¡Qué viva el verano! Para que sorprendas a tus seres queridos durante las vacaciones o para que saques tu silla y sombrilla a tu terraza, te compartimos tres cocteles chilenos, importados directamente desde el sur del continente. Apunta las recetas y goza del sol. Fotos: Unsplash y Adobe Stock. 

 

3 cocteles chilenos para disfrutar bajo el sol

 

Terremoto

 

Coctel Terremoto

 

Para el primero de los cocteles chilenos no necesitarás un bolillo «para el susto». Esta bebida chilena se acostumbra a preparar durante septiembre, mes en que celebran el Día de la Independencia de Chile (día 18 de ese mes). Es elaborado con pipeño, un vino hecho con cepas de uvas criollas no refinadas, y en tiempos antiguos era conocido como el vino de los campesinos. 

El nombre de esta primera bebida de nuestro recuento de cocteles chilenos tiene varios orígenes. Uno de los más difundidos es el que nos compartió (junto con las recetas) Gianinna Montoya, chilena especialista mundo de la coctelería que declaró: “Por sus características dulces, este trago no delata su grado alcohólico, por ello, emborracha con facilidad. De ahí parte la idea de que ‘se te mueva la tierra’”.

 

Ingredientes 

 

  • 375 ml de pipeño o vino blanco
  • Una cucharadita de granadina (aproximadamente 5 ml) 
  • 3 cucharadas de helado de piña (aproximadamente 45 ml)
  • Opcional, 20 ml de fernet o ron 

 

Preparación

 

  1. Mezclar en el vaso el pipeño, granadina y fernet. 
  2. Coronar con helado y colocar un popote (ecológico de preferencia).

 

Melón con vino

 

Melón con vino

 

El siguiente de los cocteles chilenos es el melón con vino. ¿Su gran ventaja? Al mismo tiempo que tomas la refrescante bebida, puedes comer la fruta. En Chile suele hacerse este drink durante el verano, es decir, entre los meses de diciembre y marzo. Mientras que en México celebramos las épocas decembrinas muy abrigados, al sur del continente utilizan traje de baño para zambullirse en la piscina. 

 

Ingredientes 

 

  • Un melón verde chino de tamaño mediano (2 kg aproximadamente)
  • 1 l de vino blanco 
  • 4 cucharadas de azúcar (aproximadamente 60 gr)
  • Hielos al gusto

 

Preparación

 

  1. Dejar el melón en el refrigerador, por lo menos dos horas antes. Cortar ¼ de la fruta, como si se tratara de un coco. 
  2. Con ayuda de una cuchara desprender la pulpa, hasta formar una cavidad prominente. Colocar la pulpa en el fondo, agregar azúcar y dejar macerar en el refrigerador una hora más. 
  3. Al finalizar el tiempo, sacar del refri, agregar hielo al gusto y el vino blanco. Colocar un popote (ecológico de preferencia).

 

Borgoña

 

Cocteles chilenos

 

Los chilenos tienen un gusto especial por la fresa (a la que llaman frutilla). Para que te des una idea de la preferencia por esta fruta, el pueblo mapuche (comunidad indígena asentada históricamente entre los ríos Itata y Toltén) ha elaborado por siglos bebidas alcohólicas con fresas, tal como lo retrató en sus crónicas el historiador español Jerónimo de Vivar.

Uno de los cocteles chilenos que lleva frutilla es el Borgoña. Por ello, durante el verano abunda esta bebida en jarras bien frías. 

 

Ingredientes 

 

  • 1 l de vino tinto (de preferencia dulce como el lambrusco) 
  • ½ kg de fresas maduras picadas en cuartos, previamente lavadas 
  • 4 cucharadas de azúcar (aproximadamente 60 gramos)
  • Hielo al gusto 

 

Preparación

 

  1. En una jarra, previamente enfriada, agregar el vino, las fresas y el azúcar. Dejar macerar en el refrigerador por lo menos una hora. 
  2. Al terminar el tiempo, incorporar hielo al gusto, revolver y servir.

 

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Quien ha probado el vino chileno sabe que, por su gran calidad, es un digno embajador de Chile, el cuarto país exportador de vino en el mundo. Por lo anterior, no es de extrañar que desde hace 7 años se dedique un día especial a celebrarlo. Para reconocer su importancia histórica, económica y cultural, en 2015 se instauró bajo decreto oficial el 4 de septiembre como el Día nacional del vino en Chile. Se eligió esta fecha por ser la misma en la que un colonizador pidió al emperador Carlos V en un antiguo escrito «Vides y vinos para evangelizar a Chile». Texto: Carlos Garrido / Fotos: Pixabay, Cortesía. 

 

 

Breve recorrido por la historia

 

El vino llegó a América de la mano de la Conquista, pues fueron los españoles quienes trajeron consigo esquejes de vides para plantarlos y producir el vino que utilizaban al celebrar la misa.

Y, hablando del caso específico de Chile, se dice que en el siglo XVI el fraile Francisco de Carabantes introdujo una variedad tinta proveniente de las Islas Canarias que se comenzó a popularizar por su resistencia a climas adversos. Esta variedad ha perdurado y actualmente se le conoce como cepa País o Criolla.

 

 

Región naturalmente única

 

Vinos chilenos

 

Y para conocer un poco más de los vinos chilenos, platicamos con Sandra Gutiérrez, sommelier de Casillero del Diablo, quien nos dijo que en Chile se producen 868 millones de litros de vino cada año. Además, por su ubicación geográfica privilegiada, dentro de la franja del vino, su extenso territorio produce cerca de 62 tipos de uvas.

Las variedades más plantadas son: cabernet sauvignon, sauvignon blanc, merlot, chardonnay y carmenere. Cada cepa se ha adaptado a los diferentes climas de la zona vitivinícola chilena, que proporciona características únicas a lo largo de sus 1,700 kilómetros entre los paralelos.

“Ninguna otra región vitivinícola en el mundo cuenta con cuatro barreras naturales como Chile en los paralelos 40 y 30 latitud sur: al norte el desierto de Atacama, al este la Cordillera de los Andes, al oeste el Océano Pacífico y al sur la Antártica, las cuales influyen para brindar las condiciones perfectas de clima y de suelo para cultivar una amplia variedad de uvas, logrando condiciones únicas que le dan una personalidad a cada región o valle y se reflejan en cada vino”, afirmó Sandra.

 

 

Un vino para todos los estilos

 

Chile

 

Independientemente del estilo de vida que se lleve, los vinos chilenos siempre serán una opción que superará las expectativas de cualquier amante del vino, pues se pueden encontrar etiquetas de bodegas sustentables, vinos orgánicos, o biodinámicos. Casillero del Diablo, del portafolio Premium de la Viña Concha y Toro, es una de las marcas de vino más reconocidas a nivel mundial, con presencia en 145 países.

 

 

Devil’s Collection, imponente y enérgico estilo

 

El Casillero del Diablo

 

 

Esta creación de la Reserva Especial de Casillero del Diablo, combina perfectamente la elegancia, madurez y clase de un vino único y de alto impacto, producido en Valle de Rapel. Con un 80 % de uvas syrah, 17 % cabernet sauvignon y 3 % tempranillo, Devil’s Collection, de color púrpura oscuro y profundo, presenta un aroma a vino maduro, con notas marcadas a cereza negra, ciruela y unos ligeros toques de chocolate, impresos por la barrica.

En boca, las envolventes notas de ciruela negra se complementan con los taninos firmes y redondos que nos dejan saber que se trata de un vino bien equilibrado. Recomendamos maridarlo con carnes rojas, cordero y preparaciones a base de carne de caza. Conoce más de vinos Casillero del Diablo en su sitio web. 

 

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Hace un año, la marca chilena de vinos lanzó al mercado dos ediciones especiales que se diferenciaban de su línea insignia de tintos. Con un aire fresco que invitaba a disfrutar al máximo el verano, Casillero del Diablo sorprendió con dos exquisitos vinos: sauvignon blanc y rosé. Estas etiquetas fueron tan populares que ahora están de vuelta, ¡de manera permanente!

Las botellas de los vinos Sauvignon Blanc y rosé de Casillero del Diablo están decoradas con diseños divertidos y llenos de color; y en lugar de corcho, se encuentran selladas con taparrosca -de manera que puedas disfrutarlas en cualquier lugar, aunque no tengas un sacacorchos a mano-. Además, están elaborados a partir de las mejores uvas del Valle de Maipo, siguiendo la tradición de esta vinícola con 130 años de experiencia.

 

Un delicioso maridaje

 

Casillero del Diablo

 

Sauvignon Blanc es un vino monovarietal blanco, de color verde pálido y reflejos verdes, con aromas a cítricos y frutos tropicales como duraznos. En boca es suave, elegante y  de acidez crujiente, que resalta con delicados toques herbales. Para acompañar aperitivos, ceviches y platillos a base de pescados y mariscos, es ideal.

Por su parte, Rosé está compuesto por una mezcla secreta de uvas, entre las que se encuentran syrah y carménère. Sus aromas a frutos rojos como frambuesas y fresas, convidan a probarlo desde la primera olfacción. Equilibrado, elegante y frutal, es excelente para maridar platillos de pescado, queso y hasta pollo rostizado. 

 

Opciones ilimitadas

 

Casillero del Diablo

 

Además de disfrutarse fríos, Sauvignon Blanc y Rosé de Casillero del Diablo son versátiles para coctelería: la recomendación es utilizar el primero con sabores como jengibre, durazno, naranja y romero; mientras que los frutos rojos combinan bien con Rosé. Atrévete a probarlos con tu comida favorita o crea paletas heladas con un toque de vino. ¡Te encantarán! Encuéntralas en chedraui.com.mx $218. casillerodeldiablo.com