Imagina una isla caribeña, de playas de arena blanca y aguas transparentes, donde el Sol siempre brilla… Aruba se destaca por tener el encanto playero de las pequeñas joyas del Caribe, por su clima excepcional —con una temperatura de 28° C todo el año—, por una cultura increíblemente diversa y por ofrecer grandes experiencias de viaje a sus visitantes.

Aruba: Destino turístico

Nos visitó esta semana la Autoridad de turismo de Aruba con su CEO, Ronella Tjin Asjoe-Croes, para promover los encantos de este gran destino turístico.

La isla se encuentra a solo 24 km al norte de la costa venezolana, fuera de la zona de huracanes, garantizando días soleados a cualquier viajero que quiera aprovechar al máximo sus días de playa.

En tan solo 181 km² divididos en seis distritos, vive una población multicultural de 100 mil habitantes, dedicada casi en su totalidad a la actividad turística (90%).

Historia de Aruba

Poblada originalmente por una tribu Arawak de Venezuela, los Caquetíos, Aruba fue conquistada primero por los españoles, en 1499, y se volvió un tiempo refugio de piratas y bucaneros.

Es una de las islas caribeñas más renombradas por el buceo de barcos hundidos, y se pueden admirar vestigios de la cultura prehispánica Arawak en el Parque Nacional de Arikok.

Desde 1636, Aruba es protectorado holandés. Hoy, sus habitantes tienen beneficios ligados a este estatus especial, y muchos deciden ir a estudiar a Holanda, generando una población extremadamente multicultural. Y una isla donde impera el multilingüismo, pues se hablan cuatro idiomas: el papiamento (idioma oficial), el holandés, el inglés y el español.

Sector turístico

La isla invierte mucho en el sector turístico para perfeccionar siempre la calidad de las estancias que ofrece. Aruba es uno de los destinos favoritos para lunas de miel y viajes románticos, no solo por las delicias de sus playas, de sus hoteles en islitas privadas que ofrecen intimidad en el paraíso, sino por la gran diversidad de sus actividades.

De compras en Aruba

Las casas coloridas de influencia holandesa invitan a pasear en los centros históricos, que ofrecen también experiencias de shopping de marcas locales e importadas, y casinos.

Las parejas más aventureras pueden explorar el interior de la isla en Jeep, caballo, bicicleta o caminando, para descubrir el Parque Nacional, la fauna y la flora de esta isla que preserva y cuida el medio ambiente.

Además, la oferta gastronómica refleja las múltiples influencias culturales de Aruba y encantará los paladares más exigentes.

En papiamento, bienvenido se dice bonbini, ¡una palabra que se toma muy en serio en Aruba!