El chef Erick García, del restaurante Bajamía, y la chef Lula Martín del Campo, del restaurante Marea, te dan una nueva excusa para ir a Cuernavaca: el Festival de la Conchería. En él podrás probar mariscos de la mejor calidad y conocer productos del mar extraídos con procesos de sustentabilidad, respaldados por el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (COMEPESCA) y la campaña Pesca con Futuro. Conoce los detalles y dale una mordida a la inmensidad marina, ¡tienes hasta el 22 de septiembre! Fotos: Cortesía.

 

Festival de la Conchería, a favor de los océanos 

 

Las conchas representan un recurso muy importante para miles de pescadores asentados en comunidades del golfo de México, el golfo de California y el océano Pacífico. Por esta razón, el Festival de la Conchería se creó para que más personas prueben gran parte de esta variedad de delicias.

 

Chefs Lula Martín del Campo y Erick García

 

Como parte del cuidado de la trazabilidad de sus productos, Grupo Okunoba es proveedor de las conchas que eligieron los chefs Erick García y Lula Martín del Campo para el festival. Esta empresa mexicana, instalada en Ensenada, maneja alrededor de 50 especies de frutos del mar. A su vez, los chefs son embajadores de Pesca con Futuro, una campaña de COMEPESCA que promueve el respeto por el medio ambiente y los ciclos de reproducción, para satisfacer la demanda de pescados y mariscos y garantizarla a las generaciones futuras.

“Pesca con Futuro es un importante movimiento que le pertenece a todos, porque no solo implica al medio ambiente: también tiene aportaciones sociales y busca un comercio justo. En la gastronomía, debemos de procurar crear hábitos que ayuden a la sustentabilidad, y tal es el caso del festival”, expresó la chef propietaria de Marea. 

 

Al estilo del mar

 

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En un entorno desenfadado que te provocará una sensación de estar cerca de la playa, el chef anfitrión Erick García y la chef invitada Lula Martín del Campo ofrecen creaciones que destacan el verdadero sabor marino.

Inicia con un platillo de Lula: el ceviche de almeja chocolata, que está preparado en su concha con un toque oriental gracias a la salsa ponzu, el jengibre y el chile manzano. Va coronado con wakame, un tipo de alga comestible, y su sabor salado es ideal para abrir el apetito. Otro imperdible de su autoría son los ostiones con salsa de pepino, chile poblano y cilantro; tienen un toque de aceite de oliva del Valle de Guadalupe que le otorga una textura sedosa. 

 

Platillos con recuerdos de Baja California

 

Como platillo fuerte, nada como la suculenta almeja mantequilla traída de Ensenada, que va gratinada con queso mozzarella. Esta creación de Erick García se acompaña con tortillas de harina al estilo sonorense para hacerte un taquito, con su respectiva salsita y unas gotas de limón.

“Es una preparación típica de las casas de los locales en Ensenada, están hechas en horno de leña y se consumen en un ambiente familiar”, compartió el chef originario de Baja California. 

 

Festival de la Conchería

 

Para una comida romántica en el Festival de la Conchería, la pasta linguine con almeja chione será la carta con la que tendrás que jugar. Está preparada con mantequilla, chiles de árbol y un toque de mostaza. Resalta esta combinación de tintes europeos con ayuda de un vino blanco fresco.

¿Listo para ir a Cuernavaca? Disfruta del menú de cinco tiempos hasta el 22 de septiembre. Costo: $800 pesos; no incluye bebidas. Dónde: Plaza Averanda, local 8, Carretera México – Acapulco km. 87.5, Col. Ricardo Flores Magón, Morelos. bajamia.mx

 

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Almejas con jitomate y harissa y pasta orzo con azafrán

 

Estas almejas con jitomate están llenas de sabor italiano, con un toque picante. Los ingredientes estrella se combinan con jitomates maduros, ajo, aceite de oliva y vino blanco seco.

 

Rendimiento: 10 a 12 porciones

 

Ingredientes

 

  • 4 cdas. de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cebolla pequeña, finamente picada
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 800 g de jitomates ciruela maduros, cortados a la mitad
  • 300 ml de vino blanco seco
  • 1 pizca de azafrán
  • 1-2 cdtas. de azúcar refinada
  • 1 kg de almejas frescas, limpias
  • 1 cda. de pasta harissa (disponible en williams-sonoma.com.mx)
  • 300 g de pasta orzo (disponible en chedraui.com.mx)
  • Hojas de albahaca fresca, para decorar

 

Procedimiento

 

  1. Calentar el aceite en un wok o en una sartén profunda a fuego bajo y agregar la cebolla y el ajo. Cocinar durante 5 minutos más o menos, hasta que los ingredientes se ablanden. Agregar los jitomates y continuar cocinando durante unos 10 minutos más o menos, hasta que comiencen a marchitarse.
  2. Agregar el vino, el azafrán y el azúcar. Dejar burbujear de 3 a 4 minutos y luego agregar las almejas. Cubrir la sartén con una tapa y cocinar de 3 a 4 minutos, hasta que las almejas se hayan abierto. Agregar la pasta de harissa.
  3. Cocinar la pasta orzo en una olla con agua hirviendo y sal (de acuerdo con las instrucciones del paquete). Retirar la pasta con ayuda de un colador y agregar a la salsa picante. Dejar que la pasta y la salsa se cocinen juntas durante 1 minuto más o menos. Servir con unas hojas de albahaca fresca como decoración.

 

Maridaje F&T

 

Vino blanco con aromas de pimienta, especias dulces, piña y manzana; en boca es untuoso y de alcohol integrado.
Sugerencia: Vieilles Vignes Gewürztraminer, Camille Meyer.

Como una obsesión culinaria, su gran popularidad en las mesas de América del Norte se debe a que son suculentas, dulces y superversátiles, dicen Clarissa Hyman y Mariana Vega. Recetas y Estilismo de alimentos: Linda Tubby / Fotografía y producción: Angela Dukes.  Maridaje: Miguel Ángel Cooley. 

En algunas playas aún es común hallar conchitas sobre la arena al caminar descalzo. Pero éstas son mucho más que un elemento decorativo: para algunos animales que forman parte de la división taxonómica Mollusca, sirven de protección contra depredadores, soporte anatómico y sujeción al suelo. Tal es el caso de las almejas, que cuentan con dos conchas o valvas unidas por un ligamento flexible que les permite abrir y cerrar, de ahí que sean moluscos bivalvos.

Su característica principal es que habitan las riberas de los ríos o mares  (generalmente enterradas), donde se alimentan de microorganismos. Según la especie, varían de tamaño y forma, y sus conchas pueden ser duras o delgadas y quebradizas (a éstas se las conoce también como almejas de concha blanda o vaporeras). Son ricas en proteínas y aportan vitamina A, calcio, hierro y yodo. En México, se capturan tanto en las costas del Pacífico como en las del Atlántico, y Baja California, Baja California Sur y Guerrero son los principales estados productores.

A menudo se comen crudas (al igual que con todos los mariscos, hay que verificar su procedencia), con un poquito de jugo de limón y salsa. También se cocinan al vapor, se fríen, se hierven o se hornean, y en algunos casos se preparan en escabeche. Estos moluscos tienen una celebración propia: la almejada, que es tradicional entre las comunidades pesqueras de Baja California, en especial la de Loreto. El ritual se lleva a cabo en la playa, donde se recolectan almejas chocolatas (Megapitaria aurantiaca) y se tateman con piedras y ramas.

 

La diversidad del sabor

 

Esta variedad, que mide de 10 a 15 centímetros, también es muy popular en Zihuatanejo, Guerrero. Ahí, al igual que la almeja gallito (Rangia cuneata) del Golfo de México y la almeja pismo (Tivela stultorum) del Mar de Cortés, se consume recién salida del agua. Para disfrutarlas frescas, uno de los sitios más tradicionales es La Guerrerense, en Ensenada. Allí las preparan en coctel, en sus conchas o en ceviche. Aunque, si quieres deleitarte con una receta más contemporánea, la almeja chocolata con jengibre, cilantro, aguacate y salsa macha que sirve Enrique Olvera en Manta del hotel The Cape (Los Cabos) es una gran opción.

La almeja de concha dura (Mercenaria mercenaria) es la más popular en Estados Unidos, aunque también se captura en México. En la Costa Este, las almejas pequeñas de esta especie son conocidas como littlenecks, en honor a Little Neck Bay, en Long Island, que una vez fue un importante centro de comercio de almejas. Se utilizan en diversos platillos, como la clam chowder: una sopa espesa típica de Nueva Inglaterra, cuya receta incluye cebolla, apio y papa.

De las numerosas especies que existen, quizá la más extraña sea la Panopea generosa, conocida como almeja rey o chiluda. En el Pacífico, son recolectadas por buceadores que usan chorros de agua para remover los restos de arena y revelar esta almeja de aspecto fálico. En Japón, su carne dulce, casi crujiente,
se come cruda, pochada o salteada, y se sirve con una salsa para remojar. En China, donde se le conoce como la almeja trompa de elefante, la carne del cuello se deshidrata y se utiliza para hacer caldos, mientras que en Estados Unidos es popular para preparar cremas y platones de mariscos.

Otra especie inusual es la Ensis directus o almeja navaja, que debe su nombre a que sus valvas asemejan a las cuchillas para rasurar que usaban los barberos en la antigüedad. Ubicadas a lo largo de la costa atlántica y algunas partes del Mediterráneo, se hunden en la arena entre la marea baja y alta. Sacarlas es difícil y los bordes de su concha son afilados. Para resaltar la dulzura de su carne blanca y musculosa, la mejor forma de cocinarlas es al vapor o a la parrilla.

Las costas europeas tienen otras variedades nativas, como la Venus verrucosa, que en Italia se conoce como tartufo di mare, o trufa de mar, indicando lo muy apreciados que son este tipo de moluscos. Su textura suave y sabor ligero las hacen ideales para preparar platillos como risottos y pastas. En Francia, la colorida Glycymeris glycymeris, por su sabor a nuez, se conoce como amande o almendra y usualmente se sirve como parte de un platón de mariscos o cocinadas a la marinera. Mientras que las almejas telline o tellina (Donax trunculus) se cocinan con salsa de jitomate y se decoran con perejil y ajo.

Sin importar qué variedad sea tu favorita, son perfectas para llevar a la mesa en cualquier época del año; pues además de ser fáciles de preparar, su sabor sutil las convierte en un magnífico elemento para combinar. Asegúrate de conseguir las más frescas, recolectadas sustentablemente.

 

Notas sabias

  • La almeja gigante se encuentra en los mares tropicales del sudeste de Asia y puede crecer hasta 1.2 metro de ancho.
  • Para un clamato casero se emplea caldo de almeja, jugo de jitomate y especias.
  • El interior púrpura de las conchas de la almeja redonda se usaban como wampum: la moneda de los nativos americanos.
  • Los artistas utilizaban las conchas de la almeja Venus como lienzos para pintar.

 

 

 

 

Tal como lo hacen en Nápoles, reúne a toda la familia alrededor de la mesa para disfrutar de este rico y aromático platillo.

 

Porciones: 4.

 

Ingredientes

 

  • 800 g de almejas
  • 8 cdas. de aceite de oliva virgen extra
  • 7 dientes de ajo, rallados
  • 1 ½ cdas. de hojuelas de chile o 1 chile seco entero, machacado
  • 150 g de jitomates, picados
  • 150 ml de vino blanco seco
  • 200 g de jitomates ciruela, pelados y en mitades
  • 1 pizca de azúcar morena
  • 400 g de espagueti
  • 15 g de mantequilla sin sal
  • 15 g de perejil, picado

 

 

Procedimiento

 

Poner seis cucharadas de aceite, el ajo y los chiles en una sartén a fuego medio.

Tan pronto como el ajo chisporrotee, sin dorarse, revolver y agregar rápidamente los jitomates picados y el vino, y luego los jitomates ciruela. Aumentar el fuego y cocinar por unos tres o cuatro minutos. Añadir las almejas, revolver y cubrir con una tapa hermética. Cocinar por unos cuatro minutos, agitando ocasionalmente hasta que todas las almejas estén abiertas. Agregar el azúcar, sazonar y cocinar por otros dos minutos. Desechar las almejas que no se hayan abierto.

Cocer el espagueti en una cacerola grande con agua hirviendo y sal hasta que esté al dente; escurrir y verter en la sartén junto con la mantequilla. Añadir la mezcla de almejas
y la mayor parte del perejil.

Agitar la sartén y servir de inmediato con el resto del perejil y el aceite restante.

 

Maridaje Food and Travel

 

Sugerencia: Vino blanco, aromas a pera, piña, fruta madura; en boca de buen volumen, acidez y untuosidad. (Por ejemplo: Bramare Marchiori Vineyard Chardonnay, Viña Cobos). 

 

 

 

El sutil sabor de este molusco se mezcla con especias asiáticas en este platillo ganador, que se acompaña de conos de hojas de plátano rellenos con pudín de arroz.

 

Porciones: 4.

 

Ingredientes

 

  • 800 g de almejas
  • 3 cdas. de aceite de girasol
  • 2 cebollas, finamente picadas
  • 2 tallos de hierba limón, en trozos de 3 cm
  • 3 dientes de ajo, rallados
  • 3 cm de jengibre, en pequeños bastones
  • 80 g de berenjenas miniatura (disponibles en tiendas especializadas en productos asiáticos)
  • 250 ml de leche de coco
  • 4 cdas. de salsa de pescado (disponible en lacomer.com.mx)
  • 25 g de hojas de cilantro, picadas
  • 3 limones, en cuartos
  • Para la pasta de curry verde
  • 3 chiles verdes grandes, sin semillas y picados
  • 2 chiles ojo de pájaro o chile de árbol, sin semillas y picados
  • 2 tallos de hierba limón, picados
  • 4 echalotes pequeños, picados
  • 5 dientes de ajo, rallados
  • 2.5 cm de galanga, pelada y rallada (se puede sustituir por jengibre)
  • 2 cdtas. de pasta de camarón (disponible en el Mercado de San Juan)
  • 1 puñado de hojas de cilantro fresco
  • 1 cdta. de cilantro en polvo
  • ½ cdta. de comino en polvo
  • ½ cdta. de pimienta blanca molida
  • 1 cdta. de sal de mar

 

Para servir

  • 4 hojas de albahaca tailandesa o regular
  • Arroz
  • Hojas de plátano

 

 

Procedimiento

 

Cocinar el arroz de acuerdo con las instrucciones del paquete. Reservar.

Para preparar la pasta de curry verde, colocar todos los ingredientes en un mortero y moler hasta obtener una pasta suave.

Calentar el aceite y freír la cebolla durante unos cinco minutos hasta que se ablande. Añadir la hierba limón, el ajo y el jengibre, y saltear durante un minuto. Agregar las berenjenas miniatura y 60 g de pasta de curry verde y revolver durante unos minutos. Incorporar la leche de coco y la salsa de pescado, y dejar hervir a fuego bajo durante unos minutos. Añadir el cilantro y el jugo de la mitad de los limones.

En una cacerola grande, hervir las almejas con 400 ml de agua y un poco de sal de mar. Tapar y cocinar por tres minutos, agitando ocasionalmente, hasta que se abran. Escurrir sobre un recipiente para recoger los jugos de cocción y reservar. Desechar las almejas que no se hayan abierto. Verter el líquido en la cacerola junto con la mezcla de curry verde. Calentar a fuego bajo y añadir las almejas. Dividir en tazones y servir con el resto de los cuartos de limón y la albahaca, picada. Envolver las hojas de plátano en forma de cono, rellenar con el arroz aún tibio y servir a un lado de los tazones.

 

Maridaje Food and Travel

 

Sugerencia: Vino blanco con acentos a cítricos, lichi, rosas; en boca, especiado, con final largo. (Por ejemplo: Gewürztraminer Les Princes Abbés, Domaines Schlumberger).