Ser testigo de la danza cósmica de las auroras boreales encendiendo los cielos del noroeste de Canadá es uno de los viajes más entrañables. Sola o acompañada, vivir con todos los sentidos este espectáculo natural es una de las fantasías que hay que transformar en realidad.Fotos: Cecilia Núñez, Adam Pisani, Buffalo Joe y CTC NWT Tourism.
El anhelo de volver a ver la danza cósmica
Las había visto en videos, en fotografías, transformadas en música, en palabras poéticas… Pero fue hasta 2008 que el universo confabuló a mi favor para ver auroras boreales, esta luminosa danza celestial encendiendo la oscuridad. Pasé cinco noches con sus madrugadas a -25 ºC, tratando de ver algún destello de luz en los cielos oscuros. Fue hasta la última noche, cuando ya me había dado por vencida, que aparecieron unas tímidas luces verdes en el cielo.
“Son el brillo de las almas de los que más amamos y que ya partieron, pero siempre vuelven para saludarnos”, me explicaron los miembros de las comunidades indígenas canadienses. Regresé a casa extática, anonadada, pensando que ese tenue brillo celeste sería mi único avistamiento de auroras boreales.
Volví a fantasear con revivir esta experiencia en varios momentos en mi vida: cuando tuve una pérdida muy dolorosa; en el momento que tuve un accidente que me dejó sin la posibilidad de viajar por meses; durante el encierro que nos impedía salir de casa y en el preciso momento en que mi padre trascendió y me imaginé su viaje cósmico iluminando la oscuridad. ¿Podría ver brillar al cielo de nuevo ahora que tenía tantos seres amados ya trascendidos?¿Las leyendas que me contaron los miembros de las Primeras Naciones canadienses se harían realidad?
Yellowknife, Canadá: El mejor lugar en el mundo para ver auroras boreales
Hace unos meses viajé a la ciudad principal de los Territorios del Noroeste de Canadá,Yellownife, proclamada con orgullo como el mejor lugar en el mundo entero para ver auroras boreales.
Hice una investigación científica para que mis probabilidades de ver a las luces del norte fueran mucho más allá de mis deseos y mi fe en las leyendas, y así hallé razones de sobra para realizar una travesía a Yellowknife. Su latitud de 63 º, la intensa actividad solar del día, la poca contaminación lumínica y su atmósfera seca, son los principales factores que facilitan su avistamiento. Además, la presencia cultural y energética de los miembros de las Primeras Naciones, quienes poseen gran intuición para leer el cielo, convierten a este sitio canadiense en un umbral sin comparación para ver la danza lumínica del cielo.
La primera noche de salir a “cazar” auroras boreales, en punto de las 9: 09 de la noche, vi junto a mi compañero de viaje una serpiente cósmica de verde fluorescente que, muy suavemente, apoyó su cabeza sobre la tierra inmóvil, cubierta de nieve. Su reluciente cola se extendió hacia el cielo nocturno repleto de estrellas. La serpiente luminosa que cobraba vida en el cielo ante nuestros ojos había viajado millones de kilómetros desde el sol para llegar a este, el tercer planeta más cercano a él.
A medida que avanzó la noche, nos conmovimos viendo a las auroras boreales crecer en intensidad, extensión, ritmo y entusiasmo… A veces verdes, a veces rojas, pero invariablemente vibrantes, aparecían y desaparecían en una danza ritual que cubrió prácticamente todo el cielo de formas ondulantes luminiscentes.
El fascinante fenómeno natural
Por más poéticas y sobrenaturales que parezcan, las auroras boreales son fenómenos físicos que derivan de grandes tormentas en la superficie del sol. El resultado de estos diferentes procesos e interacciones atmosféricas es uno de los espectáculos visualmente más impactantes del generoso repertorio de la naturaleza.
Su nombre proviene de “Aurora”, la diosa romana del amanecer, y de “Bóreas”, el dios griego del viento del norte. Se originan cuando la actividad solar da como resultado eyecciones masivas de partículas cargadas al espacio, en dirección a nuestro planeta. Algunas de estas partículas son capturadas por el campo magnético terrestre y aceleradas hacia los polos. Luego chocan con las moléculas de nitrógeno y oxígeno en la atmósfera, lo que hace que la luz se libere a altitudes de entre 80 y 250 km para crear las características cortinas, formas y bandas brillantes que adornan el cielo nocturno.
Los Territorios del Noroeste son unas de las regiones más soleadas de Canadá, con cielos despejados más del 60% del tiempo, sobre todo entre abril y agosto. Un cielo nocturno sin nubes en esta parte del mundo significa un 98 % de probabilidad de ver auroras, y la mejor época para avistar este espectáculo es entre abril y mayo y hasta septiembre.
Para más información sobre los Territorios del Noroeste de Canadá, te puedes dirigir a la página de spectacularnwt.com
Es periodista de viajes y gastronomía. Directora Editorial y socia de Food and Travel México, y locutora en Imagen Radio. A lo largo de 19 años de carrera, ha publicado sus crónicas de viaje y gastronomía acerca de más de 50 países en medios nacionales e internacionales. Ha creado, desarrollado y editado el concepto de secciones especializadas en viajes en diversos periódicos mexicanos y programas de radio. Síguela en Instagram como: @cecinunez
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