Tapizado de serranía, Colorado es un imán para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. Eso sí, la cordillera más famosa de Estados Unidos no empieza ni termina en el parque nacional Rocky Mountain. En el suroeste del estado, el cañón de Gunnison y Ridgway muestran otra cara de las montañas en Colorado. Fotos: Marck Gutt.

Para alejarse de las multitudes

La fama de Rocky Mountain National Park no se debe solo a su cercanía con Denver. Paisajes de alta montaña, lagos custodiados por alces y senderos que se tornan dorados son algunos de los tesoros que resguarda esta área natural protegida. Por lo mismo, el lugar es muy concurrido. Tanto, que además de un boleto, desde 2020 se necesita una reserva para acceder al parque en verano.

Para quienes planifican, el sistema augura lugar de estacionamiento seguro y caminos con cientos de personas, en lugar de miles. Para los más espontáneos la historia es otra. Sin reserva, los paisajes anhelados se convierten en frustraciones. Afortunadamente, montañas en Colorado hay de sobra. A cambio de recorrer caminos menos transitados, el estado revela lugares tan memorables como alejados del turismo en masa.

En el suroeste de Colorado, un pueblo del Viejo Oeste sirve como base para explorar senderos solitarios, aguas termales y parques nacionales que la matan callando. Entre junio y octubre, una vuelta por Ridgway y el cañón de Gunnison basta para preguntarse si de verdad hace falta ir todos al mismo sitio.

Ridgway y Chipeta Lodge: aguas termales y vaqueros en las Rocosas

Con una población de 1,200 habitantes, Ridgway se presenta como una comunidad pequeña y progresista. Termas nudistas, granjas de cannabis y cafeterías orgullosas de identificarse como espacios seguros forman parte de la cotidianidad en este rincón de Colorado.

Además de servir como base para explorar la sierra San Juan, Ridgway presume atractivos como Chipeta Lodge. Alberca de aguas termales, restaurante con música en vivo y servicio integral de spa hacen de este hotel en las Rocosas un santuario de relajación sin pretensiones en las montañas de Colorado.

Black Canyon of the Gunnison: el secreto de las montañas en Colorado

Solamente su ubicación, lejos de grandes ciudades, puede explicar la ausencia de hordas en Black Canyon of the Gunnison. Ubicado 420 kilómetros al oeste de Denver, este parque nacional de Colorado resguarda algunas de las barrancas más imponentes del continente y montañas custodiadas por osos negros y pumas.

Además de un acantilado de 685 metros de altura, algo así como una torre Eiffel encima de otra, el cañón del Gunnison presume naturaleza apenas domesticada. Dividido en dos sectores, este parque nacional consiente a las visitas con cielos estrellados, senderos silenciosos y postales en las que son más comunes las ardillas que las personas.

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