Si alguna vez has visitado Puebla sabrás que sus platillos tradicionales (desde las chalupitas hasta los famosos chiles en nogada) provocan revuelos en el paladar. Prueba fehaciente de ello es la historia del chef Alan Sánchez, un chilango que se enamoró de los sabores de la cocina de Puebla. Conversamos con él y nos compartió cómo fue su acercamiento con esta región de México. ¡Conoce  los proyectos que lidera! Fotos: Cortesía. 

 

Alan Sánchez: la historia de un chilango en Puebla

 

El mercado de Jamaica fue el lugar en el que Alan Sánchez quedó cautivado por los sabores y olores de los productos que se ofertaban. Recuerda que desde ese momento supo que quería estudiar gastronomía, por ello, en el 2000 ingresó al Colegio Superior de Gastronomía.

 

Chef Alan Sánchez

 

Al terminar la licenciatura, el chef Sánchez se aventuró a incursionar durante dos años en Estados Unidos. Regresó a México en 2009 con la intención de titularse y probar fortuna, fue así que ingresó a la cadena hotelera de Camino Real. Un año más tarde, su segunda vocación tocó a su puerta: la docencia.

“Un viernes me llegó una vacante por parte del Colegio Superior de Gastronomía y el lunes estaba haciendo mi prueba en Puebla. Dar clases me ha facilitado mucho el liderazgo en la cocina; si nunca hubiera dado clases, no sabría dirigir, ni transmitir el conocimiento.”, declaró el también ganador del premio “Carlos Anderson” a la Innovación Restaurantera otorgado en 2017 por la CANIRAC.

 

La cocina de Puebla es para enamorarse

 

Chef Alan Sánchez

 

Durante la entrevista, el chef rememoró que fueron dos las razones que lo hicieron quedarse en Puebla. La primera fue su esposa, que es originaria del estado, y la segunda fue la cocina de Puebla. Acerca de ello, el chef, acreedor en 2017 con el premio al Mejor Chef revelación por Food and Travel México, mencionó: “Me acuerdo de que mi esposa (en ese entonces compañera de trabajo) me llevó a una feria de Cholula. Quedé impresionado al ver el proceso de nixtamalización y cómo prepararon el mole, para mí fue un choque cultural gastronómico muy fuerte”.

El chef Sánchez confesó que lo que más trabajo le costó aprender fue a nixtamalizar  y hacer tortillas a mano. Las que lo guiaron (y continúan haciéndolo) son las cocineras tradicionales. Otro hito en su carrera fue la labor que hizo como chef ejecutivo de Barroco Restaurante. Desarrolló prácticas sustentables que abarcaron desde hacer mesas de cultivo hasta tener un criadero de truchas.

 

Reinventarse en la pandemia: Teoxintle, taller e identidad gastronómica

 

Chef Alan Sànchez

 

Posteriormente, gracias a su personalidad inquieta y tras la salida del restaurante, en el 2019 creó Teoxintle, taller e identidad gastronómica. El entrevistado explicó que el nombre hace referencia al “teocintle”, antecesor del maíz. Sobre ello, el chef Alan Sánchez comentó: “Al inicio realizaba cursos de muchas cosas, como de paellas, pero no me sentía a gusto. Poco tiempo después, comenzó la pandemia e hice chiles en nogada abrazados por el concepto de dark kitchen”.

Actualmente, el proyecto tiene el propósito de fomentar el legado de la cocina de Puebla. Lo hace a través de asesoramientos gastronómicos para las empresas que buscan mejorar procesos. Además, el espacio funge como centro de capacitaciones en donde se imparten talleres en español, inglés y francés. Tiene clases de acuerdo a la temporada de alimentos, tal como la de chiles en nogada y de bacalao que se hace en épocas decembrinas. Checa su calendario y disponibilidad de estos exclusivos talleres que van desde $900 MXN.

 

Azul Raíz Restaurante es el nuevo hogar

 

Casa Azulai

 

El proyecto más reciente en el que está incursionando el chef Alan Sánchez es en Casa Azulai Puebla Hotel Boutique, inmueble histórico que preserva la esencia de una casona de 1650 con pinceladas de modernidad. La magia culinaria sucede en el centro de las 16 habitaciones, en Azul Raíz Restaurante. Allí, el chef desarrolla una propuesta gastronómica mexicana que destaca los sabores de Puebla y Oaxaca.

Cuando vayas, es imperdible ordenar la pechuga de pollo bañada con mole poblano (una receta inspirada en la región de Izúcar de Matamoros y perfeccionada por el chef), el chile en nogada (el rey de reyes elaborado con los ingredientes auténticamente poblanos) o la trucha al pastor (el pescado proviene de San Baltazar Atlimeyaya y en cada mordida descubrirás las raíces chilangas del chef Alan Sánchez). Cheque Promedio: $500 MXN.

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De la mano del hotel Rosewood Puebla –especializado en ofrecer experiencias locales bajo el concepto de la marca A sense of place–, nos adentramos a las calles virreinales de esta ciudad, para descubrir belleza arquitectónica, rincones que enamoran y mucha historia… Cerca de Ciudad de México, es un destino ideal para un fin de semanaFotos: Cortesía Rosewood Puebla y Elsa Navarrete. 

 

Rosewood Puebla: refugio con personalidad

 

Rosewood Puebla

 

En una de las zonas más antiguas de la ciudad, se alza este hotel de lujo. Sus 78 habitaciones, todas decoradas diferente, se alojan en tres edificios con carácter, restaurados minuciosamente; uno de ellos data del siglo XVIII.

No solo custodia monumentos históricos –como los Lavaderos de Almoloya, la Capilla del Cirineo y el claustro del Convento Franciscano–, fue intervenido por 11 artistas mexicanos logrando una interesante colección de arte; la obra de mayor impacto es el caballo, parte de la colección Lapidarium de Gustavo Aceves, que te recibe en el lobby.

Además, la terraza del Rooftop Bar es especial: su piscina es de lo más atractiva y gracias a sus 360º, en un día muy despejado se alcanzan a ver cinco volcanes, entre ellos el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba.

Luego de disfrutar una de las mejores vistas hacia el atardecer junto a una mezcarina (mezcal, licor de chile ancho, jugo de naranja y de limón), te puedes consentir en su spa con el masaje talavera, el cual combina técnicas manuales e instrumentos de talavera ligeramente calientes. Habitaciones desde: $6,000 pesos. rosewoodhotels.com/es/puebla/destination

 

Recorrido por el Centro Histórico

 

El tour por el Centro Histórico, reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1987, puede iniciar con una visita a la catedral de Puebla que, con sus torres de 72 metros de altura (las más altas del país), resulta una joya.

Para alegrar el paladar, no hay mejor resolución que caminar en la calle de los dulces (6 Oriente), cerca de la catedral. Entre las aceras flanqueadas de dulcerías tradicionales se encuentra la más antigua: El Lirio, que data de 1827.

 

Rosewood Puebla

 

Otro imperdible es la Biblioteca Palafoxiana, considerada la primera del continente americano. En un edificio de estilo barroco reposan 45 mil libros, siendo el mas antiguo de 1473.

Para el anticuario que todos llevamos dentro, hay que dirigirse al barrio de Los Sapos para descubrir extraños tesoros a buenos precios. El domingo se pone aún mejor, ya que se establece un mercado especializado en más artículos del ayer”. Enfrente de la plaza está La Pasita, un rincón que desde 1916 sirve licores caseros, como “sangre de artista” (licor de membrillo con chabacano) y “pasita” (licor de pasa con un trozo de queso fresco y una pasa).

 

Rosewood Puebla

 

En Puebla abundan las iglesias, pero un templo obligado por su belleza es el que se encuentra en el interior del templo de Santo Domingo: la capilla del Rosario que está forrada con láminas de oro. Desde que se ingresa, la luminosidad es cegadora y, aún más, cuando los rayos del sol se cuelan por los vitrales.

Después de apreciar este memorable arte religioso, hay que rematar la noche en el Barrio del Artista, una callecita empedrada rodeada de talleres de pintores y escultores, además de varios cafés. Escuchando melodías de jazz y trova, se pueden admirar en primera fila las pinceladas de estos artistas independientes.

 

Arte y gastronomía: Museo Internacional Barroco

 

Rosewood Puebla

 

Un edificio de singular arquitectura moderna –diseñado por el japonés Toyoo Itō– alberga una interesante colección de arte; también se pueden disfrutar de exhibiciones temporales. Ahí, después de recorrer sus siete salas y el espejo de agua que evoca un jardín zen, se aloja Barroco Restaurante.

Liderado por el chef Alán Sánchez, sirve cocina poblana de vanguardia. El ingrediente es el estrella, por lo que al buscar ser un restaurante sustentable cuenta con un huerto y un criadero de truchas en la Ex-Hacienda de Chautla. Imperdibles: ensalada del huerto, mole Barroco y texturas de maíz (panqué de elote, con helados de pinole y de huitlacohe). Dónde. Reserva Territorial Atlixcáyotl 2501, Puebla. barrocorestaurante.mx

 

Uriarte: el esplendor de la Talavera

 

Rosewood Puebla

 

La Talavera cuenta con denominación de origen, y para apreciar y valorar mejor este proceso con más de 200 años de historia, no hay nada como vivirlo a pie de fábrica.

En Uriarte Talavera, la octava empresa más antigua de México desde 1824, tendrás la oportunidad de ver su antiguo horno y observar de cerca la creación de auténticas obras de arte. Además del recorrido, también se puede pintar una pieza y recorrer la tienda. Y si quieres mandar a hacer tu propia vajilla, aquí te pueden hacer tu propio diseño; una de 81 piezas para 12 personas: $44,000. Dónde. 4 Poniente 911, Centro. Horarios: Recorridos de lunes a vienes, de 10 a 14 horas.