Instantáneas francesas en Tartare Cantine

Después de la torre Eiffel, la Marseillaise, la Revolución y el foie-gras, ¿cuál es el emblema más poderoso de Francia ante el mundo? Al menos para quienes no somos galos pero nos encanta la comida, quizá el tartare. Y esto lo sabemos cuando probamos la propuesta “francesa y familiar con tintes internacionales” del chef Eduardo Padilla, en el nuevo Tartare Cantine. Fotos: Cortesía y Érick García. 

Calificar como “nuevo” no es eufemismo: con apenas tres semanas de abierto al público, Tartare es ya un referente en la zona de Polanco. Y eso es ya un decir. Con una amplia experiencia en restaurantes de Francia —con Alain Ducasse—, Hong Kong, Mónaco y México, entre otros lugares, el en verdad joven Eduardo nos recibió en un ambiente similar a la casa de los abuelos: comodidad, ambientación y accesorios que te hacen indagar en los recuerdos de tu infancia. Así también los platillos: con productos frescos del día —en cortes, pescados y los demás ingredientes—, te recrean instantáneas de tu ambiente familiar. Y al final, degustas sin sentirse pesado.

Tartare Cantine

Comenzamos nuestro paseo temporal hacia los días en familia con dos tartare: de garra de león con callo, aceite de oliva y limón, y unas rajitas de chilito serrano, y de res, con una deliciosa angus molida acompañada con huevo de codorniz. Con esta presencia en boca el chef Padilla recuerda sus días en Le Jules Verne, precisamente en la torre insignia de París.

Cuando pasamos a la tostada de atún fresco, con cebolla caramelizada, salsa spicy, alioli de chipotle y aguacate, y la ensalada de arúgula con aceitunas Kalamata con láminas de parmesano, ya estamos hablando de las recetas que los padres de Eduardo aún le siguen compartiendo y él todavía sigue sorprendiéndose. Así, honestamente.

Tartare Cantine

Un momento hogareño por excelencia se presenta cuando todos guardan silencio y un anuncio importante se comparte en la mesa. Así, con el french dip de roast beef, un corte New York fino con cebolla caramelizada y queso raclette con papas fritas, y el filete de res en salsa pimienta con papas pont neuf, Eduardo nos informó que pronto, para noviembre lo más probable, Tartare ofrecerá brunch dominicales de 10 a 13 horas.

Y con esa noticias y con un el singular pastel de chocolate, el ambiente cálido se completa como en una fotografía para el álbum familiar. Dónde: Emilio Castelar 44, en Polanco. CH: $800 a $1,000. Instagram: @tartare.mx

Tartare Cantine