Descubrir Mongolia, el país que dominó grandes territorios de Asia durante el siglo XIII, es un destino inesperado para los viajeros intrépidos amantes de la naturaleza y la agricultura. Aquí las montañas y desiertos son el hogar de la cantidad más alta de nómadas en el mundo. ¡Te contamos los lugares más emblemáticos de este país y las razones para visitarlo! Fotos: Unsplash.
La antigua ruta del té en tren
Las vías del tren que conectan a China y Rusia pasan por Mongolia desde 1950 y siguen lo que fue la antigua y original ruta del té. Aquí lo importante es preparar la cámara, ya que los paisajes que se recorren con este tren arrancan el aliento de todos, ya que pasa por la helada Siberia, hasta China y Moscú.
Una fecha interesante para viajar es a finales de julio, cuando sucede el festival Naadam: la celebración más grande del país para el deporte, ya que incluso sucede en distintas provincias. Para viajar en él, lo mejor es adquirir boletos para el transiberiano, ya que el trayecto es más amplio y cómodo, aún pasando por Mongolia.
Escalando dunas
El desierto de Gobi es uno de los más importantes del mundo por su tamaño con 1295 millones de kilómetros cuadrados, y porque está basado en distintos climas y topografías. Aquí, el paisaje es caprichoso y entre sus dunas y cuencas se han encontrado huevos de dinosaurios y utensilios prehispánicos. Para los más intrépidos, están las Khongoryn Els, dunas de 100 kilómetros de largo desde donde se pueden admirar los valles y el paisaje del ecosistema.
Conocer el origen del fundador del primer Imperio Mongol
Gengis Kan, también llamado Gran Kan fue el responsable de unificar tribus en el norte de Asia y fundar el primer Imperio Mongol. De ahí que este país tenga una escultura enorme para conmemorarlo. Se trata de la estatua ecuestre de Gengis Kan que mide 40 metros de altura y se encuentra a poco más de 50 kilómetros de la capital de Mongolia: Ulán Bator. Para seguir más las huellas de Gengis Khan conviene ir a Karakorum, donde en el siglo XIII el emperador estableció la base del imperio. Ahí mismo encontrarás el primer monasterio budista del país, llamado Erdene Zuu.
Viviendo como un verdadero nómada
Al recorrer Mongolia se puede encontrar un común denominador: las yurtas. Estas estructuras existen desde hace al menos dos milenios y son tan eficientes que se pueden montar y desmontar en un par de horas. Esto se debe a que alrededor del 30% de la población de Mongolia sigue siendo nómada. Como Mongolia es un destino para aventureros, los locales han desarrollado espontáneos campamentos de yurtas cerca de los atractivos naturales más emblemáticos del país. Tip: una vez ahí conviene probar el süütei tsai, una bebida hecha con té, leche de camello o de yegua y sal, la bebida más tradicional de los mongoles.
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