En el primer trimestre del año, más de 3.3 millones de turistas llegaron a los hoteles de Ciudad de México. Aprovechar esta circunstancia y despertar el interés de estos turistas por todo lo que es México, su gran riqueza cultural, arte, arquitectura, interiorismo y materiales típicos, fue la premisa que le dio vida a COLIMA 71: el hotel boutique en la colonia Roma que es una carta de amor por México. Te contamos por qué este nuevo alojamiento se convirtió en uno de nuestros favoritos. Fotos: Cortesía. 

Se trata de un espacio que conjuga sofisticación, diseño y confort cien por ciento nacional. “Desde el inicio del proyecto, lo que queríamos era ofrecerle al huésped la verdadera cara de México. El arquitecto es mexicano, las diseñadoras son mexicanas, los artistas son mexicanos, y eso era muy importante porque creemos como viajeros que lo primero que quieres siempre, es la inmersión inmediata a la cultura”, nos compartió Ana Ongay, directora general de COLIMA 71.

 

Arquitectura, interiorismo y arte completamente mexicano

 

Hotel boutique Colima 71

 

Para lograrlo, se reunió a un gran equipo de expertos que pudiera llevar a cabo un proyecto completamente mexicano, sin caer en lo obvio. El arquitecto mexicano Alberto Kalach, estuvo a cargo de la edificación de COLIMA 71: donde menos, es más, el lujo está en tener luz natural, vegetación, plantas de diferentes tipos y techos de gran altura.

Por otro lado, el interiorismo estuvo a cargo de Karla Celorio Interiorismo y Nomah Studio, juntos crearon una ideal fusión de colores y texturas. Mientras que de la mano de Ana Ongay y DZ Art Liaisons, se seleccionaron las diversas piezas de artistas mexicanos y con residencia en México, que se integran a la perfección en la atmósfera de COLIMA 71. Pues otro de los objetivos de este alojamiento es enaltecer el momento artístico que está viviendo Ciudad de México.

 

Hotel boutique Colima 71

 

“No queríamos que COLIMA 71 fuera un lugar común. Ni en la decoración, ni en la arquitectura, y mucho menos en el arte”, recalcó Ana Ongay. La primera artista mexicana que se sumó al proyecto fue Sofía Taboas, quien realizó una instalación que hace juego con la arquitectura de COLIMA 71 y que no obstruye la luz natural: la celosía que recuerda las típicas rejas de la Roma que han perdurado en el tiempo.

El siguiente artista en sumarse fue Iñaki Bonillas, quien trabaja con archivos fotográficos, y en COLIMA 71 exhibe un estudio del hundimiento de casas en la colonia Roma. Finalmente, Darío Escobar, un artista conceptual guatemalteco que reside en Ciudad de México, exhibe la obra Quetzalcóatl (2022-2023): una larga instalación hecha de bronce, acero y hule volcánico, que se puede apreciar desde los trayectos en elevador.

 

La comodidad y autenticidad de las habitaciones de COLIMA 71

 

Otro de los pilares de COLIMA 71 es la comodidad de sus instalaciones y espacios que te hacen sentir como en casa. En este sentido, uno de los puntos que reforzaron fue la acústica de las habitaciones, pues un grupo de ingenieros se encargaron de eliminar el ruido exterior y crear un ambiente de total privacidad y tranquilidad dentro de las habitaciones, llamadas estudios. En los cuatro pisos de COLIMA 71 se distribuyen 10 estudios con terraza, 4 con balcones, y 2 estudios que tienen amplias ventanas al exterior.

 

Hotel boutique Colima 71

 

El siguiente punto es la amplitud de los estudios de COLIMA 71, de 40 a 50 metros cuadrados y cama king size, pues en estos tiempos en los que a medida que las ciudades crecen el espacio se vuelve más inaccesible, la amplitud es un lujo. Para la comodidad de cada uno de los huéspedes, cuentan incluso con parrillas, microondas, refrigerador, congelador, tazas, platos y cucharas elaboradas por artesanos oaxaqueños, una mesa que funge como comedor y todo lo que necesitas para tener una agradable estancia.

Otra cosa que nos encanta es la optimización de los espacios. Por ejemplo, en el Estudio Terraza hay muchos sitios para trabajar, como: un columpio, escritorio, mesa y sofá. E incluso terrazas para hacer yoga, tener acceso al exterior y disfrutar de la sensación del clima y de los olores.

 

Áreas cuidadosamente pensadas para hacerte sentir como en casa

 

Coffee

 

En cuanto a las áreas comunes de COLIMA 71, para todos los amantes de la lectura, encontrarás The Reading Nook, que posee una selección de libros que se disfruta incluso mientras saboreas tu “morning coffee, un servicio matutino en el que se te hace llegar el café de tu preferencia y un pan dulce de la icónica Panadería Rosetta.

También está The Courtyard, un espacio diseñado para que los huéspedes estén rodeados de naturaleza y arte. Y finalmente, The Coffee & Honesty Bar, donde el barista se encarga de preparar espectacular café, té o chocolate mexicano. Por otro lado, el Honesty Bar ofrece la mejor selección de tequilas y mezcales y una pequeña selección de licores disponibles para todos los huéspedes.

Y en cuanto a la parte gastronómica, a pesar de que COLIMA 71 decidió no contar con un restaurante, pues está ubicado en una de las zonas con mejor gastronomía de la ciudad,  ofrecen un completo menú de room service a cargo del restaurante Rosetta, uno de los mejores y más reconocidos restaurantes a nivel nacional e internacional. Por estos y más motivos no puedes dejar de hospedarte en COLIMA 71, espacio que grita México en cada uno de sus rincones. Habitaciones: Desde $7,730 MXN en colima71.com 

 

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Con plantas colgantes, madera y una luz cálida que se filtra por los ventanales, el ambiente de la terraza de Cascabel te envuelve. Los platos base son de la colección A través del microscopio, elaborada por una ceramista mexicana que interpreta a la mazorca del maíz, mientras que las mesas y sillas también tienen su historia. Las fabricó el taller La Metropolitana para Noma Tulum, y cuando este pop up de René Redzepi cerró sus puertas, Lula Martín del Campo los convenció para que se los vendieran. Esta chef con 25 años de carrera es audaz y cada paso que da está sustentado por su amor por la cocina mexicana. Fotos: Charly Ramos. 

 

Ingredientes de desuso

 

Desde hace tres años, Lula Martín del Campo aplica día con día su vocación en su proyecto más reciente y en su oficio: resguardar la comida casera y salvaguardar la herencia de ciertos ingredientes de México. Por ello, le asignó un espacio al muestrario que exhibe 11 canastas con maíces y frijoles endémicos con los que cocina. Muestra de ello son sus esquites ancestrales, que elabora con maíces rojo, azul y blanco de Pátzcuaro, y su frijol con puerco, hecho con el llamado negro bola de Tlalamac, Estado de México.

“La idea es ‘darle chamba a los ingredientes’, como dice Yuri de Gortari”, afirma la chef Lula, quien busca servir platillos que relaten una historia para que el comensal genere conciencia, pues él es el que crea la demanda. Estas especies, como el frijol ayocote arcoíris de Puebla o el sangre de toro de Morelos, se las compra a La Comandanta, marca que organiza a los pequeños productores, porque lo difícil es llegar a ellos y convencerlos de que te vendan.

 

Lula Martín del Campo

 

Cocina casera

 

Frijol, maíz y chile es la trilogía que reina en un menú en el que se da permiso de hacer tortitas de huauzontle, mole de olla y cazuelita de machaca sinaloense, pues la cocina que la inspira es la casera. En esta primera relación que tenemos con la comida está el foco de la chef. “Siempre apapacha. Antes, cuando salíamos a un restaurante, queríamos comer algo diferente a lo que había en casa. Pero ahora es al revés: porque cada vez comemos menos en nuestro hogar”, añade con nostalgia.

Como soy originaria de Ciudad de México, tengo que justificar la comida que hago”, y ahí es donde responde: “comida mexicana contemporánea”. Pero en realidad, para Lula Martín del Campo este término se vincula con un concepto integral. “Claro, los platos tienen que ser muy sabrosos, pero también se trata de concientizar sobre los ingredientes en desuso, de ser responsables con el medio ambiente, de ofrecer una gran arquitectura y diseño, de brindar una curaduría de bebidas”. Y la chef egresada de la Escuela Superior de Administración de Instituciones no se duerme en sus laureles: siempre está en busca de nuevos proyectos.

 

Marea: nuevo restaurante

 

Además de manejar desde hace un año el restaurante de la Cámara de Diputados, Casamilpa, abrirá próximamente uno de mar: Marea. Se asoció con Benjamín Castro, proveedor de Sinaloa que trae el camarón azul que se pesca con red suripera, es decir, no es de arrastre.

“Lo platicamos, encontramos el local y estoy feliz por asociarme con un excelente distribuidor”, cuenta Lula al revelar que el diseño, que está a cargo del reconocido Alberto Kalach, será un statement, y como marisquería solo estará abierto de 12 a 19 horas.

 

Lula Martín del Campo

 

Historia detrás

 

La excelencia la ha empujado a buscar la diversificación. “Sabía que iba a ser cocinera, pero pensaba que de mi casa, más que de un restaurante. Vengo de una generación en la que nos educaban para casarnos y tener hijos”.

Sin embargo, se dio cuenta de que ser ama de casa no era lo suyo, anhelaba los fogones como carrera.Estoy convencida de que los chefs deben estar en la cocina, para que cuando el cliente pregunte por ti, te encuentre. Sin embargo, honestamente, mi ambición va más allá; siempre estoy viendo cómo estar en los negocios. Así he evolucionado: tomando el camino de un chef empresario”.

 

Chef empresaria

 

Quien estuvo 11 años al frente del comedor ejecutivo de HSBC, reconoce que el entendimiento institucional que aprendió en esta experiencia laboral le dio la estructura que le faltaba como empresaria. No solo ha desarrollado su marca lulachef de filipinas con bordados indígenas y ha publicado 13 libros, sino que también sabe que aliarse con grandes marcas es útil.

Estoy colaborando con La Costeña, aunque me lleguen a criticar porque dicen que es cocina de lata. Pero no lo veo así: yo no cocino con, más bien echo mano de los chiles chipotle, por ejemplo, como una opción. Además, si no lo hago yo, lo hará alguien más, y si me buscan es por algo”, argumenta Lula, quien dice que aún le falta mucho por hacer y que siempre que tenga que ver con la promoción de la cultura mexicana, ella le va a entrar.

 

#QuédateEnCasa

 

Cascabel te ofrece su menú para llevar o con entrega a domicilio. Disfruta un tlacoyo de requesón en salsa verde, unos tacos de fideo seco o de camarón rebosado, una sopa de hongos con epazote, una ensalada de nopales y frijoles con queso Cotija o unas tortitas de huauzontle. Y como complementos, ordena; guacamole, coliflor tatemada, frijoles de la olla, arroz a la mexicana o camote tatemado. Haz tu pedido al teléfono 55 5292 6216. Dónde: Dentro de Park Plaza. Av. Javier Barros Sierra 540, Santa Fe. restaurantecascabel.com