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Recientemente Bodegas Protos, ubicada en Ribera del Duero, en Castilla y León, España, realizó por primera ocasión en México una cata vertical de nueve vinos. La cita fue en Lipp La Brasserie, restaurante ubicado en la colonia Polanco, donde esta bodega española con 90 años de existencia, nos llevó a un viaje enológico. Pero antes de contarles sobre este evento sería bueno saber: ¿qué es una cata vertical y una horizontal?

Cata de vino

En una cata vertical se analiza un vino ya sea la misma uva, marca, bodega o región, pero de diferentes años, con el fin de encontrar la evolución de este a través de esos años, cómo ha cambiado y si han variado sus aromas y sabores.

El orden de la cata generalmente va de la añada más antigua a la más joven. En la cata horizontal se catan vinos de diferente marca, país o región, pero del mismo año, misma zona o variedad de uva. Por ejemplo, puedes hacer una cata horizontal de la uva merlot o tempranillo y probar cuatro o cinco vinos con esas uvas del mismo año, pero de diferente marca, país o región. Así notarás cómo cambia una misma uva del mismo año, de acuerdo a los procesos de cada bodega y al tipo de suelo.

Aclarado esto, nosotros hicimos una cata vertical de tres vinos Protos Selección y seis vinos Protos Gran Reserva, con la finalidad de apreciar la evolución del vino con el paso de los años y saber cuál año fue mejor que otro y por qué, y cómo influyó en su sabor y aroma. Marilena Bonilla, Directora Técnica de la marca, dirigió este recorrido de aromas y sabores por los distintos caldos de la primera bodega en la Ribera del Duero y la más visitada de la zona. Catamos Selección 1999, 2001 y 2002. Así como las añadas 2001, 2004, 2005, 2006, 2009 y 2010 de Protos Gran Reserva. Mi favorito fue el tinto Gran Reserva 2004, 100% tempranillo, de color intenso, en boca el tanino muy elegante, notas a fruta y a madera por su paso durante 24 meses en barricas de roble francés y americano.

Encuentra los vinos de Bodegas Protos, en La Europea, Palacio de Hierro y Liverpool. bodegasprotos.com

Al llegar a la vinatería o al supermercado, siempre hay una amplia variedad de vinos. Por eso, antes de elegir debemos saber cuándo pensamos beberlo: si es para tomarlo solo, acompañarlo con un platillo o en algún evento especial; también es útil tener en cuenta si lo tomaremos junto con amigos, en soledad o si lo regalaremos. Mira esta nota sobre cómo elegir el vino adecuado.

Con el objetivo de que la decisión sea lo menos difícil y elijamos el vino adecuado para la ocasión, debemos leer la etiqueta y contraetiqueta de la botella, en las cuales encontraremos muchos más detalles:

• El nombre de la botella, logotipo y bodega.
• La uva o cepa, que puede ser de un solo tipo o una mezcla —ésta es conocida como blend—. La uva es importante en los vinos, pues afecta el cuerpo, la intensidad, la acidez, la astringencia, los aromas y los sabores del vino.
• El lugar de origen se refiere a donde se produjo el vino; esta característica influye mucho en el resultado.
• El porcentaje de alcohol determina el cuerpo y la dulzura del vino; los que tienen un porcentaje alcohólico mayor al 14% tienen gran cuerpo y los que tienen menos de 11% son más dulces y ligeros.
• El año de producción o añado indica cuándo se cosechó la uva. Hay añadas muy buenas y otras no tanto.
• El contenido neto es la cantidad total de mililitros que contiene la botella; la cantidad estándar es de 750 ml, pero se puede encontrar de menos o más mililitros.
• El tipo de vino puede ser tinto, blanco, rosado, espumoso o champaña.

La contraetiqueta tiene una descripción sensorial que hace el enólogo de la bodega; en ésta describe aromas, sabores y platillos con los que se puede maridar el vino, así como el tipo de barrica, la temperatura a la que debe servirse y las características de la bodega y de los productores.

Si vives en México, es importante checar que las botellas tengan dos etiquetas, la marbete —que indica que ya pagó impuestos— y la etiqueta del importador, con sus datos completos.

El vino mexicano vive uno de sus mejores momentos y su panorama es prometedor, sin duda. Y porque justamente la oferta está creciendo, tener una guía a la mano para conocer a los mejores resulta bastante útil. Con base en esta premisa, se realizó el showroom 90 y más, donde se degustaron los vinos nacidos en 30 bodegas en México que obtuvieron 90 o más puntos en la Guía Catadores del Vino Mexicano, publicada por editorial Planeta (planetadelibros.com.mx), en su edición 2016-2017.

Su autor, el argentino Rodolfo Gerschman, es un aficionado de los vinos, además de editor, que se ha volcado al estudio de la industria vinícola mexicana para catar más de 400 vinos y así ofrecer una curaduría confiable. A través de los años, su trabajo se ha transformado en una herramienta valiosa para el consumidor y para quienes forman parte de esta industria.

Entre los stands del showroom encontramos grandes creaciones, como Madame Babette, de la vinícola Mariatinto (mariatinto.com). Con el perfil y carácter de los mejores rosados del Viejo Mundo. Con solo mil botellas, es frutal y floral en nariz, con una larga y refrescante acidez; reafirmamos algunas otras, como Pauta, de Concierto Enológico (conciertoenologico.com), de taninos bien logrados con extraordinaria persistencia.

Durante la degustación, los asistentes fueron agasajados con los platillos de los chefs Pablo San Román (anfitrión de Puntal del Norte), Pedro Martín (Kaye, Jaleo y Azafrán) y Antonio de Livier (La Panga del Impostor, en Guadalajara).