Por su historia, producción ancestral y características únicas, el comiteco podría ser el próximo destilado mexicano en recibir la declaratoria de protección Denominación de Origen. Sigue leyendo para conocer sus particularidades.  Fotos: Pixabay y Adobe Stock.

 

De pulque a aguardiente

 

El estado de Chiapas, al suroeste de México, es reconocido por su riqueza natural, cultural e histórica. Tiene exuberantes paisajes, sitios arqueológicos que atestiguaron la grandeza del mundo maya, construcciones coloniales de gran valor y una tradición gastronómica fascinante. En ella bien podemos incluir al comiteco, uno de sus destilados más emblemáticos.

Este elíxir se produce a partir de la fermentación alcohólica y posterior destilación del aguamiel o pulque obtenido del agave comiteco (Agave Americana L.), llamado así por ser cultivado en la Meseta Comiteca de Chiapas, principalmente en el municipio de Comitán de Domínguez.

 

Comitán de Domínguez, Chiapas

 

Es justamente este proceso el que le otorga características únicas, pues otros destilados de su tipo se elaboran con los corazones del maguey cocidos, molidos y fermentados. En cambio, para el comiteco se emplea el corazón vivo de la planta, que puede dar hasta 400 litros de aguamiel durante cuatro o cinco meses.

Así, encontrarás que es una bebida con notas herbales en nariz y boca, aromas a agave crudo, flores silvestres y tierra húmeda. Posee un ligero toque ahumado en boca y suaves destellos cítricos.

 

 

El comiteco a través del tiempo

 

En sus orígenes, durante la época prehispánica, se bebía únicamente el fermento del aguamiel, obtenido directo del corazón del maguey. La destilación del comiteco fue un proceso que se implementó con la llegada de los conquistadores españoles.

Asimismo, se sabe que su producción alcanzó niveles industriales hacia la década de 1910 y que a inicios de 1960 era comparable en volumen con la producción de tequila. Esta cifra cayó drásticamente a consecuencia de los impuestos federales sobre bebidas alcohólicas establecidos en México en 1965. La posterior escasez de agave también causaría su prohibición a finales de esta década.

En la década de 1970, diversos grupos de campesinos chiapanecos y empresas unieron esfuerzos para lograr la recuperación de la especie Agave Americana L., que daría los frutos esperados 30 años más tarde, cuando la Secretaría de Agricultura autorizó nuevamente su utilización para producir comiteco.

 

Agave americana

 

 

¿Y la Denominación de Origen?

 

Es esencial precisar que se han realizado distintas investigaciones, y que actualmente existen proyectos que aseguran la utilización responsable y sustentable del agave comiteco a través de plantaciones controladas.

Sobre la obtención de la Denominación de Origen, se sabe que el estado de Chiapas la está gestionando y que ya se han realizado algunos estudios al agave comiteco para confirmar que se trata de una variedad endémica de la Meseta Comiteca de Chiapas.

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Comiteco en copa

 

 

¿Dónde encontrarlo?

 

En Chiapas, te recomendamos probar el comiteco en algún bar o comitequería, donde se sirve en cocteles o “derecho”. Estos espacios abundan en el estado, principalmente en Comitán de Domínguez y San Cristobal de las Casas. Otra gran alternativa es el restaurante Tierra y Cielo, toda una institución de San Cristóbal de las Casas fundada por la chef Marta Zepeda que también se especializa en comida regional chiapaneca.

En Ciudad de México lo podrás encontrar en locales especializados en productos de Chiapas al interior del Mercado de Medellín (Medellín #20, Colonia Roma), o en la página web de Comiteco Don Elías.

 

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Mezcal, tequila, sotol, raicilla, bacanora, comiteco y un sinfín de destilados mexicanos resultan perfectos para mezclar con té. ¡Sí!, la complejidad aromática y gustativa de la camellia sinensis, la planta del té, es ideal para equilibrar la potencia de los más icónicos espirituosos septembrinos. Fotos: Cortesía Escuela Mexicana de Té. 

Antes que nada, es importante entender la manera en que el té puede emplearse en coctelería. Y es que, para asegurar su correcta expresión en copa, las hojas y brotes de camellia sinensis deben infundirse siguiendo recomendaciones precisas, que extraigan sus delicados aromas y sabores, en la concentración perfecta y sin matices negativos.

 

Mixología con té

 

La primera y más práctica forma es infundiendo el té en el propio destilado o espirituoso, colocando las hebras en el alcohol y dejando reposarlas por al menos 8 horas a temperatura ambiente. Esta infusión en frío permitirá extraer todos los compuestos de aroma y sabor de forma pausada y lenta, totalmente amigable con nuestros preciados tés.

 

té y destilados mexicanos

 

La segunda, es infundir a manera de té helado: infusión caliente concentrada + hielo, y simplemente mezclar con el resto de los ingredientes en coctelera. En ambos casos es importante utilizar una mayor proporción de hebras de té, entre 2 y 3 gramos por cada 100 mililitros, para conseguir un líquido lo suficientemente concentrado para poder imprimir todo el aroma y sabor del té en el coctel final.

 

Espirituosos mexicanos

 

Una vez entendido esto, y para que disfrutes de este maridaje de té y destilados mexicanos, hay que apuntar a la amplia variedad de espirituosos nacionales, cuyo común denominador es potencia sensorial y generoso volumen alcohólico. Pero no todo es agave… El sotol, por ejemplo, destilado de las plantas desérticas de sotol o serenque -Dasylirion wheeleri–, es perfecto para mezclar con tés verdes de marcado perfil vegetal y/o herbáceo, así como con oolongs de baja oxidación, rooibos verdes y tisanas de frutos rojos silvestres, que permitan acentuar su dulzor y potencia en boca.

Por el contrario la raicilla, destilado artesanal jalisciense de Agave lechuguilla, es fascinante al compás de tés verdes ahumados, tés negros de marcado carácter frutal e incluso sheng puerh, que armonizan con sus potentes y complejos aromas y sabores. ¿Bacanora…? La armonía con este destilado artesanal sonorense obtenido a partir del Agave pacifica llega de la mano de tés verdes con tonos de vegetales dulces cocidos, oolongs de oxidación media y tés negros de marcada frutalidad.

 

té y destilados mexicanos

 

Mientras que los tequilas y mezcales se cuecen aparte. Los primeros, elaborados con cabezas maduras de Agave Tequilana Weber var. Azul, mezclan fácilmente con tés verdes de marcado perfil vegetal, tés negros con buena frutalidad, oolongs de oxidación media y sheng puerh; todo depende de su clase, juventud o tiempo de envejecimiento en barrica.

En cuanto a los segundos, producidos a partir de las piñas maduras de diferentes agaves, con métodos de manufactura tan amplios como regiones asociadas a su denominación de origen, la más grande del mundo entero, son capaces de hacer frente a matcha, tés negros de marcada frutalidad, tés blancos ricos en notas florales y frutales, y sheng y shou pu-erh. escueladete.com.mx

 

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