Ubicada en pleno corazón de la Ribera del Duero, en la región de Castillo y León, España, la Bodega Matarromera –madre de todas las bodegas del grupo- resguarda sus naves semienterradas en la ladera norte del Valle del Duero, sitio caracterizado por sus preciosas vistas que dominan todo el valle desde donde Carlos Moro, dueño de estas bodegas, se conectó el pasado sábado, para realizar un live junto a Francisco Acosta “Wero Cham”, experto en vinos y viajero gourmet, a través de la cuenta de Instagram de @FoodandTravelmx.

 

Los inicios de Matarromera

 

La Bodega Matarromera fue fundada en 1988 en Valbuena de Duero (Valladolid). En 1994 la bodega lanzó su primer vino, añada con la que obtuvo el Premio al Mejor Vino del Mundo ganando la Gran Medalla de Oro en el International Wine Competition. Desde entonces han sido muchos y variados los premios que la bodega ha recibido, convirtiéndose en una de las referencias vitivinícolas más importantes del mundo. 

“Yo siempre entendí que una marca, vino, bodega que aspira al reconocimiento global, debe estar en todos los países. Ahora mismo estamos en 80 países«. Compartió Carlos Moro, dueño de las Bodegas Familiares Matarromera. Prueba de esto es que los vinos Matarromera son de los más demandados por la sociedad mexicana, aseguró Carlos.

 

Bodegas Matarromera

 

Hoy en día, la empresa colabora de forma muy activa en el desarrollo medioambiental y social, así como con el desarrollo sostenible a nivel internacional. Asimismo, abarca dos líneas principalmente: la sostenibilidad, el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, y por otro lado, el desarrollo de productos más naturales, saludables y ecológicos. Todo esto está implícito en su proyecto denominado “Matarromera Sostenible En El Planeta Tierra”.

 

Cata de vinos

 

El sábado durante el streaming con Food and Travel, Carlos Moro y Francisco Acosta, cataron dos etiquetas de vino tinto: Matarromera Reserva y Carlos Moro Prestigio, ambas 2015. Esto fue lo que lo que los expertos saborearon:

En cuanto a Matarromera Reserva, vino que comienza su historia en Olivares de Duero, en viñedos selectos donde la uva tempranillo crece, se trata de un tinto complejo, sedoso y elegante con una crianza en barrica de roble americano y francés durante 18 meses. A la vista resaltan sus tonos amoratados intensos, mientras que en nariz hay notas de fruta negra ácida, zarzamora y grosella, además de especias. En boca, se perciben notas a fruta negra madura y torrefactos de madera nueva, que son ideales para acompañar lechón de cordero, cochinita pibil y quesos curados. En México lo puedes encontrar en tiendas como Superama a un costo de $1,369. 

 

Vinos Matarromera

 

Por su parte, la etiqueta Calos Moro Prestigio procede de la uva de variedad tempranillo originaria del municipio de Labastida. Su crianza en barricas de roble francés y americano durante 18 meses, da como resultado un vino complejo, largo y persistente. Su color brillante y limpio, acidez fresca y notas de madera bien integrada, acompañadas de un poco de especias, son perfectas para maridar un buen corte de res o ternera, o hasta un mole chocolatoso muy mexicano. Esta aetiqueta la puedes encontrar en México, en tiendas como La Europea a un costo de $1,158. 

Es importante que sepas que la tecnología para la elaboración de tintos de Bodega Matarromera, cuenta con control de temperatura y depósitos, así como con equipos de acero inoxidable con una capacidad de elaboración de 650 mil litros. Entre sus vinos también podrás encontrar las etiquetas Melior, Matarromera Crianza, Matarromera Gran Reserva y Matarromera Prestigio.

 

Reconocido emblema

 

La DOCa Rioja es un sello y garantía de prestigio al que, desde 2014, se incorporó la Bodega Carlos Moro. Tras un largo proceso de análisis, búsqueda de terroirs de excelencia e implantación, esta bodega llegó al municipio de San Vicente de la Sonsierra con el objetivo de crear un nuevo emblema de la mano de Carlos Moro. Este reconocido y respetado bodeguero continúa dando vida a vinos de prestigio, innovación y sostenibilidad con este proyecto que promueve la diversificación de Grupo Matarromera.  matarromera.es

 

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Sus castillos, catedrales, iglesias, acueductos y viñedos te hacen regresar en el tiempo, justo a la época medieval. No por nada, la comunidad autónoma de Castilla y León es considerada Tesoro Cultural al poseer más de 60% del patrimonio arquitectónico, artístico, histórico y cultural de España. Y para que se te antoje ir a conocer España, mucho más allá de Barcelona o Madrid, aquí te decimos seis lugares que te resultarán irresistibles de Castilla y León.  Fotos: Cortesía de Turismo de la junta de Castilla y León. 

 

Segovia

 

Castilla y León

 

Caminar por sus calles empedradas —casi solitarias—, ver los rojos tejados de sus casas en tono beige, rodeadas del follaje de los árboles que abundan en la ciudad, y encontrar los múltiples bebederos y fuentes antiguas en parques y callejones, te harán sentir que has viajado en el tiempo. Debido a su riqueza cultural, Segovia fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. 

Si algo tiene Segovia, son muchas iglesias, pero la majestuosidad y belleza de la Dama de las Catedrales, como se le conoce a la catedral de Santa María de Segovia de estilo gótico, te sorprenderá, fue construida entre los siglos XVI y XVII en la Plaza Mayor. Te encantará recorrerla, así como sus hermosos alrededores.  

Enamórate del Acueducto de Segovia, de estilo romano, que data del siglo II d.C., también considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus 30 metros de altura y sus 167 arcos son una poesía a la arquitectura romana. Tiene 15 kilómetros de longitud que dividen la ciudad: a su lado izquierdo está la Plaza del Azoguejo, y a la derecha, la Plaza de la Artillería.  

La leyenda segoviana cuenta que fue construido por el diablo a petición de una niña que deseaba tener una herramienta que la ayudara a acarrear el agua hasta su casa. La ausencia de argamasa —cemento— que la una, hace que esta leyenda parezca real. 

  

Cuéllar

 

Castilla y León

 

El tiempo en que reyes y reinas vivían en hermosos castillos cimentados en altas montañas con el fin de proteger sus tierras, es lo que representa la localidad de Cuéllar, ubicada al norte de la provincia de Segovia, en Castilla y León.

Aquí encontrarás el castillo de los duques de Alburquerque, construido a partir del siglo XI, cuyo estilo gótico y renacentista le valió ser nombrado Monumento Artístico Nacional. Este nombramiento también lo tienen las murallas de Cuéllar, uno de los bienes patrimoniales más importantes de Castilla y León, debido a su complejidad y extensión de dos kilómetros. 

Una visita teatralizada te llevará a recorrer los rincones del castillo. Sube hasta la última torre y asómate por alguna de sus ventanas: admirar desde la cima la inmensidad de todo lo que lo rodea, te estrujará el corazón. 

  

Valladolid

 

Castilla y León

 

La que fuera por un breve tiempo la capital del Imperio Español en el siglo XVII, es ahora una ciudad que conserva un interesante conjunto de obras renacentistas compuesto por casas, palacios y edificios emblemáticos que les dan mucha vida cultural a sus habitantes y a quienes la visitan.  

Un imperdible es el Colegio de San Gregorio, que fue construido a finales del siglo XV, y que actualmente es la sede del Museo Nacional de Escultura.

Desde su entrada quedarás impactado por su sublime belleza, representante de una arquitectura híbrida que fusiona dos universos: el medieval y el moderno. Por ello podrás apreciar en el marco de la fachada las esculturas de hombres primitivos y de caballeros con escudos que te darán la impresión de observarte. 

Te recomendamos dar un paseo por la Plaza Mayor de Valladolid, recorre sus comercios y disfruta de la vista de la estatua del repoblador de la ciudad, el conde Pedro Ansúrez.  

  

Peñafiel

 

 

El aire puro y frío que corre por esta villa española se sentirá como una ligera cortada que extrañamente se disfruta en la piel. Si levantas un poco la vista, observarás los hermosos valles que lo comprenden: Valle del Cuco, Vega del Pajares, Botijas, Duero y Duratón, que en conjunto forman el Campo de Peñafiel.

En ese momento sabrás que has llegado a la capital del vino, pues diversos hallazgos del yacimiento arqueológico de Pintia, muy cerca del municipio de Padilla de Duero, demuestran que ahí se elabora vino desde hace más de 2 mil años. 

Alza la vista, casi en dirección al Sol, encontrarás el castillo de Peñafiel, justo en la cima de una loma estrecha, lo que le da la forma de un enorme buque de mar.

Considerado como una de las fortalezas más impresionantes de la Edad Media, se trata de una fortificación que data del siglo X, y que en 1917 fue declarada Monumento Histórico Artístico.

Sube hasta la cima del castillo para disfrutar la vista desde más de 34 metros de altura, que es el punto más alto de toda la provincia. Regálate unos minutos para cerrar los ojos, extender los brazos y dejar que el viento te meza. 

 

Valbuena de Duero

 

 

Si se pudiera definir en una sola palabra la sensación que produce estar en el centro de un viñedo, sería espiritualidad. El contacto directo con la planta de la vid es una comunicación única que solo se puede tener con la naturaleza. Esto lo podrás vivir en Valbuena del Duero, provincia de Valladolid, nombrada así por el río Duero. 

Aquí encontrarás la Bodega Emina Ribera, de Grupo Matarromera, en la localidad de San Bernardo, abrazada por el monasterio de Santa María de Valbuena.

Posee la D.O. (Denominación de Origen) de Ribera del Duero, ya que se localiza en el llamado Triángulo de oro del vino que forman las localidades de Valbuena del Duero, Pesquera de Duero y Peñafiel. 

Al llegar, te dará la bienvenida la escultura del artista Cristóbal Gabarrón llamada Oinoz, que evoca la cabeza de un dios mitológico.

Disfruta en todo su esplendor del enoturismo con un recorrido por sus viñedos, y su propio Museo del Vino, donde te explicarán todo lo que debes saber sobre este elíxir, que está unido a esa tierra desde que los monjes cistercienses llegaron a habitarla.  

  

Salamanca

 

 

Tiene sus orígenes como urbe desde hace más de 2,700 años, durante la primera Edad de Hierro. En 1988 fue declarada por la UNESCO como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, y en 2002, la Capital Europea de la Cultura, por lo que posee el don de encantar y enamorar a quien llega a ella. 

Visita su universidad, que es una de las más antiguas de Europa, al ser fundada en 1218 por Alfonso IX de León. Este recinto es una de las joyas del arte renacentista español. Aquí habitan el pasado, el presente y el futuro. Su fachada, de arte plateresco —corriente artística también llamada gótico platerescomerece una amplia contemplación, debido a sus cuidadosos detalles. 

 

 

Una de sus paradas imperdibles son sin duda sus catedrales: la antigua, de estilo románico que se construyó durante los siglos XIII y XV, y la nueva, de estilo gótico, renacentista y barroco, creada entre los siglos XVI y XVIII. Recorrerlas te hará adentrarte en más de 900 años de arte e historia.  

Maravíllate con la terraza de la Torre Mocha, que te regalará una fascinante vista del río Tormes. Luego de subir las estrechas y largas escaleras, llegarás a la Torre de las Campanas, el punto más alto de ambas catedrales, que mide más de 100 metros de altura. Ahí, colócate debajo de alguna de las campanas y tendrás una panorámica de 360 grados de Salamanca. Te sentirás tan lejos del suelo y tan cerca del firmamento. jcyl.es

 

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