¿Hubieras imaginado alguna vez que la marca que deja un platillo después de ser servido y degustado, dejara como huella una obra de arte? Pues el restaurante Lorea y el estudio creativo HOGUERA lo hicieron posible a través de una experiencia gastronómica que fue pensada, precisamente, para poder unir el acto efímero de comer con el auténtico arte. ¿El resultado? La muestra “Comiendo Piedras”. Aquí te contamos los detalles. Fotos: Cortesía.

Fue así como la extraordinaria fusión entre el arte culinario y la expresión artística se materializó en «Comiendo Piedras», una innovadora representación visual que explora la relación entre la comida y la huella imborrable que esta puede dejar sobre la superficie donde se sirve.

Los responsables de este creativo ejercicio fueron los chefs del restaurante Lorea, Oswaldo Oliva, Ulises Ramírez y Víctor Bermúdez, conocidos por su dedicación a la utilización de productos locales y endémicos, quienes llevaron su creatividad culinaria a un nuevo nivel al sumar su talento con el Estudio Creativo HOGUERA (estudio de ebanistería, carpintería y diseño que produce objetos, herramientas y piezas de arte), para inmortalizar en tres litografías tres platillos únicos.

 

¿Cómo se realizó “Comiendo Piedras”?

 

Comiendo Piedras

 

Las obras que se generaron para crear “Comiendo Piedras” fueron elaboradas a partir de productos endémicos recolectados en el ecosistema de Coatepec, Veracruz, que dieron lugar a un tríptico de edición limitada donde, a través de dos fotografías y una impresión litográfica, se capturó la marca y el gesto efímero del acto de comer.

La técnica utilizada para esta sorprendente transformación de lo efímero en algo permanente es la litografía en mármol mexicano sobre papel de algodón, editada e impresa por José Porras del estudio creativo Hoguera en las instalaciones de La Ceiba Gráfica. Este proceso artístico ha permitido capturar de manera única la esencia y la marca visual de cada platillo sobre las piedras de mármol, creando así una serie de obras de arte gastronómico que trascienden el momento de la degustación.

 

Comiendo Piedras

 

En cuanto al proceso creativo de «Comiendo Piedras», el chef Oswaldo Oliva nos compartió: “Respecto a la participación que tiene cada uno de los actores, desde quien proporcionó los productos, quien elaboró la comida, el que tomó la foto, quienes se lo comieron; si lo analizamos desde una perspectiva colectiva, cada una de esas partes es fundamental para llegar al proceso final, pero la narrativa de la intención, creo que sí es unidireccional, ¿qué quiere decir? En el momento en el que José Porras, del  taller de HOGUERA, nos explicó que quería obtener una litografía a partir de la huella de los platillos que íbamos a servir, recae completamente en quien está cocinando, la intención de qué quiere transmitirle a quien va a comer y por ende, a la huella que va a quedarse en el plato».

Las litografías resultantes numeradas y firmadas por los chefs son ahora una manifestación tangible de la conexión entre la comida y la memoria, transformando la efímera experiencia gastronómica en una expresión artística duradera.

Las obras que componen “Comiendo Piedras” son:

LluviaDel chef Oswaldo Oliva: Ensalada de quelites y hongos silvestres con frijol y mantequilla.

Tierra – Chef Ulises Ramírez: Porchetta rellena de hongos con chileatole amarillito concentrado.

Puass – Chef Víctor Bermúdez: Pesca cruda con quelites, galleta de hongo y papa salteada en mantequilla de ajo.

Cada obra incluye tres elementos: 2 Impresiones digitales en formato 43cm x 53cm y 1 litografía de edición limitada sobre papel de algodón.

 

¿Dónde las puedo ver?

 

Obras gastronomía

 

Respecto a si volvería a realizar un trabajo similar a «Comiendo Piedras», el chef Oswaldo Oliva nos compartió que preferiría que esta se diversificara y ampliara a más sitios, a más restaurantes, a más cocineros que quieran vivir la experiencia.

“En la parte de producción artística, la imprenta, el posicionamiento, esa es la parte en la que creo que sería fantástico que como proyecto tenga continuidad, pero quizás con otras mentes. Imagínate que estuviéramos en Coatepec, Veracruz, y dejara de ser Lorea, que sea otro restaurante, o nos vamos a Baja California, estoy seguro que las huellas que vamos a obtener como piezas también van a tener variaciones que van a obedecer al ecosistema donde se está realizando la obra, la comida que se está presentando, quién la come, qué personas. Entonces la idea es invitar a otros cocineros, para que sea verdaderamente una expresión artística regional”.

Los coleccionistas y amantes del arte podrán adquirir las obras que componen “Comiendo Piedras”, que encapsulan la esencia cultural y culinaria, y que representa un homenaje a la creatividad, la cultura local y la conexión única entre el arte y la gastronomía. La exposición de las tres obras (tríptico de dos impresiones fotográficas y una litografía), será de acceso libre y estará disponible dentro del restaurante Lorea hasta el próximo 28 de febrero de 2024. Si estás interesado en adquirir una pieza de la colección, contacta al concierge de Lorea: T. 55 6103 7914.

 

También prepara el cheesecake asado del chef Oswaldo Oliva. 

El restaurante Lorea, que celebra la cocina mexicana desde una visión contemporánea, tiene un nuevo menú de comida a la carta para seguir sorprendiendo los paladares de sus comensales tanto asiduos como curiosos, pero de una forma más casual y, sí, más asequible. Te contamos todo y lee nuestras recomendaciones, te conviene. Fotos: Charly Ramos; Elsa Navarrete. 

 

Lorea, siempre desafiante

 

Bajo la dirección del chef Oswaldo Oliva, Lorea abrió en 2017 como un restaurante de fine dining en la Roma y se ha caracterizado por su menú degustación durante la cena.En Lorea se hace un aprovechamiento máximo del ingrediente. Este eje lo hemos tenido desde el inicio”, afirma el chef Oswaldo quien, con años de experiencia en restaurantes con estrellas Michelin, cree que la sorpresa más memorable no es la de presentar un producto exótico del otro lado del mundo, si no la de preperar y servir un producto cotidiano en una versión sorprendente. Y vaya que lo sabe hacer.

 

Restaurante Lorea menú

 

Este creativo chef —creador de otros conceptos como Alelí Rooftop, Super Tyrano y Antesala Bar— se las ha ingeniado para que en Lorea pruebes su compleja y fascinante propuesta gastronómica en un formato más casual. ¿Cuáles son las diferencias entre esta versión y sus cenas donde solo se sirve su ya famoso menú degustación? Este nuevo menú solo está disponible a la hora de la comida y es a la carta, con un precio más asequible.

De martes a sábado, de 14:00 a 16:00 horas, los comensales se pueden agasajar con botanas, tacos recién preparados en su comal, así como entradas y platos principales para compartir. Pero al igual que su menú degustación, ninguno de estos platos te dejará indiferente, ya que la exploración de diferentes sabores, texturas y sensaciones también se hace presente.

 

 

Chef Oswaldo Oliva

 

Snacks y entradas memorables

 

Esta versión más casual de la cocina de Oswaldo pone sobre las mesas de Lorea algunas botanas para compartir que se disfrutan de la misma manera que la comida callejera, “con las manos”. De estas, te recomendamos probar el brioche de langosta con un cremoso y adictivo alioli de huevas de pescado y cebollín, y la fritura de jaiba suave con una tártara de hierbas aromáticas. Ambas, una caricia al paladar que conlleva una explosión de sabores y texturas.

El trato del ingrediente es, sin duda alguna, la destreza del chef Oliva. Y para prueba de ello ordena alguno de estos entrantes. Por un lado, está un crudo verde de pesca con láminas de pescado fresco sobre una salsa verde de coco tierno y un puré de cebolla dulce. Y por el otro, el pastrami tonnato: delicadas láminas de lengua de res y calabacitas con aderezo de sardinas y ajo.

 

Lorea

 

 

Taqueando en Lorea

 

Para seguir con el festín, del comal de Lorea, también puedes elegir dos de sus tacos ($260) con tortillas de maíz de San Jerónimo Ixtapantongo hechas a mano. Entre las opciones destacan los tacos de chicharrón de rib eye con quesillo, guacachile y frijoles, y los tacos de hongos de lluvia a la mantequilla con verdolagas y salsa XO.

Si aún te queda espacio, puedes compartir alguno de sus platos fuertes como la pesca asada a las brasas, acompañada de ensalada de duraznos y jitomate heirloom asado, o un arroz meloso con camarones a la parrilla y azafrancillo silvestre.

 

Taco

 

 

El dulce final, aunque no nos queramos ir

 

Aunque hayas elegido la hora de la comida, sin duda, Lorea es un sitio al que se debe ir sin prisa para disfrutar de toda la experiencia. Y dentro de esta hay que probar uno de sus cocteles como Naked and Famous que, preparado con mezcal, Aperol y Strega, da toques herbales y cítricos al paladar, o Rum Fizz, con ron, maracuyá y cebada, y una nota más dulce, que acompaña perfectamente a un cremoso de frutos rojos servido con un gel de frutas y un sorbete casero.

¿Fan del carajillo? Pruébalo pero en otra versión: como un flan, acompañado de frutas en conserva. Cheque promedio del menú a la carta: $700 por persona. Dónde: Sinaloa 141, Roma Norte. lorea.mx 

 

Postre

 

¿Listo para conocer y probar el menú de la comida a la carta de Lorea?

Tampoco pierdas la oportunidad de visitar otro grande de la escena gastronómica de Ciudad de México: Huset que cumple ocho años con una cocina consolidada y radiante.

 

Siempre hay motivos para disfrutar de unos días frente al mar, pero elegir el lugar correcto hace la diferencia para tu viaje. Por ello, en Paradisus by Meliá incentivan a sus huéspedes con la deliciosa propuesta de The Epicure, un festival gastronómico itinerante que tiene sede en todos los hoteles de esta marca en México. En su más reciente edición, Paradisus La Perla nos invitó a saborear la vida desde Playa del Carmen. Entérate aquí en qué consiste este evento y descubre cómo puedes acceder a vivir una experiencia similar. Fotos: Cortesía.

 

Una cena al estilo The Epicure

 

Paradisus La Perla

 

El chef invitado a esta edición de The Epicure fue Oswaldo Oliva, quien está al frente del restaurante Lorea en Ciudad de México. Junto al chef ejecutivo de Paradisus La Perla, Apolinar Gómez, ofrecieron un menú de ocho tiempos que tuvo como línea los sabores sinceros que reconfortan el corazón.

Los invitados a esta cita abrimos apetito con una tosta tibia de langosta con emulsión de jamón ibérico, a cargo del chef Oswaldo, seguida de un brioche al vapor con mole y chicharrón, del chef Apolinar. Para este primer contacto con sus cocinas, un coctel Margarita manzanilla a base de tequila Reserva de la Familia Platino fue el mejor acompañamiento.

 

Paradisus La Perla

 

La buena técnica del chef Oswaldo Oliva se lució con el favorito de la noche, un aguachile negro con pescado curado, que se alternaba con sutiles láminas frutales. Y, apostando por los productos locales, el chef Apolinar Gómez nos hizo saborear una deliciosa infladita de longaniza, con frijol colado y hoja santa.

Así, esta cena transcurrió amena desde el restaurante estrella de Paradisus La Perla, Sal, con maridaje de tequila Reserva de la Familia Platino, Reposado y Extra Añejo, convirtiéndola en una velada memorable.

 

Playa del Carmen desde Paradisus La Perla

 

Una propuesta de hospedaje con formato todo incluido es parte de Paradisus La Perla, que fue sede de The Epicure en su más reciente edición. Este hotel solo para adultos tiene 393 habitaciones y ha sido recientemente renovado tras una década de historia en la región, con el fin de refrescarlo y que esté siempre vigente en diseño. Se encuentra a un costado de la propiedad hermana, Paradisus Playa del Carmen, que es un all inclusive para familias.

 

Paradisus La Perla

 

Relajarse es una tarea fácil en Paradisus La Perla. Ya sea que te dispongas a descansar en una de las camas balinesas que se encuentran distribuidas en el área de albercas, o que disfrutes de un día de playa: siempre podrás encontrar comodidad en sus instalaciones. El spa, el gimnasio y sus restaurantes también son claves para lograr una estancia perfecta.

Además, vivirás una conexión profunda en el destino gracias a Destination Inclusive. Como huésped de la categoría The Reserve o Nikté, tu estancia incluye la visita a un cenote que se ubica a 30 minutos de Paradisus La Perla y Paradisus Playa del Carmen. Así, accedimos a esta experiencia y las tradiciones prehispánicas nos dieron la bienvenida con un ritual, para luego nadar en aguas cristalinas y tener una clase de yoga en la naturaleza.

 

Cenote

 

 

Experiencias a la vista

 

Las cenas The Epicure se realizan durante todo el año en las diferentes sedes de Paradisus by Meliá en México: Los Cabos, Cancún y Playa del Carmen. «La dinámica es venir a sumar. El modelo de The Epicure es la colaboración para presentar nuestras cocinas en un espacio de primer nivel», nos dijo Oswaldo Oliva en entrevista.

El chef también afirma que para la elección del menú optó por platillos que responden a una cocina muy sencilla, pero con muchísimo sabor. «La razón por la que yo estoy aquí es porque me encanta la línea que tienen -Paradisus by Meliá- en la construcción del Futuro. Aunque es un hotel enorme, tiene muy clara su concepto de calidad», asegura.

 

The Epicure

 

En su edición anterior, celebramos desde Cancún con una experiencia igual de deliciosa. No te pierdas la siguiente cita, que será el 30 de junio en Paradisus Cancún. El resto del año, te encantará planear unas vacaciones con el sello de Paradisus by Meliá, que tiene un enfoque en la gastronomía de buena calidad.

Si deseas acceder a amenidades exclusivas, tanto en Paradisus La Perla, como en el resto de los hoteles de la marca, The Reserve y Nikté son los programas de estadía que consienten a los viajeros que buscan mayor intimidad y espacios únicos. ¡Planea pronto tus vacaciones!  melia.com

El chef del restaurante Lorea nos compartió en nuestro streaming Dime qué tienes en el refri y te diré qué cocinar, esta receta vasca de cheesecake asado que es fácil de hacer y que solo tarda 20 minutos en estar listo, aunque es importante dejarlo reposar mínimo seis horas para obtener la textura y el sabor adecuados. Fotos: Cortesía del chef. 

Aquí te compartimos la receta completa; es importante respetar los gramajes para que te quede igual de rica:

 

Ingredientes

 

  • 800 g de queso crema
  • 100 g de queso brie o reblochon
  • 2 yemas
  • 5 huevos
  • 225 g de azúcar
  • 18 g de fécula de maíz
  • 44 g de harina de trigo
  • 70 g de crema espesa
  • 80 g de crème fraîche
  • Molde circular desmontable
  • Papel encerado
  • 4 clips de carpeta grandes

Para la compota de frutos rojos

  • 1 kg de frutos rojos, principalmente frambuesas
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de jugo de limón amarillo
  • 20 g de menta y albahaca

 

Cheesecake asado

 

 

Procedimiento

 

  1. Precalentar el horno media hora antes, a 250 grados; este paso es de suma importancia.
  2. Alistar el molde circular con el papel encerado; puedes utilizar unos clips de carpeta para sostenerlo.
  3. En una licuadora, colocar el queso crema, el queso brie, las yemas y los huevos; licuar bien.
  4. Agregar al vaso de la licuadora, el azúcar, la fécula de maíz, la harina de trigo, la crema espesa y la crème fraîche. Licuar hasta que quede una mezcla sin grumos ni trozos de queso.
  5. Verter la mezcla en el molde. Meter al horno a 250 grados por 6 minutos; luego subir a 270 grados, por 7 minutos. La parte de arriba debe quedar quemada.
  6. Retirar del horno y dejar reposar a temperatura ambiente por lo menos 2 horas. Luego meter en el refrigerador por cuando menos 4 horas.
  7. Para la compota de frutos rojos, mezclar la fruta con el azúcar en una olla.
  8. Cocinar a fuego lento hasta que se forme una mermelada de fruta.
  9. Añadir el jugo de limón y retirar del calor inmediatamente.
  10. Dejar reposar y agregar las hierbas picadas a groso modo cuando la compota esté fría.

 

 

Cheesecake asado

 

 

Un manjar experimental

 

Este cheesecake asado, que el chef Oswaldo Oliva aprendió de otro cocinero en el País Vasco, en su interior es casi líquido pero por arriba tiene una capa quemada. Para lograr esta textura, se deben utilizar grandes temperaturas en el horno, pero por un corto tiempo.

También hay que ser muy pacientes, señaló Oswaldo; esto porque hay que dejarlo reposar cuando menos 12 horas, ya que la onda expansiva del calor va a ir avanzando de arriba hacia el centro, lenta y de forma gradual, aseguró.

Explicó que con la subida de temperatura, las moléculas de la fécula, que es un almidón, y del huevo, una proteína, se hidratan, y cuando se enfrían, forman una red que va a sujetar todo el líquido, aunque no terminan de formar una estructura sólida.

Con respecto a los ingredientes de este delicioso cheesecake asado, el chef comentó que la crema espesa debe ser de rancho, y entre más ácida, mejor; este elemento es el que le va a dar identidad. De igual modo, el queso brie puede ser suplido por gorgonzola, para darle un sabor más profundo, y puedes usar un mayor gramaje de éste, pero esa cantidad hay que restársela al queso crema.

 

Chef Oswaldo Lorea

 

 

Nuevas experiencias

 

El chef Oswaldo Oliva vivió una década fuera del país, en España, y formó parte del equipo de dos de los restaurantes más influyentes del mundo: El Celler de Can Roca y Mugaritz.

Cuando regresó a Ciudad de México, abrió Lorea con el objetivo de brindar una experiencia extraordinaria a una sociedad que comenzaba a estar ávida por eso. “Todos tenemos la creencia de que el mexicano le gusta lo nacional y que somos una cultura que no está abierta a cosas raras. No es verdad: somos una de las culturas más abiertas a las experiencias culinarias”.

Algo más que noté es que si tú comes cualquier antojito en la calle, vas a comer delicioso, lo que nos pone a competir con cualquier capital gastronómica del mundo. En ninguna otra ciudad con 10 pesos, encuentras tanta calidad y puedes exigirle al taquero como quieres que te sirva tu taco”.

 

Restaurante Lorea

 

Al ver esta apertura, “vi que yo podía traer a mi ciudad cosas que me emocionan del mundo y crear una oferta fuera de serie”. Así nació Lorea, un fine dinning, y Aleli, un casual dinning, ambos ubicados en la misma casona de la colonia Roma. Sinaloa 141, Roma. lorea.mx

También lee Receta de ceviche colimense del chef Nico Mejía. 

Xochimilco es una de las zonas más emblemáticas de la Ciudad de México. Históricamente el humedal abastecía a toda la región gracias al cultivo en chinampas. Lamentablemente, la técnica ancestral cayó en desuso y la zona se convirtió mayoritariamente en una atracción turística. Ante esta situación, nació Yolcan, un proyecto que busca revitalizar la economía local y generar un ingreso constante para los agricultores, a la par de ofrecer vegetales de gran calidad para los consumidores. Fotos: Cortesía Yolcan. 

Lucio Usobiaga y Antonio Murad fundaron Yolcan en 2011. El primero estudió filosofía, y el segundo se convirtió en actuario. Ambos idearon un proyecto que buscara tener un impacto social y ecológico, generando bienestar a su alrededor.

 

 

Para llevar a cabo este proyecto fue necesario encontrar muchos aliados, empezando por los mismos productores. A diferencia de la agricultura industrial, los productos de las chinampas no son cultivados en masa. A pesar de no contar con la certificación de productos orgánicos, todos los vegetales son cultivados de manera tradicional, sin agregar ningún tipo de químico. Otro grupo de aliados inesperados fueron los restaurantes, quienes comenzaron a utilizar los productos cultivados y se sumaron en eventos en conjunto.

Al estar en una área urbana, la zona chinampera se encuentra amenazada por la contaminación. En un proyecto en conjunto con el Instituto Politécnico Nacional, han logrado limpiar una hectárea de suelo y agua en la zona. Para esta misión, desarrollaron bio-filtros que instalaron en canales secundarios que rodean las chinampas. Estos filtros además de limpiar el agua, sirven como refugio de especies endémicas como el ajolote, el acocil, la rana Moctezuma y peces.

 

¿Como puedes sumarte?

 

 

 

Existen diferentes maneras de apoyar el proyecto, la primera es a través de la compra de canastas que consisten en una mezcla de frutas y verduras de temporada. Son entregadas semanal o quincenalmente en distintos puntos de la ciudad y puedes elegir la que más te agrade. También puedes escoger el volumen de la canasta que va desde los 3.5 kilos, pensado para una persona, hasta los 10 kilos recomendado para una familia. Cómpralas aquí desde $250 pesos.

 

Yolcan

 

Para una experiencia diferente, asiste también a alguna de sus visitas guiadas. Contáctalos para conocer un apiario, aprender más de las chinampas o degustar un menú diseñado por la chef residente. También puedes estar al pendiente de sus redes sociales y sumarte al proyecto Chef Semilla, que consiste en un menú diseñado con productos chinamperos y ejecutado por cocineros de renombre. Nosotros degustamos las delicias del chef del restaurante Lorea, Oswaldo Olivia, que nos deleitó con platillos como: ensalada de calabazas, lomo de kampachi y taco de suadero con romeritos arromerados. Acércate a Yolcan y descubre Xochimilco como nunca lo viste.

Con Lorea, primero habría que poner las reglas del juego bien claras. Es necesario reservar previamente, de martes a sábado, en un horario de 19:30 a 21:30 horas. Llegas al domicilio conocido en la colonia Roma, tocas el timbre y pasas a sentarte en una de las 12 mesas. Con una cocina abierta vigilante, los 40 comensales, que puede albergar este restaurante con un año y medio de vida, podrán disfrutar solamente de un menú degustación de 14 tiempos. El responsable de deleitar a los curiosos: el joven chef Oswaldo Oliva.

Oswaldo Oliva

Ocurrente e inconformista, Oswaldo diario le hace alguna modificación al menú con base en la materia prima de temporada que abunda en el mercado.

Cada creación refleja la fidelidad a su historia, pues llegó a ser Director del Taller Creativo de Mugaritz, uno de los 10 mejores restaurante del mundo por la lista The World’s 50 Best Restaurants 2017.

Por ello, cada bocado que ofrece su cocina experimental busca estimular los sentidos a través de las texturas, los sabores y las sensaciones.

Lorea

Experiencia creativa

Una decoración de líneas simples, acogedora a la vez gracias a la madera del mobiliario, es el escenario de una experiencia creativa, la cual empieza con una carta dirigida al querido extraño que llega hasta ese espacio para cumplir el papel de comensal, dispuesto a sorprenderse.

Así, llegan los primeros tiempos agrupados como snacks: un mochi (pasta de arroz) de pistache, rollo de queso relleno de aguacate y hierbas, ovillo de chicharrón marino y un trozo de chilacayote con un encurtido de carne encima.

La idea es que los huelas, los toques, los mires y los saborees, y que descubras de qué tratan.

El servicio, el cual cabe mencionar que es jovial y notable, te recomienda que no veas el menú impreso para realmente dejarte llevar por el gusto.

Luego, el festín cobra vida poco a poco y llegan a la mesa combinaciones inusuales. Tal es el caso del betabel rostizado con maracuyá y echalote, el huitlacoche acompañado de cebada y pipicha (tipo de quelite) o los hongos duraznillo con arroz salvaje crujiente y queso mozzarella fresco. Por otro lado, hay platos sencillos que brillan por su excelente ejecución como la pieza de vacuno asada a la parrilla con espárragos tiernos y migas de pan, y la lubina en salsa pil pil, es decir, a base de aceite y caldo de la misma cocción. Los postres son para venerar: chabacanos en almíbar con merengue servidos con jugo de fresa y cerezas frescas con crema helada de soya y almendra amarga. Para finalizar el desfile de tiempos, te llevan a la barra de la cocina donde el chef Oliva te explica cómo comer un tempura de flor de calabaza para llenar el paladar de un sabor dulce y frescura.

Lorea

El maridaje

En materia de maridaje, hay diversos aciertos y sorpresas: la mayoría de los vinos son mexicanos para que los extranjeros (su clientela más usual) los conozcan, té verde con arroz y, para los bocados dulces, hidromiel.

Se trata de una bebida que hacen en casa a base de miel y agua, la cual se fermenta por medio de levaduras. Estas bebidas, junto a cervezas y cocteles, empatan a la perfección con la osada cocina experimental de Oswaldo y su equipo.

Menú Degustación: $1,500

Maridaje: $890.

Dónde: Sinaloa 141, Roma Norte.

Tel. 55 91 30 77 86. @LoreaMx  lorea.mx 

Lorea