Hace 20 años, cuando el chef Alejandro Ruiz abrió Casa Oaxaca El Restaurante, quizás no sospechó que ese espacio, que nació en las mesas del hotel Casa Oaxaca, años más tarde se convertiría no solo en uno de los mejores restaurantes de la capital oaxaqueña, sino también de México y Latinoamérica. ¡Te contamos de la esencia del lugar y cómo celebró su aniversario! Fotos: Cortesía.

Actualmente, Casa Oaxaca El Restaurante, ubicado en la terraza de una encantadora y pintoresca casona en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, es una referencia obligada para tener un encuentro profundo con los sabores de la auténtica cocina oaxaqueña y su creador.

Su creador, el chef Alejandro Ruiz, originario de Zimatlán, Oaxaca, aprendió desde pequeño el valor y la riqueza del campo ayudando en el huerto familiar, y también fue en ese entonces cuando surgió su inmenso amor por la cocina de su tierra. Desde entonces, ha sabido resaltar la autenticidad de la cocina oaxaqueña utilizando productos locales que provienen de la gran cantidad de microclimas que existen en el estado, convirtiéndose en un apasionado embajador de su cocina tradicional.

 

Pasión por la autenticidad

 

Chefs en la cena de 20 años de Casa Oaxaca

 

Su amor por la cocina y la tradición, así como su interés por conocer a los productores de manera profunda y saber de dónde vienen los ingredientes para elevar la calidad de los mismos, dotó de un valor único a cada uno de sus platillos.

Como parte de la celebración de los 20 años de su restaurante, el chef Alex Ruiz invitó a cocinar a tres grandes chefs y amigos que, igualmente, han forjado, desde sus trincheras y restaurantes el respeto por el producto: Alex Atala del restaurante D.O.M, ubicado en São Paulo, y a Benito Molina y Solange Muris de Manzanilla, en Ensenada, Baja California. A su vez, convocó a ocho chefs que escribieron parte de la gran historia de Casa Oaxaca El Restaurante y que ahora dirigen otros proyectos.

 

La celebración por los 20 años de Casa Oaxaca El Restaurante

 

María Velasco, de Portozuelo

 

La primera cena estuvo a cargo, justamente, de esos cocineros que en alguno momento entregaron y compartieron en la cocina de Casa Oaxaca El Restaurante, sus saberes, pasiones y creatividad.

Carlos Galán, de Guzina Oaxaca, preparó una costilla glaseada con chicatana; José Manuel Baños, de Pitiona Cocina de Autor, sorprendió con sus ostiones con gin tonic de coupe piña; Luis Arellano, de Criollo, cautivó con unos tacos de trucha con tortilla de camote; Rafael Villalobos, de Bodega, sirvió mole blanco con pan de masa madre; Gabriela González innovó con su ceviche con base de tepache de pulque y piña, mientras que María Velasco, mayora de Portozuelo, cocinó un mole amarillo con carne de res.

 

Costilla cocinada por Alex Atala

 

En la segunda cena estelar, se sirvió un menú degustación de seis tiempos. Los chefs Benito y Solange robaron suspiros con su taco de langosta, frijol negro, camarón y chorizo seco con abulón y pipián de algas. Por su parte, Alex Atala asombró con su costilla al horno con pasta de priprioca (planta de la que se extrae un aromático aceite), en tanto que Alejandro Ruiz, el chef anfitrión, ideó un tamal de yuca con mejillones y amarillo costeño.

 

Tamal de Alex Ruiz

 

Ambas noches fueron amenizadas tanto con música en vivo como con las increíbles vistas de este restaurante que se ha convertido en uno de los más prestigiosos e imperdibles espacios gastronómicos en la capital del estado. 

¡Felices primeros 20 años, Casa Oaxaca!

Dónde: Constitución 104-A, Centro Histórico, Oaxaca. CH: $600 pesos. IG: casaoaxacaelrestaurante 

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Una de las vinícolas más icónicas de México, L.A. Cetto, invitó a 13 chefs de diversas regiones del país para ofrecer una comida irrepetible en La Esperanza. Cada uno de los siete tiempos maridados fue hecho por un equipo de dos cocineros, quienes fusionaron sus fortalezas, ideas y sabores en lo que llamaron Sensaciones de México. Fotos: Charly Ramos. 

La dinámica fue la siguiente: L.A. Cetto invitó a 13 reconocidos chefs a cocinar a Valle de Guadalupe, los equipos se formaron al azar mediante una rifa, los cocineros de diferentes partes de México –desde Yucatán hasta Baja California, pasando por Tlaxcala, León, Oaxaca y Ciudad de México– se pusieron de acuerdo compartiendo ideas y cada cuatro manos confeccionaron un tiempo, el cual fue maridado con alguno de los mejores vinos de L.A. Cetto.

 

 

“Cada pareja salió al azar. Si se caen bien, mejor, y si se caen mal, que se arreglen. Pero todo fluyó muy bien y eso es lo que vamos a probar hoy”, comentó el chef anfitrión Miguel Ángel Guerrero antes de disfrutar de Sensaciones de México, con esta comilona en su restaurante La Esperanza, cuya vista es protagonizada por los viñedos de L.A. Cetto.

Sensaciones de México fue un éxito en todos los sentidos. Y estos fueron los platillos únicos que surgieron ese día.

 

 

Gazpacho de jitomate y mosto de uva tinta, con callo y camarón de profundidad de La Baja

 

 

Sensaciones de México

 

Chefs: Javier Plascencia (Finca Altozano) y Jesús Pedraza (Catamundi).

El primer tiempo fue el mejor preámbulo de esta experiencia. Fue fresco y lleno de sabor. En éste se combinó el origen español del chef Pedraza a través del gazpacho con el excelente producto de temporada de la región, como lo es el camarón de profundidad de La Baja, donde Javier Plascencia ha construido su imperio gastronómico. Aunado a esto, hicieron un guiño a la vocación vinícola de Valle de Guadalupe gracias al mosto de uva tinta traída desde la bodega de L.A. Cetto, que le otorgó un dulzor especial al plato.

Maridaje: Don Luis Viognier, en este potente y untuoso vino resaltaron los aromas cítricos y tropicales.

 

Tamal tonto en una salsa de comino con ensalada de nopalitos crudos y jícama

 

Sensaciones de México

 

Chefs: Lula Martín del Campo (Cascabel) y Liz Galicia (El Mural de los Poblanos).

Las dos mujeres que cocinan salado les tocó ser equipo en este ejercicio. Y fue una gran fortuna. La sutileza y fortaleza de ambas se volcaron en una receta confortable de principio a fin, en la cual unieron dos platos que sirven cada una en su restaurante. Por un lado, el tamal tonto de Liz, que debe su nombre a que no lleva ni carne ni salsa, por lo que es común usarlo para acompañar moles como si fueran tortillas, y la ensalada de nopalitos de Lula.

Maridaje: Chardonnay Reserva Privada, su complejidad, acidez firme y fondo tostado empató a la perfección con la salsa de comino, la consistencia del tamal tonto y la frescura de los nopales.

 

 

Ceviche mar y tierra

 

Sensaciones de México

 

Chefs: José Manuel Baños (Pitiona) y Rodrigo Estrada (Agua & Sal).

Esta combinación parecía “exótica”: de un lado estaba el chef Rodrigo con una cevichería en Polanco y del otro, el chef José Manuel Baños, con un alma irreverente y sabores muy oaxaqueños. De este dúo surgió un ceviche con una fusión cultural, que incluyó la frescura del mero, lo crocante del castacán (el pork belly de Yucatán) y la acidez y sabor de la salsa a base de chile chilhuacle, endémico de Oaxaca, con el que se hace el mole negro. Para comerlo, sirvieron una tostada de mejillón con manteca de cerdo.

Maridaje: Blanco Boutique, con tres uvas: chardonnay, viognier y pinot noir, fue perfecto a lado del pescado y las notas ácidas de la salsa.

 

Pesca del día con reducción de sus espinas, hummus de verduras encurtidas y emulsión de anisados y pan pita

 

Sensaciones de México

 

Chefs: Daniel Ovadía (Merkavá) y Daniel del Nuevo (La Sede).

Quienes también nos hicieron disfrutar de las Sensaciones de México, fueron los chefs encargados de realizar el cuarto tiempo, que reunió a un chef y restaurantero con experiencia como Ovadía y un chef revelación como del Nuevo. El joven cocinero preparó la pesca del día, mientras que el fogueado le dio el toque de Medio Oriente que tanto lo caracteriza con su hummus de verduras encurtidas y un excelso pan pita, más esponjoso que la mayoría.

Maridaje: Sangiovese Boutique, sus notas que van de lo frutal a lo especiado redondearon este platillo lleno de sabor. Intenso y untuoso, embelesó con sus aromas a grosella y frambuesa.

 

Pato al grill con una salsa de naranja ahumada y mil hojas de cebolla tatemada

 

 

 

Chefs: Miguel Ángel Guerrero (La Esperanza) y Francisco Molina (Evoka).

Miguel Ángel Guerrero además de ser chef, es buzo, agricultor, pescador y cazador, por lo que no es de extrañar que se haya inclinado por poner el pato al grill, incluyendo la pancita de este animal en el platillo. Por otro parte, Paco Molina realizó con maestría la salsa de naranja ahumada y mil hojas de cebolla tatemada, que tenía una acidez adictiva.

Maridaje: Syrah Boutique, sus aromas a frutos negros maduros, canela, pimienta y un toque a trufa lo hicieron el perfecto acompañante de un animal de caza como el pato y una salsa intensa.

 

Papada de cerdo ahumado con recado negro

 

Sensaciones de México

 

Chefs: David Cetina (La Tradición) y Juan Emilio Villaseñor (La Cocinoteca).

El sabor y la textura de la papada de cerdo resultaron excelsos. En esta preparación, el chef Juan Emilio puso en la mesa la importancia de las cocciones lentas y el humo en la cocina. Mientras que el chef Cetina demostró una vez más su maestría a la hora de preparar un recado negro, siendo fiel a las técnicas tradicionales de su estado.

Maridaje: Malbec Boutique, con aromas destacados a ciruela, café y un ligero toque a tabaco, maridó la nota ahumada que reinó en el que fue el séptimo tiempo.

 

Panna cotta de aceite de oliva

 

 

Chef repostera: Bianca Castro (Norma Biscottis Repostería).

Una de las figuras más representativas de la repostería de Baja California cerró con broche de oro. Esta panna cotta hizo honor a su terruño y a lo que éste regala como los olivos. El sabor sutil y justo a aceite de oliva se completó perfectamente con la textura del merengue y el sabor dulce y la nota alcohólica de los mangos al mezcal.

Maridaje: Moscatel & Palomino, con aromas a frutos secos, fue el final dulce y frutal que redondeó al postre. lacetto.mx

 

 

También checa Regiones vitivinícolas de México. 

El restaurante Pitiona es uno de los más renombrados en Oaxaca, y está comandado por el chef José Manuel Baños, quien creció en Pinotepa Nacional, pero nació en Acapulco. El grupo Mundo Imperial le ofreció abrir una sucursal en Riviera Diamante y así nació Pitiona de Mar. El restaurante crea una mezcla deliciosa de ingredientes locales con el característico sazón oaxaqueño.

 

 

Pitiona de Mar

 

Tuvimos la oportunidad de platicar con el chef antes de conocer sus creaciones y nos compartió un poco acerca del proyecto. “Acapulco tiene un espacio muy importante en mi corazón y tiene mucha historia. Todo aquel que dice ser mexicano debe venir por lo menos una vez en su vida”. Como maridaje a los platillos, podrás encontrar una carta de mezcales curada por la famosa sommelier Lala Noguera.

De esta forma, disfrutamos de algunos de los platillos que aparecerán en el menú, que te aseguramos te dejarán con ganas de repetir. Empezamos con una fresca tostada de atún, acompañada de cebollas toreadas y guacamole. Después degustamos un platillo que seguramente estará entre tus favoritos: Tenazas de king krab a la talla. Guerrero es famoso por este tipo de preparaciones, pero la incorporación de cangrejo cocinado a la perfección te dejará salivando.

 

 

Pitiona de Mar

 

 

No te puedes perder tampoco el arroz cremoso con escamoles, acompañado de crujientes trocitos de chicharrón de pollo. Si buscas un sabor oaxaqueño más tradicional, ordena el pescado con mole chichilo, puré de plátano y chochoyotes. La mayor parte de la carta es completamente diferente al de Pitiona, sin embargo un platillo logró hacer el viaje de Oaxaca y llegar a la Riviera Diamante: el taco de lechón. Este último, es un reflejo fiel de la cocina desenfadada y centrada en el producto que ha caracterizado al chef Jose Manuel Baños a lo largo de su carrera.

 

 

Pitiona de Mar

 

 

Aprovecha un fin de semana para escaparte a Acapulco y descansar. No pierdas la oportunidad de conocer Pitiona de Mar y disfrutar de las bondades de la costa guerrerense. Dónde: Av. Costera de las Palmas s/n, Acapulco de Juárez. Cheque promedio: $800 pesos por persona. princessmundoimperial.com