No es ningún secreto que, cuando desechamos plástico este contamina los ríos, mares y calles, pero, ¿sabías que existen pedazos diminutos llamados microplásticos? Estos pedacitos están contaminando mucho más de lo que te imaginas. Te contamos más al respecto. Fotos: Unsplash/Pixabay.

 

 

¿Qué son los microplásticos?

 

Los microplásticos son pequeños fragmentos de material sintético, elaborado con derivados del petróleo, que miden cinco milímetros o menos. Hay dos tipos: los primarios son aquellos que se fabrican de ese tamaño y se utilizan en productos de belleza, pastas de dientes, detergentes y jabones. Estos llegan en su estado original al medio ambiente, afectando ríos, lagos y mares a través del drenaje.

En cambio, los secundarios son aquellos que se generan cuando objetos grandes de plástico, como bolsas o botellas, se degradan. Lo que sucede es que se van deshaciendo en pedazos cada vez más pequeños que conservan sus propiedades no biodegradables y, muchas veces, tóxicas.

 

 

En todas partes

 

Según el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, los microplásticos terminan en ríos y océanos ya que, debido a que son de un tamaño diminuto, los sistemas de filtración de las plantas de tratamiento de aguas residuales no pueden eliminarlos. Al llegar al medio ambiente, son ingeridos por peces, aves y especies marinas.

Científicos de las universidades de Reykjavik (Islandia) y Gotemburgo (Suecia) encontraron recientemente microplásticos en el glaciar Vatnajökull. Estudios anteriores han demostrado que estas partículas están también en cordilleras como los Alpes y los Andes, así como en los icebergs de Svalbard, Noruega.

Una investigación de la Universidad de Utah identificó microplásticos en la lluvia de 11 parques nacionales y áreas naturales de Estados Unidos. Además, alrededor del 4% de las partículas atmosféricas recolectadas y estudiadas fueron polímeros de plástico.

 

 

Daños en la naturaleza

 

El plástico se ha convertido en una plaga que está arruinando el equilibro de los ecosistemas. Su composición puede intoxicar los suelos, el agua, las plantas y los animales. Incluso está llegando a los humanos a través del aire, del agua que tomamos y de los alimentos que consumimos, aunque todavía se están investigando los daños que pueden tener al ser ingeridos por las personas.

En 2019, Greenpeace México realizó un estudio en 755 peces, de los cuales el 20% tuvo al menos una pieza de microplástico en su contenido estomacal e incluso se encontraron hasta 45 piezas en un mismo pez. Cuando los animales consumen este contaminante, están ingiriendo químicos y toxinas dañinas que el material tiene desde su fabricación o que ha absorbido durante su uso.

 

 

 

¿Cómo ayudar al planeta?

 

Existen diversas formas de evitar que los microplásticos sigan afectando a los ecosistemas. Algunas recomendaciones son no comprar artículos envasados o elaborados con plásticos de un solo uso, reciclar o reutilizar lo más posible y optar por productos de higiene personal y belleza que no incluyan microplásticos en sus ingredientes. Si quieres conocer algunas alternativas, puedes consultar este sitio web dedicado a la identificación de estos componentes.

 

 

 

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Redes sociales inundadas con la palabra Coronavirus, calles vacías e incertidumbre económica. Ese es el primer plano que muestra el COVID-19. Pero, ¿qué hay del planeta? El beneficiario número uno ante esta amenaza a la salud pública es el medio ambiente. Y eso se ha podido ver con escenarios en el mundo donde la contaminación ha registrado bajos niveles históricos, y destinos que han comenzado a volver a su estado natural: limpios.

 

Beneficios inesperados

 

Con más de 1,410 millones de habitantes, China es el país con mayores emisiones de dióxido de carbono. Con la cuarentena para evitar la propagación del COVID-19, este país redujo sus emisiones contaminantes en un 25%, que a nivel mundial significaron un 6%.

Por su parte, el país con mayor número de casos registrados después de China, que es Italia, obtuvo resultados similares. Gracias a los monitores de la Agencia Espacial Europea, se han analizado mejoras en las condiciones ambientales. Las emisiones de dióxido de nitrógeno, captadas por el satélite Colérico Sentinel-5P, registraron un descenso entre enero y los últimos días.

 

Coronavirus

 

 

El dióxido de nitrógeno es recurrente en zonas urbanas, y uno de los principales contaminantes atmosféricos. Es irritante y altamente tóxico en niveles elevados. Se produce por la combustión, como las que emiten nuestros autos o las plantas eléctricas. La disminución de estos gases, sobre todo en el norte de Italia, se relacionan directamente a las fechas de contingencia sanitaria.

Uno de los ejemplos más visibles de lo que está sucediendo a favor del medio ambiente está en los canales de Venecia. Al quedarse sin turistas, pronto lucieron con aguas más cristalinas y con fauna que las habita. Rápidamente fueron captados como algo extraordinario entre sus habitantes.

 

¿Qué pasa en México?

 

México está empezando a vivir la cuarentena para evitar que el sistema de salud colapse ante el riesgo que supone el COVID-19. Con el paso de los días, la gente esta siendo más consciente de la importancia de detener la curva de crecimiento de este virus. Así, pareciera que se pueden replicar las inesperadas consecuencias a favor del medio ambiente que se han observado en China y en Europa.

 

Coronavirus

 

Al menos en Ciudad de México, que lleva pocos días en cuarentena voluntaria, la calidad del aire se mantiene en la mayoría de las delegaciones en niveles aceptables a buenos. Contrario a la mala calidad habitual, esto es producto de la disminución del uso de los vehículos y la movilidad de las personas.

 

Actuar y combatir

 

La invitación a quedarnos en casa no está siendo bien recibida por todos, especialmente para quienes viven de empleos informales. Por ello, es importante no detener la economía, no parar la productividad y actuar a favor de los menos afortunados. En definitiva, no es la mejor forma de reducir el impacto ambiental, pero por lo pronto el Coronavirus le dio al mundo un respiro. Y si lo asumimos de forma responsable y aprovechando el regalo inesperado del tiempo, posiblemente sería la primera batalla ganada frente al Coronavirus. #quedateencasa

 

 

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