Recorrido por manantial Santa María

En las faldas del Iztaccíhuatl, en Puebla, se encuentra una reserva de manantial donde trabajan más de 300 personas cada día para envasar el líquido que da nombre a la embotelladora Santa María. Con el objetivo de entender por qué un producto de esta naturaleza puede denominarse «de manantial», participamos en un recorrido por esta concesión perteneciente a Nestlé para conocer de dónde proviene la “materia prima” de la empresa.

Los cuerpos de los que se obtiene el líquido se encuentran en 200 hectáreas que pertenecen a Nestlé desde 1992. A partir de esa fecha, se ha mantenido como un espacio verde y tranquilo, conservando sus características naturales. El manantial no se ha extinguido por varias razones: Santa María solo toma 40% del agua que brota y el resto se deja correr a lagos y ríos; además, la zona se ha reforestado con miles de árboles, lo que ha contribuido al cuidado y conservación del medio ambiente.

Agua Santa María

El agua se obtiene gracias a la intensa y constante precipitación pluvial que se genera en tiempos de lluvia, además del deshielo en las partes altas del volcán. Desde la cima comienza un recorrido que dura 10 años, filtrándose naturalmente por las distintas capas geológicas, hasta llegar al subsuelo, donde se almacena en mantos acuíferos.

Como parte final de su paciente y decidida travesía, el líquido llega a su fuente subterránea, de donde se extrae directamente para evitar su contaminación. Así, este proceso contribuye a que el agua adquiera de forma natural los minerales que le dan un sabor fresco y ligero. agua-stamaria.com.mx

Agua Santa María