Los tamales son protagonistas en la artística gastronomía mexicana. Sus formas, sabores, colores, rellenos, envolturas, son tan diversos y a la vez tan constantes, que el paladar los recuerda fácilmente. Su nombre proviene del náhuatl tamalli, que significa envuelto, y probablemente existen alrededor de 5 mil variedades en México. Si ya estás disfrutando de este 2 de febrero Día de la Candelaria,  aquí te dejamos cinco ejemplos de los tipos de tamales que existen en nuestro país. Fotos: Adobe Stock / Especiales. 

 

5 tamales mexicanos

Corunda

 

tamales

 

Son los integrantes michoacanos de la extensa familia de los tamales. Su nombre proviene del purépecha k’urhaunda que quiere decir tamal y al igual que algunos de sus familiares, están hechos con masa de maíz nixtamalizado, aunque son envueltos en la hoja de maíz o de milpa, la cual puede llegar a medir hasta 50 centímetros de largo; pueden ir o no rellenas; y es posible usar ceniza en lugar de manteca para su preparación.

 

 

Uchepo

 

tamales

 

Otro de los tamales mexicanos que debes conocer, es el uchepo, que su nombre en purepécha significa literalmente tamal de elote fresco y son originarios de la zona lacustre michoacana. Su sabor es ligeramente más dulce dependiendo de los ingredientes que se le añadan, otra constante en su elaboración es que siempre van envueltos en hoja de totomoxtle, es decir hojas de la mazorca de maíz.

 

 

Chanchamito

 

Chanchamito

 

De forma circular y tamaño pequeño, este tamal está envuelto en hoja de maíz y hoja de totomoxtle, además su masa va condimentada con achiote y rellena con carne de cerdo o pollo. Se diferencian de otros tamales porque se amarran ambos extremos de las hojas y su receta puede variar dependiendo del estado donde se prepare. Su nombre proviene del maya chan chan, que quiere decir bolita de masa rellena cocida al comal, son tradicionales de Tabasco, Yucatán, Campeche y Veracruz.

 

 

Zacahuil

 

Zacahuil
Foto: Sitio web www.visitasanluispotosi.com.

 

Este es probablemente uno de los tamales mexicanos más grandes de la familia porque puede llegar a medir tres metros, pesar hasta 50 kilos y alimentar hasta 70 personas. Por lo que su preparación es festiva y se realiza en una tina de metal y después en un horno de barro calentado con leña. Está hecho con masa de maíz martajado, manteca de cerdo y chiles molidos, a la cual se le agregan piezas enteras de carne de cerdo y de guajolote; finalmente se envuelve en hojas de papatla, planta nativa de la Huasteca, muy parecida a la de plátano.

 

 

Tamal de chaya

 

Tipos de tamales

 

Existen diferentes formas de preparar al tamal de chaya, ya que es típico de todo el sur y sureste del país. Por ejemplo, en Campeche la masa va revuelta con la hoja de chaya cruda y lleva picadillo de carne de cerdo; mientras que en Chiapas la masa de maíz se mezcla con manteca de cerdo y hojas de chaya picadas y va servido con salsa de jitomate, chile y cebolla. Por otra parte en Tabasco, la masa lleva hoja de chaya, ajo cilantro y chile amaxito; y finalmente en Yucatán y Quintana Roo se realiza con la hoja de chaya cocida, picada y mezclada con la masa de maíz. Todos son verdaderamente imperdibles.

 

¿Cuáles de estos tipos de tamales mexicanos estás disfrutando hoy? ¡Cuéntanos en nuestras redes sociales, estamos en todas como @FoodandTravelMX!

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Llegó febrero y con él uno de los momentos más esperados del año… la ¡tamaliza! Sí, es momento de explorar las posibilidades que ofrece la unión tamal y té. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Si bien es cierto que el tamal encuentra en el atole su contraparte ideal, también hay que decir que muchos ejemplares del amplio catálogo nacional demandan bebidas de igual o mayor complejidad aromática y gustativa. La respuesta bien puede ser té.

 

Tamaliza con té

 

Tés y maíz

 

De forma genérica podemos decir que los tés verdes y oolongs de baja oxidación con buen nivel de acidez son los más recomendables para equilibrar la untuosidad de la masa de maíz batida.

Variedades como Dragonwell, té verde de sabor fresco, dulce, astringente y tostado, o Tieguanyin (“Tie Guan Yin” o “Ti Kwan Yin”), oolong caracterizado por sus notas florales, herbacidad y astringencia refrescante, son excelentes aliados cuando de armonización tamalera se trata. Ojo, las opciones en taza son tan amplias como recetas, ingredientes, salsas…

Para simplificar las cosas hemos decidido apuntar a cuatro regiones del país cuyos tamales bien pueden dar claridad en torno al tema. Sí, también a tés que pueden hallarse fácilmente en todo el territorio nacional.

 

 

Tamaliza con té

 

 

Tamales mexicanos

 

 

Del Golfo de México es necesario comenzar mencionando a los tamales costeños, envueltos con hoja de plátano y rellenos de camarón guisado con jitomate. Aquí, la respuesta son tés verdes nipones, cuyas notas vegetales y tonos yodados son perfectos para acentuar el gusto del jitomate y la masa de maíz.

Variedades como sencha, gyokuro y bancha (elaborado con hojas gruesas y grandes, obtenidas después de la nueva estación) son bien recomendables. Incluso el hojicha, té verde tostado repleto de aromas y sabores torrefactos, puede funcionar.

Si decimos Istmo de Tehuantepec inmediatamente vienen a la mente imágenes de tamales de mole negro envueltos en hoja de plátano. Para hacer frente a la dulzura y untuosidad del mole, es necesario apuntar a tés de mediana intensidad, con astringencia moderada y fresca frutalidad.

Algunos tés verdes de Sri Lanka, como Lumbini Ladaluchacra, son perfectos para acompañar estos envueltos; imagine una infusión con tonos de tejocote, ate de guayaba y almíbar de frutas, cuyos sabores de manzana y chabacanos se funden a la perfección con la masa de maíz especiada.

 

 

Tamaliza con té

 

 

Dulces tentaciones

 

Del Norte de México: tamales dulces, de piña, envueltos en hojas de elote. Aquí es necesario optar por tés negros. Repleto de notas frutales, de humo, vegetales dulces cocidos y azúcar mascabado, el té negro es capaz de armonizar con todo tipo de tamales dulces:

Golden Monkey, de China, de agradable dulzor y matices torrefactos; Kosabei, de Kenia, con notas de malta y tierra; Keemun, de China, con matices de nuez, ciruelas y orquídeas, y hasta Masala Chai, mezcla de té negro con especias, armonizan al punto con envueltos dulces de maíz.

¿Del Centro del País…? De todas las expresiones locales, posiblemente sea el tamal verde el más solicitado. La acidez de la salsa de tomate y la grasa que aportan pollo o cerdo obligan a pensar en oolongs de baja oxidación y tés blancos corpulentos.

Una taza de Pai Mu Tan (Bai Mu Dan), té blanco de hojas y brotes jóvenes, plagado de sabores frutales, florales y torrefactos, es fascinante con un tamalito verde tibio. escueladete.mx