Hierro forjado, cristal, cerámica vidriada, plata, porcelana, arcilla y hasta acero inoxidable… Una y otra vez hemos hablado de los diferentes materiales que se emplean en la confección de teteras de alta calidad alrededor del mundo. De entre todos ellos, un nombre destaca por su perfecta capacidad para infundir hojas y brotes de camellia sinensis: ¡Celadón! Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Originaria de China, la porcelana de celadón posee un lugar privilegiado entre los fanáticos del té, especialmente cuando de infundir tés blancos, amarillos y verdes se trata. Pero, ¿cómo se elabora?, ¿cuáles son sus características?, y más importante aún, ¿qué beneficios ofrece a la infusión de camellia sinensis?

 

Porcelana oriental

 

Desde un punto de vista técnico, el Celadón se refiere tanto a un color de esmalte como a un tipo de cerámica propio de China. La historia cuenta que el celadón fue inventado por los alfareros chinos de la región de Yue, en el Siglo II; cocciones de hasta 1,200 °C permitían obtener una especie de recubrimiento vítreo sobre las piezas de porcelana, provocado por el contacto de la cerámica con las cenizas calientes de madera, paja de arroz y otras fuentes de combustible vegetales.

 

Porcelana Celadón

 

Este recubrimiento daba un acabado transparente, brillante e impermeable, el cual poco a poco y con el desarrollo del torno fue adoptando singulares tonalidades marrones, amarillas y verdosas. ¡Sí!, la porcelana de celadón es fácilmente reconocible gracias a su color verde claro, casi aqua, al que los chinos están muy acostumbrados pues remite al jade, la piedra sagrada.

Si bien las primeras piezas nacieron en China, la técnica fue incorporándose al saber hacer tradicional de Taiwán, Corea y otras latitudes de Asia con el paso de los años. Hoy, todo tipo de teteras de corte europeo, gaiwanes y cuencos, entre muchos otros utensilios de servicio de té alrededor del mundo, se elaboran con esta particular porcelana.

 

¿Sus beneficios?

 

Antes que nada, es importante decir que en la tradición china el celadón transmite elegancia y confirma la maestría y sofisticación del consumidor o especialista de té. Las piezas pueden ser naturales, de color jade brillante, aunque también incluir elementos y escenas de la naturaleza, siempre definidos por líneas y trazos muy alargados y finos, o bien incluir grabados personalizados a solicitud de cada casa de té. Una vajilla de porcelana de celadón puede demorar hasta 6 meses en fabricarse, siempre metódica y cuidadosamente a mano.

 

Porcelana Celadón

 

En términos de infusión, el material es realmente notable. El celadón se calienta paulatinamente, contrario al cristal, la cerámica, el hierro forjado o la arcilla de yixing, permitiendo así una infusión homogénea, precisa y suave con las hojas y brotes de camellia sinensis. Esta condición lo hace idóneo con hebras de té extremadamente frágiles, como el imperial gyokuro japonés, tés blancos de brotes apicales o algunos de los grandes oolongs de baja oxidación. La coloración natural de la porcelana también permite apreciar correctamente el color del té, develando toda su viscosidad, brillantez o limpieza.

Conseguir celadón auténtico no es tarea fácil y es que, muchas de estas piezas están reservadas para coleccionistas y verdaderos amantes del té en Asia, Europa y Norteamérica. En México bien puede encontrarse en casas de té especializadas, traídas literalmente en las maletas de sus propios maestros y propietarios. escueladete.mx

 

Porcelana china

 

 

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Oficina, escuela, patio de juegos, salón de belleza e incluso restaurante… Si algo nos ha enseñado el 2020, es que nuestro hogar puede convertirse en el espacio ideal para vivir intensos momentos de placer. ¿Parrillada en casa? Nada como hojas y brotes de té para darle un delicioso perfil ahumado a todos y cada uno de sus platillos. Ahumar con té es una de las formas más divertidas y deliciosas para incorporar a la cocina del día a día todo el aroma y sabor de la camellia sinensis, la planta del té. Si bien el proceso es simple, es importante seguir algunas recomendaciones para no fallar en el intento. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

 

¿Cómo hacerlo?

 

Lo primero es recordar que las hojas de té nunca deben aplicarse directamente sobre el fuego. El contacto directo con las llamas puede quemarlas fácilmente, derivando en desagradables notas amargas que, más allá de beneficiar al alimento, lo arruinarán. Así, el ahumado con té debe realizarse siempre con calor indirecto, de forma que el sabor de las hojas y brotes permee sutilmente sobre el producto sin quemarse.

 

Ahumar con té

 

¿Qué tés se pueden utilizar para ahumar carnes, verduras y otros alimentos?”. Tés con aromas propios de humo o ligeramente tostados de origen son los ideales, sin importar si se trata de verdes, oolongs, negros o puerh, ya sean puros o blendeados con otros ingredientes.

También es importante saber que el sabor del producto a ahumar mejora cuando las hojas de té se combinan con sal, azúcar o algún otro sazonador. En Asia Sudoriental, por ejemplo, las hojas de té se tuestan ligeramente o se frotan en presencia de humedad o grasas-aceites antes de incorporar al ahumado, proceso que reduce la probabilidad de quemarlas y beneficia el perfil general del platillo terminado.

 

Ahumar con té

 

Proceso de ahumado

 

También hay que recordar que es recomendable reemplazar las hojas de té constantemente durante todo el proceso de ahumado, a fin de impartir siempre notas agradables y nunca matices quemados. Una vez elegido el té y alimento, es importante recordar que el ahumado resulta mejor mezclando las hojas de té con arroz crudo, cereales tostados (como avena o cebada) y/o virutas de madera secas, nunca resinosas. Si no se cuenta con un ahumador profesional, basta con emplear un wok forrado con papel aluminio sobre el cual se coloque la mezcla de té y encima la parrilla con el producto; sólo así se puede garantizar una fuente de calor indirecto.

 

Carne ahumada

 

¡Variedades ideales de té para ahumar! Empezaremos apuntando al mítico Lapsang Souchong, cuyo sabor intenso y notas naturales de humo, madera de pino y tostados sutiles permiten enriquecer carnes rojas, aves, vegetales y hasta pescados. El Masala Chai, con sus notas especiadas y delicioso perfil cítrico, es perfecto para ahumar huevos, pescados y carnes magras. Ni qué decir de los tradicionales Keemun, repletos de tonos frutales, bien delicados y redondos, ideales para acentuar el sabor de pollo, pato y carnes rojas. Ahora que, si de ahumar crustáceos y frutos del mar se trata, nada como el Hojicha japonés (última cosecha de Sencha, que ha sido tostado), con sus delicadísimos recuerdos de nueces y dulces notas torrefactas. escueladete.mx

 

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Decir té Keemun es apuntar a uno de los diez más preciados y famosos de China. Es reconocible por su brillante infusión, delicioso aroma y suavidad en boca. Conoce todo sobre esta auténtica joya del mundo del té. Fotos: Escuela Mexicana de Té.

 

El origen detrás de una taza

 

Es también conocido como Keemun Gongfu o Qimen Gongfu, según distintos dialectos. Se trata de un té originario del Condado de Qimen, en la provincia de Anhui, en China. Su nombre, como el de muchos otros exponentes del Lejano Oriente, está asociado a su lugar de origen y una larga tradición productiva.

 

té Keemun hojas fermentadas

 

La historia cuenta que, en un principio, en Qimen sólo se producía té verde. Pero empezaron a elaborar té negro después de que un joven oficial civil introdujera nuevas habilidades adquiridas mientras aprendía acerca de la fabricación del té negro en la provincia de Fujian. El oficial usó las mismas hojas que sus vecinos empleaban para hacer té verde y el resultado fue tan bueno que, al poco tiempo, esta creación logró viajar a Europa para popularizarse entre sus consumidores.

Al ver el éxito, muchísimos granjeros empezaron a cambiar del té verde al negro. La gran demanda y facilidad de transportación de esta nueva variedad, capaz de mantenerse en buen estado por largos periodos de tiempo, permitieron cimentar su producción local.

 

¿Cómo es el té Keemun?

 

Se trata de un té negro completamente oxidado. Los mejores ejemplares son aquellos que se producen a partir de puros brotes, como el Hoa Ya del pequeño pueblo de Da Wu. También hay variedades de segundo grado como el Keemun Mao Feng, elaborado con brotes y dos o tres hojas de Camellia sinensis, la planta del té. Después de la cosecha y proceso de manufactura, las hebras finales adquieren un tono muy oscuro y forma de tiras delgadas, enruladas y muy apretadas.

 

té Keemun taza

 

Para infundir correctamente, se debe emplear un gramo de té por cada 80 a 90 mililitros de líquido de infusión, a 95 °C, por entre 3 y 7 minutos. El té Keemun despliega un típico color rojo brillante en taza, así como un marcado aroma floral y ligeramente ahumado, con tonos de nuez, ciruelas y orquídeas. En boca, este té negro es excepcionalmente delicioso, bien suave, con sutiles matices de sabor y larguísima persistencia.

 

¿Cómo beberlo?

 

Si bien los puristas recomiendan beberlo solo, para acceder a sus más puros aromas y sabores, el té Keemun también puede acompañarse con distintos complementos. Leche, limón, miel, melaza, terrones de azúcar también tienen cabida. Todo depende de la tradición local y gusto personal.

 

Día Internacional del Té

 

Para maridar, las combinaciones más frecuentes incluyen embutidos suaves, pescados grasos ahumados, quesos de hongo azul, chocolates oscuros y caramelos. En China, el té Keemun forma parte de la mesa diaria, como complemento de entradas frías y calientes; sopas, guisados con proteína animal y todo tipo de golosinas. No tema llevarlo a la mesa y experimentar con diferentes platillos salados y dulces, ¡se sorprenderá! escueladete.mx

 

 

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Si debiéramos elegir un único ingrediente que fuera capaz de exaltar todos los aromas y sabores del té, en sus múltiples tipologías y expresiones, la respuesta sería sencilla… ¡Queso y té! Descubre por qué este elemento es ideal para acompañar tu bebida favorita. Fotos: Escuela Mexicana de Té.

 

Los efectos de esta unión

 

Lejos de tendencias y modas globales, es importante saber que la unión que forman “queso y té” es mucho más antigua de lo que parece y, por encima de todo, absolutamente lógica. Como el vino, la infusión de Camellia sinensis ofrece toda una gama de sabores y sensaciones en boca, capaces de aminorar, neutralizar o potenciar a su contraparte líquida. Mientras que el queso, en su gloria infinita, ofrece un incomparable equilibrio a la astringencia, acidez, dulzor, salinidad y amargor del té.

 

queso y té maridaje

 

Hace algunos años, los productores de quesos de Wisconsin dieron en el clavo. El té posee características sensoriales similares al vino, así como taninos, que permiten un maridaje óptimo. Sin embargo, el beneficio que ofrece una bebida caliente es mucho más sorprendente; el calor del té extrae aromas y sabores subyacentes, algo que una bebida fría nunca podrá hacer. Fascinante, ¿a poco no?

Armonizaciones ideales

 

De forma genérica, es posible apuntar a casamientos infalibles a la hora de combinar té y queso. Los tés blancos acompañan bien a quesos frescos con bajo contenido de sal y buen nivel de acidez. Por su parte, los tés verdes combinan perfectamente con quesos curados o ahumados, como el Provolone o el auténtico Manchego.

Para el té negro, dejamos los quesos de hongo azul, con altísima potencia aromática y gustativa. Y los pu-erh, dependiendo su estilo y método productivo, hacen lo propio con cuajados de leche ultra maduros e incluso aderezados con especias, pimientos y un sinfín de ingredientes picantes. Una taza de Sheng pu-erh es sublime al compás de nuestro excepcional Cotija.

 

queso y té

 

“¿Y los oolong?”. Productores en todo el planeta apuntan al perfecto matrimonio que integran distintos derivados lácteos con esta tipología de té. El tradicional queso Montague de leche de oveja y vaca, de sabor medio, con buen balance graso, es delicioso con las notas florales de los oolong de baja oxidación.

Los Doble Crema, en sus múltiples variantes regionales, de textura suave, cremosos y profundos, son inigualables con oolong de oxidación media blendeados con duraznos y frutos de hueso. Ni qué decir del encuentro entre tés oolong de alta oxidación con quesos de hongo blanco, particularmente Camembert, Brie, Brillat-savarin y Coulommiers.

 

Sin límites

 

La quinta esencia del maridaje queso y té llegó hace algunos años, envuelta en una frase: ¡Cheese tea! Imagine usted una bebida masiva, casi viral, en la que tés verdes, negros, blancos, oolong y pu-erh se cubren con queso crema espumoso. Después, se espolvorean con sal marina o azúcar para provocar una experiencia gustativa fuera de este mundo.

 

cheese tea

 

La tendencia comenzó hace algunos años, en modernas casas de té de Asia. Establecimientos como Heytea, Royaltea y Regiustea, todas con sede en China, comenzaron a combinar la infusión de hojas y brotes de Camellia sinensis con queso crema espumoso.

¿El resultado? Una bebida esponjosa, cremosa y rica, con un toque de salinidad que ayuda a potenciar los matices aromáticos y gustativos del té. Singapur, Taiwán, Malasia, China, Canadá y Estados Unidos, particularmente Nueva York y Los Ángeles, se cuentan entre los destinos que adoptaron la tendencia en los últimos años.

 

Receta del Cheese tea

 

La receta es simple: el té se infunde en frío, sumergiendo las hojas de té en agua a temperatura ambiente durante ocho horas. Una vez lista, la infusión se sirve con una proporción perfecta de 80 por ciento té y 20 por ciento queso crema espumoso. Libremente, casas y barras de té en todo el mundo también han ido incorporando ingredientes como chocolate, yogur, cereales y todo tipo de frutas a la infusión.

Sin embargo, una única regla persiste: los dos elementos de la bebida, queso y té, deben permanecer separados. Nunca deben utilizarse popotes para beberla; por el contrario, la taza debe tomarse con la boca, dejando a quienes se atreven a probarla un inevitable bigote de queso. escueladete.mx

 

 

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Brasil, Ecuador, Bolivia, Guatemala, Colombia, Perú y Argentina, entre otras naciones de Centro y Sudamérica, también poseen una larga tradición en torno a la infusión de hojas y brotes de Camellia sinensis, la planta del té. Exploremos los andares de esta milenaria bebida por el Cono Sur. Fotos: Cortesía Escuela Mexicana de Té

“Argentina es sinónimo de yerba mate”. ¡Es cierto!, pero también de camellia sinensis. De hecho, pocos saben que Argentina se cuenta entre los principales productores de té a nivel mundial, con exportaciones que cada año superan las 75 mil toneladas métricas.

 

Su pasado

 

La historia del té en Argentina es bastante reciente. La Camellia fue introducida a su territorio en 1920, con semillas importadas directamente desde Rusia. La mala calidad de las primeras cosechas hizo que la planta del té literalmente se mantuviera como un cultivo de mínima relevancia.

 

Té de Argentina, plantíos

 

Con la prohibición de 1951, que impedía el flujo de tés importados, nuevas y mejores plantaciones se establecieron en la provincia de Misiones, en el extremo noreste del país. En menos de 10 años Argentina estaba exportando té a Chile.

Hoy, el té argentino viaja a distintas regiones del planeta, particularmente a los Estados Unidos pero también a Europa. La gran mayoría de sus hebras se destina a la producción de tés helados, blends de té de gama media-baja y tés instantáneos en polvo. ¡Créalo!, ahora mismo podría estar bebiendo hebras de esta fascinante y singular región.

 

¿Cómo son los tés de Argentina?

 

Es importante decir que se trata de hebras cultivadas a baja altitud, ligeramente neutras y sencillas en expresión aromática y gustativa. Típicamente, se procesan a través del método ortodoxo, aunque casi siempre hay presencia de procesos industrializados, como máquinas CTC (cortar, triturar y enrular, por sus siglas en inglés) o moledoras de hojas rotatorias LTP. Toda la cosecha se realiza con grandes tractores, que cortan abundantes porciones de hojas y brotes mecánicamente.

 

Té de Argentina Máquinas

 

La mayor parte de la producción sigue sucediendo en las provincias de Misiones y Corrientes, sin embargo, también pueden hallarse pequeñas cantidades de té en otras regiones, generalmente de mejor calidad y siempre reservadas al consumo doméstico. Bien dicen que los mejor es lo que se produce en casa.

 

Tipologías

 

En territorio argentino, todo puede resumirse en tés negros. Las hebras de mayor calidad provienen de las primeras cosechas del año (octubre a noviembre), cuando las hojas de la Camellia están tiernas. También pueden hallarse pequeñísimas cantidades de tés verdes, elaborados con sistemas de producción híbridos que someten las hojas al vapor y después las secan en los mismos hornos utilizados para el té negro.

 

té de Argentina

 

En México, como tés puros asociados a su origen, es casi imposible hallarlos. La realidad es que para probar todo el aroma, sabor y tradición de Argentina en taza, hay que hacer maleta y aventurarse a descubrirlos in situ. escueladete.mx

 

 

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Hemos decidido hacer una pausa para refrescar la cuarentena en casa y explorar una de las tazas más divertidas y deliciosas del mundo… ¡Bubble tea! 

Internacionalmente conocido como “té de burbujas”, “pearl milk tea” o simplemente “boba”, el bubble tea puede rastrear sus orígenes hasta inicios de la década de 1980, en las grandes ciudades de Taiwán. La historia cuenta que en aquella época los jóvenes estudiantes solían detenerse en los puestos callejeros a beber té después de la escuela. La competencia entre vendedores dio vida a múltiples tazas, entre ellas el “bubble tea” original.

 

Bubble tea tarro

 

Se dice que un vendedor en particular comenzó a añadir jugos de fruta al té helado, con el propósito de saborizar la infusión. Para alcanzar un tono y sabor homogéneos, la mezcla debía agitarse vigorosamente y después verterse en taza. Este singular procedimiento causaba la formación de pequeñas burbujas y espuma en la superficie del té. Su nombre se popularizó rápidamente entre los consumidores: bubble tea.

 

Sensación mundial

 

El furor de jóvenes y niños por la bebida inspiró a un sinfín de empresarios locales, quienes no dudaron en llevarla al siguiente nivel. Para 1983, el bubble tea ya contaba con perlas de tapioca entre sus ingredientes, generando toda una nueva moda y terminando de definir esta peculiar taza. Las perlas hidratadas de tapioca, denominadas “boba” en algunas regiones del sudeste asiático, también ayudaban a reforzar la idea de una bebida con “burbujas” en su composición.

 

Bubble tea para dos

 

¿Cómo se prepara? La receta original dicta que las perlas de tapioca primero deben cocerse y enfriarse en el propio té infundido para absorber todo su sabor, y después colocarse en una copa o vaso alto. Hielo picado, leche, azúcar o miel y té negro, muy concentrado, deben agitarse vigorosamente en coctelera hasta espumar. Una vez lista, la mezcla se vierte sobre la tapioca y se acompaña con una cuchara o bien un popote metálico lo suficientemente amplio para absorber las perlas.

 

Combinaciones infalibles

 

El ingenio popular se encargó de generar todo tipo de deliciosas variantes. En Taiwán existen tazas con distintos sabores, desde el tradicional té negro, hasta oolong o matcha, espumados con leche fresca e incluso crema de leche. En el resto de Asia también pueden hallarse versiones libres de lácteos, saborizadas con jarabes naturales y adicionadas con perlas mucho más modernas, rellenas de jugos frutales, o pequeños trocitos de jalea de frutas.

 

Bubble tea matcha

 

De lo tradicional, es importante mencionar la clásica mezcla de té negro (preferentemente libre de tonos ahumados) con leche, miel o jarabe neutro, y perlas naturales de tapioca. Para los amantes del matcha, nada como una buena mezcla con leche de almendra y semillas de chía. Ahora que, si lo que buscas es una refrescante taza libre de cafeína y lácteos, la opción ideal es rooibos con perlas de tapioca saborizadas con jugos frutales; estas últimas pueden adquirirse fácilmente a domicilio con proveedores de cafeterías y tiendas de especialidad. escueladete.com.mx

Blanco, verde, oolong, negro y puerh… El mundo del té bien puede resumirse en estas cinco gamas, capaces de expresar toda la riqueza aromática y gustativa de la camellia sinensis en taza, ¿o no? En los últimos años, una nueva tipología asociada a la planta del té logró capturar la atención de millones de consumidores en todo el planeta. Su nombre: “té morado”. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Pero, ¿de dónde proviene?, ¿cómo se produce?, ¿y a qué sabe…? Eso, querido lector, será motivo de este delicioso encuentro.

 

El camino del té morado

 

Antes que nada, es importante decir que las plantas de hojas moradas se encuentran naturalmente en todas las familias de la planta del té, incluidas la Sinensis y la Camellia Sinensis var. Assamica, desde China hasta India. ¡Sí!, las plantas de té con hojas de tonalidades extrañas no son nada nuevo.

El té que abandera la tendencia morada global crece en Kenia, en altitudes de más de 1,800 msnm. Esta variedad de camellia sinensis, si así podemos decirlo, se desarrolló a partir de ejemplares silvestres procedentes de jardines de Assam, en India.

El Instituto de Investigaciones del Té de Kenia (TRFK, por sus siglas en inglés) dedicó más de 25 años al estudio de estas singulares camellias salvajes, creando clones y perfeccionando su genética a través de la cruza con plantas de Camellia Irrawadiensis, una especie hermana rica en antocianinas, pigmentos que otorgan el color rojo, morado o azul a las hojas, flores y frutos.

 

Té morado

 

Las primeras plántulas de té morado se presentaron a los pequeños agricultores de Kenia en 2011, quienes recibieron estímulos del gobierno para plantarlas y madurarlas en sus granjas. Hoy, según cifras locales, Kenia reúne más de 700 mil pequeños productores de té morado, cuyas hebras se destinan principalmente a Alemania, Reino Unido, Japón, China y los Estados Unidos. ¡Toda una tendencia!

 

¿Cómo se produce?

 

En Kenia, las plantas se cultivan en un clima verdaderamente extremo, a gran altitud, con abundante influencia de los rayos del sol, que las hacen producir enormes cantidades de antocianinas y polifenoles (antioxidantes) para proteger sus hojas.

Después de una cosecha manual, las hojas se procesan de forma similar a la de algunos oolong verdosos, es decir, parcialmente oxidados y con un enrulado muy suave. Es importante decir que, más allá de Kenia, estos cultivares y hebras se han desarrollado también en China, India y Japón, entre otras naciones.

 

Té morado

 

Sabe a…

 

En taza… Se trata de un té de cuerpo ligero, muy similar al té verde, pero libre de sus típicos tonos vegetales y herbáceos. Su infusión desarrolla un típico color cobrizo pálido, con intensos aromas florales y un gusto elegante y balanceado. Además de abundantes antocianinas y compuestos antioxidantes, esta tipología se caracteriza por su reducido contenido de cafeína, lo que la hace una excelente opción para quienes buscan acceder a todos los beneficios de la infusión sin efectos estimulantes.

El té morado también puede blendearse. Diseñadores y casas de té alrededor del mundo no dudan al mostrar su potencial junto a frutos tropicales, frutos de huesos y pétalos de flores deshidratadas.

Después de probarlo, díganos cómo fue su experiencia en taza. Sin duda, ¡deliciosa! escueladete.mx

 

 

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Apuntemos a la Fiesta de la Candelaria, la última festividad del ciclo de Navidad. En México, la celebración es sinónimo tamales verdes, rojos, de dulce o mole, mismos que hemos explorado en muchas ocasiones previas. Lejos de nuestros envueltos de masa de maíz, existen un sinfín de costumbres culinarias asociadas a esta singular fecha alrededor del mundo. Sigue leyendo y te prometemos mucho té. Fotos: cortesía.

 

El origen de la festividad

 

En la tradición católica, la Fiesta de la Candelaria conmemora la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la Purificación de la Virgen después del parto. En las celebraciones paganas centroeuropeas, la festividad elogia la renovación anual de la naturaleza, el regreso del sol tras el invierno y el inicio del ciclo agrícola del trigo.

Los antiguos territorios galos, particularmente aquellos que hoy ocupan Francia, Bélgica y Suiza, celebran esta fecha con el nombre de La Chandeleur o “fiesta de las crepas”. Los viejos galos daban una anticipada bienvenida al sol primaveral preparando crepas; círculos dorados como el astro rey.

 

Candelaria

 

Durante tiempos romanos, la costumbre de hacer crepas se conservó como parte de las Lupercales, fiestas inspiradas en la fertilidad, donde las procesiones con antorchas anticipaban el fin del invierno; la celebración se convertiría al cristianismo gracias al Papa Gelasio I, quien instauró el 2 de febrero como el día de la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén.

Con el paso de los años, las iglesias cambiarían las antorchas por velas, que ayudaban a proteger de la muerte y las cosas malas, dando a la festividad el nombre de La Chandeleur. Las crepas siguieron preparándose a lo largo de los siglos, como símbolos de prosperidad y suerte para el año venidero.

 

Disfrutar con té

 

¿Y el té…? La infusión de hojas y brotes de camellia sinensis es, sin duda, la bebida por excelencia a la hora de servir las tradicionales tortitas de harina, leche y huevo en territorio galo. Desde versiones dulces de azúcar, mermelada o chocolate, hasta rellenas con todo tipo de quesos frescos, crema batida, nueces o frutos rojos, encuentran en tés blancos, negros, verdes y oolong su contraparte ideal.

Para maridar esta “fiesta de las crepas”. Piensa en las tortitas de harina como el elemento conductor de los aromas y sabores propios de los ingredientes de relleno o acompañamiento. Así, podemos asegurar que los tés blancos armonizan al punto con crepas rellenas con duraznos en almíbar, quesos frescos y cremas dulces ligeras espolvoreadas con almendras.

 

Candelaria

 

Tés verdes robustos, particularmente chinos, combinan bien con crepas bañadas con chocolate blanco, quesos de hongo y frutas tropicales; el matcha de grado culinario incluso puede mezclarse junto a la leche y huevos al momento de preparar la masa.

Los oolong de baja oxidación, repletos de aromas de especias dulces y frutos de hueso, son ideales para maridar crepas coronadas con crema batida, nueces tostadas y chocolate de leche; los de alta oxidación, untuosos y robustos, hacen lo propio con crepas rellenas con mermeladas frutales y nata.

 

 

Concluiremos apuntando a los blends de corte europeo, los grandes favoritos a la hora de acompañar crepas durante La Chandeleur. Para crepas rellenas con praliné o crema de avellanas y chocolate, crepas aderezadas con mantequilla y mermelada cítrica, o cualquier versión simple con nata y frutos rojosLa respuesta son Earl Grey (té negro y bergamota), Prince of Wales (té negro y verde con casis), English Breakfast (mezcla de tés negros puros) o el mítico Russian Caravan (ensamble de Keemun y Lapsang Souchong con pequeños aportes de oolong).

Así que ya lo sabes, cambia el atole o el café por diferentes tipos de té para disfrutar de los exquisitos tamales mexicanos, ya sea en el Día de la Candelaria, o cualquier fecha. ¡Te encantará!  escueladete.mx

 

También checa China: celebrando la gran cuna del té. 

La excelencia del té de Sri Lanka, país que se encuentra entre los cinco mayores productores a nivel mundial, estará más cerca de los mexicanos. Esto gracias a la compra que realizó el corporativo Tianté sobre la finca Kalukanda. Dicha empresa nacional es fundadora de la Escuela Mexicana de Té y de TIANTÉ Casa de Té, con lo que se convirtió en la primera de nuestro país en producir sus propias hojas de camellia sinensis. Te contamos más al respecto.

 

Conoce la plantación

 

de Sri Lanka

 

Kalukanda es la finca adquirida por el corporativo Tianté para producir su propio té. Se encuentra entre los lluviosos bosques de Kotapola, en el centro sur de Sri Lanka. La zona en la que se ubica es catalogada como Low Grown, con plantaciones situadas a menos de 610 metros sobre el nivel del mar.

El territorio de la finca Kalukanda se extiende a lo largo de 10 hectáreas, con condiciones de temperatura y lluvias óptimas para la producción de plantas aromáticas y versátiles. De este modo, Tianté podrá producir distintas tipologías de té.

 

Cosecha para México

 

de Sri Lanka

 

En Kalukanda se generan entre 8 mil y 11 mil kilos de hojas frescas de camellia sinensis cada mes, lo que equivale a una producción de té procesado cercana a las 2.5 toneladas. Con estas cifras, que se aproximan a la venta total en México de Tiánté, podremos disfrutar de la calidad excepcional del té de Sri Lanka durante todo el año.

También hay plantaciones de canela y pimienta que pueden ser adicionadas en los distintos blends que ofrece la marca y próximamente se implementarán cultivos de mostaza y cardamomo. Además, todos los métodos agrícolas que se emplean son libres de pesticidas y fertilizantes sintéticos. Conoce más de esta apasionante bebida y vuélvete un experto en la Escuela Mexicana de Té. escueladete.com.mx

 

 

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