Ni hawaiana, ni maorí (una etnia polinesia de Nueva Zelanda y el Pacífico), ni estadounidense continental; la cultura tiki es una mezcla de elementos de las tres ubicaciones. Así lo indica Luigi Hernández, quien dirige la barra de Waikiki Tiki Room: “El concepto surge después de la Segunda Guerra Mundial, y los pioneros fueron los bares Don the Beachcomber y Trader Vic”, explica.

Detalles de madera, cortinas de caracoles, murales con formas que evocan la costa son los encargados de transportar a una isla remota a quien se adentra en este lugar. La característica principal de los tragos, es que se sirven en vasos de cerámica en forma de caras que simulan haber sido talladas a mano. Según nos explican, la expresión del vaso anuncia la potencia del coctel.

 

Waikikitiki Room

 

Entre los cocteles más amigables al paladar, se encuentra el Saturn, de ginebra Tanqueray, jarabe de almendras y rosas Orgeat, jugo de limón, pulpa de maracuyá y bitters de Angostura. Decorado con una rodaja de pitahaya, resulta refrescante y dulce. Mientras que el Sumatra Kula, de ron Zacapa Ambar 12, jugo de limón, de toronja y de naranja y jarabe especiado de miel es un poco más intenso, tal como anticipa la «cara molesta» del vaso.

Por su parte, el Zombie es uno de los tragos insignia de Waikiki Tiki Room. Si tienes suerte, podrás ver cómo los mixólogos del lugar, Luigi Hernández y David Negrete lucen sus habilidades de flairtending para prepararlo frente a ti detrás de la barra. Con una mezcla de ron, licor de hierbas Green Chartreuse, jarabe de almendras y rosas Orgeat, jugo de toronja y limón, y bitters de Angostura, este posiblemente sea uno de los cocteles más potentes –y deliciosos- de toda la carta.

 

Waikikitiki Room

 

Para acompañar

 

El menú de alimentos cuenta con diversas opciones que son perfectas para compartir. Entre éstas se encuentran las papas cambray, bañadas en salsa holandesa y aderezadas con polvo de cacao; o los camarones con tempura de amaranto y coco, servidos con salsa de maracuyá y chile, que son excelentes para botanear.

Y también hay cocteles para compartir, como el Over Nite Sensation, de averna, bourbon Bulleit, menta, jugo de sandía y limón. Este trago se sirve en un vaso gigante y se acompaña con varios popotes (de bambú, obvio) para disfrutarse entre al menos cuatro personas.

 

Waikikitiki Room

 

Así que ya sabes, si estás planeando una noche con amigos, Waikiki Tiki Room es una muy buena opción. Pero no olvides hacer reservación, suele haber gente esperando una mesa.

Dónde: Orizaba #115, Roma Norte. CH: $600. Teléfono: 55330303. FB: Waikikitiki.

 

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Un nuevo social drinking club está sacudiendo la ciudad con su aire misterioso pero lleno de buenos tragos, que son expuestos en un ambiente acogedor. Abrió el mes pasado y esto es un poco de lo que tienes que saber para que te animes a conocer Yellow Bird Bar.

 

El coctel de la casa

 

Yellow Bird

 

El nombre del lugar se lo da un coctel que se popularizó en los años 20, el Yellow Bird. Respetando la esencia de la bebida, a base de ron, la elaboran con una preparación especial en la que incorpora apricot brandy, licor de Galliano, crema de banana, jugo de piña y cítricos. Se sirve en un vaso de cristal en forma de pájaro, que fue diseñado especialmente en Japón. Por ahora la carta es pequeña, pero será aún mayor, y siempre con tragos creados con inspiración en lo que les gusta a los clientes.

En este lugar, hay pequeños detalles que hacen la diferencia, como el cajón en donde puedes guardar tus zapatos para descansar. El ambiente creado por el equipo es agradable, propicia largas conversaciones y bueno ratos. Esto se complementa con una pequeña propuesta de comida a cargo de Tierra Adentro Cocina, que incluye apettizers como nueces garapiñadas con chiltepín e incluso algo más consistente, como la burrata nórdica con gravlax de salmón o la torta tapatía de carne en su jugo (para “chopear”).

 

Cocteles añejados en barricas

 

 

Verás caer de una repisa el líquido de tus tragos favoritos. Hay nueve cocteles clásicos añejados en barricas, entre ellos: negroni, dry martini, diablo, rolls royce y tuxedo. Si la bebida lo amerita, se usan popotes de fibra de agave que se deshacen con agua caliente. Disfruta de su sabor auténtico y el cambio que toman gracias a su reposo en contenedores de roble.

 

Cocteles envasados al vacío

 

 

Con una propuesta de “elige, abre y bebe”, en este lugar encontrarás un frigobar con tragos para refrescarte en cuanto llegues. Cocteles de inspiración creativa, como Roberto Burns (a base de ron Botran 15 años, fernet, aperitivo peychaud’s, licor de ruibarbo y twist de cítricos) son sellados en bolsas de vacío y luego sometidos por  30 min a 36º C en un termocirculador, con el fin de concentrar sus sabores. Así, solo bastará pedir un vaso con garnitura y servir.

 

Conoce a los creadores

 

Yellow Bird

 

Ricardo Sandoval ideó este lugar, hace tres años, como un lugar libre y con buena vibra, con cosas que le gustaría tener en el bar de su casa. Es representante de 37 marcas y fue Bartender del Año por World Class México 2014, así como actual embajador de la competencia. Con él al frente, comparte buenos momentos junto a Braulio Hernández y Rodrigo Vargas, dos talentosos personajes de la coctelería en México que forman parte del equipo de barra.

Yellow Bird Bar tiene como eje fundamental la creatividad a la hora de mezclar, así que podrás ver cómo “desarman” y vuelven a formar cocteles. Sin duda, es un lugar para personas tranquilas y relajadas, por lo que buscan que la comunidad sea pequeña, como en un club.

 

Cómo conocerlo

 

Yellow Bird

 

Para ser parte de la familia, tienes que tener un pin. Hay una lista de espera para ellos y éste tiene como ventaja poder llegar sin reservación e invitar a tres amigos. Sin embargo, si no tienes un pin, puedes acceder mediante una reservación por mensaje directo en Instagram. IG: @yellowbirdbar. Cocteles desde $150. Dónde: Tabasco 304, Roma Norte. Horarios: Miércoles a Sábado de 19 horas a 2 am.