Visualiza un trozo de carne suave como la mantequilla, todo gracias a un marmoleo espectacular. Así es la carne Wagyu, un producto premium que está tomando realce en las cocinas de los chefs mexicanos.

Durante Tasting: The Experience Japan, una degustación organizada por Japan External Trade Organization (JETRO) en México y Grupo Howy, pudimos constatar las características que nos demostraron por qué la carne Wagyu japonesa es la mejor del mundo. Conócelas tú también. Fotos: Mariana Mendoza y Unsplash

 

La carne Wagyu se originó en Japón

 

“Aunque este tipo de carne se produce en varias partes del mundo, desde mi punto de vista personal, la japonesa siempre estará por encima de todas en cuanto a calidad, marmoleo y sabor”, indicó el chef Dante Ferrero, quien lleva muchos años trabajando con este producto.

Esto también se ve reflejado en el costo. De acuerdo a datos ofrecidos por JETRO México, el precio aproximado por kilo de carne Wagyu japonesa es de $93.09 dóalres, mientras que la carne Wagyu cross de Estados Unidos (cruza de la vaca japonesa con vaca local) tiene un precio aproximado por kilo de $8.66 USD.

 

Corte de carne Wagyu

 

La puedes cocinar con ingredientes mexicanos

 

Durante Tasting: The Experience Japan, el chef Dante Ferrero ofreció una cena de cuatro tiempos en la que degustamos carne Wagyu japonesa clasificación A5 con un nivel de marmoleo 10.

El cocinero nos explicó que la letra A significa el mayor porcentaje de aprovechamiento de la carne del animal; los niveles de la calidad van del 1 al 5, siendo el 5 el de mayor calidad, y el marmoleo más alto va del 8 al 12.

El primer tiempo de esta cena fue un tiradito de carne Wagyu japonesa con toques cítricos, chiles y especias; llevaba chutney de mango, ponzu, aceite de chiles y hoja de aguacate, cebolla morada y rábanos.

Después siguió un katsusando del chef, inspirado en el sándwich típico japonés, con pan brioche relleno de Wagyu empanizada y mayonesa con chile poblano asado.

El plato principal consistió de un rib eye asado con puré de papa y de camote trufados, mientras que la cena finalizó con bombones de chocolates de cacao criollo mexicano rellenos de dulce leche.

 

Platillo con carne Wagyu

 

 

La puedes acompañar con bebidas japonesas y mexicanas

 

Esta cena se maridó con bebidas como sake y shoshu, así como cerveza y ginebra japonesas. Dichos productos gourmet son comercializados por Toyo Foods, empresa comercializadora de productos orientales con 50 sucursales en México.

Aunque también se quiso demostrar que la carne Wagyu va bien con las vides mexicanas, ya que el plato central fue acompañado con Linnaeus, un vino tinto de mezcla bordelesa de la vinícola Dovinto, procedente de Ensenada, Baja California.

 

La puedes comprar fácilmente en México

 

Si quieres probar carne Wagyu en diferentes platillos, existen actualmente 115 restaurantes en Ciudad de México, Cancún, Tulum, Acapulco, Playa del Carmen, Guadalajara, Monterrey, Querétaro y Puebla certificados para la promoción de productos japoneses.

El programa Japanese Food Supporter fue establecido en el 2016 por el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca (MAFF, por sus siglas en inglés) de Japón. Su objetivo es identificar a los restaurantes y tiendas que promueven la gastronomía japonesa a través de sus productos.

En este link encontrarás el listado completo de restaurantes y tiendas en las que podrás comprar carne Wagyu japonesa, como Hanseatik, donde se llevó a cabo este evento.

 

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Como parte de las formas de consentir a sus comensales, La Cantina Palacio tiene invitados especiales para diversificar su oferta culinaria. Esta vez, tiene al chef Dante Ferrero del restaurante Dante Brasa y Fuego, quien compartirá un menú de especial durante junio y julio. Descubre más de estas creaciones y anímate a disfrutarlas pronto. Fotos: cortesía y Aurora Yee.

 

Visita La Cantina Palacio

 

Tanto en sus platos fuertes como en entradas y postres, la cocina de brasa y fuego del chef Dante Ferrero estará presente en La Cantina Palacio para un festival delicioso. Estará disponible hasta el 30 de julio y se compone de una selección de seis platillos. Estos se dividen en dos entradas, dos fuertes y dos postres, para que elijas una experiencia diferente en tu visita.

 

Cantina-Palacio-choritorta

 

La coctelería y servicio de La Cantina Palacio, te harán pasar un agradable momento desde cualquiera de sus sucursales. Ya sea que elijas Polanco, Perisur o Santa Fe, se trata de amplios espacios en los que vive la esencia son las cantinas del siglo XX. Como ejemplo está la terraza de El Palacio de Hierro Polanco, ubicada en el último piso. Tiene una fuente de estilo mexicano en el centro, que se combina con un piso de ajedrez y crea una atmósfera fresca. El toque cálido de los meseros y el resto de su carta, te darán una experiencia casual y amena.

 

El chef Dante Ferrero de visita

 

El invitado y creador de este menú temporal es Dante Ferrero, chef argentino que tiene más de 20 años viviendo en México. Su pasión por la carne lo ha llevado a regirse por una cocina de brasa, misma que está reflejada en este festival de sabor de La Cantina Palacio. El claro ejemplo de ello está en sus platos fuertes, ya sea en el filete de res servido con papas a la crema y pimientos rostizados o en la choritorta con queso provolone.

 

Cantina-Palacio-Dante-Ferrero

 

Sin embargo, las entradas también son muestra de su técnica en la parrilla, como en el caso de la ensalada tibia de vegetales. Se trata de una mezcla de endivias, palmito, portobello y pimientos que son llevados al grill para transformar su textura, y se combina con vinagreta de canela y espinacas frescas.

El chef Dante afirma que hizo la elección de estos platillos porque representan bien su estilo culinario. «Hago una cocina sencilla, siempre cercana a la brasa y al fuego, y pensada para el gusto general de la gente. Yo cocino para eso, es mi objetivo de mi vida en la cocina: que el comensal lo disfrute y se vaya contento«, nos dijo.

 

No te lo pierdas

 

Cantina-Palacio-postre

 

Este menú temporal de La Cantina Palacio también tiene dos opciones de postres, sencillos y acordes a la estación. Uno es un frutal de mango, que se combina con sorbete de tamarindo y chamoy, y el otro es un buñuelo con frutos del bosque a las brasas. Conoce pronto estas creaciones en cualquiera de las tres sucursales de La Cantina Palacio: Polanco, Santa Fe y Perisur. Cheque promedio: $750. gastronomiapalacio.com

The Glenlivet una de las marcas con más tradición cuando de whisky se trata, nos invitó a la sobremesa en The Festival, un paseo por el mundo a través de postres inspirados en sus etiquetas, desde Founder’s Reserve hasta el de XXV años. Texto: Por Cindy Medel. 

 

La vuelta al mundo tomando whisky

 

Si existe algo que nos sale extremadamente bien a los mexicanos, es la sobremesa. Y si la hacemos con una copa de whisky, combinada con el postre, mejor. Es por eso que con motivo del Día del Padre, se realiza la tercera edición de The Festival by The Glenlivet, desde hoy 13 de junio hasta el próximo domingo 16 Día del Padre. 

Durante este fin de semana si comes en alguno de los restaurantes participantes, al pedir una copa de The Glenlivet, como obsequio llegará el postre a tu mesa y el costo dependerá de la etiqueta que pidas.

Los restaurantes participantes son: Dante, Brasa y Fuego, Pubbelly Sushi, Agua y Sal, Chyna, Lipp La Brasserie y Jaso; también entran Emilio, Centralito, L´Ostería del Becco, STK y La Cantina de Palacio de Hierro.   

Este año es muy interesante el concepto, ya que los chefs elegidos representan diferentes gastronomías del mundo, es decir, un viaje para los sentidos disfrutando de sabores y texturas tradicionales de cada lugar, pero con el giro de ser creado pensando en el espíritu de la malta de The Glenlivet. Será un auténtico viaje por Argentina, Japón, China, Francia, Perú y México.

 

Entremet de caramelo en Perú

 

whisky The Glenlivet


Rodrigo Estrada, el chef del restaurante peruano Agua y Sal, inspirado en The Glenlivet Founder’s Reserve creó el Entremet de caramelo, cuya capa central, recordaba y encajaba a la perfección con las notas afrutadas y cítricas de esta etiqueta.

 

Chocolatoso en Argentina

 

 

Dante Ferrero sacó lo mejor de sí y nos invita a Dante: Brasa y Fuego a compartir el Chocolatoso, un postre que nos habla del origen argentino del chef, gracias al centro de dulce de leche en combinación con un mousse de chocolate. Este postre fue hecho para maridar con The Glenlivet 12 años, que combina a la perfección con las notas de manzana y avellana muy presentes en boca y nariz.

 

De Escocia a Japón

 

whisky The Glenlivet

 

Germán Carvallo y Jorge Álvarez de Pubbelly Sushi, rompieron la línea del chocolate y se apegaron a sus raíces japonesas, sin dejar de lado su inspiración, The Glenlivet 15 años. Para este reto, crearon un bizcocho de mantequilla con helado de miso, un toque de sal y merengues de cardamomo que combina con las notas de canela del whisky.

 

París Brest en Francia

 

whisky The Glenlivet

 

Paramos en Francia, en uno de los restaurantes con más tradición en la ciudad, Lipp La Brasserie donde el chef Said Padilla jugó con las notas y sabores de The Glenlivet 18 años enfrentándolo con un clásico de la repostería, el París Brest. Al ser un whisky con alto grado de alcohol, el chef decidió maridarlo con un postre untuoso debido a la mantequilla y toques de avellana.

 

Spring Roll de Banana en China

 

whisky The Glenlivet

 

Toca el turno de aterrizar en la gastronomía china gracias a los chefs Wong Mao Ho y Mauricio Muciño, quienes presentan un spring roll con un caramelo hecho a base de The Glenlivet 21 años, leche de coco y helado de vainilla que combina con las notas de frutos secos, canela y avellana. La textura crocante junto con el whisky te elevará a los cielos.

 

Crème Brûlée de chocolate en México

 

whisky The Glenlivet

 

Nuestro país no se podía quedar atrás, así que luego de este viaje, regresamos con la reina de la repostería, Sonia Arias y un whisky muy especial, la etiqueta 25 años. En Jaso podrás disfrutar de un crème brûlée de chocolate con naranja, que debido a su estructura densa, marida bien con esta etiqueta, ya que potencia los 43 grados de alcohol del whisky. theglenlivet.com

También checa The Glenlivet, el origen del whisky. 

Más allá de un día de campo alrededor de la gastronomía, este festival consiguió reunir amigos, familia y productores de México a la mesa, para compartir ideas, opiniones y disfrutar. The Big Picnic en su primera edición, tuvo lugar el sábado 29 de abril en la explanada del restaurante B’ui Cocina de Campo. Todo en el Centro Hípico Otomí de San Miguel de Allende. Alrededor de pastos verdes y bajo un cielo despejado que sin duda, aportaron a esta gran experiencia.

La calidez del día nos dio la bienvenida junto a tres mentes geniales de la escena gastronómica mexicana: Benito Molina, Javier Plascencia y Dante Ferrero, “La vaca es mía, el atún es de él y la paella la hace Javier”, fue el eslogan del evento y la expectativa que se logró cultivar en el público.

The Big Picnic

 

 

 

Al llegar al lugar, las protagonistas fueron las dos vacas enteras de Dante Ferrero, terminándose de asar después de más de 24 horas a fuego directo; el espectáculo cautivó a todos e inspiró a tomar la mejor fotografía. El chef de origen argentino pero con espíritu norteño mexicano, es el único promoviendo a gran escala, el uso y consumo responsable de la carne. Su pasión por el insumo cárnico y su profundo conocimiento en el tema, lo convierten en una figura de alto impacto para el medio culinario a lo largo de todo el país.

Más tarde apareció en la escena Javier Plascencia, tijuanense reconocido por darle vida y riqueza a una cocina emergente, que había figurado como un lienzo en blanco, sin una tradición milenaria como la de otros estados, por mencionar Oaxaca o Chiapas. Al hablar con Plascencia y preguntarle por qué había decidido hacer paellas, comentó que fue una elección del comité organizador, por ser un plato que gusta a todos, que se presta a la ocasión y que combina insumos de ambos ecosistemas, mar y tierra a la vez.

The Big Picnic

Finalmente, el corte de listón dio inicio al festín, seguido por la demostración de Benito Molina y sus atunes de 45 kilogramos. Pescados majestuosos del océano mexicano que hicieron agradecer a quienes observábamos tres pares de manos y un cuchillo bien afilado cortando con máximo respeto y maestría cada atún. Mientras Molina fileteaba la carne de vivo color, Solange montaba un tiradito de atún que le hacía justicia a toda la labor detrás, acentuado por la simplicidad, su frescura y con un sabor a mar total. Así fue el primer platillo.

Platicando con Benito sobre Manzanilla, Ensenada y la cocina de Baja California, resaltó su amor por la pesca, la importancia de aprovechar los productos locales y temporales que ofrece la región, así como el futuro de su cocina con influencias mediterráneas: el mejor pescado del país, un aceite de oliva incomparable y un paisaje vitivinícola con mucho potencial. Sobre el hecho de ser una figura mediática, comentó que las responsabilidades son grandes pero que nunca dejaría de lado la cocina, “cocinero hasta el final”, comentó.

The Big Picnic

Plascencia no se despegó de las paelleras, añadía puñados de sal a la vez que probaba y removía por aquí y por allá. Acompañada con pan y una cerveza clara, la paella fue un éxito redondo. Y para concluir, había que dejar espacio para deleitar el paladar con la carne de Dante en su punto ideal. Cualquier parte de la vaca, de la cabeza al rabo a disposición del espectador, un manjar que no se ve y no se come todos los días.

La convivencia se completó con cervezas, vinos y mezcales junto a tortas de cochinita pibil y quesadillas, por si lo anterior no hubiera sido suficiente; y entre talento y baile, la fiesta concluyó con la música de los Rumberos de Massachusetts, para terminar de alegrar la puesta de sol de un día de campo diferente.

The Big Picnic

Por sus venas corre la pasión carnívora, pero tiene muy claro que el consumo sostenible es importante para seguir disfrutándola. Este gusto del chef argentino Dante Ferrero lo ha llevado a diversificar los cortes, apoyar el producto local, asar vacas completas y añejar cortes hasta 450 días.

La primera vez que conocí a Dante Ferrero fue en Mesamérica 2014. Este cocinero argentino, originario de Neuquén, estaba arriba del estrado dando una plática con el nombre “Verbo: carne”, de la cual recuerdo especialmente una frase: “El fuego se controla, nunca se domina”. Su respeto por una naturaleza indomable pero bondadosa y la pasión por el tema con un enfoque concienzudo, me sorprendieron. Por eso, no me extraña que dos años después, desde su restaurante Alode Dante Ferrero en Monterrey, siga dando valiosas lecciones de cómo consumirla.

Se relacionó con el fuego y la carne desde pequeño. En sus recuerdos siempre aparecen las parrillas y lo que se genera alrededor de ellas. Además, tener un padre cocinero lo llevó a familiarizarse con el gremio; le enseñaba a comer bien, probar cosas nuevas y saber cuando un platillo estaba bien hecho. “Él vivía para la cocina, pero pretendía que no me dedicara a un oficio tan demandante”, recuerda.

Buscando un camino diferente, migró a Buenos Aires para estudiar algo más. Pero el destino ya estaba escrito y casarse con una mexicana fue también el comienzo de su carrera profesional. “Si voy a cambiar hasta de país, puedo empezar a hacer lo que yo quiero”, pensó mientras viajaban hacia Monterrey hace 15 años. Sin duda, tuvo suerte de llegar a una ciudad donde la carne es un asunto serio, porque si hay un sitio que ha desarrollado una cultura de la carne asada, ésa es la Sultana del Norte, donde abrió su restaurante Neuquén.

Cuando se habla con Dante, un mundo de aromas, sabores y pensamientos alrededor de esta mítica fuente de proteína empieza a surgir, así como de su país natal y los productos locales. Su cocina es sencilla, directa, pero con las raíces argentinas bien puestas. Si bien esta gastronomía no es tan autóctona como la mexicana, sí es una cocina criolla. En esta esencia se basan sus preparaciones, en las que cuida el producto durante su proceso y cocción.

Cada semana compra media res completa. La intención es procesar toda la pieza y elegir personalmente sus animales, como lo hace con el productor Patricio Ramos, quien cría ganado, engorda y sacrifica allí mismo, en Monterrey. “De esta forma se evita que se trasladen grandes distancias y así no se estresen”, explica.

A Dante le gusta trabajar con carne mexicana, aunque esto le ocasiona problemas con algunos comensales que identifican la suavidad con la calidad, que si bien es un factor importante, no es determinante. “Un buen corte debe tener resistencia al morderla; no hay que olvidar que es un músculo. Si es demasiado suave, que se deshace en el paladar, seguramente ese corte proviene de una res inyectada”, afirma el chef Ferrero.

En su cámara procesa, madura y añeja, pero, sobre todo, aprovecha todo el producto. Si hay alguien que ha enfocado sus esfuerzos en reiterar que el consumo sostenible es importante para seguir comiéndola, ése es Dante, quien utiliza toda la carne, los huesos y la grasa (hace su propia manteca). “Si seguimos pidiendo solo cortes perfectos de rib eye o New York, provocaremos que los productores incursionen en prácticas menos naturales para satisfacer el consumo”, asegura.

Continuando con su tarea de diversificar los cortes y las cocciones —no solo usa la parrilla—, empezó a añejar, proceso en el cual se va suavizando la carne y empieza a incrementar sus notas a embutidos y quesos. “No es mejor que la que no está añejada; más bien viene a sumar”, dice Dante al llegar a la conclusión de que su carne ideal tiene 21 días de maduración. De hecho, ésta es la que sirve en su restaurante sin considerarla añejada; la que él ofrece como tal tiene 45, 60 y 100 días.

Su ímpetu por emplear todo el animal no acaba allí. El chef ha utilizado #lavacaesmia como estandarte 19 veces durante un ritual que él considera su “cinta negra” y la máxima expresión del asado: cocinar por 24 horas una vaca completa. “Lo que más gusta es ver cómo la gente se emociona. Alrededor del fuego, de lo único que se habla es de comer”, concluye. 

Texto y Producción: Elsa Navarrete / Fotos: Charly Ramos / Maridaje: Miguel Ángel Cooley.

Recetas

Cabrito al horno

Filete al Sarten

Choripan Ahogado

Aguja a la parrilla

Bunuelo

Fue en el corazón del complejo Val’Quirico ubicado en Tlaxcala, frontera con Puebla, y con ayuda del restaurante La Encomienda, donde se realizó por 16a ocasión La Vaca Es Mía del chef Dante Ferrero. Preparación que 500 asistentes pudieron degustar maridando con clima soleado y música. Fotos: Charly Ramos. 

Todo comenzó un día antes, con la sazón de sal y salmuera. Para las cinco de la tarde la vaca ya estaba en el fuego. Desde ahí y hasta la mañana siguiente comenzó la velación de la vaca, un periodo que el chef Dante Ferrero ha vivido solo, con estudiantes o practicantes, y en algunas ocasiones acompañado de público.

 La Vaca es mía

“A mí nadie me enseñó a hacer la vaca, el asador lo diseñamos nosotros mismos e incluso hemos cambiado de modelos para mejorarlo. Estoy haciendo vacas en muchos lugares del país, por eso necesitaba algo más fácil de transportar y montarse; esta estructura ha cumplido con el objetivo”, explicó Dante Ferrero.

El asador que utiliza Dante es un diseño de rectangular, con 150 ladrillos de base. De cada esquina emana fuego de leña que genera la lenta cocción del animal. Esta estructura permite que el calor sea envolvente y haga una capa dorada que sella los jugos de la carne. “Generalmente uso la madera de mezquite, pero con eso no me pongo muy exigente”.

Chef Dante Ferrero

La vaca del pasado fin de semana, fue la primera hecha en Puebla y la primera wagyu que Dante preparaba, su peso fue de 370 kg en canal. “Es una raza que suele confundirse con la kobe, la elegí personalmente de entre 40 y 50 animales, de productores y engordadores de Monterrey. Además, cuido mucho que sea libre de hormonas, químicos y medicamentos”. El wagyu es una raza diferente, tiene menos carne en el trasero y más en el pecho, lo que aminora el tiempo que está sobre el fuego. Normalmente, el tiempo de cocción depende del tamaño de la vaca y puede durar entre 20 y 24 horas.

Dante Ferrero

La vaca estuvo lista alrededor de las dos de la tarde del día siguiente. El primer corte fue de la parte trasera, para sacar la pulpa. “Me gusta el momento de dar de comer porque son instantes muy de campo; las personas se sorprenden con las texturas y sabores”. Para todos los asistentes este fue el punto culminante del evento, donde las personas se reunían alrededor de la vaca para recibir una deliciosa pieza.

Próximamente el chef Dante Ferrero realizará diversos viajes por la República Mexicana para seguir preparando La Vaca es mía. #LaVacaEsMía @DanteFerreroH