En la época navideña, la cena se convierte en un despliegue de sabores y texturas, desde pavos asados hasta platillos más tradicionales como el bacalao y los romeritos. Para guiarnos en el maravilloso mundo de los maridajes, entrevistamos a la reconocida sommelier Gina Estrada, de Vinos El Cielo, quien nos compartió su expertís sobre la elección perfecta de vinos para resaltar cada sabor de nuestra cena navideña. Fotos: Cortesía Vinos El Cielo. 

 

Maridajes navideños para entradas y postres: espumosos

 

De acuerdo con la experta, los vinos espumosos son el abanico más importante de posibilidades de maridaje por muchas razones, una de ellas es que suelen tener estructura debido a las burbujas, lo que permite una versatilidad única, que los convierte en la opción ideal para la mayoría de las entradas y postres.

 

Maridajes navideños

 

“Para las entradas y aperitivos, siempre recomiendo la versatilidad de las burbujas, como un cava espumoso. Dentro de categorías como extra brut, brut, y demi sec, cada una se adapta mejor a distintos momentos de la comida. Los extra brut o brut nature, por ejemplo, son ideales para entradas, botanas y quesos frescos. El brut, al ser muy versátil, puede acompañar toda la cena. Mientras tanto, el demi-sec, con un toque de azúcar residual, se destaca en postres y también en contrastes con quesos azules. Además, la burbuja evoca celebración y felicidad, dos características de las fiestas decembrinas”.

 

Plato principal: logrando la mejor sinergia

 

La sommelier Gina nos guió a través de los matices del maridaje en el plato principal de la cena navideña, que naturalmente se convierte en el epicentro de sabores, por lo que un sutil equilibrio entre vinos tintos, blancos, y espumosos se puede transformar un pavo, un bacalao, unos romeritos o una pierna de cerdo en una sinfonía de sabores única.

 

Maridaje bacalao

 

Si nos adentramos en un pavo, la elección del vino dependerá del tipo de relleno. Para rellenos dulces, un chardonnay con barrica es ideal, mientras que un pavo más tradicional podría maridar perfectamente con un chenin blanc. Los pavos ahumados, por otro lado, cambian el juego. Aquí, nos inclinamos hacia tintos más intensos, como un malbec, cabernet sauvignon o incluso un syrah, sin olvidar que la intensidad del ahumado también puede equilibrarse con un tinto joven y fresco”.

En cuanto a los maridajes para platillos como pierna/lomo de cerdo al horno, mencionó que éste se hará siguiendo los sabores de la salsa, “Si es preparado, por ejemplo, con salsa de ciruelas, quedaría muy bien con tintos o con un champán o espumoso rosado. Si es al horno con piñas y cítricos, lo que te quedaría es un champán demi-sec, como el caso de Sublime, también podría ser un chardonnay con barrica, como Capricornio de Vinos El Cielo”.

 

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Entre memes y chistes familiares, ¡el 25 de diciembre oficialmente da inicio la temporada de recalentado! Y cómo no vamos a comer lo mismo durante días, si el banquete navideño mexicano es excepcional: desayunar, comer y cenar pavo, romeritos y bacalao después de Navidad, es casi una tradición mexicana. Te contamos qué se come en México en Navidad y el motivo de nuestro amor por el recalentado. Fotos: Adobe Stock y Cortesía.

 

¿Desde cuándo se celebra la Navidad en México?

 

 

Primero lo primero, cuándo y cómo es que adoptamos esta celebración en tierras mexicanas. Básicamente fue consecuencia del proceso de colonización española en América. La primera celebración de Navidad en México sucedió en 1528, a cargo de Fray Pedro de Gante en la Capilla del Colegio de San José, dentro del convento de San Francisco. Ya después para el banquete, los mexicanos nos pintamos solitos.

A pesar de que en cada casa puede variar el menú navideño de acuerdo a gustos y tradiciones, aquí te contamos cuáles son las preparaciones más típicas.

 

 

Pierna o lomo de cerdo al horno

 

Lomo al horno

 

Dicho esto, ahora sí comenzamos con este recorrido por los platillos que comemos en México en Navidad. Para comenzar hablemos de la pierna o lomo de cerdo al horno, y del delicioso adobo que lo acompaña.

Sin duda uno de los máximos representantes de la gastronomía mexicana es el chile, y no podía faltar en los platillos que comemos en Navidad. Claro ejemplo es el adobo en el que bañamos la pierna o lomo. El adobo es prácticamente una salsa espesa de chiles secos (ancho, guajillo y pasilla), especias y vinagre en el cual marinamos esta carne, para posteriormente cocerla lentamente y finalmente disfrutarla jugosita.

 

 

Romeritos con tortitas de camarón

 

Romeritos en Navidad

 

Continuamos con los romeritos, un platillo típico tanto en Cuaresma, como en Navidad, en esta última es prácticamente un indispensable a saborear. Se trata de un guiso de quelites que se preparan con mole y se acompaña con tortitas de camarón seco y nopales.

Y de hecho esta receta tiene su origen en México, pues los aztecas incluían romeritos en su dieta, solo que en lugar de camarones solían incluir ahuautles, considerado como el caviar mexicano. Actualmente una de las principales comunidades productoras de este ingrediente en Ciudad de México es San Andrés Mixquic.

 

 

Pavo de Navidad relleno y horneado

 

Pavo en Navidad

 

Otro de los platillos que comemos en México en Navidad es el pavo, esta ave originaria de territorio nacional donde la conocemos como guajolote y es prácticamente símbolo de celebración: en bodas, cumpleaños, fiestas, y claro, Navidad.

En las fiestas navideñas mexicanas es muy popular el pavo relleno y horneado. La receta varía mucho de acuerdo a la casa en la que se prepara, algunos de los ingredientes más comunes en el relleno son: almendras, ciruela pasa, manzana, piñones, nueces, jugo de naranja, vino blanco y carne de cerdo molida.

 

Bacalao a la vizcaína

 

Bacalao en Navidad

 

El cuarto platillo es originario de España y fue traído a México durante la época colonial: bacalao. Este pescado curado en sal es obra de los vikingos y su necesidad por conservar la comida. Sin embargo, su uso en la cocina es obra de los vascos, quienes lo guisaron con papas, aceite de oliva y más ingredientes.

En México comemos el llamado bacalao a la vizcaína. Se compone de bacalao seco, aceite de oliva, cebolla picada, dientes de ajo picados, jitomate en cubos, papas peladas y cortadas en cubitos, alcaparras, almendras sin cáscara troceadas, aceitunas verdes rellenas de pimiento morrón, chiles güeros, sal y pimienta.

 

Ensalada de manzana

 

ensalada de manzana en Navidad

 

Finalmente llegamos a uno de los platillos navideños más camaleónicos, pues para algunos es un postre y para otros es una guarnición: la ensalada de manzana. Suele prepararse con manzanas cortadas en trozos, nueces, pasas, crema y leche condensada. Algunas veces incluso se le agrega piña, melón, piñones o durazno.

Y sumados todos los platillos que se preparan en los hogares mexicanos, al día siguiente, o incluso varios días después, el mexicano tiene la costumbre de seguir comiendo el famoso «recalentado» de estos platillos, reinterpretando estos mismos, ya sea en una torta o en un típico taco. 

 

Torta de romeritos

 

¿Ya avivamos tu espíritu navideño? Antes de preparar la cena de Navidad este año, checa cuáles son los árboles navideños más sorprendentes del mundo, te sorprenderás con la autenticidad.

A pesar de su nombre, los romeritos no tienen ningún parentesco con el romero; de hecho lo único que los relaciona es el nombre y la forma de sus hojas, que por cierto, son muy tiernas. Seguro los has saboreado, ya sea en el clásico revoltijo (platillo con mole) o en tortitas con huevo. Pero, ¿desde cuándo se consumen y por qué los consumimos? Te compartimos algunos datos relevantes para que los recuerdes mientras los disfrutas en tus posadas y fiestas decembrinas.

Los romeritos son un quelite que se consume desde la época prehispánica. De hecho, los aztecas lo consideraban un alimento valioso para la salud, y con mucha razón, pues se sabe que son ricos en fibra, hierro, potasio y vitaminas como A y C. Ésta planta crece en la milpa y aunque nuestros antepasados sabían el potencial culinario que tiene, los españoles lo consideraron como “maleza”, por lo que cayó en ligero desuso.

romeritos

 

Aún así, como tal, el platillo que conocemos como romeritos (que algunos aman y que otros simplemente no), pudo haber nacido durante la Nueva España, cuando en épocas festivas se buscaba no consumir carne. Las plantas van cocinadas sobre un mole y acompañadas de papas cambray, nopales y tortitas fritas de camarones secos.

En nuestros días los romeritos crecen en alrededor de 10 estados de la República Mexicana; pero principalmente en la Ciudad de México, donde el año pasado hubo una producción de 4 mil 162 toneladas cultivadas del mismo. Su consumo se ha convertido en un elemento que nos da identidad y nos reconforta el corazón.

romeritos