Texto: Shadia Asencio

Benjamín Romeo agita su copa unos segundos, se la lleva a nariz mientras nos muestra un video. Como si nada, sigue explicando acerca de la producción casi artesanal de la bodega de la cual es propietario: Bodega Contador en San Vicente de la Sonsierra, D.O.C. Rioja.

Entre una palabra y otra, se lleva la copa a la boca. Sin pensarlo, le da un pequeño pero firme sorbo a ese 100% Tempranillo de La Cueva del Contador 2011. Tal vez nadie se da cuenta porque todos siguen viendo la presentación en la pantalla, pero Benjamín cierra los ojos por un instante. Aunque el gesto es sutil, hay gran placer en lo que prueba: frutos rojos y negros con ciertas notas especiadas en una orquesta sensorial elegante, equilibrada y aún con un final que parece gritarle a la garganta:

“¡Aquí estoy y aquí seguiré!”. No es el único; Robert Parker le ha dado a otros vinos de su bodega, El Contador 2004 y Contador 2005, 100 de esos puntos que no regala tan fácilmente. La explicación de las actividades del viñedo sigue en la sala pero el recuerdo de La Cueva del Contador en la boca, también.

Esta finca se rige como esas viñas tradicionales que hoy parecen haber estado adelantadas a su época (como muchas otras en el Viejo Mundo, claro). En ellas, la palabra “biodegradable” es más un adjetivo común que una estrategia de mercadotecnia.

A la tierra se la trata con respeto, o más bien con amor; las actividades delviñedo se regulan según la luna y los movimientos del cosmos; los pesticidas y fertilizantes aquí sobran y en cambio se utiliza ajo para ahuyentar a las arañas rojas. Lo que otras bodegas biodinámicas estarían gritando a todo pulmón, Benjamín lo menciona como cualquier cosa: 30mg de SO2 (dióxido de azufre) por litro.

En otras palabras, que sus vinos tienen muy pocos sulfitos (la cifra promedio en otros vinos es de 150-200mg/l). Lo que sí le quita elsueño es la obsesión por el detalle que se deja ver desde el cuidado de sus más de sesenta parcelas, lo que puede decodificarse en las notas de cata de susocho marcas y hasta puede admirarse en las etiquetas de las botellas que bien podrían aparecer en páginas especializadas de diseño. Sin duda, Contador es una bodega redonda, equilibrada y fina, así como pasa en la mayoría de sus vinos. bodegacontador.com