Viajar en solitario y en femenino
Viajo sola para estar en consciencia plena, para seguir mis instintos, para confiar en mi voz interna, en esa que me dice que vaya más lejos, que regrese o que cambie de dirección.
Para conocer un destino se necesita saborearlo en todo su esplendor, y más uno como Borgoña, que tiene tantas actividades para poder descubrir su belleza natural y crear momentos inolvidables que marcarán para siempre tu memoria de viajero. Checa estas experiencias imperdibles en Borgoña y solo dedícate a disfrutar. Fotos: Alain Doire / Cortesía.
Brindar con una copa de vino espumoso en el bar del Hotel Le Cep, en Beaune
Abierto las 24 horas, el bar del hotel es el lugar de encuentro de todos los apasionados del buen vino y del buen vivir. Qué mejor que acompañar la noche que con una copa de Crémant de Bourgogne, el vino espumoso de la región.
Experimentar todos los sabores de mostaza en Moutarderie Fallot
En Beaune se encuentra la última fábrica de mostaza que hace verdadera mostaza de Borgoña, hecha en Borgoña con semillas cultivadas localmente. Además, crearon un sinfín de sabores que puedes degustar en su tienda como vino blanco, estragón, grosella negra o miel.
Degustar el mejor paté del mundo (preparado en Francia por un chef ¡japonés!)
El Paté en Croûte es una terrina de ternera o cerdo envuelta en una costra. Keishi Sugimara, el chef japonés de Le Benaton, fue vicecampeón del mundo en 2013, del concurso anual dedicado a este platillo tan francés y venerado por todos.
Descubrir como México inspiró al chef Jean-Michel Lorrain
Después de un viaje a México, el chef con 2 estrellas Michelin decidió crear un platillo que honra dos tradiciones: los caracoles de Borgoña y el mole poblano. El resultado es un sorprendente platillo de caracoles en mole (muy picoso para el paladar francés pero muy suave para el mexicano).
Recorrer los viñedos de Borgoña llamados “Clima”
Los viñedos de Borgoña fueron clasificados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Se distinguen por el concepto de “clima” que hace que cada viñedo de Borgoña tenga algo diferente a pesar de que casi todos usan las mismas uvas: chardonnay, para vinos blancos, y pinot noir, para tintos.
También checa Peregrinación gastronómica en Borgoña.
