

Ingredientes:

  • 5 pitahayas peladas
  • Polvo de flores de Jamaica al gusto
  • 50 ml de aceite de manzanilla
  • Flores y hierbas comestibles para decorar

 

Para la gelatina de lavanda

  • 100 g de glucosa
  • 100 ml de jugo de limón amarillo
  • 3 g de semilla de cilantro
  • 100 g de lavanda fresca
  • 6 láminas de grenetina

 

Para el jugo de frambuesa

  • 500 g de frambuesa
  • 100 g de azúcar
  • 2 cdas. de jugo de limón
  • 1 ramillete pequeño de flores de sauco frescas
  • 1 pizca de goma xantana

 

Procedimiento:

  1. Para la gelatina de lavanda, colocar una olla sobre el fuego con 500 ml de agua, la glucosa, el jugo de limón amarillo y las semillas de cilantro. Dejar que hiervan durante 5 minutos y añadir la lavanda. Retirar la olla del fuego, tapar y dejar en reposo durante 15 minutos. Colar y reservar.
  2. Sumergir las láminas de grenetina en un tazón con agua fría y dejar en reposo hasta que estén suaves. Escurrir las láminas de grenetina, incorporar al jarabe de lavanda y mezclar hasta disolver por completo. Colar nuevamente y verter la preparación en un molde cuadrado. Refrigerar la gelatina durante 4 horas o hasta que cuaje. Cortar la gelatina en cubos de 2 x 2 cm y reservar en el refrigerador.
  3. Para el jugo de frambuesa, colocar a baño María un tazón con las frambuesas, el azúcar, el jugo de limón y las flores. Cocinar mezclando ocasionalmente hasta que las frambuesas hayan soltado su jugo y se hayan deshecho.
  4. Colar el jugo de frambuesa y combinar con la goma xantana. Dejar que enfríen y reservar en el refrigerador.
  5. Para el montaje, distribuir el jugo de frambuesa en la base de 5 platos hondos y extender para formar espejos. Añadir encima de cada espejo 1 cubo de gelatina de lavanda, espolvorear el polvo de Jamaica y rociar el aceite de manzanilla. Colocar al centro de cada plato una pitahaya. Decorar con flores y hierbas. Servir.

 

 

Maridaje Food and Travel:

Tequila blanco cristalino con aromas de agave cocidos, balanceado entre los dulzor y lo amargo.

Sugerencia: Patrón Silver, Patrón Tequila

Panquecitos de moras azules y polenta con jarabe de naranja

 

En esta temporada de otoño, prepara panquecitos de moras azules y polenta con jarabe de naranja. A toda tu familia les encantará.

.

 

Porciones: 6 panqués individuales o un pastel para compartir

Ingredientes:

  • 200 g de azúcar, más 1 cdta. para espolvorear
  • 200 g de polenta
  • 75 g de almendras molidas
  • 1 cda. de bicarbonato de sodio
  • 125 g de yogurt natural
  • 2 huevos
  • 1 cdta. de aceite de oliva
  • ½ cdta. de jugo de naranja
  • 225 g de moras azules
  • 2 cdtas. de almendras rebanadas

Para el jarabe de naranja

  • Jugo de 3 naranjas
  • 4 cdtas. de azúcar

Para servir

  • Nata de leche, al gusto

6 moldes antiadherentes individuales de 8.5 cm de diámetro o un molde para pastel de 23 cm de diámetro

Procedimiento:

  1. Precalentar el horno a 180°C. Engrasar los moldes y cubrir la base con papel encerado. En un recipiente, colocar el azúcar, la polenta, las almendras molidas y el bicarbonato de sodio. Incorporar el yogurt, los huevos, el aceite de oliva y el jugo de naranja; revolver hasta formar una pasta suave.
  2. Apartar 150 g de moras azules y colocarlas en el fondo de los moldes. Verter la mezcla sobre los moldes y esparcir el resto de las moras encima, junto con las almendras rebanadas y un poquito de azúcar.
  3. Hornear hasta que la superficie esté dorada, aproximadamente durante 30 minutos para los moldes individuales y durante 55 para el molde grande. Retirar del horno y dejar reposar 5 minutos. Desmoldar y colocar sobre una rejilla con la parte superior bocabajo. Dejar enfriar por completo.
  4. Para el jarabe de naranja, colocar el jugo de naranja y el azúcar en una cacerola; disolver y cocinar a fuego bajo durante 8 minutos hasta obtener un jarabe espeso. Transferir a un recipiente y dejar enfriar. Servir los panqués y acompañar con el jarabe de naranja y la nata de leche.

Tarta de crema de moras azules y limón

 

Aprende a preparar esta exquisita receta de tarta de crema de moras azules, una delicia para este otoño. Y sorprende a toda tu familia e invitados.

.

 

Porciones: 8 porciones

Ingredientes:

  • 100 g de mantequilla, suavizada
  • 50 g de azúcar glas, cernida
  • Ralladura de un limón
  • 225 g de harina de trigo, cernida
  • 1 huevo, batido
  • 1 cdta. de miel, tibia

Para el relleno

  • 300 g de moras azules
  • Ralladura de un limón
  • 300 ml de crema ácida
  • 1 cdta. de harina de trigo
  • 75 g de azúcar de vainilla
  • ½ cdita. de semillas de vainilla
  • 3 huevos más una yema, batidos
  • Azúcar glas para espolvorear

Un molde para pastel de 23 cm de diámetro

 

Procedimiento:

  1. Acremar la mantequilla junto con el azúcar glas y la ralladura de limón. Añadir 3 cdtas. de harina de trigo y mezclar con el huevo hasta formar un pasta. Mezclar el resto de la harina con una pizca de sal hasta formar una bola. Aplanar un poco, envolver en plástico adherente y refrigerar una hora.
  2. Precalentar el horno a 190°C. Estirar la masa y forrar el molde; refrigerar durante 20 minutos. Cubrir la masa con papel encerado, colocar frijoles crudos y hornear durante 20 minutos. Retirar los frijoles y el papel; hornear 5 minutos más. Reducir la temperatura del horno a 160°C. Con una brocha, untar la masa con miel y esparcir 175 g de moras y la ralladura de limón en la base.
  3. En un recipiente, mezclar la crema, la harina, el azúcar de vainilla, las semillas de vainilla y los huevos. Añadir el resto de las moras a la mezcla y verter sobre el molde. Hornear durante 15 minutos. Acomodar con cuidado el resto de las moras sobre la superficie de la tarta. Espolvorear con un poco de azúcar y hornear de 25 a 30 minutos, hasta que la crema esté firme y los bordes estén un poco inflados y dorados. Enfriar a temperatura ambiente, sacar del molde y dejar enfriar durante 20 minutos más antes de rebanar. Para servir, espolvorear con azúcar glas.

Queso de cabra a la parrilla con moras azules

 

Prepara esta receta de queso de cabra a la parrilla con moras azules, nectarinas y aderezo de tomillo. Un platillo diferente y rico.

.

 

Porciones: 4 porciones

Ingredientes:

  • 400 g de queso de cabra en tubo
  • 4 ramitas de tomillo
  • 2 cdtas. de aceite de oliva
  • 25 g de mantequilla con sal
  • 4 nectarinas, cada una rebanada en 10 gajos
  • 250 g de moras azules
  • 2 cdtas. de licor de durazno
  • Hojas de acedera romana o berros para servir

 

Procedimiento:

  1. Precalentar la parrilla a temperatura alta. Cubrir una charola grande para hornear con papel encerado. Cortar los quesos a la mitad de manera horizontal y colocar sobre la charola con el corte hacia arriba. Romper las ramitas de tomillo y esparcirlas sobre el queso; añadir un poco de pimienta negra molida junto con la mitad del aceite.
  2. Calentar el resto del aceite y la mantequilla en una sartén grande y freír las rebanadas de nectarina por ambos lados hasta que estén ligeramente doradas. Agregar las moras y agitar la sartén para revolver con el resto de los ingredientes. Añadir el resto de la acedera romana y el licor de durazno, y continuar cocinando durante un minuto o hasta que los jugos se vuelvan más espesos.
  3. Asar las mitades de queso de 3 a 4 minutos hasta que se doren. Servir el queso inmediatamente (cuando aún esté caliente y suave) junto con la fruta, y esparcir los jugos encima. Decorar con hojas de acedera romana o berros.