Dentro de la Condesa encontrar un restaurante que tenga más de 10 años de vida es un verdadero asombro. Y Milo’s es esa gran sorpresa. En una esquina de la colonia, este acogedor lugar nos enseñó cómo ha logrado la hazaña. Es primordial adaptarse a las nuevas tendencias gastronómicas sin perder de vista la esencia, en este caso, la de un bistrot con cocina mediterránea. Y por eso renueva su menú, pero sin dejar ir sus clásicos. Texto: América Navarrete / Fotos: Cortesía. 

 

Clásico de la Condesa

 

Milo's

 

La historia de Milo’s se remonta a 2010; empezó como un pequeño bistrot con toques franceses. Con el tiempo evolucionó, ampliando sus espacios, pero sin perder ese toque acogedor. Se volvió ese restaurante donde puedes ir a comer a diario, o para celebrar una ocasión especial o ir un jueves a tomar una copa de vino y escuchar jazz en vivo. Pero la cocina de Milo’s sabe que debe evolucionar junto con las nuevas tendencias. Por ello, su menú se renueva de la mano del chef Carlos Cifuentes, quien lleva dirigiendo este lugar por dos años aproximadamente, aplicando los conocimientos que la escuela francesa le dio.

 

Amor a los vegetales

 

Milo's

 

Carlos ha renovado la carta pensando en mantener la esencia del bistrot con toques mediterráneos, donde abunda el uso de vegetales de Yolcan y de temporada. Una gran muestra de esto es la calabaza rostizada con puré de almendra y chile seco con parmesano grana padano, una combinación de sabores que te hacen pensar que los vegetales son la estrella de la casa, o la alcachofa rostizada con salmoriglio de alcaparras y queso azul. Entradas perfectas para acompañar con un vino blanco O´Fillo. Pero también podrás encontrar clásicos como el plato de quesos franceses.

 

Renovando los básicos

 

Milo's

 

Otro ejemplo del gran uso de los ingredientes es el risotto de salchicha italiana (elaborada en casa) y puré de jitomate deshidratado, con el cual el chef enfatiza que uno de sus ingredientes favoritos es una buena mantequilla. La pasta es un referente en Milo’s, como el parpadelle en ragú de rabo de buey braseado, que se cocina por 16 horas permitiendo que los sabores y la carne se te derritan en la boca. La lubina con beurre blanc de albahaca y limón eureka, con cebolla caramelizada, es otro platillo que sorprende por su frescura, y combinación de sabores.

Como un buen bistrot, el vino es un tema que se toma con mucha seriedad. Su carta extensa te lleva desde vinos mexicanos, estadounidenses, franceses y españoles. Y parte de esta nueva etapa es la introducción del vino de la casa Milo’s hecho por la casa Montefiori, de Valle de Guadalupe. Perfecto para maridar con todos estos platos principales.

 

Delicioso final

 

Milo's

 

Y en definitiva, los postres son motivo suficiente para darte una vuelta para conocer la nueva carta de Milo’s. Es difícil saber por donde empezar: entre la pavlova con cremosa de queso de cabra con ciruela, higos y pistaches perfecta para compartir, o la crème brulee con helado de lavanda, la cual te podrías comer tú solo sin querer darle a nadie.

Toda la experiencia de comer dentro de Milo’s se podría definir como: reconfortante. Un lugar que con su diseño te acoge desde el primer instante. Con el piano sonando de fondo (si vas en viernes y sabes tocar el piano, lo puedes usar) mientras te saboreas una copa de vino, junto con una comida bien cuidada, te hace recuperar energía dentro de esta caótica ciudad. Y como dice el chef Carlos Cifuentes, ya sea venir solo a comer y seguir con tu día, o venir a celebrar una ocasión especial, es una buena idea ir a Milo’s.

Dónde: Amestardam 308, Col. Condesa. Cheque promedio: $550 pesos por persona. Horarios: L-M 8:00-23:00 hrs, J-V 8:00-00:00 hrs, D 9:00-20:00 hrs , J : Noches de Jazz. IG: @miloscondesa

 

 

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