Estamos a pocos días de celebrar el 2 de febrero, Día de la Candelaria, y poder disfrutar de los deliciosos tamales que dicta la tradición. Si en esta ocasión no te tocó prepararlos, y estás en la búsqueda de los mejores de la Ciudad de México, aquí te decimos cuáles son y dónde puedes probarlos. Fotos: Cortesía. 

En el evento la “Tamaliza Santa Clara”, que se llevó a cabo en las instalaciones del Hotel Carlota, nos dimos a la tarea de probar 14 opciones de tamales, 7 salados y 7 dulces, de diferentes restaurantes y establecimientos de la Ciudad de México, entre los que se encontraban los chefs:

Enrique Olvera de Molino El Pujol; Luis Serdio, de Salón Ríos, Norma Listman y Saqib Keval, de Masala y Maíz, Sofía Cortina y Joaquín Cardoso, del Hotel Carlota, Santiago Muñoz, de Maizajo, Édgar Núñez, de Comedor Jacinta, y Juan Cabrera, de Fonda Fina.

 

Tamales de la Ciudad de México

 

Tamaliza Santa Clara

 

En cada una de las preparaciones pudimos disfrutar de propuestas diferentes, llenas de sabor, y de inmejorables presentaciones, tamales que no hicimos más que devorar bocado a bocado.

Del Salón Ríos, del chef Luis Serdio, probamos el tamal salado de suadero, pipián verde y frijoles, mientras que su propuesta dulce nos deleitamos con un clásico uchepo. Mientras que de los chefs Norma Listman y Saqib Keval, de Masala y Maíz, presentaron un tamal de chana masala –platillo típico de India a base de garbanzo-, y de opción dulce un tamal de cajeta con piña, perfectamente bien equilibrado de dulzor.

 

Tamales de la Ciudad de México

 

En cuanto a las propuestas del Hotel Carlota, los chefs Sofía Cortina y Joaquín Cardoso, presentaron un tamal de hongos, queso ocosingo y salsa macha, de exquisito equilibrado sabor, mientras que su opción dulce fue un tamal de chocolate, maracuyá y plátano.

 

Las delicias de la masa

 

Por su parte, el chef de Maizajo, Santiago Muñoz, preparó un tamal de altura con pipián de chile seco, cebollín y hoja de patata, y de tamal dulce uno con masa agria, coco y hoja santa, que nos encantó  por la fusión del sabor de la masa agria con el coco.

El chef Édgar Núñez, de Comedor Jacinta, presentó uno de los tamales salados más innovadores, con su preparación de masa de axiote con carne de res, reducción de cola de res, mayonesa de kale y mayonesa de ixcatic, de suculento sabor. Mientras que de opción dulce deleitó con un tamal de guayaba de hermosa presentación.

 

Tamales de la Ciudad de México

 

Atrás no se quedaron los chefs Juan Cabrera, Tania Tovar, y Luis Mehus, de Fonda Fina, quienes presentaron una gran propuesta de chiltamal de nopal y cerdo confitado, salsa de frijol y orégano seco, en la que todos los ingredientes amalgamaron perfecto, dejando atrás el sabor convencional del tamal. De tamal dulce deleitaron con un uchepo de almendra, elote tierno y almendra, guayabas y fresas al mezcal con espuma de crema irish.

Finalmente las propuestas del chef Enrique Olvera fueron tamal de chepil, y tamal de café el dulce, de sabor equilibrado y porción perfecta.

Para elegir a los mejores, los periodistas gastronómicos y foodies presentes, realizamos una votación, quedando así los resultados:

 

Mejor tamal salado

 

1er lugar: Hotel Carlota – Tamal de hongos, queso ocosingo y salsa macha.

2do lugar: Fonda Fina – Chiltamal de nopal y cerdo confitado, salsa de frijol, orégano seco.

3er lugar: Molino El Pujol – Tamal de Chepil.

 

Tamales de la Ciudad de México

 

Mejor tamal dulce

 

1er lugar: Hotel Carlota – Tamal de chocolate, maracuyá y plátano.

2do lugar: Maizajo – Xoco. Tamal de masa agria, coco y hoja santa.

3er lugar: Comedor Jacinta – Tamal de guayaba.

 

Tamales de la Ciudad de México

 

Mejor presentación

 

1er lugar: Fonda Fina – Chiltamal de nopal y cerdo confitado, salsa de frijol, orégano seco.

1er lugar: Comedor Jacinta – Tamal de guayaba.

2do lugar: Hotel Carlota – Tamal de chocolate, maracuyá y plátano.

3er lugar: Salón Ríos – Suadero, pipián y frijolitos.

 

Tamales de la Ciudad de México

 

Tamal más original

 

1er lugar: Hotel Carlota – Tamal de hongos, queso ocosingo y salsa macha.

2do lugar: Fonda Fina – Chiltamal de nopal y cerdo confitado, salsa de frijol, orégano seco.

3er lugar: Maizajo – Tamal de masa agria, coco y hoja santa.

 

Tamales de la Ciudad de México

 

También checa Los mejores tamales de México. 

Entre buena comida, buena bebida y un encuentro de amigos, Fonda Fina, restaurante ubicado en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, celebró tres años de haber abierto sus puertas para deleitar con su propuesta de cocina mexicana.

Para festejar este tercer aniversario, su chef, Juan Cabrera, convocó a otros cocineros destacados como Jonatán Gómez Luna, de Le Chique, en Riviera Maya, y Rodolfo Castellanos, de Origen, en Oaxaca, para preparar algunos de los platillos servidos durante una cena especial, donde disfrutamos del ambiente desenfadado del restaurante.

 

Fonda Fina

 

Los platillos que pudimos disfrutar fueron tostada de pesca ahumada en xoconostle; esquites y erizo; mollejas de ternera en segueza (guiso muy caldoso que se cocina con chiles, jitomate, ajo, pimienta, clavos molidos, hierba santa y algún tipo de carne que se espesa con maíz seco, tostado y martajado en metate) de barbacoa, huevos pochados y quelites, del chef Rodolfo; y un lechón con hongos y mole de Xico, este último confeccionado por el chef Jonatán.

El momento dulce llegó con un prepostre titulado “Un gaznate que soñó ser macarrón”, hecho por la chef Tania Tovar, y el postre “Entre flores y frutas”, de Jonatán Gómez, y con el que nos sorprendió al verter en nuestros platos el agua de un florero con rosas que había sobre la mesa, pero que en realidad era un destilado que complementaba ese postre de kéfir y yuzu.

 

Fonda Fina

 

Juan Cabrera, quien hace poco comenzó con un nuevo proyecto en Baja California llamado Los Compas, se mostró muy contento por estos tres años al frente de la cocina de Fonda Fina y agradeció a los asistentes su presencia esa noche. Cheque Promedio: $300.  Dónde. Medellín 79, Roma Norte. fondafina.com.mx

 

Al frente de Fonda Fina y con la energía focalizada en convertirse en un referente de la cocina mexicana en la Ciudad de México, el chef Juan Cabrera dio pelea hasta el último momento en la competencia de Top Chef México.

El lugar y el momento adecuado

Fonda Fina es el fruto de haber cocinado en el lugar indicado con los maestros indicados. Fonda Fina empezó bastante bien, se ha mantenido y tiene mucho futuro. Lo puedo moldear a mi gusto, lo conozco bien y aún así a mí me sorprende, siendo el creador.

Objetivos claros

Quiero ser el nuevo referente de la cocina mexicana, al menos en la Ciudad de México. Se logra con mucho trabajo, pero ahora me doy cuenta que también hay que disfrutar, salir, viajar, seguir conociendo, sorprendiéndote, menciona el chef Juan Cabrera. Eso le da otra vida a tu restaurante, ahora me dedico mucho a ver conceptos y a mejorar el que tengo.

Reivindicar la profesión

En Top Chef te das cuenta que todos los días es una batalla diferente. Me importa mucho la imagen de los cocineros que se proyecta. Ahora hay una lucha por reivindicar la profesión, pese a que sea un show de televisión, creo que un cocinero es una persona sensible, trabajadora, sencilla, humilde… Yo he visto eso en mí y en mis compañeros, y eso es lo que hace que uno siga creyendo que existe la profesión del cocinero. 

El verdadero ser

Como no se sabe mucho de mí, se habla mucho. Tengo fama de ser muy impulsivo, muy enojón, muy perfeccionista, muy clavado… Yo creo que me eligieron dentro de la competencia porque pensaron que mi personalidad haría ruido. Pero cuando me veían entendían que no soy el monstruo que decían. Top Chef me hizo demostrar que soy de una manera muy diferente de la que se habla.

Fiel al instinto

Un cocinero no puede dar pasos en falso, y yo ya no doy pasos en falso en mi vida. He aprendido a seguir mi instinto, y creo que eso fue lo que di en Top Chef: seguir el instinto con una muy buena preparación, te ayuda a llegar a tu objetivo.

Demostrar de qué estás hecho

Los retos que me permitieron demostrar mi astucia y mi técnica fue el de cocinar un cerdo completo, durante 5 horas, con todas las preparaciones que pudieras hacer. Yo venía muy cabizbajo de otros retos anteriores, de quedar en medio, en la rayita; y decía: ¿En qué momento me van a poner un reto en el que yo pueda demostrar lo que tengo? Este fue el más difícil para mí, y lo ganamos.

El reto que hizo llorar

Con el reto de la ofrenda, me tocaron una fibra muy sensible. Nadie de mi familia ha estado cerca de la muerte, más que mi abuelo, pero nunca conviví con él. Entonces cuando me ponen la imagen de mi mejor amigo, cuando ni los jueces, ni mis amigos, ni exparejas o parejas saben que lo único que me duele en esta vida es que mi amigo se haya suicidado… Volteé a la cámara y les dije “no mamen”. Me hizo explotar por dentro y sacar recuerdos. Y realmente cuando dicen que un cocinero cocina con sentimientos es cierto. Cociné con todo y es cuando siento que arrasé.

La envidia, del pecado a virtud

En el reto de los siete pecados me tocó la envidia, en el que tenía chance de robarles el ingrediente que yo quisiera, de darles en la torre si quería, de robarles el platillo, tenía oportunidad de cocinar hasta el último, no necesitaba grandes esfuerzos para poder ganar, pero me dije: Juan, toda tu vida has tenido ventajas y nunca has aplastado a alguien con eso. Y en lugar de eso, me puse a ayudar a Claudette, que le había tocado la gula, tenía muchas elaboraciones, en la cocina donde le tocó hacía mucho calor, faltaban instrumentos, se descontroló un poquito… Yo sentía que con esos actos sanaba mi relación con ellos, no solamente en un concurso sino en la vida.

Top Chef, nueva generación

No podría decir que es una temporada de cocineros con tanto reflector, con tanto tema mediático… Me tocó tener 14 compañeros que desde sus trincheras están haciendo cosas muy buenas, y eso es muy halagador para mí porque en algunos me veo como yo me vi o como ahora me veo. Hubo mucha enjundia, mucha juventud, mucha pasión y eso me gustó.

Semillero de amistades

Mario Peralta se convirtió en uno de esos amigos entrañables. En el segundo reto nos volteamos a ver con cara de “sí, contigo”, y desde ahí nos hicimos roomies y hemos planeado hacer muchas cosas juntos con restaurantes. Ixchel es una de las personas con las que disfruté estar, porque es una gran señora, una gran mamá, una gran mujer… Ver a Gabriel que le ha batallado tanto es increíble.

Sobre los jueces

Juantxo, para mí, es una de las personas en el medio con más valores y con más enseñanza; Martha me encanta, ve la esencia de las cosas; cuando Mikel dice “me gustó”, es como cuando eres pintor y te dice Pollock, “oye, están padres tus manchas”, o sea es algo; Guillermo es un gran mentor, cree en mí y eso es una gran responsabilidad, y Aquiles te da piso, te lo da de una manera que a lo mejor no te gusta, pero te lo da.

Partir de Top Chef

Yo entré como un ganador y me voy como un ganador; siempre. Yo me lamo mis heridas solo, dijo el chef Juan Cabrera: siguiendo su instinto.