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Ya sea como acompañamiento a un platillo o como botana por sí solas, las papas fritas son un éxito con casi todos los paladares del mundo, y hoy 20 de agosto, que se celebra el Día Mundial de las Papas Fritas, es el pretexto perfecto para festejarlas. Sin duda, es poco probable que alguien se resista a esta infalible combinación que resulta de someter una papa a una fritura y agregarle sal. Conoce aquí algunas versiones de su invención y descubre cómo las consumen en diferentes países. Fotos: Pixabay y Adobe Stock.

Un origen incierto

La invención de las papas fritas es un hecho que siempre ha estado en disputa, sobre todo por ser una preparación tan aclamada en todo el mundo. En su forma más común, a la francesa o french fries, el mismo nombre apunta a que se trata de una creación francesa. Sin embargo, los belgas son quienes se disputan esta autoría, señalando que el nombre hace referencia a papas francófonas y que fueron creadas en Namur a falta de pescado para freír. Por el otro, los franceses aseguran que sus papas Pont-Neuf, vendidas en carritos a lo largo del puente que lleva el mismo nombre, son prueba de que esta preparación les pertenece desde finales del siglo XVIII.

En forma de chips fueron creación de George Crum en 1853. Este hombre fue cocinero en Moons Lake House y creó inconscientemente un estilo que cambió la forma en servir papas fritas. La leyenda cuenta que un cliente le pidió una orden de éstas, que en ese momento eran de rebanadas gruesas del tubérculo, pero que las regresó argumentando que el corte era muy ancho. Así, a manera de burla, le envió unas de un grosor muy delgado y con suficiente sal, pensando que sería imposible de comerlas; y no fue así. El resto se hizo historia, tanto así, que este tipo de papas, incluso llevan el nombre de la ciudad donde se encontraba el establecimiento, Saratoga Springs, en el estado de Nueva York.

Muchas formas

Los tipos de corte son fundamentales para disfrutar de las papas fritas. Hay quienes aseguran que se disfrutan más dependiendo cómo se corten. Las papas paille o paja tienen un corte delgado y rectangular; las gaufrette lucen cuadrículas casi perfectas, las gajo son óptimas para los que buscan un centro suave; mientras que las Saratoga son perfectas para botanear, por tener el grueso de una hoja de papel.

Aceite + papa = hit

La sencilla acción de freír las papas y agregarles sal es suficiente para una combinación ganadora. Sin embargo, llevarlas a la perfección es todo un arte. Cuidar la calidad y la temperatura del aceite, así como una doble cocción es uno de los trucos más empleados para lograrlo.

Las papas fritas suelen ser un acompañamiento icónico en platillos como hamburguesas o hot dogs, gracias a la popularización que les ha dado Estados Unidos. Sin embargo, también pueden ser una botana o un platillo por sí solas. Esto sucede con el fish and chips de Reino Unido o la poutine de Canadá.

Los belgas tienen sus frites preparadas específicamente con la variedad de papas bintje. Estas se sirven en un cucurucho y llevan topping de mayonesa. Su éxito es tanto, que se dice que hay un puesto de papas en cada barrio. En México pasa algo similar como delicia callejera y se venden en forma de chips. Estas pueden llevar salsa picante y limón, e incluso salsa inglesa y de soya.

Independientemente del lugar en donde se vendan, comerlas es un placer que no distingue nacionalidades. Por ello, ¡festeja el Día Mundial de las Papas Fritas a tu manera! Coméntanos en nuestras redes sociales. 

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