Las atracciones turísticas más ecológicas
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Cuando se trata de áreas naturales protegidas, ninguna categoría es tan atractiva como la de parque nacional. Si la culpa es de calcas culturales o de nacionalismos obsoletos es lo de menos. México tiene más de 140 humedales de importancia internacional catalogados como sitios Ramsar. Hagámonos el favor de hablar de ellos. Fotos: Marck Gutt.
Parque nacional, refugio de vida silvestre y patrimonio natural de la humanidad son todas categorías para designar áreas naturales protegidas. Algunas, como el primer par, sujetas a criterios y estándares regionales. Otras, como la que aquí compete, regidas por regulaciones internacionales.
Firmado en la década de 1970 en la ciudad iraní que lleva su nombre, el Convenio Ramsar nació para preservar humedales de importancia internacional. Mediante la implementación de políticas de uso racional de recursos, los sitios Ramsar velan por la conservación de ecosistemas como manglares, pantanos, deltas, estuarios y marismas.
México se integró al Convenio Ramsar en 1986. Con más de 11 mil kilómetros de litoral, no es raro que ocupemos el segundo puesto en la lista de países con más sitios Ramsar. Los números impresionan, pero no bastan para hacer eco. Henos aquí, una vez más, ante el dilema del huevo y la gallina. ¿No hablamos de la importancia de los sitios Ramsar porque no sabemos que existen o no sabemos que existen porque no hablamos de ellos?
Antes de empezar este texto, muy a la empírica, hice un ejercicio en la página de Food & Travel México. Escarbé los archivos web en busca de dos conceptos: «parque nacional» y «sitio Ramsar«. La búsqueda arrojó más de 400 publicaciones que hacen referencia a «parque nacional» y solo una que menciona «sitio Ramsar«. Dos, si contamos una nota que habla sobre el convenio.
La página foodandtravel.mx es de viajes, y por lo tanto resulta obvio su enfoque en sitios de interés turístico. ¿No? Bueno, con todo el respeto que merece el parque nacional Los Remedios, los manglares de La Tovara tienen tantísimo más potencial para atraer viajeros que el cerro en los suburbios chilangos.
Si la categoría sitio Ramsar no llama la atención en sí misma, la razón poco tiene que ver con falta de atractivos. Los humedales son lugares ideales para observar aves, remar en kayak y ver amaneceres. Y placeres mundanos aparte, juegan un papel fundamental para mejorar la calidad del agua, proteger contra posibles inundaciones y controlar la erosión costera.
La categoría sitio Ramsar propone un modelo de conservación de humedales que parte del uso racional de recursos, no de la restricción absoluta de actividad humana. Bien implementado, el turismo sostenible visibiliza ecosistemas protegidos y genera derrama económica para las comunidades locales que ultimadamente los protegen.
No tengo espacio ni tiene sentido listar los más de 140 sitios Ramsar en México. Y aclaro que estoy lejos de conocerlos todos. Dicho lo anterior, acá van algunos de mis favoritos para respirar aire puro, disfrutar de la naturaleza y ver el huevo y la gallina. No cualquier gallina, la morada.
Catalogado también como reserva de la biosfera, este sitio Ramsar en el sur de Chiapas resguarda manglares y pastizales de inundación en la región del Soconusco. Ideal para observar aves, disfrutar playas vírgenes y practicar turismo comunitario.
Relativamente cerca de San Blas y Tepic, La Tovara es uno de los secretos mejor guardados de la costa nayarita. Las comunidades a orillas del manglar ofrecen recorridos en bote para ver alrededor de 200 especies de aves.
El lago de Pátzcuaro es más que la celebración de Noche de Muertos. El tercer lago más grande de México resguarda peces endémicos, alberga más de 170 especies de aves y cobija comunidades que hacen artesanías con los pastos que crecen a orillas del lago.
Ubicada a la mitad de la península de Baja California, esta laguna salobre es famosa por sus tours para observar ballenas grises durante el invierno. Refugio para cerca de 100 especies de aves, Ojo de Liebre también está catalogada como reserva de la biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad.
Ubicado entre Tulum y Felipe Carrillo Puerto, Sian Ka’an es un santuario natural para manatíes, cocodrilos y más de 300 especies de aves. Catalogada también como reserva la biosfera y Patrimonio de la Humanidad, Sian Ka’an resguarda manglares, petenes, lagunas y cenotes.
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