19 Crimes, un vino con sabor a delito

Durante los siglos XVIII y XIX, en Inglaterra existió una alternativa para aquellos condenados a morir en la horca: el destierro. Se trató del ‘punishment by transportation’ o castigo por transportación y Australia fue uno de los destinos en los que los criminales pagaban su pena. Actualmente, en esta zona se produce 19 Crimes un vino que rememora la historia de aquellos exiliados de su país de origen. Fotos: Cortesía.

Hacerse pasar por un egipcio, contraer matrimonio de manera clandestina, practicar bigamia, robar (plantas, peces, cartas…) y falsificar monedas de cobre eran algunos de los 19 crímenes por los que una persona era sentenciada en aquella época. Al destapar las botellas, encontraras inscrita en el corcho una de las faltas por las que se aplicaba el castigo por transportación.

Muchos culpables que llegaron a las costas australianas fueron encerrados durante un tiempo, otros de por vida, pero casi ninguno logró regresar a su lugar de origen. Algunos, como el poeta John Boyle O’Reilly, lograron sobresalir, más allá de sus crímenes. Las botellas de 19 Crimes están inspiradas en 6 personajes. Éstos fueron algunos convictos que se convirtieron en los primeros inmigrantes en llegar a Australia.

Para conocer la historia de cada uno de estos criminales, solo es necesario escanear cualquiera de las botellas de 19 Crimes con la app Living Wine Labels. Inmediatamente después, alguno de los personajes, como James Kieley, Michael Harrington o James Wilson cobrará vida a través de tu dispositivo móvil. Allí te contará la desgraciada historia de su condena.

Delicioso crimen

Las presentaciones de 19 Crimes incluyen monovarietales de chardonnay, shiraz, cabernet sauvignon y pinot noir. Así como dos etiquetas especiales: The Uprising Rum Aged Red Wine – un vino que después de permanecer 30 días en barricas de ron, adquiere notas de azúcar mascabado-, The Banished, The Warden y Red Blend. Costo: $280 en rappi.com.mx 19crimes.com

Hay varios placeres en la vida, uno de ellos es el vino y que mejor manera de disfrutarlo que en Maridando México, un evento que reunió por segunda ocasión a varias bodegas nacionales en el hotel Misión Comanjila, en el estado de Guanajuato. Fotos: Fredy Peñaloza.

Mucho se ha dicho que si el vino es antibacteriano, que si reduce las probabilidades de sufrir un ataque cardiaco, que si fortalece los huesos, que si retarda el envejecimiento y es rico en minerales; además de la cantidad de beneficios que otorga al cuerpo, relaja y alegra al ser.

Por eso, con copa en mano, nos dimos a la tarea de degustar algunas de las más de 200 etiquetas de vinos nacionales, de disfrutar del pabellón gastronómico y de conocer el espacio de artesanías y curiosidades. También había diferentes catas y experiencias sensoriales de vinos con chocolates a las que te podías inscribir. El ambiente se armonizó con música en vivo y bailes típicos mexicanos.

Vid mexicana

Vinícola Tequisquiapan fue una de las presentes; tiene 13 etiquetas entre tintos, rosados, blancos, y llevan más de 10 años de venta al público, de hecho, si solicitas a través de sus redes sociales desde un vino, ellos te lo llevan hasta tu domicilio.

Los vinos de Casa Madero, la vinícola más antigua de América, y los vinos El Cielo, ambos ubicados en el Valle de Guadalupe, en Ensenada, Baja California, se hicieron presentes.

La vinícola Once Gatos establecida en 2015 en el Valle de Guadalupe en Ensenada, Baja California, fue otras de las invitadas a este festival, también Vinos LT (Los Tintos), una vinícola nueva desde 2017.

También se encontraba Bodegas Entrevez, que es un proyecto familiar donde Humberto Vázquez y su familia, originarios de Puebla, cultivan la vid en el Valle de Guadalupe; y Casa de vino y productos gourmet, que distribuyen más de 45 etiquetas de vino mexicano, imparten catas, talleres, cenas maridaje, y organizan tours enológicos y gastronómicos, además venden cristalería.

Al estilo campirano

La idea de este evento es conocer y degustar un poco del vino nacional, para enseguida escoger el o los favoritos, comprarlos y sentarse en alguna mesa de madera rodeado de áreas verdes, muy campirano el concepto, y disfrutarlos maridándolos con algún platillo del pabellón gastronómico como: paellas Belmont, algún guisado del restaurante de Hoteles Misión– Del Pueblito; con choripanes o con embutidos de La Jamonera.

Las tablas de quesos de cabra y vaca de Quesos Brito, originarios de Puebla, acompañaban perfecto aquellos vinos. Había gran variedad, desde ahumados, a las cenizas, con hierbas finas, con maracuyá, al vino blanco y tinto; todos madurados dos meses en una cueva.

Las costillas, salchichas, el pork belly y el bbq estilo Texas de Smoked N´Low, que ahuma su carne entre 8 y 16 horas con encino y mezquite, también eran una opción, al igual que los chocolates de Kuxtal rellenos de maracuyá, sandia, mole, queso azul y chapulines. ¡Había comida y productos para todos los gustos!

En el pabellón de artesanías y curiosidades presentaron cuadros, sombreros, puros, guarda corchos en varios diseños de la empresa Alma de Luna; joyería artesanal en talavera de Diseños Yamel, rebozos bordados con telar de pie y de cintura, carteras, bolsas, blusas o huipiles bordados a mano. Además de jabones, cremas, tónicos, exfoliantes, gel de baño y variedad de productos para el cuidado de la piel de la marca Vindaly, elaborados con uva.

Si no has ido a este evento, date una vuelta el próximo año. Pendiente de su página web maridandomexico.com, un evento familiar para consentirte un fin de semana y maridar con vinos nacionales.

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