Desde el yogurt de la mañana, hasta la salsa de soya para el sushi, las aceitunas del aperitivo y la copa de vino para brindar, los fermentos están presentes en la dieta de la mayoría de las personas. De ellos existen muchos ejemplos y la mayoría son famosos por sus propiedades nutricionales. Los fermentos pues contienen probióticos que son benéficos para la flora intestinal, además de su característico sabor. Aquí te compartimos una guía básica para entenderlos, prepararlos y disfrutarlosFotos: Unsplash

 

Un breve vistazo a los fermentos

 

Primero lo primero, ¿qué son los fermentos? Son ingredientes o preparaciones que pasaron por un proceso sin oxígeno en el que el azúcar que contenían se convirtió en enzimas, ácidos orgánicos, gases y/o alcohol gracias a la acción de microorganismos.

Existen tres principales tipos de fermentación:

 

  • Láctica: La que sucede en encurtidos como el chucrut alemán y el yogurt.
  • Etílica: La que produce alcohol y el pan.
  • Acética: Es la que produce vinagre.

 

Fermentos en frascos

 

 

¿Cómo preparar fermentos casa?

 

La mayoría de los alimentos pueden ser fermentados: desde los vegetales, legumbres y semillas hasta las frutas. Gracias a la fermentación, los alimentos son más digeribles, y en muchos casos, nutritivos. Prepararlos en casa es sencillo y requiere de ciertos cuidados para evitar la descomposición y generación de microorganismos dañinos.

Lo más popular es crear una salmuera para sumergir los ingredientes y que no tengan contacto con el aire. Este método es adecuado para vegetales y frutas cortadas en pedazos. Existen dos formas para decidir cuánta sal añadir. La primera es agregarla directamente a los vegetales. Puedes añadir de una a tres cucharadas para una col –por ejemplo– o disolver la misma cantidad de sal en 250 ml de agua.

La segunda es colocar entre un 2% a 3% de sal en relación con el peso del ingrediente principal a fermentar. A partir de ahí, depende de gustos personales. Y en cuanto al recipiente, lo mejor es elegir aquellos de vidrio y resellables.

El tiempo de fermentación cambia dependiendo del ingrediente y la receta. Sin embargo, la mayoría de los expertos aseguran que por lo menos se necesita una semana para que las propiedades organolépticas se desarrollen adecuadamente. Al esperar, conviene revisarlos cada dos o tres días para asegurarse de que las verduras siguen cubiertas por la salmuera. Mientras reposan, es necesario mantenerlos a temperatura ambiente, entre 17 y 22 ºC, y sin luz.

 

Fermentos de col

 

 

¿Cómo saber que el fermento es seguro?

 

Ciertos signos pueden ayudarte a identificar que, en lugar de fermentación, hubo podredumbre. Los más usuales son los olores pungentes y desagradables, así como el moho verde, café, rosa o negro. Otras señales son la generación de una textura babosa o con limo. Y si el color de los alimentos cambió drásticamente, también conviene desecharla. Cuando se trata de fermentos, en general habrá que confiar en los sentidos. Eso sí: ¡las burbujas en la salmuera suelen ser normales!

Intenta la siguiente receta para iniciarte en el mundo de los fermentos:

 

Receta de kimchi

 

Porciones: 4

Ingredientes

  • 1 col china
  • 250 gramos de sal
  • 2 litros de agua
  • 4 dientes de ajo
  • 1 trozo de jengibre
  • 10 gramos de harina de arroz
  • 2 cucharadas soperas de azúcar
  • 4 cucharadas sopera de salsa concentrada de pescado
  • 1 cuchara sopera de chile en polvo
  • 1 cucharadita de semillas de ajonjolí

 

Procedimiento

 

1-. Retirar las hojas de la col del tallo y cortarlas. Acomodarlas en un recipiente hondo. Añadir sal y agua. Permitir que todas las hojas sean cubiertas por la salmuera. Reposar por 12 horas.

2-. Picar finamente el ajo y el jengibre. Mezclar en un bowl junto con la harina de arroz, el azúcar, la salsa de pescado, el chile en polvo y el ajonjolí. Crear una pasta. Mezclar la pasta con las hojas de la col.

3-. Reposar el kimchi en un frasco de vidrio hermético, procurados que la mezcla esté bien cubierta de salmuera. Permitir fermentar al menos ocho días.

 

el kimchi es un fermento

 

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El hotel Sofitel Mexico City Reforma, parte de la cadena francesa de hoteles Accor, recién inauguró su propuesta de alta cocina: Bajel, al mando del chef Luis Escamilla de solo 28 años, quien regresó a México tras seis años de viaje por Argentina, Suecia, Dinamarca y Francia, donde trabajó en restaurantes con estrellas Michelin. Fotos: Cortesía Bajel. 

En el comedor te encontrarás con mesas de madera -una de ellas es comunal-, paredes oscuras, vistas sublimes hacia los edificios de Paseo de la Reforma y una cocina abierta, que también alberga a lo que llaman laboratorio de fermentos. Y este espacio es la verdadera inspiración del chef Escamilla, egresado del Instituto Culinario Coronado.

 

Fermentos: la musa del chef

 

 

La visión de la cocina mexicana de Luis Escamilla introduce nuevos sabores gracias a los alimentos fermentados. Actualmente cuenta con 110 tipos y espera alcanzar los 200 para el mes de febrero. Entre los frascos de vidrio que reposan en las repisas se alcanza a ver col, mix de hongos, echalote con fresa, xoconostle, tepache, hidromiel, kimchi… todo fermentándose.

Hoy en día, Luis se encuentra haciendo sidra, para incluirla en una manzana fermentada, con un queso de almendra, también hecho en casa. “Quiero salirme de lo establecido y tal vez me gane enemigos. Quiero hacer moles pero a mi estilo, tengo uno con alpiste, y hacer degustaciones de bebidas mexicanas fermentadas como el tejuino”, comenta Luis.

 

Menú corto y sin explicación

 

Bajel

 

Luis Escamilla, quien sin duda tiene una línea de cocina muy original, presentará un menú totalmente nuevo cada tres meses. Su carta es muy concisa y está dividida en insectos, fermentos, vegetal, mar y tierra. Ahí cada platillo cuenta con una descripción muy breve para que el comensal perciba sorpresas a la hora de degustarlo; de ahí la importancia de mencionar alergias o restricciones alimentarias.

La idea del chef Escamilla es confeccionar platillos con dos o tres sabores, pero que éstos sean muy intensos. Otra de las directrices es la estética monocromática que fortalece su propuesta creativa. Así, ingredientes que van desde insectos como escamoles y chicatana, y productos de las costas nacionales como pulpo y plancton, hasta carne Wagyu producida en México, se transforman para compartir plato con elementos fermentados como la kombucha casera.

 

 

 

Con esto mente, al llegar los escamoles con aguacate ahumado te sorprenderán, tanto por su sabor equilibrado y sutil como por su presentación acompañada de una tipo galleta delgada en forma de hormiga, hecha con cenizas de cebolla. También destaca el jitomate lactofermantado servido con un pesto de albahaca morada y la kombucha de fresa.

Darle un valor agregado a cada plato y que se note mi edad”. Esta declaración se confirma con su plato ají y plancton, el cual lleva siete algas diferentes, procedentes de México, una salsa tipo Clamato, un pico de gallo con tomates verdes, chile manzano fermentado y tapioca, y un pescado curado por dos días en escabeche. Un plato con un efecto marino interesante coronado con una acidez justa.

 

El dulce final

 

 

Los postres están a cargo de la talentosa chef repostera Fernanda Prado, quien ha reinventado la experiencia gustativa de los helados en México a través de su concepto Gelatoscopio.

Para Bajel, se inspiró en las notas aromáticas: floral, herbal, cítrica y caramelizada. También crea limpia paladares como paletas de vinagre, prepostres como perfume (sorbete de Jamaica perfumado con bergamota, cáscaras de naranja y violeta) y postres delirantes como su cremoso de miel de abeja, sorbete de compota de durazno y de jazmín, y placa de tepache.

 

Tragos reinventados

 

 

La coctelería de Bajel es clásica en su origen, pero en la barra cambian a propósito los destilados comunes de la receta por destilados mexicanos a base de agave, como tequila, mezcal, sotol, raicilla y bacanora. Por ejemplo, podrás beber un old fashioned hecho con mezcal, tequila y jarabe de huitlacoche, terminados en un ahumador y un twist de naranja.

Menú degustación: tres tiempos: $1,100; cinco tiempos: $1,700; siete tiempos: $2,300. Dónde: al interior del hotel Sofitel Mexico City Reforma, en el piso 13. Paseo de la Reforma 297, Cuauhtémoc. bajel.mx IG:@bajelmexico