Cada inicio de año, durante todo el mes de enero, el té verde adquiere un significado especial. Es cierto, gracias a su gran contenido de antioxidantes, vitaminas, minerales y demás compuestos benéficos, el té verde se ha convertido en uno de los mejores aliados para reparar el organismo después de los excesos decembrinos. Pero, más allá de sus propiedades nutricionales… ¿cuánto sabe usted acerca de esta fascinante hebra? Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Antes que nada, es importante decir que “té verde” es una de las categorías más amplias y diversas del mundo del té. Nativa de China, esta tipología de té surge a partir de hojas de camellia sinensis que tras la cosecha se someten a un proceso de secado y, en ocasiones, enrulado. De esta forma, las hojas reducen su humedad y toman su aspecto final característico. Al disminuir el contenido hídrico de las hojas también se evita la oxidación, preservando así sus características más originales.

 

Té verde

 

La riqueza del té verde

 

Sí, decir “té verde” es hablar de miles de estilos, texturas, aromas y sabores… Tan sólo en China es posible sumar más de 2 mil variedades históricas diferentes, perfectamente diferencias por terruño de procedencia y proceso de manufactura.

¡El mejor té verde se produce en Japón…!, ¿o no? China, Taiwán, Sri Lanka, Corea, Vietnam, Indonesia, Japón y un sinfín de países productores poseen excepcionales tés verdes. Más allá de “mejores y peores”, conviene hablar de perfiles sensoriales particulares. Los tés verdes chinos, por ejemplo, suelen ofrecer notas gustativas bien diferentes, con descriptores que pueden ir de los vegetales al humo, a los herbáceos y tostados.

En Japón, por el contrario, los tés verdes tienden a la homogeneidad: generalmente son dulces, astringentes, salinos y abundantes en notas marinas, esas que recuerdan el sabor de las algas. Los de Taiwan, mientras tanto, brillan por sus interesantísimos matices herbales, florales e incluso ahumados, con todo tipo de formas y enrulados.

 

Té verde

 

 

Aprender a beberlo

 

¿Cómo iniciarse en el consumo de té verde? Definitivamente probando y atreviéndose a salir de los tradicionales Matcha, SenchaDe China vale la pena mencionar al Dragonwell, de aspecto aplanado, famoso alrededor del mundo por su licor amarillo verdoso y sabor refrescante, dulce, astringente y tostado.

Igual de interesante es el Mao Feng, cultivado en la región productora de té más grande de China,la provincia de Anhui; este té verde deriva en infusiones de intenso aroma floral, con agradables notas de duraznos y magnolias, ligeramente dulces y repletas de tonos de nueces.

Deliciosamente distinto es el Hojicha japonés, elaborado a partir de hojas tostadas de Bancha (última cosecha de Sencha). Este té verde tostado, descubierto en 1920 por accidente, desarrolla un inconfundible aroma de nueces, así como sabores dulces y torrefactos.

 

Té verde

 

 

En Sri Lanka, la palabra clave es… ¡Ladaluchacra! Imagine usted un té verde puro con aromas de mermelada de tejocote, guayaba y ponche de frutas, refrescante y placenteramente amargo.

Concluiremos diciendo que, sin importar cuál sea su gusto o propósito personal, siempre habrá una variedad de té verde que hará vibrar sus sentidosescueladete.mx