Vas caminando hacia tu casa o tu trabajo, y el aroma capta tu atención, tanto que comienzas a salivar. Ese es el efecto de la comida callejera que se cocina en algún pequeño puesto, de esos que existen en casi cualquier parte del país. Especialmente en la Ciudad de México, metrópoli que te permite encontrar auténticos tesoros culinarios a la vuelta de la esquina. Así que te sugerimos aventurarte a descubrir los sabores de la comida callejera o  street food mexicana. 

 

Esquites

 

Comida callejera

 

Cuando comience a caer el Sol, será el momento en el que te será más fácil encontrar en las calles de la Ciudad de México un buen vasito de esquites. El nombre de esta preparación proviene del náhuatl izquitl que quiere decir “tostar maíz”. Los más sencillos son los que solamente se constituyen de maíz, agua y sal; sin embargo también se les puede agregar jugo de limón, chile piquín «del que pica y del que no pica», queso rallado y mayonesa. Es importante recordarte que si eres de la capital del país y viajas a San Luis Potosí, los deberás pedir con el nombre de trolelotes. Pero si visitas Sonora te sorprenderás ya que son dulces, debido a que se cuecen en miel de piloncillo.

 

Tacos

 

Comida callejera

 

El taco nos acompaña desde siempre, desde épocas prehispánicas y hasta nuestros días; no se extingue. Es probablemente el antojito más popular en el territorio mexicano y un símbolo de nuestra gastronomía en el extranjero. Prácticamente se puede hacer un taco de todo, lo básico es una tortilla y un guisado. Sin embargo los que más fácilmente se encuentran sin duda son los de pastor y de suadero, pero también los hay campechanos, de ojo, lengua, tripa y hasta sesos, perfectos para cualquier hora del día: desayunos, comidas, cenas y después de las fiestas.

 

Tlacoyos

 

Comida callejera

 

Esta deliciosa comida callejera, es probablemente uno de los antojitos más saludables que existen en las calles de la capital y suelen consumirse como desayuno. Y es que ¿cómo no despertar de buen humor sabiendo que tu primer comida del día será un tlacoyo? Esta preparación es una especie de tortilla gruesa hecha con masa de maíz, azul o blanco, la cual se rellena con haba, frijol o requesón, y después se cuece encima del comal. Tiene origen prehispánico y es muy típica del centro del país, en donde regularmente se sazona con ensalada de nopales y salsa verde o roja.

 

Churros

 

Street food

 

Los climas lluviosos o nublados hacen que el cuerpo quiera algo dulce y reconfortante, como los churros. Esta fritura de origen español que va cubierta de azúcar, es muy popular en México. Aquí los comemos como antojo, a cualquier hora del día, incluso como merienda. Encontrarlos es sencillo, pues existen numerosos puestos ambulantes que también los ofrecen rellenos de chocolate o crema condensada. ¡Un verdadero subidón de energía!

 

Camotes

 

Street food

 

En el silencio de la noche se escucha un característico silbido… es el camotero. Aquel que anuncia deliciosos bocados por medio de un sonido producido por el vapor de agua, donde se cuecen camotes con canela. Si compras uno, lo usual es que estén bañados con miel de abeja, jarabe o leche condensada. Aunque, si escuchas pasar al camotero puede que te encuentres con la sorpresa de que también vende plátano macho cocido al vapor.

 

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¿Te has preguntado a qué suena Los Ángeles, Nueva York, Londres, Madrid, Roma, El Cairo, Quebec, Medellín y todas las demás ciudades del mundo? Cada destino, día a día, genera sus propios sonidos, esos que lo caracterizan y que lo hacen único, como nuestra Ciudad de México, que es un abanico sonoro incomparable, lleno de historia y magia. 

 

Organillero

 

Foto: https://pixabay.com/.

 

Llevan más de 100 años desde que llegaron a México durante el gobierno de Porfirio Díaz, para con su música inundar las calles. En aquél entonces los fundadores de la casa de instrumentos Wagner y Levien rentaban organillos para que las personas se ganaran unos pesos al tocarlos en la calle. Sobre el uniforme de los organilleros, existe desde 1975 que se formó la Unión Mexicana de Organilleros, y rinde homenaje al uniforme del ejército de Francisco Villa.

Y respecto al mono cilindrero que acompaña a los que desempeñan este oficio, cuenta la leyenda que antes un mono araña era el que pedía la cooperación mientras el organillo sonaba.

Sus jornadas laborales son alrededor de más de 10 horas, tiempo en el que deben sacar para pagar la renta del organillo que es de aproximadamente 150 pesos, y el resto para cubrir sus necesidades.

 

Ropavejero

 

Sonidos de la Ciudad de México Ropavejero

 

Este oficio lleva más de 100 años de existir y su origen se remonta a la época virreinal. Antes, los ropavejeros salían a trabajar con una carreta en donde llevaban todos los artículos que compraban. Actualmente, tienen una camioneta de redilas donde llevan los artículos, además de una bocina que va anunciado su llegada con una voz un poco tiplosa y muy pegajosa:

“Se compraaan, colchones, tambores, refrigeradores, lavadoras, microondas, o algo de fierro viejo que venda”. ¿Sabes de quién es esa voz? Es de María del Mar Terrón, que grabó ese audio cuando tenía 10 años, actualmente tiene más de 25 años. Así que si tienes alguno de estos objetos que ya no uses, no quieras, y desees vender, los ropavejeros te lo compran.

 

Camotes

 

Sonidos de la Ciudad de México Camotero

 

Aparece en nuestra gran metrópoli, después de las seis de la tarde con un tradicional y escandaloso silbido, fuerte y largo para anunciar su llegada. Seguro mientras lees, en tu mente está zumbando ese sonido. ¡Se trata del camotero! Como dato, te contamos que el carrito donde trasporta sus productos, está hecho de lámina galvanizada para resistir altas temperaturas y tiene un tubo vertical que simula una chimenea, además, funciona con leña, tiene un volante para manejarlo, tres llantas, y pesa de 100 a 150 kilos aproximadamente ya con el producto y la leña.

Antes el tambo era de 200 litros de agua y permitía cargar hasta 60 piezas de camote y 50 de plátanos, pero cada vez más, este oficio va desapareciendo y teniendo ventas bajas, dando como resultado que su tambo sea con capacidad de 20 o 50 litros. Si los oyes, cómprales un camote con leche condensada, o unos platanitos fritos con crema y azúcar, o qué tal un poco de calabaza en dulce.

 

El metro

 

Sonidos de la Ciudad de Mexico metro

 

“Tututu, próxima estación, San Antonio”. Cómo no reconocer este sonido típico del metro cuando vas arriba y éste anuncia la próxima estación. También el ruido que se genera cuando apenas vas a abordar y estás esperando la llegada del metro en el pasillo, un sonido algo fuerte, se percibe el freno y mucho aire. ¡Abordemos! Y qué decir de la cantidad de sonidos que encuentras dentro del metro, el vendedor de papas, el que pone música para vender sus discos, el que canta, el que cuenta chistes, la que pide dinero, entre muchos otros.

Hace más de 50 años inició la construcción de la Red del Metro. El primer “taladrazo” se dio en la avenida Chapultepec y la calle Bucareli, ahí se crearon 16 estaciones, de Chapultepec a Zaragoza, que fueron las primeras terminales del metro en la Ciudad de México. Actualmente hay más de 190 estaciones y 12 líneas.  ¡Larga vida al metro!

 

Afilador

 

Sonidos de la Ciudad de México Afilador

 

Este oficio de afilador llegó de España a México en la época de la Colonia y seguramente lo has escuchado, emite un silbido con una flauta de caña que anuncia su llegada, entonces es momento de correr y sacar los cuchillos, tijeras y todo objeto que quieras sacarle filo. No tardes, pues el afilador se para un rato en una esquina y espera a ver si hay clientes y si no, se va.

¿Que cómo afila las cosas? con una piedra de esmeril, que es un mineral muy duro, y que gira manualmente mientras pasa sobre ésta los utensilios a los que le sacará filo. Generalmente esta piedra va montada a su bicicleta que es su medio de transporte.

 

Tamales

 

 

Varias veces escuchaste el: “Ya llegaron sus ricos y deliciosos tamales oaxaqueños. Acérquese y pida sus ricos tamales oaxaqueños. Hay tamales oaxaqueños, tamales calientitos”, y saliste disparado a la calle a comprar algún tamal. El medio de transporte de estos tamales oaxaqueños es una bici carrito donde van los botes de tamales que guardan una gran variedad, mientras el vendedor pedalea por varias zonas de la ciudad para ofrecerlos.

Este sonido lo puedes escuchar, generalmente, en las tardes en la Ciudad de México, después de las seis que es cuando salen a venderlos. La famosa voz que anuncia este exquisito platillo, es la del veracruzano Elías Zavaleta, un joven de 17 años que se dice grabó este audio a principios de la década de los 90, esto porque se dio cuenta que era poco práctico gritar a cada rato lo mismo, por lo que decidió grabar un casete y reproducirlo constantemente. De hecho se dice que te ofrecen la copia del casete por 300 pesos.

Desde donde nos leas, deja en los comentarios tres sonidos que caractericen a tu ciudad. ¡Te leemos! cultura.cdmx.gob.mx

 

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